Los revolucionarios guatemaltecos llevan más de medio siglo buscando transformar con justicia a su país
Pedro Echeverría V.
1. Me escriben como respuesta a mi artículo "Guerrilleros" los camaradas de la Alternativa Nueva Nación de Guatemala (ANN), miembro del Grupo de trabajo del Foro de San Paulo coincidiendo con el artículo, pero también reafirmando acerca de conocer las fuerzas de los enemigos a que se enfrenta el pueblo. Pero por otro lado he recibido una carta provocadora –en la que me insultan la madre- que repite los argumentos de la gran burguesía colombiana y del imperialismo en el sentido de que "las FARC son cabeza del narcotráfico en América Latina". La realidad es que estos asquerosos argumentos no resisten ninguna polémica y denotan que son gente al servicio del capital o, de plano, de mucha ignorancia porque sólo repiten como loros lo que cada minuto dicen la TV y radio al servicio de los grandes empresarios. Pero además, ¿habrá habido algún movimiento radical de oposición que no sea calumniado?
2. También me escribe mi admirado exguerrillero César Montes: "Aquí en Guatemala se habla de la posible candidatura de Sandra Torres de Colom. El mayor de los impedimentos o la vergüenza mayúscula, el pecado capital que a ella le atribuyen los medios es "fue guerrillera"; así, sin mas explicación, con solo acusarla ya esta dicho todo. No pretendí en ningún momento señalar que los actuales Presidentes Guerrilleros van que chutan al socialismo. Estamos tan atrasados en Guatemala que ni la imagen de Villa o Zapata se puede publicar por que tienen el baldón de haber sido guerrilleros. Estamos tan atrasados que ni la Adelita se puede cantar porque es canción guerrillera. En Guatemala, la candidatura de Rigoberta Menchú la llevo a un triste séptimo lugar por que se le "acuso" de guerrillera. No es aun el tiempo de la ofensiva socialista. Ni Lula ni Dilma ni creo que Mujica, ni mucho menos Daniel se plantearan cambios socialistas. Estamos aun lejos de eso. Pero en Guatemala estamos más atrás que eso".
3. Guatemala, aunque comparado con el número de habitantes de México sus 14 millones sólo representen poco más de la séptima parte, es el país con mayor número de pobladores de la región Centroamérica. Es también mayor que Uruguay, Paraguay, Bolivia y Cuba. Sabiendo el gobierno yanqui de esa presencia, Guatemala es bien controlada y vigilada por la influencia revolucionaria que podría tener en la región. ¿Puede olvidarse aquel gobierno de Jacobo Arbenz derrocado por el imperialismo a mediados de los años 50 porque había manifestado un gran margen de independencia? No me cabe duda que el gobierno yanqui haya estado usando a los distintos gobiernos mexicanos para mantener a Guatemala vigilado y controlado. ¿Qué pasaría si en Guatemala –como Nicaragua, Honduras y El Salvador- surgieran poderosos movimientos independientes y antiimperialistas que buscaran unificar fuerzas con sus vecinos? Por eso sobre Guatemala los yanquis han impuesto una estrecha vigilancia.
4. Estoy convencido que Guatemala, frontera sur con México, será un país de grandes luchas en los próximos años. Es tan terrible la miseria y el abandono en que ha estado esa nación de 14 millones de habitantes, con más de un 80 de pobres y miserables, que en cualquier momento puede surgir un gran movimiento de liberación. Y parece que en Guatemala no hay condiciones para levantar grandes movimientos sociales en el campo –aunque sea- de la democracia burguesa. La poderosa clase empresarial es tan reaccionaria, derechista y atrasada que cualquier movimiento apenas progresista lo reprime con la peor violencia. Por el lado de la política, después de los gobiernos militares y terriblemente represivos de los años 80, las cosas no se han compuesto a pesar de los gobiernos "democráticos". Los Gobiernos que van de 1996 a 2010, de Arzú, Portillo, Berger y Colom no han cambiado nada esencial en beneficio del pueblo.
5. Nombrado el Foro de San Paulo, es importante decir que es un foro de partidos y grupos de izquierda latinoamericanos, fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en San Paulo en 1990. Fue constituido para reunir esfuerzos de los partidos y movimientos de izquierda, para debatir sobre el escenario internacional después de la caída del Muro de Berlín y las consecuencias del neoliberalismo en los países de Latinoamérica y el Caribe El Foro se ha reunido en más de 15 países de 1991 a 2010; a él asisten también partidos y movimientos sociales de izquierda de otras regiones del mundo (como Europa y Asia), los cuales sólo tienen voz pero no voto (aunque sí votan en las comisiones especiales). A[ ]Las FARC y el ELN son consideradas una agrupación terrorista en 33 países, entre ellos Colombia, la Unión Europea y Estados Unidos, pero no por los miembros del foro de Sao Paulo. (Muy parecido a los seminarios del PT mexicano)
6. La realidad es que el mundo ha estado lleno de guerrilleros desde que es mundo. No todos han sido heroicos guerrilleros que luchan con las armas arriesgando sus vidas; pero todos los izquierdistas radicales (aunque no se les conociera antes como tales) han hecho la guerra en serio –desde los campos, las fábricas, las calles, los periódicos- contra la explotación, la opresión y las mentiras capitalistas. Recuerdo que a principios de los sesenta en la noche y la madrugada había que salir -clandestinamente- a pintar consignas antigubernamentales en las paredes y, al mismo tiempo nos armábamos de gruesos plumones para pintar consignas y llamados contra la guerra, de apoyo a Cuba, contra el imperialismo, en los baños, paredes interiores y exteriores de edificios y que alguna vez la prensa derechista bautizó como "los guerrilleros del plumón". Eran las "poderosas" armas de 15 jóvenes que buscábamos llamar la atención del pueblo.
7. Cincuenta años después –con un enorme desarrollo de los medios de información- aquellas pequeñas batallas parecen chiquilladas por su escasísima influencia; pero así como la guerra es la política imperialista por otros medios, la política de oposición radical es la guerra de los luchadores sociales por todos los medios: las huelgas, las manifestaciones, los plantones, los bloqueos son batallas pacíficas de los trabajadores en defensa de sus derechos; batallas que las clases gobernantes reprimen y violentan. ¿Cuántos años más esperaremos los guatemaltecos, mexicanos, latinoamericanos, para despertar y levantarnos contra la gran explotación, opresión y miseria? Es difícil saberlo porque en los asuntos de política y sociedad no puede haber verdades definitivas sino solamente tendencias. Esperemos que el capitalismo y el imperio yanqui se derrumben más pronto que tarde y podamos ver que la explotación y opresión salten en pedazos.
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