domingo, diciembre 05, 2010

 

Pedro Echeverría V.


1. Todas las luchas, hasta la más pequeña, debe ser dirigida contra el sistema capitalista; de lo contrario puede ser un divertimento más. Cualquier lucha, de esas que llaman "democráticas", debe tener contenido de clase, es decir, demostrar ante la sociedad que mil cosas cambiarían profundamente si destruimos este modo de producción totalmente inequitativo y desigual. Observé Cancún, lo recorrí a pie y en vehículo de Alex; observé el arribo de decenas de autobuses de campesinos, dormí en el campamento de Vía Campesina y escuché los discursos de muchos de sus representantes, pero sentí que era el mismo discurso y los mismos aplausos. En septiembre de 2003 –cuando preparamos durante 20 días nuestras grandes protestas en Cancún contra la OMC- teníamos claro nuestro enemigo; hoy me parece que se escapa entre el discurso demagógico del presidente de México, los argumentos de Lula para no venir y la falta de consignas claras.


2. Observé que el funesto ejército mexicano sigue recorriendo las calles de Cancún para intimidar con sus rifles, metrallas y perros; la policía controla las calles y cientos de policías civiles y "orejas" –muy bien camuflados- duermen incluso en los campamentos. Como diría una propaganda de hace muchos años: "¡La policía siempre vigila!"; pero nunca la represión es fundamental cuando se tienen muy claros los objetivos por los que se lucha. Como diría Mao: "El imperialismo es un tigre de papel", hasta "El viejo Tom puede remover montañas", es decir, no puede haber fuerza imperialista tan grande y tan armada cuando el pueblo se unifica y se dispone a enterrar a su enemigo. ¿Qué necesitamos entonces? Sin duda tener muy claro quiénes son nuestros enemigos, conocer nuestras fuerzas y lanzarnos a las mil batallas. Observo que la batalla contra el cambio climático no está muy clara, que puede ser dispersora sino es anticapitalista.


3. ¿Es que todas nuestras luchas deben ser contra la explotación, la opresión, la desigualdad y por el socialismo libertario? Me parece que aquí no debe caber la menor duda. Cuando decimos que hay que apoyar todas las formas de lucha: huelgas obreras, tomas de tierra, ocupaciones urbanas, luchas en las calles, guerrilleras, electorales, democráticas, estamos diciendo -pero también condicionando- que todas esas luchas deben contribuir a agudizar y acrecentar la lucha de clases por la construcción de una sociedad igualitaria, es decir socialista. ¿Para qué sirven la lucha salarial, sindical electoral, si sólo es para ganar unos pesos más o para obtener funcionarios de gobierno que luego se hacen empleados de la burguesía? ¿O es que mil sindicatos o políticos con los que nos hemos solidarizado no han terminado luego en ser más de lo mismo porque no los hemos contaminado con ideas socialistas o simplemente las han traicionado?


4. Quintana Roo, así como Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Michoacán, etcétera, son plazas del narcotráfico –de esas que vendió -el íntimo de Calderón, Camilo Mouriño, según denuncia WKL- y sus gobiernos han tenido que someterse a los productores y distribuidores de droga. Las campañas contra el cambio climático y el calentamiento de la tierra no pueden reducirse a consignas que parezcan abstractas. Las batallas contra el imperialismo y sus burguesías en cada país deben ser concretas y directas demostrando que Calderón es un agente del imperialismo, de los empresarios y de la clase política mexicana; que si no nos decidimos a luchar en serio contra las fuerzas del capital y no contribuimos hacer más clara la conciencia de lucha, seguirán pasando los años y las décadas sin hacer crecer la rebelión. Quizá debemos entusiasmarnos menos con falsos triunfalismos y tengamos que reflexionar más para organizar en serio las batallas


5. Decía resumidamente mi amigo César Torroela que el optimismo político viene del corazón y el pesimismo de la razón. Explicaba algo así como que el corazón es caliente y la mente fría. Hay cosas, como en amor que no se puede ser en frío, pero la política –que es mil veces más complicada, no puede hacerse "en caliente", siguiendo instintos y voluntad. Pero también sería un error separar uno y otro. ¿Qué pensar cuando los gobiernos de la burguesía –con sus discursos demagógicos y sin sustancia- sólo buscan mantenernos en la ignorancia política (no escolar) para que no nos organicemos ni obtengamos una conciencia de clase? Mao –puedo recordar- enseñaba la relación práctica-teoría-práctica con el objetivo de estar siempre reflexionando a cerca de nuestras acciones con el fin de mejorarlas. No se trata de cambiar el discurso sino de desaparecerlo para que juntos construyamos –sin caudillos- nuestro proceso.


6. Si los obreros, como dijera Marx en 1871, quieren tomar el cielo (La Comuna) hay que acompañarlos con gran entusiasmo; pero sería importante saber cuál es el contenido de ese "cielo" y si no nos podría aplastar. Y la tomaron, y establecieron medidas que enseñaron –por unos meses- que los trabajadores organizados de manera horizontal son capaces de gobernar impulsando la autogestión y la igualdad. Sin embargo esa "utopía realizada" fue aplastada por la botas del ejército napoleónico. Nos enseñó esa utopía de París que todo lo que pensemos hacer con objetivos y acciones colectivas no pueden ser nunca utopías imposibles. Si las reflexionamos bien y logramos que las propuestas o ideas penetren en las masas nada será imposible. La Comuna demostró que siempre hay que acompañar a los trabajadores, que hay que aprender con ellos a luchar, pero tenemos la obligación de conocer bien al enemigo y nuestras fuerzas para no ser asesinados.


7. Hay que participar en la gran marcha del martes siete en Cancún. Hay que protestar en concreto contra el cambio climático y el calentamiento global, pero hay que denunciar al imperialismo, al capitalismo, al gobierno yanqui y a Calderón. Hace siete años nos confrontamos en las barricadas porque la reunión la realizaron en plana zona hotelera; hoy –como verdaderos asesinos del mundo- la han organizado en hoteles impugnables a muchos kilómetros de distancia de Cancún. En aquel año ganamos a los medios de información con protestas radicales y acciones fuera de control; es por lo menos lo que se puede lograr para evitar que nuestras acciones pacíficas sean usadas por sectores del imperialismo. Nuestra lucha es por la revolución mundial, porque todas nuestras acciones contribuyan para barrer de la tierra todo el sistema de explotación y opresión y para instalar uno igualitario que impida la destrucción del mundo.

