Por Fernando Echandía
Para comenzar a plantearse cual es el modelo de Papa a elegir, hay que empezar por preguntarse: ¿Qué necesidad de perfil de Papa católico tiene el capitalismo globalizado y sin fronteras de hoy?
El mundo de la Guerra Fría donde fue elegido Wojtyla como jefe del Imperio "espiritual" del Vaticano, difería de este mundo con "libre mercado", pensamiento único, y modelo democrático-electivo -parlamentario made in usa nivelado para todo el planeta, incluido los países dominados militarmente (Palestina, Irak, Afganistán).
El mundo en que el cura Wojtyla fue trasplantado de Cracovia al trono de San Pedro, era un mundo donde todavía existían "fronteras".
En la Unión Soviética no se pensaba lo mismo que en Washington, había guerras por áreas de influencia entre el "comunismo ateo" y el Imperio del "libre mercado".
En Latinoamérica, en Asia, en Africa, en Medio Oriente, todavía existían bolsones de voluntades y de pensamientos que se oponían al imperio invasor con las armas en la mano.
Había (todavía) conciencia antiimperialista, y había (todavía) sueños de toma del poder, de hacer la revolución y cambiar el sistema capitalista.
Todavía había "vías de escape" para los pensamientos rebeldes: uno estaba con Washington, el FMI, el Pentágono, el Vaticano (la sumatoria del sistema capitalista) , o estaba en las antípodas.
Todavía la CNN y las grandes cadenas informativas no habían fabricado al "hombre único" nivelado para todo el planeta.
La colonización niveladora todavía no había llegado al cerebro: había espacios de huida, y de lucha organizada.
Cuando el cura Wojtyla fue convertido en "Rey de la fe católica" por Washington y el Opus Dei,en 1978, al que estaba en la vereda de enfrente, al que no comulgaba con Wojtyla y su iglesia, le metían el mote de "comunista".
Y así nació la fe "anticomunista" de la cual el "gran comunicador" Wojtyla se convirtió en el abanderado espiritual a nivel planetario.
Los militares represores latinoamericanos formados en la Escuela de las Américas comulgaban con curas "anticomunistas" y tenían la foto de Wojtyla en sus billeteras y en sus despachos.
Videla, Pinochet, Stroessner y CIA, asesinaron e hicieron desaparecer a decenas de miles de personas persignándose ante la foto (todavía fresquita y deportiva) del cura de Cracovia.
Ese hombre, envejecido y decrépito, ante cuyo cadáver hoy la humanidad mediatizada llora desconsoladamente como al representante de "Dios en la tierra", fue el ícono espiritual de la "guerra anticomunista" que Washington lanzó para terminar con las "fronteras rebeldes" y convertirse en Imperio Unipolar.
Anticomunista visceral, el perfil de Wojtyla encajaba perfectamente con las necesidades de un capitalismo que necesitaba expandir sus fronteras más allá de la "cortina de hierro".
Por lo tanto, sin sorpresas, y con la pompa protocolar del "cónclave de cardenales", Wojtyla fue convertido en el Papa Juan Pablo II y desde allí fue ungido como el "campeón de la libertad", tal como lo acaba de señalar el jefe imperial de la Casa Blanca George W. Bush.
Después de hacer su obra evangelizadora, de cumplir su ciclo sirviendo honrosamente a los bancos y transnacionales que hoy facturan en el ex "mundo comunista", Wojtyla envejeció, se enfermó, y se murió como cualquier hijo de vecino.
Ahora hay que sustituirlo: hay que diseñar con prolijidad al nuevo modelo de " la Fe " que reine en el Vaticano.
Y volvemos a la pregunta del principio: ¿Qué necesidad de perfil de Papa católico tiene el capitalismo globalizado y sin fronteras de hoy?
El próximo Papa:
¿Un Campeón de los derechos humanos y la democracia?
¿Porqué no un "progresista" que sea la contracara y el complemento a su vez de Juan Pablo II que impulsó la democracia, pero tuvo su déficit en la negación de los derechos de la mujer, los homosexuales y la libertad de abortar?.
