Durante el mitin que ayer encabezó frente a la Asociación de Bancos de México (AMB), donde denunció que se hacen enjuagues que inciden en el destino del país, Andrés Manuel López Obrador consideró los cambios en el gabinete de Felipe Calderón puros premios a la ineptitud, uno de ellos para un tecnócrata abyecto, como Juan Molinar Horcasitas.
Expresó su sospecha de que la subasta de más de 20 mil millones de dólares hecha por el Banco de México para detener la caída del peso frente al dólar se realizó en beneficio de “los negociantes vinculados con el poder. No olvidemos –apuntó– que las grandes fortunas de este país se han hecho con la especulación financiera”.
Las decisiones que se toman en la ABM, apuntó, son en beneficio de banqueros, grandes empresarios, traficantes y políticos corruptos que por su voracidad están destruyendo al país, porque son ellos, en buena medida, los responsables de la inseguridad y la violencia que impera en todo México.
Señaló que hay datos oficiales no difundidos de que 6 mil mexicanos diariamente pierden su enmpleo, por lo que insistió en su propuesta de reducir en 200 mil millones de pesos el gasto corriente del gobierno para hacer frente a la crisis, con medidas como bajar a la mitad los sueldos de altos funcionarios, porque es una vergüenza, un insulto que ante la crisis los ministros de la (Suprema) Corte (de Justicia) reciban 600 mil pesos mensuales.
¿Y para qué sirven, acaso hacen justicia en favor del pueblo?, preguntó. “En todo caso, que les paguen sus jefes… ¡Que les paguen (Carlos) Salinas, Roberto Hernández o Claudio X. González!, porque están al servicio de esa mafia.”
Después, López Obrador cuestionó –ante las miles de personas que lo acompañaron en el mitin– los cambios anunciados por Calderón. En el caso de Juan Molinar Horcasitas, el que estaba en el Seguro Social, dijo que se trata de un tecnócrata abyecto, que tiene como único mérito ser un lambiscón al servicio del pelele de Calderón, y lo ponen en Comunicaciones y Transportes. ¡Qué va a hacer ahí, si no tiene capacidad ni para eso ni para nada!, insistió. Lo están premiando porque es de los que hacen enjuagues con Calderón.
Y quitan a Luis Téllez, continuó, ¿por qué?, porque declaró que Salinas se había clavado toda la partida secreta (de la Presidencia de la República), y pensó que ofreciéndole disculpas a Salinas la iba a librar. Nooo, Salinas es muy vengativo, le dio órdenes al pelele y ¡para fuera Téllez!
En cuanto a Daniel Karam, manifestó que estaba al frente de un programa (el Seguro Popular) que es pura demagogia, pura publicidad. Eso ni es seguro ni es popular. Afirmó que en sus recorridos por el país escuchó como demandas del pueblo raso que no tienen médicos y no hay medicinas en los centros de salud, y ahora resulta que el que estaba al frente de ese programa lo pasan al Seguro Social.
El político tabasqueño fue insistente en su crítica a lo que se discute en la ABM, que es –manifestó– sede de uno de los poderes reales que operan en México.
Aquí, como en Televisa, se concentra más poder que en Los Pinos, que en la Suprema Corte o que en el Poder Legislativo. Aquí viene a comer con frecuencia, al salón Arcángeles, Agustín Carstens, el secretario de Hacienda, y trae a diputados y senadores para tratar asuntos económicos y financieros. Este lugar, insistió, también es frecuentado por los ministros de la Corte.
Manifestó que cuatro fueron los asuntos que los llevaron a ese lugar: primero, demandar una investigación a fondo sobre las personas, empresas o instituciones bancarias que compran dólares baratos de las reservas internacionales del Banco de México. Anunció que esta semana el gobierno legítimo que encabeza presentará una solicitud al Instituto Federal de Acceso a la Información para que se haga pública la lista.
Segundo, denunciar los abusos de las instituciones financieras en contra de los usuarios de la banca. En particular de quienes son víctimas de cobros excesivos en tarjetas de crédito y préstamos hipotecarios.
Tercero, expresar su inconformidad porque los bancos no cumplen con la función de impulsar el desarrollo del país. Por el contrario, cobran comisiones e intereses por encima de los estándares internacionales, no otorgan créditos al sector productivo y se dedican a especular y a vivir del erario.