 

"Renuncia, Calderón": clamor popular

Mayela Sánchez

En redes sociales, como Twitter y Facebook, miles de mexicanos exigen la "renuncia" de Felipe Calderón a la Presidencia. La demanda de la oposición –que pasó de las calles y del sector político al internet– se ha mantenido por meses, como muy pocos tópicos, entre los debates más asiduos y presenta puntos álgidos con cada masacre o anuncio de fracaso económico. Sin embargo, la Constitución no prevé la remoción del presidente a petición de la ciudadanía. Lo que sí establecen las leyes mexicanas es su destitución, que estaría en manos del PRI ante la composición política del Congreso de la Unión, explican especialistas

A dos años de que concluya el sexenio, miles de mexicanos "exigen" la renuncia de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa como presidente de la República. A partir de su popularización, las redes sociales Facebook y Twitter se han convertido en nuevas vías de expresión política, en las que es recurrente la petición de que el panista renuncie al cargo.

De las calles a las redes sociales de internet (@renunciacalderon) y, luego, a la solicitud formal. La demanda de revocar el cargo al político michoacano fue planteada por diversas organizaciones civiles y políticas desde mediados de 2009, cuando iniciaron un movimiento a nivel nacional a favor de rescindir el mandato a Calderón Hinojosa.

El movimiento tuvo su clímax en mayo pasado con la Consulta Nacional para la Revocación de Mandato de Felipe Calderón, en la que participaron más de 600 mil personas, la mayoría de las cuales votó a favor de revocar el cargo al actual titular del Ejecutivo federal, de acuerdo con la información publicada en el portal electrónico del Comité Nacional para la Revocación de Mandato de Felipe Calderón (www.revocacionmandato.org/revoca).

Sin embargo, estas demandas carecen de sustento jurídico: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no contempla la posibilidad de que el presidente sea removido de su cargo a petición de los ciudadanos.

Daniel Márquez Gómez, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que, conforme al texto constitucional, la destitución del presidente de la República sólo puede darse porque se le acuse penalmente o se inicie un juicio político en su contra.

De acuerdo con el artículo 108 de la Constitución, el presidente sólo puede ser acusado de traición a la patria y delitos del orden común. En tanto, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos establece que un juicio político procede cuando los actos u omisiones de un servidor público "redunden en perjuicio de los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho".

Lo anterior puede configurarse cuando existan violaciones graves y sistemáticas a las garantías individuales y sociales, ataque a la libertad de sufragio, usurpación de atribuciones, ataque a las instituciones democráticas o a la forma de gobierno, así como violaciones sistemáticas o graves a los planes, programas y presupuestos de la Administración Pública Federal, de acuerdo con el artículo 7 de dicha Ley.

También son motivos de un juicio político las infracciones u omisiones graves a la Constitución o a las leyes federales cuando éstas causan perjuicios graves a la Federación o a uno o varios estados, o cuando motivan el trastorno en el funcionamiento normal de las instituciones.

PAN: gobiernos oscuros

Mayela Sánchez

Los gobiernos de Fox y de Calderón, en la lista de administraciones reprobadas en transparencia presupuestaria. El estudio internacional más reciente revela que el país retrocedió dos puntos respecto del anterior. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público señala que hay "avances", como la divulgación de documentos. Pero no sólo las instituciones internacionales reconvienen al gobierno mexicano: la Auditoría Superior de la Federación señala "irregularidades" en la evaluación del desempeño del gasto público

En transparencia presupuestaria, México está en el nivel de Guatemala, muy lejos de Chile, Perú y Brasil. Y más lejos aún de Sudáfrica y Nueva Zelanda, los países más transparentes con un índice de 92 y 90 puntos respectivamente. Contrario al optimismo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que señala avances en la materia, la tercera edición del Índice de Presupuesto Abierto muestra que, tras cuatro años, el país sigue con calificaciones reprobatorias, al obtener este año un puntaje de 52 sobre 100.

En las ediciones anteriores del estudio, realizado por el International Budget Partnership (IBP), México no reportó mejores resultados: en 2006, consiguió una calificación de 54 puntos y en 2008, alcanzó apenas 50.

El Índice de Presupuesto Abierto –que centra su evaluación en el análisis de ocho documentos relativos al presupuesto– ha reiterado que, en México, sigue faltando información exhaustiva en la documentación presupuestaria, a decir de José María Marín, investigador de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, AC, la asociación encargada de realizar el estudio en el país.

Descrito por el IBP como la única encuesta "independiente" que compara prácticas presupuestarias gubernamentales en casi un centenar de países, el Índice de Presupuesto Abierto analiza el documento preliminar donde se establecen los criterios generales de política económica, la propuesta de presupuesto del Ejecutivo, el presupuesto aprobado y el presupuesto ciudadano. En los 94 países donde llevó a cabo el estudio este año, también se examinaron los informes emitidos durante 2010, el análisis de medio término, el informe de fin de año y el informe del auditor externo, que en el caso mexicano es la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En México, se publican la mayoría de estos documentos. En marzo pasado, la Subsecretaría de Egresos de la SHCP informó de sus avances en materia de transparencia presupuestaria y destacó que la información que da a conocer "es cada vez más extensa y se reporta periódicamente".

Sin embargo, el análisis hecho por Fundar advierte que la información que éstos contienen "no es suficiente para la evaluación integral de las finanzas públicas", pues no sólo importa la cantidad, sino también el tipo de información difundida.

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, por ejemplo, adolece de "importantes vacíos de información", de acuerdo con el estudio, ya que no presenta datos detallados sobre ingresos y gastos de años anteriores y futuros, lo que permitiría darle seguimiento a los datos financieros de presupuestos pasados, así como ofrecer un panorama sobre cómo se instrumentará la política del gobierno en años venideros.

No obstante que se trata del documento que establece las directrices del gasto público anual, el proyecto presenta poca o nula información comprensiva sobre fondos y fideicomisos, servicios públicos que ofrecen otras entidades distintas del gobierno, activos financieros y no financieros, adeudos fiscales y pasivos contingentes.

Cuatro años de descomposición social



Miguel Badillo

Millones de mexicanos no podrán olvidar el gobierno de Felipe Calderón –que la semana pasada cumplió cuatro años– por las agresiones que han sufrido en su bienestar, en su economía, en su seguridad y por la descomposición de las estructuras social y familiar.

Como en ningún otro gobierno, incluido el de Vicente Fox, el actual realiza cambios constantes en su gabinete sin crear la menor expectativa de mejora en las condiciones de vida de los mexicanos. Sólo en Gobernación van cuatro secretarios; en Hacienda, dos, y muchos otros cambios en varias dependencias que hacen difícil saber quién despacha en dónde.

Apenas hace unos meses, tomó posesión el nuevo director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) y ya se habla de que dejará el puesto para que un personero de Elba Esther Gordillo ocupe el cargo. De ocurrir esto, ¿qué habrá negociado la maestra en Los Pinos? ¿Qué le habrá pedido Calderón a la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para entregarle Pemex? Pronto lo sabremos.

