lunes, junio 01, 2015

El viejo PRI y el nuevo PRI: ¿Te siguen engañando eso ojetes porque eres tonto y cobarde?


Pedro Echeverría V.

 1. El PRI puede regresar  al "carro completo" electoral que mantuvo de 1929 a 1988; los resultados de las elecciones de 1988 lo sorprendieron y aterrorizaron porque jamás se les pasó por la cabeza que Cárdenas les hiciera competencia seria. Luego vino la elección de 2000 y parece que ya la esperaba el PRI, y hasta colaboró en parte para el ascenso del PAN que había demostrado ser muy fiel y cumplidor. El PRI cogobernó con el PAN en los 12 años de los presidentes Fox y Calderón, porque perdió la primera magistratura, pero nunca dejó de ser mayoría en gobernadores, legisladores y presidentes municipales. Después de esa experiencia el PRI regresó con todo y lo primero que hizo fue firmar un pacto con los demás partidos para instalar la llamada "partidocracia" bajo su total hegemonía repartiendo dinero y cargos.

 2. El viejo PRI fue de imposición del "carro completo". Informaba al fin de cada elección, que más del 90 (el 95) por ciento de los votos le pertenecían  y por tanto además de la Presidencia de la República obtenía el 95 o 100 por ciento de legisladores, gobernadores y presidentes municipales.  En los años 50 y 60 existían otros tres partidos (PAN, PSS, PARM) que en la izquierda les llamábamos "paleros" porque recibían subsidios del gobierno y en cada elección sacaban uno o dos candidatos para justificar ante el PRI los negocios y el dinero que recibían. El PAN nació en 1939 y tuvieron que pasar casi 50 años sin actividad hasta que el presidente Salinas los sacó a flote. El PPS nació en 1948 y el PARM en 1954 y murieron a los pocos sexenios de abrir los ojos. El PRI hizo y deshizo lo que quiso sobre esos tres partidos. Hoy el PRI sigue haciendo lo mismo.

 3. El "nuevo PRI" no es tonto –y con casi un siglo de dominio demuestra que nunca lo ha sido- hoy mucho menos  sobre todo a partir que la Coordinadora (CNTE) y los padres de los estudiantes de Ayotzinapa han hecho crecer las protestas contra el mal gobierno en las ciudades y los campos. Al otro día de tomar posesión Peña Nieto firmó un pacto de unidad y colaboración con el PAN y el PRD que le ha salido maravillosamente bien. Por ello no busca el "carro completo" pero sí una hegemonía total (por lo menos del PRI, Verde y Nueva Alianza) que le asegure mayoría en la legislatura para aprobar todas las reformas que necesite. Para esconder su totalitarismo político no ha obligado a los demás partidos, sindicatos y organizaciones a integrarse al pacto; ha preferido una independencia formal para hacer efectiva la dependencia real.

 4. En México las elecciones, desde hace décadas, sólo han servido para legalizar con los votos lo que los poderosos han determinado seis meses antes de los comicios; los votos de los electores se compran o venden por  mayoreo a quienes tienen más dinero para repartir en diferentes formas y medios. No hay mayor felicidad de dirigentes de partidos que cuando reciben la información de sus comisionados de que ya fue comprado (o "convencido") tal sector, sindicato, agrupación, tal pueblo, con la construcción de un parque, una cancha deportiva, con 500 sacos de cemento o herramientas para el trabajo. Cinco de cada 100 electores salen del control del PRI, PAN, PRD y son el alimento de otros partidos. Nadie le agarra la mano en la casilla al elector porque su cerebro ya está condicionado con varios meses de propaganda por los medios de información.

 5. Si a algún elector en la calle o en el mercado le preguntas que si es libre para decidir por quien votar, de manera automática te dice que sí y que la misma duda ofende. Ningún elector conoce a su candidato pero sí todos saben que el PRI y el PAN siempre han competido entre ellos; así que votarán por uno o por otro sin interesarles cómo piensan o qué proponen. Repiten, como si no pasaran las décadas ni nunca hubiesen escuchado nada, que "el PRI es el gobierno y el PAN la oposición".  Obvio que hay personas con algunas ideas sobre gobierno y elecciones, pero no son más del cinco por ciento. Hubo incluso una que había oído hablar de Paz, García Márquez o Poniatowska. La realidad es que todos los trabajadores están pensando en problemas propios y no tienen cabida en la cabeza para pensar en política y cosas "lejanas" a su vida.

6. El PRI y el PAN cuentan con un numeroso voto "duro", es decir, de familias conservadoras de políticos, empresarios y clero que por muchas décadas (por herencia de padres y abuelos) han votado lo mismo. El PRD empieza a entrar en ese campo, pero los demás partidos son aún desconocidos porque además muy poco han gobernado.  Los medios de información, especialmente la TV, son fundamentales para que la gente se entere por quién votar. Para los analistas va a ser importante saber por dónde se orientó el voto: si el PRI sigue repitiendo "carro completo", si el Verde ha crecido a pesar de su desprestigio y si el partido Morena sorprende ocupando el tercer lugar general.  Pero lo más seguro es que el PRI-gobierno –con su nueva estrategia- siga arrojando el maíz para que todos estén contentos.

 7. No habrán sorpresas para los políticos expertos en dirección de campañas. Los líderes de los partidos –sin haber sufragado la gente- ya saben dónde "ganarán" por haber hecho "buena compra de votos" con reparto de despensas y regalos, así como los lugares donde fallaron. Después de las elecciones México volverá a la misma política, a más de lo mismo: la misma miseria y desempleo; el mismo descontento por la inseguridad y corrupción; las mismas batallas sociales porque la opresión al pueblo es cada vez mayor. Antes se decía que el PRI de "carro completo" era la "dictadura perfecta"; hoy se reconoce que el PRI reparte, comparte con los partidos, pero siempre se lleva la mayor parte del botín. ¿Cuántos años más soportaremos esta segunda época de dictadura? (31/V/15)


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