Editorial
Su visita de hoy a Yucatán, espurio Felipe Calderón Hinojosa, NO es grata, y NO lo es por múltiples razones, la primera de las cuales radica en el hecho de que usted viene en calidad de provocador, conducta que NO caracteriza a un pueblo noble y acogedor como el Yucateco. Usted llega a Mérida NO como estadista preocupado por cumplir y hacer cumplir el espíritu de la Ley; velar por el respeto a la democracia; colaborar con quienes en Yucatán rinden culto al Trabajo y se esfuerzan por conseguir recursos para generar empleos. NO, se repite y se insiste, usted no se encuentra hoy en día en esta tierra de los legendarios mayas para aceptar, como de manera ejemplar lo han hecho los yucatecos bien nacidos, el desafío que representa el problema de la Salud y la Educación, el Medio Ambiente y la Seguridad del Estado, entre otros renglones, severamente afectados durante el sexenio de la depredación y la rapiña que presidió el hoy titular (sin ser abogado o bachiller) de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, Patricio Patrón Laviada, mozo de estoque de Roberto Hernández Ramírez, cuyos vínculos con el narcotráfico fueron demostrados, probados por los POR ESTO!, tanto en los tribunales federales de México como ante la Suprema Corte de Justicia, en Nueva York. NO, espurio Felipe Calderón Hinojosa, usted NO llega a Mérida con el espíritu de la razón y el entendimiento, la pasión por ver de lograr la superación del ser humano; usted, ilegítimo Presidente de México, arriba como un vulgar simulador a impulsos de un cinismo vergonzante, para tratar de proteger a la delincuencia política, la escoria social que se ha apoderado del otrora respetado Partido (de) Acción Nacional. Usted, Felipe Calderón Hinojosa, con su espíritu de pigmeo con pretensiones de enano, se encuentra en Yucatán en un desesperado esfuerzo por enfrentar a hermanos con hermanos para empañar y destruir un proceso electoral que hasta hace sólo unos días transitaba sobre rieles, caminos y calles orientados por el respeto a la Ley, la Ley que usted NO ha dejado de violar. Por eso, precisamente por eso, el Director General de los POR ESTO! le considera una persona NON GRATA en Yucatán. Usted divide, Felipe Calderón Hinojosa, mientras el país se desangra. En la práctica, que es el criterio de la Verdad, Usted es el primer enemigo de la Unidad y de la Verdad. Usted ha hecho de la mentira la base de su acción política y a esto se debe, sin temor a equivocarnos, la agudización de la violencia. NO conoce el significado de la lealtad, y menos el ser consecuente con el Pueblo Trabajador. Usted garantiza la impunidad a "los suyos" y a quienes le son "útiles" en los actos delictivos. Esencial y estructuralmente, usted, Felipe Calderón Hinojosa, es un fascista venido a menos en el Siglo XXI; diríase, a manera de ejemplo, que se le ubica en la quinta categoría. Usted, presidente espurio, NO engaña a nadie, y menos a quienes le rodean. Viene a subir de tono el trabajo provocador iniciado por sus peones de brega el sábado pasado, 20 de Febrero, en el Poliforum "Zamná", donde usted escupió al cielo yucateco. NO olvide, Calderón Hinojosa, las páginas de la Historia de este México grande que se impacienta con quienes atentan contra su Dignidad, su Identidad y su Soberanía. Antes de que sea demasiado tarde, repase esas páginas inmortales que su gentuza, espurio presidente, se esfuerza por modificar o desaparecer del todo. Y tenga siempre presente que son millones los hijos espirituales del Indio Grande, Inmenso, de Oaxaca. NO se equivoque con los yucatecos de bien. Usted, aquí, NO es grato. |
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