Otra área sensible a las críticas es la Secretaría de Seguridad Pública, en donde despacha un policía de toda la vida, Genaro García Luna. Allí también se habla de cambios: uno, que el comisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas Rosas, se va a Colombia como agregado de la policía, aterrado por las amenazas de muerte en su contra y para aprender cómo le hicieron los suramericanos para combatir el narcotráfico. Lo sustituiría Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Seguridad Regional.

Pero el problema mayor en ese cuerpo policial, que le ha servido a Felipe Calderón para apoyar su lucha contra el narcotráfico y el espionaje telefónico, apenas parece venir. El motivo es que su titular, García Luna, es investigado por sus movimientos bancarios, cuentas y bienes por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dependiente de la Secretaría de Hacienda, y en Francia, por la procuraduría de ese país a petición del presidente Nicolas Sarkozy.

El expediente abierto en la UIF es en relación con unas supuestas transferencias de dinero que habría hecho el secretario a instituciones financieras de Europa. De comprobarse esto, Francia tendría en sus manos los elementos para procesar a García Luna, quien ha causado al gobierno francés fuertes dolores de cabeza por el proceso judicial amañado en contra de su conciudadana Florence Cassez.

Fuentes financieras en México aseguran que el expediente contra el funcionario federal habría sido integrado por la UIF –que encabeza Luis Urrutia Corral– e incluiría un rastreo puntual de sus cuentas bancarias y sus operaciones financieras en México y en el extranjero.

La investigación en contra del alto funcionario del gabinete de Felipe Calderón Hinojosa habría iniciado luego de que esa Unidad, encargada de combatir el blanqueo de capitales y el financiamiento al terrorismo, encontrara diversas transferencias monetarias trianguladas a instituciones bancarias europeas. De éstas, la autoridad mexicana investiga si se puede comprobar el origen lícito del dinero.

Las pesquisas en Francia serían realizadas por la procuraduría de aquel país (Ministère de la Justice et des Libertés) y por la Oficina contra los Circuitos Financieros Clandestinos (Traitement du Renseignement et Action contre les Circuits Financiers Clandestins), del Ministère des Finances.

En busca de la opinión del secretario de Seguridad Pública sobre esta investigación en su contra, durante dos meses se solicitó la entrevista, pero ésta nunca fue aceptada. Al respecto, la Interpol (International Criminal Police Organization)-México rechazó que su homóloga francesa esté por emitir alguna ficha roja en contra del funcionario mexicano y aseguró que son falsas las acusaciones en contra del secretario.

¿Es posible la renuncia de Calderón?



Álvaro Cepeda Neri

la causa real, la causa eficiente que hace que los hombres pierdan el poder es que se han hecho indignos de ejercerlo… y hay otra causa: que los gobernantes se hayan convertido, por su indiferencia, por su egoísmo, por sus vicios, en incapaces e indignos de gobernar

Alexis de Tocqueville, Recuerdos de la Revolución de 1848

De entrada ha de plantearse como necesaria, políticamente, la renuncia formal de Calderón al cargo de presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos ante los resultados de su mal gobierno y administración. Desde hace cuatro años, no ha sabido ni podido ejercer más que sus facultades, sus obligaciones, cuyo centro de gravedad es que "todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste". Uno de los principios fundamentales al que han de someterse, como norma de conducta, los gobernantes y funcionarios del sistema constitucional municipal, estatal y federal.

En el caso concreto de Calderón –impugnado por ilegítimo desde su toma de posesión, y después por las oposiciones tachado de inepto ante los escasos y cuestionados resultados, debido a su ineficacia–, existe un creciente descontento popular que se ha prolongado a la degradada clase media (la crisis económica de 2009, inducida a peores consecuencias por las estúpidas medidas de Calderón y Ebrard que paralizaron al endeble sistema de producción y consumo hasta provocar un desastre en los mercados), alcanzando a los empresarios que, con sus críticas por el mal manejo en la conducción del gobierno federal, empujan a la nación y al Estado a una crisis general política, económica y social.

La agenda calderonista está desbordada de problemas. Su fallida estrategia militar-policiaca no ha rendido solución a la inseguridad, sembrada de cientos de miles de homicidios (no de simples cadáveres sepultados en fosas comunes y uno que otro entregado a sus familiares, si no de civiles inocentes catalogados como "daños colaterales" por Calderón para justificar su "guerra"). Su política económica, girando en el pivote de su promesa de ser el "presidente del empleo", fracasó completamente. El desempleo, por la falta de plazas (por la escasísima inversión pública y por no fomentar empleo por la vía del sector privado), y los despidos generaron millones de mexicanos sin acceso al mercado laboral y 12 millones, en el informal, como "franeleros", prostitución, narcomenudeo, ambulantaje, etcétera.

No hay un renglón de las 18 secretarías del despacho presidencial que reporte soluciones de corto plazo, salvo "bomberazos" en salud, tragedias en el Instituto Mexicano del Seguro Social; desabasto de medicinas, camas y doctores en todo el desordenado sistema de salubridad pública, con el mito del Seguro Popular que sólo atiende un mínimo de pacientes, mientras la mayoría sufre sus males con paliativos y engaños. La pobreza es de proporciones masivas. Hay hambre y desnutrición en la población. La corrupción gubernamental (lo que hace la mano federal lo siguen los desgobernadores, incluyendo al Distrito Federal) es motivo para la desobediencia civil y antesala para revueltas sociales con antecedentes en las continuas protestas por actos abusivos de autoridad.

Al no fundamentar para su conexión constitucional en el artículo 29, la facultad presidencial de la fracción VI del artículo 89, ambos de la Constitución, los más de 40 mil homicidios de esta "guerra", se están violando derechos humanos y garantías a los mexicanos sobrevivientes en esas entidades, presas del miedo y de, en cualquier balacera, ser privados de sus vidas en la total impunidad. Calderón viola la fracción IV del artículo 76 constitucional al movilizar a las fuerzas militares sin resultados favorables por restaurar la paz pública (en cambio, amenaza con que "habrá más violencia"), y esta ilegalidad da pie a un posible golpe de Estado militar, la intervención militar estadunidense (que ya tiene sitiada la frontera Norte) y el establecimiento de "un gobierno contrario a los principios" constitucionales, por la rebelión incontenible de las delincuencias que ya interrumpieron la observancia de la Constitución.