Y cuarto, para denunciar que por su voracidad están destruyendo al país.
Expresó su sospecha de que la subasta de más de 20 mil millones de dólares hecha por el Banco de México para detener la caída del peso frente al dólar se realizó en beneficio de “los negociantes vinculados con el poder. No olvidemos –apuntó– que las grandes fortunas de este país se han hecho con la especulación financiera”.
Las decisiones que se toman en la ABM, apuntó, son en beneficio de banqueros, grandes empresarios, traficantes y políticos corruptos que por su voracidad están destruyendo al país, porque son ellos, en buena medida, los responsables de la inseguridad y la violencia que impera en todo México.
Señaló que hay datos oficiales no difundidos de que 6 mil mexicanos diariamente pierden su enmpleo, por lo que insistió en su propuesta de reducir en 200 mil millones de pesos el gasto corriente del gobierno para hacer frente a la crisis, con medidas como bajar a la mitad los sueldos de altos funcionarios, porque es una vergüenza, un insulto que ante la crisis los ministros de la (Suprema) Corte (de Justicia) reciban 600 mil pesos mensuales.
¿Y para qué sirven, acaso hacen justicia en favor del pueblo?, preguntó. “En todo caso, que les paguen sus jefes… ¡Que les paguen (Carlos) Salinas, Roberto Hernández o Claudio X. González!, porque están al servicio de esa mafia.”
Después, López Obrador cuestionó –ante las miles de personas que lo acompañaron en el mitin– los cambios anunciados por Calderón. En el caso de Juan Molinar Horcasitas, el que estaba en el Seguro Social, dijo que se trata de un tecnócrata abyecto, que tiene como único mérito ser un lambiscón al servicio del pelele de Calderón, y lo ponen en Comunicaciones y Transportes. ¡Qué va a hacer ahí, si no tiene capacidad ni para eso ni para nada!, insistió. Lo están premiando porque es de los que hacen enjuagues con Calderón.
Y quitan a Luis Téllez, continuó, ¿por qué?, porque declaró que Salinas se había clavado toda la partida secreta (de la Presidencia de la República), y pensó que ofreciéndole disculpas a Salinas la iba a librar. Nooo, Salinas es muy vengativo, le dio órdenes al pelele y ¡para fuera Téllez!
En cuanto a Daniel Karam, manifestó que estaba al frente de un programa (el Seguro Popular) que es pura demagogia, pura publicidad. Eso ni es seguro ni es popular. Afirmó que en sus recorridos por el país escuchó como demandas del pueblo raso que no tienen médicos y no hay medicinas en los centros de salud, y ahora resulta que el que estaba al frente de ese programa lo pasan al Seguro Social.
El político tabasqueño fue insistente en su crítica a lo que se discute en la ABM, que es –manifestó– sede de uno de los poderes reales que operan en México.
Aquí, como en Televisa, se concentra más poder que en Los Pinos, que en la Suprema Corte o que en el Poder Legislativo. Aquí viene a comer con frecuencia, al salón Arcángeles, Agustín Carstens, el secretario de Hacienda, y trae a diputados y senadores para tratar asuntos económicos y financieros. Este lugar, insistió, también es frecuentado por los ministros de la Corte.
Manifestó que cuatro fueron los asuntos que los llevaron a ese lugar: primero, demandar una investigación a fondo sobre las personas, empresas o instituciones bancarias que compran dólares baratos de las reservas internacionales del Banco de México. Anunció que esta semana el gobierno legítimo que encabeza presentará una solicitud al Instituto Federal de Acceso a la Información para que se haga pública la lista.
Segundo, denunciar los abusos de las instituciones financieras en contra de los usuarios de la banca. En particular de quienes son víctimas de cobros excesivos en tarjetas de crédito y préstamos hipotecarios.
Tercero, expresar su inconformidad porque los bancos no cumplen con la función de impulsar el desarrollo del país. Por el contrario, cobran comisiones e intereses por encima de los estándares internacionales, no otorgan créditos al sector productivo y se dedican a especular y a vivir del erario.
Y cuarto, para denunciar que por su voracidad están destruyendo al país.
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