Pedro Echeverría V.
1. Yo deseaba que en el Estado de México ganara ayer Delfina Gómez, la candidata de López Obrador; pero era obligado que perdiera frente a Del Mazo del PRI y su amplia alianza. Bastaba con que declinara el PRD y esos dos puntos de ventaja serían suficientes para que Morena derrotara al PRI. Pero si el PRD hubiese declinado, el PAN lo haría a favor del mismo PRI. Eso es lo que se conoce como "democracia", una basura política donde ganan los partidos que manejan más dinero para comprar medios de información, votos y negociadores. Era importante la victoria del lópezobradorismo porque animaría a sus seguidores y –aunque Morena creció como partido- lo mismo se dijo en Grecia con Siryza, en España con Podemos, con el PRD mexicano al nacer, el capitalismo y el sistema de explotación y miseria, siguen vivitos y coleando.
2. No sólo admiro a López Obrador por su trabajo durante más de 15 años visitando a diario todos los municipios del país, como nadie lo ha hecho en toda la historia de México; también por esa paciencia y optimismo extremo de AMLO, que personalmente ya no poseo después de 57 años de activismo izquierdista y de análisis de las luchas sociales y el Estado. La realidad es que el extremado pacifismo y electoralismo de AMLO frente al Estado produce desconfianza, hace pensar a muchos que sólo está en un "juego democrático"; pero al analizarse los avances de las derrotas o estancamientos de luchas guerrilleras y del movimiento sindical y social en las calles, no se puede echar al carajo el electoralismo. Nos siguen derrotando por la clase dominante con las mismas o modernas armas y resulta vergonzoso seguir llorando nuestro destino.
3. Cuando arribé a la terminal camionera de Toluca a las nueve horas había gigantescas líneas de votantes alrededor de las mesas de votación y muchas protestas a pesar de la presencia de cientos de soldados uniformados disfrazados de policías. Me causó emoción pero después de recorrer la ciudad me encontré todo bien controlado y en paz. Tuve tiempo para regresar a la CDMX y de allí trasladarme a Netzahualcóyotl y estar toda la tarde. Cuando escuché los primeros resultados comprendí que todo había sido más de lo mismo: el PRI, al lograr que el PRD y el PAN –quienes firmaron el "Pacto por México"- no declinaran a favor de Morena, obtuvo como siempre, una gran victoria. Si López Obrador no pudo en 2006 a pesar de sus enormes y combativas movilizaciones, en 2012 y 2017 sin ellas se vio y verá totalmente derrotado.
4. Cuauhtémoc Cárdenas –desde la posición de centro izquierda o socialdemócrata- pudo haber ganado la Presidencia en 1988 contra Salinas, pero en 1994 frente a Zedillo y en 2000 contra Fox, hizo el ridículo. López Obrador derrotó a Calderón electoralmente en 2006, pero sufrió un gran fraude; luego en 2012 fue nuevamente defraudado por Peña y no sabemos lo que pasará en 2018. Con excepción del Partido Morena y el Partido de Trabajo, todos los demás comen de la mano del gobierno y del presupuesto público. Si López Obrador no logra romper con esa dependencia de los grupos y partidos de poder, si no logra sumar a su causa movimientos sociales grandes como maestros, electricistas, petroleros, mineros, organizaciones campesinas y estudiantiles, el PRI/PAN/PRD lograrán sus objetivos con o sin "segunda vuelta electoral" (6/VI/17)
Editorial: Cabildeo y perversión legislativa
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