La renuncia de Calderón, que no ha de ser por su unilateral voluntad (en privado ha dicho que no se irá), es posible por causa grave que es el desastre nacional federal en todos los órdenes que, además, ha incidido en la pésima conducción de la política internacional. Esa causa grave está configurada en el artículo 86 constitucional y su nexo con la fracción XXVII del artículo 73 como facultad del Congreso general. Están dadas las condiciones para la renuncia de Calderón (y la sustitución prevista en el párrafo III del artículo 84 constitucional), ya que se ha convertido en un obstáculo y un nuevo problema, y que, responsable de la actual situación federal, no hay más solución que deshacerse de él. Plantear y pactar su salida antes de que sea acusado por traición a la patria dada su desastrosa gestión, que ha puesto al país al borde de un estallido masivo que colapse las instituciones federales ya de por sí en crisis de funcionalidad. Se trata de poner a salvo lo que permitiría restaurar la república y la democracia en el contexto del estado de derecho constitucional con "los menores daños posibles, y de modo que podamos deshacernos de los gobernantes incapaces sin derramamiento de sangre" (Karl R Popper).

Estamos frente a una alternativa: renuncia Calderón por causa grave o es llevado a juicio político. La nación entra cada vez más en un desorden civil y los funcionarios de todo nivel acusan un relajamiento constitucional que los ha hecho, "por su indiferencia (su cinismo), por su egoísmo, por sus vicios, en incapaces e indignos de gobernar". Las protestas, para seguir diciéndolo con Tocqueville, son políticas y sociales, para transitar hacia la explosiva situación de un volcán, en el marco de los recientes festejos oropelescos de la Revolución y la Independencia, que por la pobreza, la impunidad, el desempleo, la inseguridad y la corrupción son, nuevamente, causas semejantes a las que generaron 1810 y 1910.

Contralínea 211 / 05 de diciembre de 2010

 

Hasta el último segundo



FOTO: Eduardo Miranda
Calderón y Chávez. Autoritarismo


Jorge Carrasco Araizaga
México, DF; 5 de diciembre (Apro).- Hace cuatro años, días antes de ocupar Los Pinos, Felipe Calderón se reunió con los periodistas que siguieron su campaña presidencial y los meses de la animosidad que dejó su cuestionado triunfo en las urnas. Eran días de tensión e incertidumbre. No se sabía si, en efecto, juraría en el Congreso como presidente constitucional de México.

En esa reunión se quejó abiertamente de Proceso. Dijo que no entendía por qué con su cobertura contribuía a un ambiente "golpista" si el fundador de la revista, Julio Scherer García, había sido, precisamente, víctima de un golpe en 1976 y expulsado de la dirección del periódico Excélsior.

Calderón hizo pública su querella, dolido por la cobertura periodística del semanario a su campaña presidencial como un candidato sin carisma, desconectado de la población, con el abierto apoyo de la presidencia de la República y de la cúpula empresarial y, sobre todo, como promotor del odio y la división.

Su encono respondía también a la decisión de la revista de requerir al Instituto Federal Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación las boletas de su elección para hacer un recuento independiente, mediante una muestra, de los votos que en efecto obtuvo los comicios que también reclamó para sí Andrés Manuel López Obrador.

Por su naturaleza autoritaria, Calderón nunca entendió que la petición de la revista estaba lejos del ánimo "golpista", sino que obedecía a la transparencia y al ejercicio de acceso a la información, vitales para una sociedad democrática.

Desde los primeros días del sexenio, su talante ya había operado la primera agresión contra la prensa al emplazar al periodista radiofónico y empresario mediático José Gutiérrez Vivó a "portarse bien" o prepararse para la estocada final de su proyecto periodístico de 33 años que, en pleno régimen autoritario priista, abrió la crítica en medio del control informativo.

Meses después acabó por darle la puntilla al proyecto periodístico Monitor de Gutiérrez Vivó, quien durante la campaña presidencial de 2006 tampoco fue adulador del candidato oficial; lo que le valió acusaciones de favorecer al principal candidato opositor. Aún cuando el empresario se hubiese inclinado por López Obrador, nada le impedía que lo hiciera, salvo la intolerancia y el autoritarismo.

Antítesis de la democracia, tales conductas pronto se repitieron en el caso de la periodista Carmen Aristegui, quien en su noticiario matutino de la cadena W aún desde antes de que llegara a Los Pinos se volvió incómoda no sólo para Calderón, sino para los propios concesionarios de ese espacio público radioeléctrico, nunca mejor dicho, dueños de la estación: Televisa.

Confabulados, el poder formal y el poder fáctico se deshicieron de Aristegui, quien estuvo un año fuera de los micrófonos por temor de los empresarios a perder la gracia presidencial si incorporaban a la periodista. Finalmente, llegó al grupo MVS, que tampoco ha sido ajeno a la presión y el chantaje gubernamental.

El pasado miércoles 1 de diciembre, justo en el cuarto año de haber ocupado la residencia presidencial, Calderón lanzó un nuevo golpe de la mano de Televisa. Arremetió contra Proceso en su más puro estilo autoritario, con el uso faccioso del aparato de justicia y en asociación con el grupo empresarial que desde hace décadas es una rémora para la democracia en México.

En un burdo montaje, como uno más de los que han caracterizado a su gobierno, –el más conocido hasta ahora, también con Televisa, fue en el caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, procesada por secuestro– acusó al reportero de Proceso, Ricardo Ravelo, de recibir dinero del narcotraficante de Sergio Villarreal Barragán, El Grande, para dejar de publicar sobre él y sus encuentros con políticos.

Uno de ellos, incluso, con el propio Calderón durante la fiesta de bautizo de la hija del senador del PAN y compadre del presidente Guillermo Anaya. Basta una revisión de lo publicado por la revista para desmentir el supuesto arreglo.

No es la primea vez que Calderón actúa contra el semanario. Además del boicot publicitario –como lo hiciera el PRI en 1982 y Vicente Fox en 2005–, en julio del año pasado vinculó a la revista con el cartel del narcotráfico conocido como La Familia Michoacana.

A través de su policía, el secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, presentó a una célula de esa organización con ejemplares de varias ediciones junto a las armas, aparatos de telecomunicación, dinero y llaves de autos con los que operaban los detenidos. Además, difundió un video en el que uno de los inculpados se refería a la revista como uno de los implementos con los que actuaba Servando Gómez, La Tuta, uno de los líderes de esa organización.

Calderón y García Luna colocaron, de esa manera, al medio y a sus reporteros en el blanco de cualquier organización delictiva en su confrontación con La Familia.

Ahora la agresión de Calderón es más grave. Acusa a la revista, no sólo al reportero, de estar pagado por el narcotráfico. Gravísimo en sí mismo, el

señalamiento expone aún más a Proceso. Calderón y Televisa tienen motivos de sobra para emprender una represalia. Los abusos de ambos en detrimento de la vida pública de México han sido exhibidos reiteradamente por la publicación.

