Eduardo Ibarra Aguirre
En tiempos de aguda acumulación del resentimiento social y, sobre todo, del descontento hecho movilización, a la vez que de subrayadas limitaciones de los gobernantes para conducir el barco llamado México no digamos a mejor puerto sino por lo menos a uno que no sea peor, resulta oportuna la sugerencia del lector Ramiro (un voluntario de trabajo social de la red social Infocuac), con motivo del texto anterior (Encapuchados revienta-marchas, 4-X-13): "Hay que dirimir las diferencias con dialogo y ánimo de paz. No a la violencia, venga de quien venga. Educa a tus hijos en la paz".
Es el escenario más recomendable para que los mexicanos resuelvan sus profundas diferencias de todo tipo y orden en la arena política y al menor costo posible en cuanto a la cuota de sangre, pero ello no depende sólo de la voluntad de las mayorías, sino también de la apuesta de los 54 dueños de México (con sus 54 millones de pobres), de las corporaciones trasnacionales y de Washington; de los actores políticos y agentes económicos, no sólo de los hombres y mujeres que forman filas entre los que luchan por la transformación.
No me refiero al exhibicionismo de prepotencia e impunidad con que actuaron los vándalos el miércoles 2 de octubre, y que muy poco tienen que ver con aquella brega, aunque algunos participantes lo hagan por convicción, pero sí, como bien apunta Jaime Laguna Bérber (de Madera Periódico en Facebook), que el mismo tipo de hechos se presentó en Oaxaca. Y hace la no por obvia menos significativa aclaración de que Oaxaca junto al Distrito Federal "tienen gobiernos perredistas. No se trata de otra teoría de la conspiración pero sectores que piden (el uso de la) fuerza orientarán su voto hacia la derecha. Los choques desgastarán a votantes de izquierda. El PRD perderá votos. No soy perredista pero me llama la atención la dinámica que esto puede generar: El retorno del PRI en estas entidades está en marcha". Y lo dice un lector que vivió confrontaciones directas.
Si bien para leer la realidad ningún escenario es descartable, ya adquirió fuerza la interpretación que, en forma de pregunta, formula la lectora María Luisa I. Erreguerena: "¿No crees que sean grupos contratados por el mismo gobierno para crear caos y 'justificar' los actos represivos de la policía en las marchas, así como para crear entre la gente la fantasía de que su presencia es necesaria?" Es factible pero el costo es alto, sería tanto como que el Gobierno del Distrito Federal se disparara un balazo al pie. Tesis aquella que, editorialmente, emitió La Jornada y ahora es compartida por muchos activistas sociales y sesudos intelectuales que, incluso, señalan la abierta protección de los agentes policiacos a los vándalos hasta, dicen, formarles vallas para que asaltaran y huyeran, mientras los inocentes fueron golpeados y detenidos. Categóricas afirmaciones que no tienen hasta ahora respaldo en fotos y videos.
"¿Cuáles son esas franjas izquierdistas (que aplauden a los vándalos)? ¿Quién tendría que pagar por estos caros desmanes? ¿Voy a creer que el responsable es el PRD mancerista? Porque no sé, ese señor tiene cara de cooptado". La lectora Soledad Cervantes es la que pregunta y afirma.
Mientras los grupos de asaltantes de comercios y agresores de policías tengan simpatizantes abiertos y ocultos en círculos de las izquierdas, el tema se complica, pero no impide que se aplique la ley, ésa que suavizó la Asamblea Legislativa para liberar a los autores materiales de los actos vandálicos del 1 de diciembre de 2012 y que distinguidos militantes del Revolucionario Institucional atribuyen la autoría intelectual a José Murat, ahora prominente funcionario del Pacto por México.
Los asalariados de la tarea disuasiva y de la represión ("¡El pueblo uniformado también es explotado!", era de las consignas de los manifestantes hace 45 años), tienen garantías individuales y los presidentes de la Comisión de Derechos Humanos del DF y de la Nacional no dicen todavía ni pío, pero fueron eficaces para establecer los debidos límites al derecho de manifestación de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación. Y Federico Döring y Gabriela Cuevas aparecen, oportunistas que son, para pedir la reglamentación del derecho a la manifestación.
Agradezco al lector Nicolás Rodríguez Miranda por su aviso "Disculpe le falló la ortografía. Intenciones, no intensiones". Disculpen ustedes, lectores atentos, por también agregarle un cero al año 2013.
Acuse de recibo
De Yuri Serbolov: "Yo también me adhiero con entusiasmo a la propuesta para que se le otorgue la Medalla Belisario Domínguez al distinguido maestro en periodismo don Fausto Fernández Ponte, quien reúne méritos suficientes para recibir dicha condecoración"… Dice Andrés Contreras: "Muere a los 102 años el heroico general Vo Nguyen Giap, quien junto con otro gigante (Ho Chi Minh) venció primero a los franceses y después a Estados Unidos que invadió Vietnam, considerado el más grande genio militar del siglo XX. "¡Misión más que cumplida mi general!"
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