Pedro Echeverría V.
1. El miércoles ocho se realizaron miles de manifestaciones en todo
el mundo exigiéndole al gobierno mexicano de Peña Nieto que ponga fin a
los asesinatos en el país y que aparezcan los 43 estudiantes de la
Normal Rural. Las concentraciones se realizaron en por lo menos 100
ciudades mexicanas y otras 50 en todo el mundo. Incluso parlamentarios y
líderes políticos de EEUU, Europa y América Latina han exigido
justicia. Pero los políticos están enredados pues en vez de buscarlos
parece que buscan son ideas para presentar al caso de manera que sean
menos lesionados. ¿Esperan acaso que surjan nuevos grupos armados o
guerrillas?
2. La desaparic ión, secuestro o asesinato de 43 jóvenes estudiantes
de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, parece un juego -muy
irresponsable- donde el gobierno estatal de Guerrero “le pasa la bolita”
de la investigación al gobierno federal de Peña Nieto y éste no quiere
hacerse cargo porque dice que es un asunto del gobernador. Lo seguro es
que en el gobernador caiga toda la responsabilidad para que el gobierno
de Peña Nieto salve su prestigio. Entre tanto los grandes empresarios
-los explotadores que saquean la zona- han comenzado a pedir la cabeza
del gobernador. ¿Cuántas cuentas se arreglarán de pasada?
3. Echarle toda la culpa de las muertes y secuestros al narcotráfico
ha sido la salvación del gobierno y empresarios en este juego
internacional en el que sólo unos cuantos ganan. Todo ese inmenso
narcotráfico en aviones, barcos, ferrocarriles y trailes, que atraviesa
las fronteras “sin que nadie se dé cuenta de ello”, es la medida para
conocer hasta qué grado gobiernos, empresarios y narcotraficantes están
totalmente coludidos. Por ello hoy parece imbécil decir que los jóvenes
estudiantes fueron secuestrados por el narcotráfico cuando fue el
gobierno del PRI, PAN, PRD, del Pacto por México, el culpable
indiscutible.
4. Caro Quintero, el más famoso y popular narcotraficante de los años
ochenta, se comprometió a pagar la gigantesca deuda mexicana si lo
dejaban libre después de ser apresado en 1985. El gobierno de De la
Madrid no aceptó, pero entonces los narcotraficantes tomaron la
determinación de penetrar todas las esferas del gobierno para que
pudieran andar libres como en su casa. Hoy es difícil saber quiénes
-gobernantes, generales, empresarios- no son actualmente y quienes han
sido los servidores de Caro Quintero, Félix Gallardo o Ernesto Fonseca,
así como de los jefes más modernos. No parece haber diferencia entre
millonarios y narcos.
5. La realidad es que si de ser campeones mundiales se trata, pues
México ya lo es: logró derrotar en muertes y asesinatos a la mafia
siciliana de Italia, a los gánster de Chicago y Miami de EEUU y a los
terribles narcotraficantes de Colombia. México los hizo añicos, los
despedazó demostrando los recientes asesinatos de campesinos en
Tlatlaya, el secuestro -posible asesinato- de 43 estudiantes y muchas
más muertes de niños en Sonora y asesinatos de migrantes en
Tamaulipas. Así México se colocó en primerísimo lugar gracias a los
servicios del presidente panista Calderón y al hoy destacadísimo priísta
Peña Nieto.
6. Quizá por eso ha surgido el grito al unísono: “México, México,
como México no hay dos; dirijámonos a la glorieta del Ángel para
demostrar nuestro patriotismo”. La gente comienza a aglutinarse y grita:
“Agradezcamos al buen gobierno que vamos ganando y ocupamos un honroso
primer lugar”. Duele que los turistas yanquis no quieran visitarnos, que
en Europa se hagan manifestaciones porque no les gusta nuestro primer
lugar o que los japoneses reduzcan sus viajes a nuestro país, pero si en
inversiones en salud, educación, vivienda ocupamos los últimos lugares
en el mundo, ser líder mundial en asesinatos es algo que nos saca del
último lugar.
7. Un diputado fascista michoacano del partido anal, acaba de exigir
que se cierren las normales rurales porque son nidos de guerrilleros. El
rebuzno del diputado no es más que la repetición de lo que han dicho
durante décadas la clase política y empresarial que busca extirpar lo
poco popular que queda de la revolución de 1910-17. Con razón los
estudiantes de la Normal Rural de Tiripetío -hermanos de la Normal rural
de Ayotzinapa- colocaron en una ocasión un cencerro y unas orejas de
burro a los dirigentes charros de la 18 del SNTE impuestos por la
encarcelada Gordillo, creadora del partido anal.
8. En el sexenio (2006-12) del panista Calderón llegamos -sin mucha competencia- a la cúspide: 100 mil asesinados y muchos más
desaparecidos. Ni siquiera los países que estaban en guerra abierta de
intervención (Israelíes contra palestinos, yanquis contra afganos e
iraquís), pudieron superarnos en personas muertas; lo más importante es
que seguimos conservando el campeonato. ¿Pretende acaso Peña Nieto
conservar el mismo ritmo de Calderón con el fin de que crezca el
prestigio del país? Si México lleva muchos años en los últimos lugares
en atención de la educación, salud y vivienda, aunque sea conservemos el
de asesinatos. (13/X/14)
Correo único: alterar@gmail.com
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