En aquella reunión de fines de 2006 con los periodistas, el entonces presidente electo obvió que el golpe contra el Excélsior de Scherer fue orquestado desde la presidencia. Luis Echeverría, como él ahora, también arremetió en venganza. Sus críticos deben estar preparados. El castigo puede llegar hasta en el último segundo de su gobierno.

jcarrasco@proceso.com.mx

Televisa, Ravelo y Hernández


Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre

Por medio de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en delincuencia Organizada, mejor conocida por las siglas SIEDO y dependiente de la PGR, el gobierno de Felipe Calderón pretende deslindarse del zarpazo que dio Televisa al reportero Ricardo Ravelo y Proceso, en particular, pero inocultable es que va dirigido contra la libertad de expresión a la que tan bellos discursos dedica el festejador de los cuatro años de su gobierno, lapso en el que fueron asesinados 22 periodistas, una veintena de diarios y revistas sometidos a draconiano boicot publicitario por Los Pinos, en primer lugar el semanario desde hace una década panista, y con cuatro medios logró el objetivo que se fijó, destruirlos.


El titular de la Procuraduría General de la República ordenó el inicio de una averiguación previa para identificar y proceder penalmente contra el responsable de haber entregado a la columna vertebral del duopolio televisivo, la empresa que preside Emilio Azcárraga Jean, la grabación y texto de la declaración ministerial que rindió Sergio Villarreal Barragán, El grande, el 24 de noviembre ante la agente del Ministerio Público Angélica Herrera Rivera. Además, citará al reportero especializado en narcotráfico y autor de espléndidos libros, para que declare "lo que a su derecho convenga".


Felipe del Sagrado Corazón de Jesús tiró la piedra y aún esconde la mano, pero es tan nítida la manufactura del golpe a la libertad de expresión, que lo evidenciaron varios legisladores de la oposición --incluido Francisco Labastida--, organizaciones civiles, comentaristas y contados medios de comunicación, porque la mayoría no quiere o no le conviene leer bien el mensaje que envió el corporativo mutado en tribunal electrónico en el Canal de las estrellas y por medio de su desgastada estrella principal (des)informativa: los intereses empresariales y políticos de Televisa son intocables y ambos pasan por la alianza estratégica con el presidente en turno.


El secretario de Gobernación también se ensució las manos para ayudar al jefe a esconder la autoría, presentó como "asunto entre particulares" la denuncia del presunto narcotraficante y sólo a Ricardo como supuestamente implicado en la corruptela de poca monta, por cierto, en lo que podría constituir una embestida contra el periodismo crítico e independiente en el ya agobiante y hasta angustioso penúltimo año de gobierno, que bien documentan las revelaciones de Wikileaks y Julian Assange, aunque para los mexicanos informados no resulten novedosos los desfiguros del grupo gobernante con las conductas que rayan en lo apátrida. Mas papelito habla.

Ulises Ruiz, suspirante panista a la gubernatura del estado de México, fue el único que optó por mostrarse cavernario sin más pruebas que sus palabras, al exigir "le señalaría a las autoridades que tomen cartas en el asunto porque eso puede llegar a ser hasta complicidad de esa revista".


Pero los hechos necios y tercos están allí. La edición de Proceso del 21 de noviembre con la cabeza principal "El grande, hasta con Calderón convivió". Y enseguida publicó un adelanto del libro Los señores del narco, de Anabel Hernández, en el que se sostiene que el gobierno de Calderón intentó abrir canales de comunicación con capos de la droga, cuando Juan Camilo Mouriño era secretario de Gobernación y hombre de todas las confianzas y afectos del michoacano de Morelia.


Es la primera ocasión que Calderón Hinojosa es implicado, en el primer caso en una declaración ministerial, con uno de los señores de "la ridícula minoría", con los que no está dispuesto a negociar bajo ninguna circunstancia aunque los "testigos protegidos" son fruto de la negociación de la PGR con los narcos.

Acuse de recibo


"¿Cuáles son los cuatro medios que desparecieron 'castigados por no subordinarse a las directrices presidenciales'?, como usted escribió el viernes 3", pregunta la lectora potosina Blanca Urbina. Sus nombres fueron o son Monitor Radio, Diario Monitor, La Carpeta Purpura y Forum. Las últimas dos permanecen como publicaciones electrónicas y con más lectores que en sus inexistentes ediciones impresas… Desde París "Reporteros sin Fronteras condena los bloqueos, los ciberataques y las presiones políticas contra cablegate.wikileaks.org, sitio de Wikileaks dedicado a la publicación de cables diplomáticos estadunidenses. La organización también se encuentra preocupada por las declaraciones de algunos dirigentes políticos estadunidenses en lo que concierne a Wikileaks y su fundador, Julian Assange"… La Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos exige "al Congreso de Hidalgo el desafuero y encausamiento penal del regidor panista de Tula, Gregorio Domínguez Chávez por agresiones y amenazas a la periodista Verónica Monroy"… Antonio Rojas invita a los lectores de Utopía: "El próximo 8 de diciembre, el doctor Eduardo López Betancourt recibirá el Premio al Mérito Académico IUS 2010, en el Aula Magna Jacinto Pallares de la Facultad de Derecho de la UNAM, ello a las 10:00 horas".

 
 
 

Ataque intimidatorio al diario El Sur



Álvaro Cepeda Neri

Los funcionarios calderonistas –pintados de azul y, a veces de amarillo chuchista para sellar la complicidad de la derecha perredista con la ultraderecha panista– amontonan sus declaraciones desde Gobernación (Ramírez Acuña, Mouriño, Gómez-Mont y el señor Blake) para tratar de justificar que, aparte de los "daños colaterales" (las víctimas inocentes del fuego cruzado: más de 5 mil en la cifra oficial de homicidios que rebasa los 38 mil), el combate a muerte contra las delincuencias va viento en popa.

Y que, cuando los mexicanos se enteran por información de la prensa escrita, ampliada con los noticieros de radio y televisión, sobre el baño de sangre, la "mala percepción ciudadana" les impide darse cuenta de que la lucha a la defensiva de marinos, soldados, policías y Fuerza Área contra la desafiante ofensiva de los sicarios del narcotráfico es una batalla que van ganando las instituciones encargadas de garantizar la máxima seguridad convertida ya en máxima inseguridad.

Con excepción de los servidores públicos que se transportan en vehículos blindados protegidos por guardias, casi todos los mexicanos –turistas nativos, obreros, mujeres de las maquiladoras, niños, estudiantes y periodistas (particularmente los reporteros, cumpliendo con su deber de estar en el lugar de los hechos para sus notas verídicas)– sobrevivimos con angustia por el terror, amenazas muchas veces cumplidas, secuestros y asesinatos. Calderón, despectivo, los califica de "daños colaterales": víctimas de las balaceras entre soldados, marinos, policías y delincuentes que disparan a tontas y locas.

