Eduardo Ibarra Aguirre
Mientras el vicepresidente del Senado, Luis Sánchez Jiménez, denuncia la intención de la bancada del Revolucionario Institucional, conjuntamente con algunos panistas de "dar un madruguete guadalupano y dos días antes de que concluya el periodo ordinario, aprobar fast track la reforma energética"; en el gobierno federal por primera vez se dice que "no le teme a una eventual consulta popular sobre la reforma energética".
Muy oportuna la definición de Pedro Joaquín Coldwell que, se da por obvio, no la emite a título personal, pues a nadie le interesa, sino a nombre del gobierno. Y la razón por la que el presunto socio de gasolineras no guarda temor a la realización de la consulta es porque "le corresponde al Instituto Federal Electoral verificar si las firmas son auténticas".
Puede colegirse que al otrora gobernador de Quintana Roo y presidente del PRI en sustitución del ícono de la corrupción y la opacidad en Coahuila, Humberto Moreira, le importa poco que las encuestas realizadas no favorecen a la iniciativa de ley para abrir todavía más el sector energético, aún nacional pero saturado de ineficiencias y corruptelas, a las trasnacionales que dominan en la aldea global. Lo mismo pasa en la CFE, "La empresa de clase mundial" en el sexenio de Felipe Calderón para extinguir a Luz y Fuerza del Centro con el uso de la Policía Federal y el Ejército.
Desconozco la existencia de alguna muestra demoscópica, en que la mayoría de los ciudadanos simpatice con la mayor privatización de Petróleos Mexicanos, o "apertura a la iniciativa privada", como prefiere llamarla el titular de Energía, cuando es del dominio público que son las gigantescas trasnacionales las que pujan por Pemex desde que Carlos Salinas suscribió el Tratado de Libre Comercio.
Dos décadas después, legisladores estadunidenses proclamaron en la 51 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos "conjuntar una alianza energética en América del Norte, con el objeto declarado de afianzar la seguridad regional". El comunicado conjunto "reiteró su aspiración por una mayor interdependencia y seguridad energética en Norteamérica, entre México, Estados Unidos y Canadá", y expresó su condición de que "la citada interdependencia mejorará nuestras economías, generará empleos y afianzará nuestra seguridad regional". Interdependencia de la que los gobernantes de (casi) siempre nunca supieron sacar más y mayores beneficios para México, al subsumirse en las relaciones de la dependencia y hasta de la sumisión.
En tanto que los legisladores estadunidenses pujaron por el oro negro mexicano, Coldwell pintó un panorama oscuro para el futuro energético de México si no se aprueba la milagrosa iniciativa oficial, porque "enfrentamos un riesgo muy grande de que el país dependa energéticamente de Estados Unidos", ocultando que por razones de seguridad nacional, establecidas en la legislación, EU no puede exportar un barril de petróleo; además de que la propuesta legislativa de Los Pinos ignora olímpicamente la corrupción en Pemex que, dicho sea de paso, es el cáncer que corroe a la aún paraestatal. Y la gigantesca sustracción de recursos, vía impuestos pagados por adelantado a Hacienda, la mantiene en la situación que describe Pedro Joaquín.
Así que la consulta con base en el artículo 35 de la Constitución que promueve el de la Revolución Democrática con las 1.6 millones de firmas que están a punto de recabar, tiene futuro si la palabra de Coldwell posee valor oficial. Y Luis Venancio Sánchez tendrá que guardar la conjura que descubrió porque ninguna de las evidencias públicas indica que en 2013 habrá reforma energética, pues el calendario legislativo está a punto de agotarse.
Acuse de recibo
Pero que necedad de improvisar tan mal (22-XI-13) motivó los siguientes comentarios. Julie Furlong: "Aeroméxico es Eduardo Treicio Haro. Interjet es de Miguel Alemán Velazco, Volaris de los Bribiesca, lo que no me queda claro son Aerobus y Aromar. Es un robo galopante a los pasajeros lo que hace la aeronáutica a los mexicanos. No dude, al unísono del capricho, también hubo acuerdo de EPN con ellos para que sacaran más $ de los pasajeros. Prácticamente todo el sistema está diseñado para vaciar los bolsillos de los mexicanos al máximo, no hay duda alguna"… José Sobrevilla: "Salvo opinión de los 'versados', en lo personal este gobierno está dando bandazos; no veo planeación, como estableces en Utopía. Eso habla de cambios próximos en el gabinete. Lo malo es que dentro de la élite política no se ve solución"… Gustavo Cortés: Entiendo que se improvisa ante sucesos, precisamente, imprevistos. Aquí vimos aberraciones entre hilarantes y/o indignantes. Primero 'aclaran' que el desfile 'nunca se programó'. Pero de última hora, se realiza un desfile militar. Y el miércoles, no el lunes. Es decir: ¿Qué sucede? Creo que ni a Luis Echeverría se le ocurrían estas cosas, lo que ya es decir"... María Teresa Menéndez Monforte: "Esta Utopía ya tuvo (hoy) 172 lecturas".
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