Manuel Moncada Fonseca
Por más que los medios del capital internacional lo den por enterrado, el marxismo, con la tozudez que la realidad ostenta y la fuerza interpretativa que lo ha caracterizado, enseña que lo relativo al mundo donde reina la explotación del hombre por el hombre, debe examinarse desde un enfoque clasista; que la actuación de las fuerzas políticas y sociales depende de los intereses de clase que las mismas representen lo que, a su vez, se sujeta a los intereses económicos poseídos.
Enseña que en una sociedad donde impera la injusticia social, a la par de la nación de la minoría que gobierna en su propio provecho, existe la nación de los explotados, la de las mayorías; que el estado capitalista no expresa un contrato social tendiente a establecer un orden provechoso para todos, sino uno en el que la educación, la justicia, la ley, la comunicación, los diversos órganos de poder, las cárceles, las fuerzas armadas, están en lo esencial en función de salvaguardar los intereses de los dueños de los medios de producción y de vida, de la riqueza, la tierra, las fabricas; los servicios en general y, ahora, hasta del agua, la biodiversidad y los genes, porque con sus patentes, los consorcios internacionales se apropian de todo cuanto pueda multiplicar sus ganancias y su dominio sobre los pueblos. Para colmo, la Oficina de Estados Unidos de Marcas y Patentes (USPTO) está patentando las posturas de yoga, que datan del año 1.500 a .C. (1).
Y a partir de la experiencia de la Comuna de Paris de 1871, el marxismo enseña sobre todo que "la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines" (2); que consecuentemente debe derribarla.
El hombre de izquierda que crea que en el mundo de la democracia occidental se pueden realizar los derechos de todos; que con los métodos del sistema burgués las cosas pueden cambiar en función de la sociedad en su conjunto; que la derecha ha dejado de conspirar para engañar a la gente, manipularla y reprimirla; que esta clase social actúa honestamente y que, por tanto, se sujeta a las reglas del juego que ella misma ha impuesto en su provecho (y en la medida que le es provechoso), es un iluso, o un renegado de la causa revolucionaria.
Quien pretenda ignorar que el cierre de RCTV obedece en verdad a la necesidad de golpear todo ese poder que internacionalmente ha establecido el capital; quien diga creer que Granier y la RCTV representaban la libre expresión, está sencillamente del lado de los grandes oligarcas del mundo, de los grandes monopolizadores de la riqueza, las ideas, la comunicación, la tecnología, el conocimiento y las armas, desde las convencionales hasta las de destrucción masiva.
En relación con la época de Salvador Allende, con toda razón, el chileno Cristián Joel Sánchez le escribe a su padre socialista muerto: “Te dijeron que estatizar los medios de comunicación más fundamentales, era asegurar la revolución; pero te dijeron también que no intervenirlos era entregar un arma poderosa al complot fascista que se preparaba para derrocar al gobierno de los trabajadores” (3).
Así las cosas, sólo hipocresía hay en el mundo “libre” cuando se suscriben en nombre de los “pueblos”, la “civilización” y la “democracia” condenas a la Venezuela Bolivariana por realizar su derecho a romper con la dictadura mediática del capital. Nada que ver con las gravísimas amenazas del imperio yanqui contra el mundo pobre, proferidas por George W. Bush cuando en junio de 2002, en West Point, habló de atacar preventiva y sorpresivamente a “60 o más oscuros rincones del mundo” -como denuncia Fidel Castro- (4) sin que ello provocara escándalo alguno como el que ahora se desata contra la patria del Libertador.
Pasa exactamente igual con el tratamiento dado a los muertos, heridos, mutilados como consecuencia de la guerra impuesta por Estados Unidos y sus aliados a Iraq y Afganistán; crímenes de lesa humanidad que sencillamente se ignoran, haciendo de cuenta y caso que no están ocurriendo, pese a que los muertos en el primero de estos países, según los nuevos cálculos, ascienden a un millón (5).
El hambre, la miseria, la indigencia que prometen elevarse a la enésima potencia, tampoco preocupan; la funesta idea de convertir los alimentos en combustible, se ignora, incluso por personas estimadas de izquierda. También se soslayan las múltiples voces que a escala internacional se pronuncian por una comunicación diferente; por hacer realidad un mundo en verdad para todos.
La izquierda consecuente, no la que agrada al imperio y sus adeptos declarados, está con la Venezuela que pone a la oligarquía y a sus medios en la picota; con el Iraq que resiste y golpea cada vez con mayor fuerza a los invasores de su sagrado territorio; con la resistencia creciente del pueblo afgano en contra de esas mismas fuerzas; con la imbatible fuerza de Hesbolá en Líbano; con las invencibles Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); con la inclaudicable Cuba revolucionaria de Fidel, con el gobierno revolucionario de Rafael Correa en Ecuador, con la Bolivia indígena de Evo Morales, con la Nicaragua Sandinista que encabeza Daniel Ortega, contra la cual actúan las fuerzas de derecha de viejo y nuevo cuño -en lo que se incluye ya al llamado Movimiento de Renovación Sandinista- con la intención de liquidarla. No extraña para nada que estas fuerzas locales suscribieran recientemente una condena a la digna, soberana y heroica república Bolivariana de Venezuela, por no hacer las cosas como lo ordenan el imperio y la oligarquía venezolana, misma que en el 2002, en aras de restablecer su poder, quiso asesinar a Hugo Chávez y bañar en sangre a la patria de Bolívar.
En definitiva, la izquierda cuando es auténtica no está llamada a actuar como derecha, ni puede hacerlo de modo alguno.
1. Minutouno.com-Aporrea. La India reclama a EE UU por patentar posturas de yoga. 06/06/2007. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=51844
2. Federico Engels. Prefacio a la edición inglesa de 1888 del Partido Comunista http://www.pceml.info/Biblioteca/db/index.php?documento=Manifiesto%20Comunista/Prefacio_1888.htm
3. Sánchez, Cristián Joel. CARTA A MI PADRE SOCIALISTA. http://www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=3492
4. Castro Ruz, Fidel. Bush lo espera todo de un zambombazo. Rebelión. http://www.rebelion .org/noticia. php?id=51370
5. Alfredo Embid. Polémica sobre el número de muertos iraquíes desde la invasión. Los nuevos datos los elevan a un millón. http://www.lahaine.org/index.php?p=22783
1 comentario:
Hombre, soy un colombiano le puedo asegurar que las FARC responden a intereses de narcotrafico, meten a la fuerza a jovenes campesinos a sus fuerzas y los mandan al frente de batalla contra fuerzas entrenadas del ejercito y la policia. Matan al que ellos suponen apoy al enemigo sin ninguna prueba o proceso a la victima, desplazan gente, ponen bombas en los muertos, y matan gente del pueblo(los policias no son los hijos de las clases dominantes sino los hijos de las empleadas de servicio, de los celadores y de los pobres)
su fundamentalismo lo convierte en algo peor que la clase burguesa
Publicar un comentario