El ataque al periódico El Sur, que se edita y circula en Guerrero, desde sus dos polos –la capital Chilpancingo y el puerto-municipio de Acapulco– es parte de las acciones dirigidas por el narcotráfico contra los medios de comunicación impresos (aunque no han quedado al margen las instalaciones de radio y televisión), para meterlos a su cerco intimidatorio. Sólo que el periodismo no cederá un ápice en su tarea de informar, analizar y criticar los abusos del poder (y los narcos, sus sicarios y cómplices son un poder llevado al extremo: el poder de matar, atemorizar, secuestrar, etcétera). Los cárteles de las drogas y del dinero obtenido por medios ilegales quieren restringir las libertades y que sus capos dirijan un "estado de terror" contra el estado de derecho, constitucional y democrático republicano, que garantiza la seguridad pública, privada y los derechos para todas las libertades que tienen, en la libertad de expresión, su pivote en torno al cual giran y se mantienen.

Ya los sicarios han atacado a otros periódicos; han matado a cientos de miles de mexicanos, entre los que están los periodistas y sus cuadros de avanzada en la información, como los reporteros (gráficos, camarógrafos, etcétera). El ataque al matutino El Sur y la balacera sobre sus periodistas, destruyendo instalaciones e intimidando con la barbarie del atentado, son actos de una delincuencia que arremete en todos los flancos de la sociedad civil para completar su campaña terrorista y que ella interceda por ellos o se rinda. El criticar la hasta ahora poco eficaz y eficiente estrategia calderonista y reclamar que nos devuelvan la seguridad no significa (como Calderón ha afirmado) que la rebelión de esas pandillas armadas reciba alguna contemplación.

No se exige protección sólo para los periodistas, sino para todos los mexicanos ajenos a los delincuentes. Ahora han sido el periódico El Sur y sus periodistas en un clima de violencia también política, por los abusos del otro poder: el poder político del desgobernador, empresario y déspota Zeferino Torreblanca Galindo, quien no es ajeno a la atmósfera intimidatoria contra la prensa escrita. Él también tiene mucho que ver en la violencia general en Guerrero.

*Periodista

La guerra del capital y el gobierno contra los trabajadores



Marcos Chávez

Las injusticias más grandes que pueden cometerse en la historia de los pueblos llegan a un momento en que no pueden deshacerse ya por medio de la justicia correspondiente, sino que es necesario remediarlas en alguna otra forma

Luis Cabrera, discurso en la Cámara de Diputados sobre la necesidad de suprimir la esclavitud de los jornaleros mexicanos, 3 de diciembre de 1912

El "acuerdo negociado" entre PC Capital y los sindicatos de sobrecargos, pilotos y demás empleados –pontificado por Juan Molinar, Javier Lozano y Felipe Calderón, supuestamente para "salvar" de la ruina, que provocaron Gastón Azcárraga y sus socios, a la Compañía Mexicana de Aviación (CMA), devenida en una humilde y pueblerina empresa mexicanita– es un ejemplo más de los métodos que están dispuestos a aplicar los beneficiarios y los cancerberos del sistema, los empresarios y los gobiernos, para garantizar la continuidad de la acumulación capitalista.

Salvar la CMA, sanear sus hojas de balance, revertir sus pérdidas, asegurar su rentabilidad y las ganancias de los nuevos dueños –curiosamente encabezados por Arturo Barahona, quien había sido contratado como supuesto "estratega comercial" por quienes provocaron el desastre: Azcárraga y Manuel Borja Chico, y que en el periodo 1993-2004 laboró en Aeroméxico– implicarán sacrificar a sus trabajadores. De un lado, arrinconados por los inversionistas que ambicionan apoderarse de los despojos de la empresa en las condiciones más ventajosas y por los panistas administradores del capital que los presionan, con el brutal garrote en ristre en la diestra mano de Lozano, el secretario patronal del trabajo, y del otro, el abismo del desempleo que amenaza con devorar a los 4 mil 988 empleados, con el riesgo de perder todo: los salarios impagos, las liquidaciones, sus prestaciones sociales. Estos últimos, como el mal menor, se vieron obligados a doblegarse ante la lógica demoledora de la ley de hierro de la "flexibilidad" laboral impuesta impunemente por los empresarios, que, por la vía de los hechos, arrasan con las normas constitucionales en la materia, con la complicidad de los tres órdenes de gobierno neoliberal que legalizan las tropelías.

Para salvar a los menos, los trabajadores inmolarán la estabilidad laboral, las condiciones de vida y el futuro de la mayoría. ¿A cambio de qué? Primero, no les quedó de otra más que aceptar la liquidación de todos en un escenario pernicioso: que las compensaciones, cuyo monto es incierto y al margen de la ley, sean cubiertas en tres partes, una en efectivo, otra con un pagaré que se finiquitará a finales de año, y el resto, con las depreciadas acciones de la empresa, con el riesgo de que ésta se evapore, ya sea porque, al cabo, su precio se convierta en simple basura si los nuevos "emprendedores" resultan de la misma ralea que Azcárraga, fracasa el "rescate" y la compañía y la empresa se hunden irremisiblemente, o porque los papeles bursátiles son fácilmente manipulables, tanto por los propios emisores como por las demás hienas que merodean y se enriquecen vilmente en las vorágines especulativas del mercado. Después, que al menos el 77 por ciento de ellos, 3 mil 833, se queden definitivamente en tierra y robustezcan las incontenibles cifras del desempleo abierto y encubierto, en un gobierno cuyo Ejecutivo, como broma siniestra, se calificó a sí mismo como el "presidente del empleo", de la seguridad laboral y del bienestar. Luego, que los 1 mil 155 restantes que sobrevivan a la desgracia sean recontratados en peores condiciones laborales. Con salarios menores, la sustancial mutilación de las prestaciones que habían conquistado en sus contratos precedentes y la mayor precariedad en el empleo.

Ley de Fomento al Primer Empleo



Álvaro Cepeda Neri

El último censo, llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística yGeografía, Inegi (donde se maquillan las cifras del desempleo, despidos ycuestiones económicas por órdenes de Eduardo Sojo, foxista de corazón,incondicional del calderonismo y presumiendo de keynesiano para dárselasde enterado del pleno empleo), nos informa que somos más de 112 millonesde mexicanos (con un poco más mujeres que hombres, sin entrar en detallesde las preferencias sexuales, y en cualquier momento seremos 113 millonesconcentrados del centro al Sur de nuestra geopolítica). Y que no menos de50 millones sobreviven en la pobreza. Los demás entran y salen al empleoformal, a la economía informal (en ésta se dice que tenemos unos 12millones). Y entre desempleados y despidos (con los ninis, que ni trabajan niestudian), 15 y 20 millones.