El comunismo de la era Wojtyla fue derrotado. Hoy se necesitan banderas "espirituales" legitimadoras que apuntalen y den sustento doctrinario masivo al "libre mercado, la democracia y la libertad", según el decálogo de Washington expresado a través de los discursos de Bush.
Hoy se necesita un Papa que disemine "fe católica multilateral", integradora y sin exclusión ideológica.
¿Una "ONU en el Vaticano? ¿Un Papa negro? ¿ Un Kofi Annan de la Iglesia Católica?
O tal vez habría que explorar otro costado y otra posibilidad en la misma línea "multilateral de la Fe ".
¿Un Papa latinoamericano imbuido de los principios doctrinarios de la Teología de la Liberación ?
¿ Un equivalente "progresista" de Kirchner, Lula, Tabaré, etc, en la Curia romana?
¿ Un Papa que hable con la "izquierda" y gobierne (al Vaticano) con la derecha?
Si en Latinoamérica "conviven en Paz" presidentes "neoliberales" y "progresistas" dentro de un mismo "modelo económico" ¿Porqué no convivir "conservadores" con "renovadores" dentro de un mismo "modelo católico"?.
Si el Opus Dei y Washington colocaron a Wojtyla en el Vaticano para derrotar al "comunismo ateo" ¿Porqué no colocar hoy a un "progresista" con perfil "multilateralista" para derrotar a los regímenes "dictatoriales y terroristas" que azotan al planeta?
Juan Pablo II, junto al fascista y asesino Ronald Reagan responsable de la muerte de miles de centroamericanos
Si Karol Wojtyla y Ronald Reagan compartieron los mismos ideales en la "guerra contra el comunismo" ¿Porqué un nuevo Papa de matriz "progresista" no podría compartir la "guerra contraterrorista" con Bush?
Como ayer Wojtyla santificó las hipótesis de conflicto edificadas con el "peligro comunista" ¿Porqué no un sucesor que haga lo mismo con el "peligro terrorista"?
¿Acaso los "terroristas islámicos" no son el equivalente de los "subversivos rojos" de ayer?
La Iglesia Católica anda baja de mística: con los "curas sanadores" no basta para detener a la troyka de "pastores electrónicos" que copan a diario el difícil mercado de la Fe.
Hay que "reinventar un enemigo", algo fuerte, un equivalente del "rojo subversivo" que amenace la familia, la paz, y los bienes, sobre todos los bienes, de las personas decentes del mundo.
¿Y porqué no, Bin Laden?
Osama... y su banda de degolladores islámicos... malos, y sin corazón cristiano, como los extintos comunistas de ayer.
A Bush le fue bien con el fantasma del 11-S ¿Porqué no le puede ir bien al milenario Vaticano que sobrevivió más que el nivel promedio estadístico de las cucarachas en el poder?
Un cruzado "contraterrorista" en el Trono de Pedro: ese es el perfil que cierra por todos lados, Sr. Bush, y excelencias reverendísimas del Vaticano.
Y si ya tenemos el perfil: ahora precisamos el modelo ideológico.
¿"Conservador" ?, ¿"Renovador"? No: la síntesis de ambos: un "progresista": la perfecta simbiosis entre la izquierda y la derecha, la fusión de los extremos.
Ya no se necesita un "Campeón de la lucha contra el comunismo", sino un "Campeón de la lucha por las libertades individuales.
El mundo está atomizado: no hay causa revolucionaria social, sólo hay causa de "realización personal".
Se necesita un Papa que santifique el individualismo: que legitime los santuarios de "auto-realizació n" pregonados por la publicidad y la comunicación consumista.
Juan Pablo II y el modelo "conservador" ya fueron, están quemados y estigmatizados como los Videla o los Pinochet. Hoy se precisa un nuevo modelo de Papa acorde con los parámetros de "credibilidad" existentes.
¿Y qué mejor que un un Papa que ame a los homosexuales y sea tolerante con los que no creen en el Espíritu Santo?
