jueves, febrero 10, 2011

Digo con respeto a las putas tristes: sus hijo(a)s, que gobiernan EEUU y México, siguen asesinando al pueblo



Pedro Echeverría V.


1. No se cuántos años más (20, 50, 100) tengamos que luchar -no para que ¿mejore? (no está nada bien) la situación del 70 por ciento de los mexicanos- sino para que no estuviera tan jodida. Si nuestras batallas contra el poder no alcanzan, no tienen la fuerza necesaria, para enterrar para siempre la explotación y la desigualdad del capitalismo, por lo menos deben ser suficientes para garantizar que toda la población tenga para comer diariamente, vestirse, tener una vivienda cómoda y contar con servicios de salud y educación. ¿Cómo puede aceptarse, como si nada pasara, que la gente tuviera que emigrar, arriesgar sus vidas, abandonar a sus familias, hacer trampas, robar, matar, para que sus hijos tuvieran para comer? Mientras los gobernantes y empresarios se pasan la vida dilapidando nuestros dineros en viajes, lujos, parrandas y borracheras –y esto ha quedado muy claro en los últimos días- nuestro país sigue derrumbándose por falta de inversiones, empleos y producción.


2. Por ello festejo con alegría que el diario La Jornada haya recibido unos tres mil cables de Wikileaks. Lo anterior y cientos de miles de más comunicados, me hace poner a Julian Assange, el director de esa agencia perseguido por EEUU, en un pedestal. Lo que hacen esos cables en México y todo el mundo (Túnez, Egipto, Italia, entre otros países) es enterarnos, indignarlos, movilizarnos, así como reconfirmar las denuncias que desde hace décadas venimos haciendo contra los gobiernos, los empresarios y el imperio de los EEUU. Cada publicación de Wikileaks nos descubre que el mundo durante siglos ha sido gobernado y sigue aún, por personajes de clases altas y medias cuya preocupación única ha sido servir a sus intereses particulares a pesar de saber que la mayoría de la población carece de empleo, ingresos y vive en la miseria. ¿Qué son esos gobernantes, en dónde nacieron, por qué venden armas, hacen la guerra, asesinan a seres humanos y todo les importa un carajo?


3. Casi 40 mil asesinados en México en los últimos cuatro años no son nada, sobre todo cuando la inmensa mayoría de ellos pertenecía a familias pobres y miserables. México vive en paz, dice su gobierno en medio de fiestas, pero al mismo tiempo le pide a EEUU que intervenga, que lo ayude a acabar con "la delincuencia organizada". ¿Será acaso un sueño pasajero, nuestra imaginación, una simple borrachera de la que no despertamos? Pero no es borrachera es una realidad que varios miles de agentes de la CIA, la DEA, el Pentágono yanqui -que funcionan encubiertos a través de sus embajadas y consulados- tienen muy bien registrados. Ahora los yanquis, que antes hablaban de la intervención del ETA vasco y de las FARC colombianas asesorando a "terroristas", ahora van más allá y empiezan a meter a Al Qaeda asiática. El mismo canto anticomunista de hace 40 o 50 años: "las guerrillas en Latinoamérica son armadas y asesoradas por Cuba, Rusia, China y Norcorea", cuando todas eran armas yanquis.


4. El gobierno yanqui de Obama está desesperado; no sabe ya que hacer para "proteger" su frontera con México de eso que le ha llamado "terrorismo", que no es otra cosa que la continuación de su guerra anticomunista de los cincuenta y sesenta. Después del bombardeo o auto bombardeo de la Torres Gemelas de Nueva York que pudo ser real, pero también un pretexto inventado para llevar la guerra a Afganistán, Irak, Irán y Pakistán, los yanquis se sienten nuevamente autorizados para intervenir donde les plazca y para amenazar a cualquier país del mundo. Han construido altos muros, han colocado gigantescos reflectores y videos, su patrulla fronteriza es cada vez más numerosa y beligerante, al mismo tiempo de su Congreso brotan las leyes más restrictivas y fascistas contra la migración mexicana y de Centroamérica; ahora es más que obvio que –junto a Europa- sigue encabezando a las naciones más racistas y xenofóbicas.

5. Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad Interior de ese país, al responder a una pregunta sobre la potencial amenaza de "terroristas" dentro de los EEUU, habló del vínculo potencial "entre un cártel y Al Qaeda". Tal como lo hizo el mes pasado, amenazó y advirtió de nuevo la funcionaria policíaca Napolitano a los cárteles en México: "No traigan esa guerra a Estados Unidos", y si eso ocurre, volvió a intimidar, "responderemos muy, muy vigorosamente". Dijo que están altamente concientes de la cantidad de violencia en México, el número de muertes asociadas con esa violencia; que están trabajando muy de cerca con el gobierno de Calderón sobre ello. "Tenemos a individuos en México trabajando sobre estos temas… y estamos muy, muy vigilantes acerca de que esa guerra sea llevada a través de la frontera a Estados Unidos. Pero tenemos que trabajar con México para llevar a un final la guerra".

6. Y no dejan los gringos de tomar medidas: Wikileaks ha revelado que de 2007 hasta 2010 sus cables en manos de La Jornada demuestran cómo ante los ojos de Washington, la potencia económica del norte de México, se ha convertido en una zona de la narcoguerra, pese a los esfuerzos del gobierno mexicano y las múltiples formas de colaboración bilateral. Hablan de un declive de Nuevo León –que alberga unas mil 200 empresas yanquis- de enclave económico a "territorio zeta", y se dice que eso obligó a mediados de 2007 a la designación como cónsul general a Williamson, diplomático de carrera con formación militar, egresado del Colegio Nacional de Guerra con una maestría en Estudios Estratégicos y ex consejero para Latinoamérica en la Oficina Internacional de Narcóticos del Departamento de Estado. Esa misión diplomática cubre también San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y Durango. Altos militares en México.


7. La Napolitano y la Clinton –las Thatcher que tanto desprestigian a las féminas- son las que más han exigido la más amplia y directa intervención del ejército yanqui en México. Por eso a ellas se ha dirigido en varias ocasiones Calderón rogándoles ayuda económica, militar y de asesoría. Y dado que "la delincuencia organizada" está ganando la batalla en México desde hace mucho, no nos caerá de sorpresa una invasión abierta yanqui por el Norte dado que controlan ya los estados mexicanos fronterizos como Nuevo León. Y el argumento será indiscutiblemente el mismo: "intervenimos para salvar a nuestros conciudadanos estadounidenses que tienen inversiones en el país". Ese día será de profunda tristeza para la población mexicana, pero por el contrario sus gobernantes en lugar de brindar con tequila lo tendrán que hacer con licores yanquis para ponerse a tono con los invasores. ¡Salud y que la cruda sea leve!


http://pedroecheverriav.wordpres.com

Respuesta de Los Pinos


Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre

Si formulamos la interrogante Y la respuesta ¿cuándo? (9-II-11) y ésta se produjo así sea a cargo del secretario particular de Felipe Calderón, resulta obligado ocuparse de ella.


Los Pinos reaccionó, por medio de Roberto Gil Zuarth, a los seis días de que legisladores de los partidos del Trabajo y de la Revolución Democrática exhibieron una manta en el pleno de la Cámara de Diputados con dos preguntas relativas al presunto alcoholismo de Calderón, y que al día siguiente reformuló de manera periodística y comedida Carmen Aristegui, conductora de la edición matutina de MVS Noticias, el noticiario más escuchado hasta que Joaquín Vargas la despidió por "un berrinche presidencial, sólo imaginable en las dictaduras que nadie desea para México". Mas precisó Carmen: "Lamento que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos".


El michoacano de Morelia comienza su jornada a las 6:30 horas, hace ejercicio durante una hora, mantiene reuniones privadas e inicia actividades públicas a las 8:30 horas, las cuales concluyen a las 22 horas. Atenidos al recuento pormenorizado de su secretario, el abogado, economista y administrador público sólo descansa ocho horas y media.


