Terrible consternación priva en Los Pinos, por la pérdida irreparable del tesoro de Felipe Calderón. Pese a los esfuerzos realizados en la Cámara de diputados por la "reina de los mares del sur" para ponerlo a salvo, nada se pudo hacer por el tesoro de Calderón, por la información filtrada al Peje y el juicio fulminante y condenatorio de Televisa.
Extraoficialmente, se le declaró en estado de suma gravedad, en espera de un milagro. Bajo absoluta reserva se informó que se encuentra en coma, en estado vegetativo y se le mantiene con respiración artificial, mientras lo desconectan para darle cristiana sepultura, en su natal Madrid, o en Vigo, la tierra gallega de su familia.
Calderón se encuentra obligado a designar urgentemente a su tercer secretario de gobernación, antes que Mouriño empiece a apestar y nadie quiera pararse por las calles de Bucareli. La tardanza obedece a las complicaciones del nombramiento del nuevo secretario de Gobernación. Por un lado, tiene que atender las demandas de pago por fidelidad del primer círculo de sus paisanos michoacanos. Y por el otro, tratar de impedir que se haga efectiva la presión de los foxistas por colocar a uno de los suyos, en demanda de que Calderón les pague el favor, con otro favor.
El jaloneo no es para menos, está de por medio elegir al que sustituirá a Mouriño como segundo delfín de Calderón en Los Pinos. Se entiende la dificultad de encontrar, además de sumisión, quien atienda y bien, lo urgente. Y además que no sea de fantasía, como el que se va.
Esto quiere decir que las ambiciones políticas están desatadas en el gabinete de Calderón, aunque no se note por el estilo soterrado con el que trabajan las sectas religiosas panistas las cuales se disputan un lugar de preeminencia, el ocupar la cartera de Gobernación y atender tres asuntos que no se pueden postergar: el Consejo de Seguridad Nacional; incluir en las negociaciones del Congreso la apertura a la participación política de los sacerdotes católicos, no solo reiterando el derecho a votar, sino el de ocupar puestos de elección popular en las elecciones intermedias; además de colocar a su secta en posición preeminente.
Ante la previsión del desplome electoral del PAN y el descenso al tercer lugar en la Cámara de Diputados, en las votaciones intermedias, se requerirá una operación electoral especial promoviendo el voto conservador desde el púlpito.
Los votos de la derecha, así canalizados, permitirán al nuevo presidente consejero del IFE, Leonardo Valdez Zurita, un distinguido miembro de los Legionarios de Cristo, estar en posibilidad de darle a Calderón el mayor número de diputaciones panistas.
Con este operativo político electoral podrá darse puntual respuesta a la forma en que cavó su tumba política Camilo Mouriño, y arrastró consigo a las preferencias electorales, al mostrar la corrupción oficial panista como la principal ocupación de los panistas, desde que llegaron con Fox y continuaron en el saqueo de PEMEX con el círculo íntimo de Calderón.
A pesar de esta cirugía mayor que se prepara para salvar a Felipillo, nada se podrá hacer por el presidente del PAN, Martínez Cázarez, después de lucir, en defensa de Mouriño, su mejor postura política; empinado. Germán Martínez, ha pasado a la historia de los partidos políticos en letras de oro, por su defensa de Juan Camilo Mouriño, a quien llamó ejemplo de decencia y político de la nueva generación, en busca de obtener la gracia de Calderón y de ser posible, Gobernación.
Los contratos de las empresas de los Mouriño celebrados con PEMEX, en nada envidian a la fortuna de los hermanos Bibriesca Sahagún y todavía es el primer año. El gobierno del PAN como bien decía Vicente Fox es un gobierno de empresarios. Se refería sin duda a sus hijos adoptivos, los Bibriesca, convertidos en empresarios gracias a los contratos celebrados con el gobierno panista, debido a la influencia de la cabeza de la banda delictiva del PAN en Los Pinos, Marta Sahagún; cualquier semejanza es solo es pura y mala coincidencia.
Juan Camilo Mouriño firma sus propios contratos con PEMEX siendo subsecretario de Calderón, durante el gobierno de Fox, en donde todo estaba permitido para los cómplices del atraco generalizado.
En México, el crimen organizado desde los altos círculos de poder sí paga. Tal es el caso del padre de Mouriño quien es extranjero y ha logrado franquicias de gasolineras de PEMEX, prohibidas para los extranjeros, situación que obliga por la ley a cancelar, sin mayor trámite.
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