De la población entre 14 y 26 años, los ninis, y los que buscan trabajo,incluyendo a universitarios y recién egresados, unos 6 o 7 millones. Y si lascifras no cuadran es porque el Inegi-Sojo no precisa, ni siquiera con aritméticaelemental de sumas y restas, cómo está integrado el mercado laboral (las cifrasdel Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, son otra mentira, con las queel señor Calderón intenta dorarnos la píldora). Y para colmo, el Díaz Ordazde Lozano Alarcón, de la Secretaría del Trabajo, mete constantemente la patapara acabar de distorsionar las cifras.


Pues bien, para al menos estimular la creación de plazas para la juventud, elsenador Manlio Fabio Beltrones Rivera (no lo pierdan de vista, yéndose conla finta del Copetes que se acaba de matrimoniar) propuso y el Senado aprobóla minuta para una ley que tenga como fines el Fomento al Primer Empleo,para que los empresarios se decidan a la apertura laboral de esos jóvenes (queson no menos de 6 millones), con el atractivo para los patrones de deducir ensu declaración de impuestos el total de las cuotas del impuesto sobre la rentaque deben pagar por los jóvenes contratados. Estos jóvenes se registran en elIMSS y que sea para quienes por primera vez laboran.


Y es que la propuesta Beltrones busca que las empresas ofrezcan plazas aquienes nunca han prestado sus servicios como trabajadores. Indudablementees una medida que ayudaría a resolver el problema del desempleocrónico que entre la juventud es el menos malo de los casos. Lo grave esque, como está sucediendo, ingresen a los varios tipos de delincuencia,vagancia autodestructiva y una pesada carga para sus familias de por sí yaempobrecidas. Que necesitamos leyes como la que atiende esa modalidaddel empleo, es más que una imperiosa necesidad. Al deducir el total de lascuotas que debe pagar el patrón, por contratar el primer ingreso laboral, en sudeclaración de impuestos sobre la renta, sin tener que contar con la aprobaciónde ningún órgano, permite que los empresarios ofrezcan la oportunidadpara aprender y producir a más de 6 millones de jóvenes que no han podidoentrar al mercado laboral, porque el sector empresarial aduce que no tienenexperiencia.

 

Asesinatos de políticos al alza



Jorge Melendez Preciado

Ya van 13 alcaldes asesinados y una buena cantidad de fugados. Hace siete meses que liquidaron al candidato a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú. No hubo ningún detenido. El 21 de noviembre, la víctima fue el exgobernador de Colima, Silverio Cavazos Ceballos, y por circunstancias no aclaradas, el oftalmólogo, Mario Robles Gil, a quien supuestamente confundieron con uno de los atacantes. Daño colateral, opinión de los expertos o cínicos.

Según la Procuraduría estatal, casi todo estaba aclarado, e incluso se contaba con retratos hablados de los asesinos. Pero luego, el poder federal dijo que era necesario tener abiertas todas las indagaciones, ya que hay indicios de acciones que pueden involucrar a muchos actores (el narcotráfico, suponemos).

Eso sí, como en los anotados homicidios y otros más que permanecen impunes (los de periodistas y jóvenes, por ejemplo), las declaraciones fueron tonantes: "Se aplicará todo el peso de la ley a los malhechores; no se descansará hasta dar con los responsables; habrá justicia plena y absoluta". Pero en una caricatura de Helio Flores (El Universal, 23 de noviembre), se hace patente que es un disco rayadosin mayor relevancia.

La verdad es que hay una intranquilidad manifiesta en todas partes. No sólo porque el narcotráfico no cesa en sus acciones de todo calibre, sino porque la delincuencia no se combate seriamente a pesar de las mesas de diálogo. Díganlo si no, Alejandro Martí, Isabel Miranda de Wallace y Nelson Vargas que, acuenta gotas, y por más esfuerzos que ellos y sus familiares han realizado, no ven un castigo serio y ejemplar contra los maleantes.

En el caso de Silverio Cavazos, el asunto se complica. Ello porque dos hermanos suyos fueron detenidos en 2003 (Rafael) y en 2004 (Francisco). Ambos, involucrados en asuntos de narcotráfico. Además, el exmandatario fue acusado por el diputado del Partido Verde Ecologista de México, Mariano Trillo, por enriquecimiento inexplicable, sobre todo debido a su mansión de 11 millones de pesos. Silverio impuso al actual ejecutivo, Mario Anguiano, a quien también se le acusa de tener nexos con el crimen organizado. Por si algo faltara, el primo de Mario, Rafael Anguiano Chávez, purga una condena de 27 años en Estados Unidos por ser parte de un cártel de traficantes.

El enredo es mayúsculo, pues quien estuvo en la cumbre, en el estado donde se ubica Comala, Fernando Moreno Peña, hacía artículos para el Diario de Colima (cuyo propietario es Héctor Sánchez de la Madrid, pariente de un expresidente de la República), en los cuales hablaba de la creciente violencia en el estado. Algo cierto pero extraño en un ex que, incluso, formaba parte del grupo cercano a Beatriz Paredes en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Curioso, Arnaldo Ochoa, un protegido de Moreno y quien no pudo llegar a la candidatura tricolor en la entidad donde nació Alberto Isaac, se refugió asimismo en la dirigencia priista. Insólito, pues es un desafío abierto entre correligionarios, los que estaban en su entidad y quienes se encontraban en la capital. Luchando todos, sin duda, por el manejo de las riendas políticas.

Tal vez por esos desencuentros y alejamientos, Beatriz Paredes tardó nueve horas en condenar el asesinato de Cavazos Ceballos. Aunque luego, la tlaxcalteca diría que al PRI ese tipo de acciones no le amedrentan para nada. Algo que aparenta valentía, pero muestra poca eficacia ante una serie de acciones criminales contra su organización.

Es sabido que en Colima, sobre todo en Tecomán, de donde era Silverio, hay entrada de estupefacientes desde hace años. En esa región, se desempeñaba con abierta facilidad el cártel de los hermanos Amezcua, presos hace tiempo. En aquellos lares, también operaba Zhenli Ye Gon, quien sigue en Estados Unidos no obstante los pedidos de extradición.

Mezcla explosiva. Hace muchos años, el articulista Manuel Buendía señaló que, en Colima, habitabannegros personajes. Entre ellos, los que se trasladarían a Jalisco para fundar la Universidad Autónoma de Guadalajara, que tenían como sobrenombre los Tecos. En los escritos del autor de Red Privada, se hablaba ya de negocios ilícitos, entre ellos el tráfico de estupefacientes.

