COMO SE EJERCE EL PODER

¿Como se ejerce el poder acumulado?

El hombre nace en sociedades organizadas. Entiende su entorno bajo esquemas de convivencia dados. Las instituciones educativas como lo es la escuela, la familia y la iglesia enseñan estos esquemas de comportamiento y pensamiento a fin de adaptar a los individuos, compatibilizando sus pensamientos con sus acciones, es decir programándolos. Bajo estos esquemas los individuos están en la condición de ceder el poder de manera alienante, sacrificando su razonamiento individual en beneficio del razonamiento social tradicional. Por tradición, dogma y ley se siguen los preceptos y doctrinas sin razón. Estos esquemas educativos adaptan a los individuos para que cedan su poder de decisión.

Aquellos individuos que no aceptan los esquemas educativos son los desobedientes, los burros, los herejes, los delincuentes, los renegados. Esos individuos no entienden su inconformidad y forman las minorías que se acrecientan en la misma proporción que las desigualdades. El lenguaje de la inconformidad no es algo que pueda explicarse de manera inmediata ya que la inconformidad representa nuevos esquemas educativos, nuevas formas de entender el mundo. El lenguaje de la inconformidad avanza en la misma proporción que los inadaptados pueden organizarse. Las minorías inadaptadas se acrecientan en la misma proporción que las desigualdades. Las desigualdades se incrementan debido a la desorganización de los individuos. El lenguaje de los inadaptados es grosero porque rompe con los esquemas dados de la buena educación, ya que la inteligencia humana busca la salida y la organización bajo esquemas de nueva educación, bajo nuevas formas de comprender el mundo. El nuevo lenguaje rompe con la intelectualidad y el conocimiento, con el gobierno de las conciencias y el gobierno físico de los hombres. Hay individuos que aportan a los gobiernos dados con sabiduría, hay individuos que rompen con gobiernos con revoluciones de conciencia. Todos aportan al avance de la igualdad humana.

Aquellos individuos que toman las instituciones se sirven de ellas ya que el poder es ambicionado por todos y corrompe tanto al que lo tiene como al que no lo tiene. El que tiene el poder puede comprar conciencias con el cúmulo de excedentes que le da el poder entretejiendo una cadena de complicidades. Un buen individuo dentro de las sociedades es aquel que puede adaptarse y escalar peldaños moviéndose hábilmente dentro de la corte, son los llamados cortesanos. Es aquel que acepta la buena educación. Es aquel que tiene imágenes compatibles con los esquemas sociales, no rayando en el fanatismo, en la cerrazón, cuando si en los objetivos claros de sus ambiciones. Es aquel que tiene una vida cómoda no por lo que tiene sino porque lo que tiene llena sus expectativas mentales. Por eso la educación desde la infancia busca llenar la mente de los individuos de las imágenes mentales necesarias para su adaptación. Es en este aspecto donde además de la familia y la escuela, la religión juega otro papel muy importante. Aceptar las reglas sociales como las reglas divinas es algo de lo cual todas las religiones se encargan. Así el principio hermético “Como es arriba es abajo” se enseña en toda religión y es aceptado tácitamente. La lucha de los Dioses junto a la lucha de los hombres en la Iliada de Herodoto se refiere a las luchas físicas, intelectuales, emotivas y sentimentales de los hombres. A la lucha en el campo de las ideas y del cuerpo. A la lucha de los instintos y de la intelectualidad. Los dioses representan las ideas y los hombres los instintos conjugándose en la nobleza del amor. La sagrada familia en la religión católica se refiere a la importancia de la familia terrenal. Así este principio hermético se refiere a las divisiones de nuestra conciencia, al mantener un orden entre nuestras actitudes o actos con nuestros pensamientos. En este aspecto el lenguaje busca las formas de compatibilizar nuestra razón con lo irracional. Al hombre animal con el divino hombre.