¿Es mucho pedirle a la petrificada estructura dogmática y doctrinaria del Vaticano que flexibilice sus posturas con el aborto y el celibato?
Vamos a ser precisos: así como Washington "democratizó" a la represión sustituyendo a los militares con los políticos y los medios de comunicación, de la misma manera el Vaticano deberá sustituir a esos curas jurásicos que todavía andan con ganas de torturar a Galileo.
¿Acaso es imposible encontrar un Papa "progresista" , respetuoso de las "libertades individuales" , que condene al "terrorismo" , de acuerdo con los principios de la "guerra contraterrorista" globalizada impulsada por Washington?
¿Es utópico pensar en un Papa embebido en los principios de "respeto a los derechos humanos" establecidos planetariamente por Amnesty internacional, la ONU y las ONG controladas por la CIA en todo el Planeta?
Hay algo que siempre saben los estrategas de Washington: con cada etapa de conquista hay que racionalizar el dominio, empezando por el Espíritu y la Fe. O sea por el Vaticano.
Consecuencia: para los pragmáticos se viene la era de un Papa "progresista" y "antiterrorista" que bendiga con la izquierda, y señale a los infieles "enemigos del sistema" con la derecha.
¿El candidato? Todavía no existe en detalle: pero se lo puede inventar en 24 horas con las mismas cadenas informativas que convirtieron al desconocido cura Wojtyla en un cruzado del bien contra el mal amado por las multitudes.
De ahora en más, en el mercado de Fe Vaticana el que no ofrezca la otra mejilla al "sistema", el que tome fábricas, haga huelgas corte rutas, tome empresas o queme bancos y empresas transnacionales, será rotulado con la fórmula de uso: Terrorista.
El Papa que venga, desde su Reino no terrenal, deberá santificar la operación evangélica con incienso y rezos "progresistas" difundidos por la CNN y las otras cadenas mediáticas a todo el mundo.
George Bush, su mujer, su padre, Bill Clinton y Condolezza Rice comparecieron intempestivamente en la basílica de San Pedro. Habían aterrizado en el aeropuerto de Roma a las 21.30 horas y apenas 30 minutos después ya estaban arrodillados ante la tumba de Juan Pablo II mientras el flujo de fieles y curiosos continuaba incansable por el pasillo de la nave central.
Fue la primera vez que un presidente de Estados Unidos se arrodilla delante de un Papa difunto, como es la primera vez que asiste a un funeral pontificio, prueba inequívoca de la excepcional relación de amistad que existió entre ellos, igualmente y aprovechando su presencia en roma darían un impulso de apoyo excepcional a la candidatura del nuevo representante de la iglesia a través del cardenal norteamericano quien junto a otros cardenales influenciarían en la escogencia del nuevo representante de la iglesia el cual recaería en el cardenal alemán Ratzinger.
Pánico, asombro y desconcierto produjo en la población católica mundial la elección del jefe de la "Congregación para las causas de la Fe ", antigua inquisición, como el nuevo Papa. Ratzinger antiguo militante de las juventudes hitlerianas perteneciente al ala más conservadora y reaccionaria de la iglesia católica, se destaco por la fuerte represión que infligió a los miembros del ala izquierda de la iglesia católica, entre ellos los teólogos Leonardo Boff, el cura Ernesto Cardenal de Nicaragua entre otros. Es conocida su férrea oposición al control de natalidad, el uso de cualquier medio contracepción como el preservativo y las píldoras anticonceptivas, incluso para la prevención del H.I.V. Con la elección de este cardenal a la jefatura del Vaticano, la iglesia católica retrocede al oscurantismo de la edad media.
Sin duda, Bush y el capital internacional están regocijados por la elección de este purpurado para regir los destinos de la “Santa Sede”. Será un fiel y aliado socio de los ultraconservadores imperialistas.
Por todo lo anterior es que su reciente visita a Brasil no debe causar asombro, ya que ese ha sido su comportamiento natural con la complacencia de la derecha internacional.
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