Para los incrédulos, Gil ofreció datos que a cualquiera apabullan. En 2010 Calderón Hinojosa realizó mil 779 actividades, siete por día hábil en promedio. De ellas, 261 actos en la ciudad de México, 108 giras nacionales y 17 internacionales, 49 entrevistas a periodistas, 198 audiencias, 63 reuniones de gabinete, 135 para preparar discursos, otras 67 para revisión y firma de documentos jurídicos, 680 encuentros temáticos sobre políticas públicas y 201 acuerdos con el equipo de Presidencia.


Mas el informante incurrió en una falsedad al sostener que durante cuatro años su jefe no faltó ningún día a trabajar por motivos de salud, cuando fue pública la ausencia por la caída que sufrió de una bicicleta.


Y tiró por la borda los datos al considerar "infundios, rumores, aun dudas que dolosamente se propalan", sobre la presunta adicción a los licores, tema del que temprano se ocupó epistolarmente Carlos Castillo Peraza, tutor de Calderón en el Partido Acción Nacional.


Por si lo anterior no fuera suficiente, antes de que Gil Zuarth proporcionara la inmejorable imagen que tiene de su jefe, éste montó a caballo, hizo un lanzamiento de pelota beisbolera y se subió a una jeep.


Un poco tarde, pero sobre todo mal, responden a los mexicanos ocupados y hasta preocupados –aunque señores de Tercer Grado se rasguen las vestiduras-- por la salud física y mental del marido de Margarita Zavala, con lo que involuntariamente estimulan a las múltiples plumas y voces que se ocupan del tema y cientos que corearon "¡Carmen a la cabina, Calderón a la cantina!", en la Casa Lamm, mientras Aristegui tendió la mano a MVS para retornar el próximo lunes, previo resarcimiento de su integridad profesional, además porque "el país no está para perder los espacio ganados".


Con la transición a la democracia más longeva del orbe, buena parte de los asuntos públicos del titular del Ejecutivo federal permanecen en la penumbra, en la secrecía, como práctica ordinaria, sin respaldo en la ley y prueba contundente de que el gran tlatoani goza de cabal salud.


En agudísimo contraste, al sur del continente el estado de salud de Dilma Rousseff formó parte del debate previo a la elección presidencial brasileña. Y frente al río Bravo, en la democracia que el grupo gobernante tanto dice admirar que, incluso, varios de sus integrantes se educaron en Estados Unidos, William Jefferson Clinton compareció ante millones de ciudadanos para explicar aspectos de una relación sexual privada.


¿Democracia? Sí, pero bien acotada por el presidencialismo.


Acuse de recibo


El licenciado Guillermo Palencia F. apunta: "Solo quiero mencionar mi consternación y mi molestia por la salida de Carmen Aristegui de MVS. Es una pena que una periodista como Carmen sea sancionada de tal forma. Como siempre muchas gracias por dejar expresar mi opinión. Esperando que esta sirva de algo, estoy a sus órdenes"… "¿Quién va a responder por las autoridades sobre sus actuaciones en función de esta denuncia penal?", pregunta desde Villahermosa, Tabasco, Esperanza Falcón con motivo de la formalización de la denuncia penal presentada ante la PGR por Ricardo Monreal Ávila en contra de Vicente Fox por enriquecimiento ilícito y nueve delitos más. Y ella misma contesta: "Por lo que hablar del rezago legislativo (Utopía, 4-II-11) es una demostración de la discrecionalidad de las autoridades de la Procuraduría General de la República, con lo que mantienen en secrecía improcedente lo que deben hacer público de los delitos comprobados, de las imputaciones vertidas y ratificadas en denuncias penales…" El diseñador de Forum en Línea, Juan Ángel Espinosa, me recuerda que la página electrónica cumplió siete años de vida el 29 de diciembre pasado y que omitimos registrarlo, pese al creciente número de lectores y medios que reproducen nuestros materiales periodísticos.

forum@forumenlinea.com

www.forumenlinea.com

 
 

Alas por la vida, freno al desamparo femenino



Por Patricia Grogg
Mujeres de Alas por la Vida, al término de un encuentro. / Crédito:Jorge Luis Baños/IPS
Mujeres de Alas por la Vida, al término de un encuentro.

Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

LA HABANA, feb (IPS) - Son mujeres hermosas y batalladoras, pero cuando supieron que salvar sus vidas suponía la mutilación de uno de sus más apreciados atributos femeninos creyeron que sería imposible sobrellevar aquel enorme desamparo. Para ninguna ha sido fácil recuperar la autoestima y ser felices nuevamente.

"Fue como un tsunami", narró Rosana Caballero, de 52 años, en tanto a Silvia Plá, de 63, le pareció que quedaba "desnuda en plena calle". Ambas sintieron que todo el peso del mundo les caía encima al saber que aquella "bolita" detectada casi por casualidad en uno de sus senos era maligna y había que operar urgente.

Sin embargo, lo peor viene después de que se confirma el cáncer de mama. Algunas no solo pierden un seno, sino también el cabello, mientras que otras se quedan sin el apoyo de sus parejas.

"Hay muchas pérdidas alrededor de esta enfermedad y estas mujeres necesitan mucho apoyo", comentó a IPS Maritza Rodriguez, especialista a cargo de los temas de salud en la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Esa entidad con estatus de organización no gubernamental, que agrupa al sector femenino mayor de 14 años de este país caribeño, colabora de manera estrecha con el proyecto Alas por la Vida, promovido por el médico cirujano Alexis Cantero, del hospital universitario Manuel Fajardo, de la capital cubana.

"En nuestro equipo médico nos fuimos dando cuenta de que con la cirugía y tratamiento resolvemos un gran problema, pero cuando hablamos con ellas nos dimos cuenta de que hay heridas que no se ven y cuestan más trabajo que cierren. Así surgió la idea de crear este grupo de apoyo conocido como Alas por la vida, explicó Cantero a IPS.

El proyecto, que arrancó en 2003 con 17 personas, incluye hoy a unas 400 entre pacientes, familiares, amigos y profesionales de distintas especialidades y técnicos de salud. Tiene entre sus objetivos respaldar a la mujer en su reincorporación a la sociedad y a su vida personal y afectiva.

Fundamentalmente se trata de desterrar en ellas el estrés, elevar su autoestima y calidad de vida. "En el proyecto aprendemos unas de otras, porque intercambiamos vivencias y experiencias, nos nutrimos de mucha información y adquirimos buenas conductas de vida", explicó Caballeros.

"Yo volví a nacer. Antes vivía una vida muy tensa, llena de estrés", relató Caballero.

Su esposo, Pedro Martínez, la acompaña a todos los encuentros que el grupo realizada cada dos meses y que suelen finalizar con presentaciones de reconocidos artistas, ocasión propicia para una de las mejores terapias, que es el baile. Las citas incluyen conferencias sobre alimentación, violencia familiar, medicina alternativa y sexualidad, entre muchos otros temas.

Martínez está convencido de que en estos casos el primer psicólogo es la pareja de la paciente. "En mi caso influyó mucho la valentía y decisión con que ella enfrentó la operación y sus consecuencias. Además, uno de los mayores méritos de Alas por la Vida ha sido aglutinar a familiares e incluso amistades de las operadas", comentó a IPS.

"En este proceso, la autoestima desaparece, como que nos quedamos desnudas en el medio de la calle. Para mí, la primera etapa fue de mucha tristeza, pensaba que iba a morir. La pérdida de uno de mis senos me trajo mucho conflicto, perdí seguridad, sentía temor de que mi esposo ya no me viera como antes", afirmó Silvia Plá.

Ella es una de las fundadoras de Alas por la Vida, al que agradece la superación de esas dificultades iniciales. "También tuve mucho apoyo de mi esposo, quien estuvo siempre a mi lado. Además, en las reuniones del proyecto se facilita mucho la comunicación directa con los médicos y especialistas", relató.