El hombre en esencia es cuestionado por el hambre y la sed, cuando los hombres pugnan por una migaja al faltarles lo necesario para su subsistencia son cuestionados por los poderosos porque recurren a lo no aceptado, recurren al lenguaje del hombre animal, recurren a su instinto de supervivencia. Aunque cabe hacer la mención que el hambre física es diferente al hambre espiritual. De ahí las palabras bíblicas “no solo de pan vive el hombre” o “bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque de ellos es el reino de los cielos” en referencia a aquellos que no solo luchan por condiciones mejores individualmente sino socialmente, negándose a aceptar las cadenas de complicidades e hipocresía que se entretejen en las sociedades por la lucha del poder. Por lo cual las luchas por el poder forzosamente trae aparejado una lucha de ideas y física, porque los hombres que tienen el poder desean mantener su nicho de privilegios, y estos se sostienen en las instituciones tradicionales. Llamando tradicional a lo existente sin el razonamiento del individuo, que como había mencionado no escoge la existencia de tales tradiciones ya que tienen mayor edad que el.

La intelectualidad adaptada a los esquemas sociales es la pulcra, la especialista. La intelectualidad no adaptada puede ser tachada de locura. Sin embargo la intelectualidad que generalmente provoca cambios es la tachada precisamente de locura, como ejemplo tenemos a Galileo, y como pensadores en los altares a Jesucristo, Mahoma y Buda. Por ello en las sociedades avanzadas las guerras domesticas provocaron darle vital importancia a la libertad de pensamiento. Mientras que las sociedades atrasadas y corruptas se concentran en la protección de los dogmas y tradiciones, dándoles carácter de intelectualidad en la actualidad a diferencia del verdadero pensamiento intelectual europeo que pugno por la libertad de las ideas, después de un largo periodo de oscurantismo medieval. La llamada intelectualidad moderna en los círculos proteccionistas del dogma podemos llamarle correctamente cortesanos recordando que fueron ellos los que se oponían en aquel tiempo al cambio al ser favorecidos por la corte real.

En todas las épocas vividas de la especie humana el poder se acumula en pocas manos. El poder seduce y corrompe. El poder cohesiona a las sociedades en complicidad porque se sienta sobre la base de la ignorancia, el dogma y la tradición. El poder se acepta sin razón, irracionalmente, por lo cual acude a nuestros instintos. Si analizamos la mente del poderoso acude a la demostración de tener mayor capacidad de reproducción, de ahí el alto acoso sexual de los individuos poderosos hacia aquellos de diferente género y de igual género. Si analizamos al débil acudimos al miedo, de ahí el alto stress en nuestras sociedades, no ajena en ninguna época. Esto en forma indistinta se representa en las festividades deportivas y de carnaval, donde gladiadores y mujeres hermosas sirven de desahogo a tales instintos. Desahogo al instinto sexual y el temor cuya base es nuestro instinto de reproducción y supervivencia, la protección a la vida individual y de la especie.

El poder bendice y se bendice. El poder es benefactor. El poder se ambiciona, el poder seduce. ¿Qué puede ser mas grande sino algo mas? De ahí la detracción del que busca justicia. Del que rompe con los esquemas de ambición. Si todos ambicionamos el poder, justificamos al que lo ejerce para su beneficio personal, considerando que todos haríamos lo mismo en su lugar. Esta es la complicidad con el poder y con el poderoso que todos guardamos. Así justificamos al que nos arremete y crucificamos al que rompe con los esquemas guardándole un lugar en el mausoleo y en nuestros altares. La figura de los grandes libertadores es alterado por la historia para justificación de nuestras ambiciones, nuestros instintos, nuestros pecados, considerándolos dioses y por lo tanto inalcanzables. No dejamos de ser hombres aunque cobardes. El poder nos exhibe, y solo la imagen de figuras parecidas a nuestra personalidad ideal nos hace recordar nuestra poca humanidad. El poder se ejerce despóticamente y se repite en cadena. Quien rompe con las formas despoticas del ejercicio del poder es tratado de mesias. Es inconcebible para la tradición otra forma ya que el poder gusta de exhibirse. El despotismo del poder solo cambia de forma. El inteligente, el que sabe como ejercerlo es aquel que es obedecido de la forma mas sutil. El que grita silenciosamente. El que no se enoja pero logra sus abjetivos. Es el que analiza la inteligencia de los demas para beneficio personal. Simplemente, para ello tiene escuela.