Como sea, hay temor entre los políticos, pues a últimas fechas ellos están en la mira. Sin importar el papel que desempeñen o hayan ocupado. Por lo tanto, tendrán no sólo que andar con cuidado en el momento de sus funciones, también no bajar la guardia ya que pasen a retiro.

Pero sabemos desde hace tiempo que, al dejar el puesto no obstante lo importante que sea, los hombres del poder continúan trabajando para empresas de muy diverso tipo. Algo que se presume hacía Cavazos, pues el día que lo balearon se encontraba con el secretario de Fomento Económico del gobierno estatal, Rafael Gutiérrez Navarrete. Éste, empero, no sufrió ni siquiera un rozón de bala, lo cual demuestra que los sicarios sabían muy bien por lo que iban y cumplieron a plenitud su misión.

Lejos de solucionar los pendientes en esta trágica "guerra" contra los malosos, aumentan las víctimas de múltiples sectores sociales y, asimismo, van cayendo individuos que no tienen nada que ver en el asunto, como el médico Rafael Chávez. No se diga a los jóvenes baleados y muertos en Tabasco en un retén militar, Víctor Manuel Chan y Ramón Pérez.

Mientras eso ocurre y deja a familias enlutadas y dolidas, las autoridades insisten en que se va ganando la batalla y que no es tiempo de bajar la velocidad del combate. Pero el exalcalde de la capital colombiana, Antanas Mockus, dice que la vida es sagrada. Le resulta contraproducente hablar de agresiones y llama a realizar acciones culturales para involucrar a la población en algo que le cambie su estrés y agresividad.

Dice el filósofo y matemático: es "mejor un lápiz que una metralleta". Y anota: "Dentro del tema cultural, por ejemplo, se redujo la aceptación social a portar armas por parte de los civiles, de un 26 por ciento a un 9 por ciento. Esto muestra que hay temas culturales detrás de los fenómenos de violencia, pero éstos pueden ser intervenidos y transformados" (Proceso 1777).

Es hora de optar: ¿violencia o cultura? Usted elija.

*Periodista

Contralínea 211 / 05 de diciembre de 2010

 

Elevan la mira; se hunde el país



Guillermo Fabela Quiñones

Que la violencia siempre habrá de generar violencia, lo confirman los hechos a través de la historia, desde los tiempos bíblicos. En este marco conceptual, debe colocarse el homicidio del exgobernador de Colima, Silverio Cavazos Ceballos, a manos de un sicario que obedeció instrucciones de eliminar al político. Como en otros hechos similares, se culpará al crimen organizado y difícilmente se conocerá el verdadero móvil del artero atentado. Cabe destacar que los criminales han ido elevando la mira, demostración clara de que los niveles de violencia en el país van en constante aumento. Esto contradice la versión gubernamental de que se está derrotando a las bandas criminales, pues si ése fuera el caso no se atreverían a cometer fechorías de tal magnitud, que pueden verse como un reto al gobierno federal.

Independientemente de lo que haya detrás de tan ominoso crimen, lo que destaca en una primera instancia es que los criminales están buscando cómo aprovechar de la mejor manera las circunstancias propiciatorias que derivan de la "guerra" de Felipe Calderón contra el narcotráfico. Las consecuencias saltan a la vista: por más batallas que "gana" el gobierno de Calderón, al descabezar supuestamente a los más importantes cárteles, la violencia cobra fuerza y los crímenes se vuelven más arteros. Por más que se le dice al inquilino de Los Pinos que, con su "guerra", lo único que está consiguiendo es alimentar la violencia, que lo razonable es impulsar al mismo tiempo el desarrollo social, no hace caso.

Así se constata que no sabe qué hacer con el poder que le confirió la silla presidencial, aun cuando haya sido de manera ilegítima. No tiene más proyecto que usar la fuerza del Estado contra un poder que contribuyó a organizar y armarse para responder, en igualdad de circunstancias, a los embates de las tropas, a lo largo y ancho del territorio nacional. Las consecuencias allí están: más de 30 mil muertos, entre los que se encuentran no sólo civiles inocentes, sino personajes de buen nivel, como el exgobernador Cavazos, quienes seguramente estarían vivos de no existir la realidad que nos caracteriza en este momento. ¿Cómo entonces puede afirmarse que Calderón no es culpable de lo que está ocurriendo en el país?

Por eso asombra que hable de la necesidad de no limitar ni manipular la democracia, como lo hizo en la ceremonia conmemorativa del centenario de la Revolución Mexicana, cuando él precisamente se ha caracterizado por ambas cosas en sus cuatro años de desgobierno. Es increíble que pueda afirmar, sin sonrojarse, lo siguiente: "No permitamos, bajo ninguna circunstancia, que unos cuantos pretendan arrebatarnos la libertad de todos. Enfrentemos con estatura de miras, con convicción, con vocación histórica, a los enemigos de nuestra democracia y de nuestra libertad". ¿Acaso no es él quien está encabezando a los enemigos del progreso social que necesitamos para apuntalar nuestra democracia y nuestras libertades?

La descomposición social tan grave que vivimos los mexicanos es consecuencia del abandono, por parte del gobierno federal que encabeza Calderón, de las responsabilidades que derivan del ejercicio del poder. Al igual que lo han hecho sus antecesores tecnócratas, pero con mucho más torpeza e irresponsabilidad, Calderón sólo se ha dedicado a preservar intereses particulares por encima de los intereses colectivos. No le han importado un ápice las consecuencias de tan equivocada forma de actuar, y tal parece que así seguirá mientras ocupe la Residencia Oficial de Los Pinos.

Lo único que cabe esperar para los meses venideros es más violencia, menos libertades ciudadanas, menos democracia en el país.

Su única concesión a la sociedad nacional, en el marco del centenario de la Revolución Mexicana, fue entregar la estatua ecuestre de un Francisco I Madero de talla gigantesca, muy ajeno al hombre de baja estatura que fue. Sin embargo, Calderón hubiera querido tener tiempo para crear las condiciones políticas y sociales propicias con el fin de homenajear a quien considera merecedor del reconocimiento nacional: Porfirio Díaz. Al haber dicho que "ahora toca a los mexicanos enarbolar lo mejor de aquellos ideales e impulsar los cambios profundos que requiere nuestra patria", seguramente estaba pensando en el dictador. Esos cambios, de acuerdo con su idea de país, son las "reformas estructurales" para apuntalar el poder de la oligarquía, y así regresar a los tiempos del porfiriato.

*Periodista

Contralínea 211 / 05 de diciembre de 2010

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