El cáncer de mama se mantiene como la segunda causa de muerte entre las mujeres cubanas, después del cáncer al pulmón. Los factores que favorecen esta enfermedad incluyen la primera menstruación antes de los 12 años y menopausia después de los 55, elevado consumo de alcohol, grasa y tabaco y sedentarismo.

También se menciona entre los antecedentes de riesgo el primer parto después de los 30 años y la presencia de enfermedades de mama benignas, pero atipias, un proceso en que las células presentan alteraciones que pueden desarrollar un tumor.

Cantero advirtió, sin embargo, que más de 60 por ciento de mujeres con cáncer de mama no tienen ninguno de esos factores de riesgo.

Según los datos estadísticos, la incidencia de cáncer de mama comienza a elevarse a partir de los 35 y 40 años de vida y el grupo de mayor riesgo se ubica entre los 50 y 64 años. Especialistas indican además que aproximadamente 25 por ciento se diagnostica en las etapas III y IV, cuando el cáncer está localmente avanzado o presenta metástasis.

En ese sentido, un programa de detección temprana de esta dolencia se dirige especialmente hacia mujeres sanas combinando la mamografía, el examen clínico y la enseñanza del autoexamen. Estos dos últimos se consideran métodos complementarios que permiten el diagnóstico precoz de la enfermedad.

Según Cantero, el cáncer de seno usualmente suele crecer en silencio, lenta y solapadamente en la mayoría de los casos, "por ello es fundamental la práctica del autoexamen todos los meses, el examen clínico por su médico una vez al año y la realización de la mamografía cuando sea indicada por el especialista".

Estudios de especialistas cubanos alertan que esta neoplasia maligna es una amenaza seria para la salud de la mujer, el bienestar de sus familias, los sistemas de salud y para la sociedad misma. El último cuadro estadístico del Ministerio de Salud disponible, correspondiente a 2009, no especifica el número de fallecimientos por esta causa. (FIN/2011)

Ellos son maduros, ellas son viejas



La BBC repone en antena a una presentadora de 63 años - Otra periodista, diez años menor, gana una querella al ente público británico por discriminación

La reaparición del rostro veterano de Julia Somerville presentando el telediario del primer canal de la BBC los sábados por la noche se ha convertido en una noticia en sí misma en el Reino Unido. Y no porque sea una celebridad o un personaje especialmente adicto a los pasillos del famoseo, sino por la edad de la periodista, 63 años. Su incorporación al boletín encarna la reacción de la radiotelevisión pública ante las acusaciones de discriminación de las que ha sido objeto por parte de las trabajadoras de la casa que "ya no son tan jóvenes".

Nadie cuestiona la continuidad de Bruce Forsyth en la tele a los 83 años

El eufemismo tiene su sentido en esta historia, puesto que su colega Miriam O'Reilly sólo contaba 53 años cuando fue despedida por razones de edad como presentadora del programa de la cadena sobre la vida en el campo (Countryfile). Así lo determinó a mediados de enero el juez que decidió a favor de la periodista en su querella contra la BBC, aunque el fallo descartaba una impronta sexista en la decisión. La percepción del público es, sin embargo, muy diferente. Al igual que resultan muy creíbles las alegaciones de O'Reilly de que sus jefes llegaron a sugerirle que se retocara las arrugas con botox, a nadie se le ocurre que hicieran nunca lo mismo con Bruce Forsyth, perenne maestro de ceremonias de Strictly come Dancing (versión británica de Mira quién baila), pese a a haber celebrado ya su 83 cumpleaños.

El grueso de la prensa se felicita estos días de la permanencia de Forsyth en la nueva edición del popular programa, pero pocos recuerdan la reciente baja como jurado de la ex bailarina y coreógrafa Arlene Phillips, despedida de la BBC porque, a sus 61 años, no respondía a los nuevos cánones de telegenia. Strictly Come Dancing convirtió a Phillips en un personaje popular, quizá el único que realmente sabía de baile, y desde entonces ha utilizado esos réditos para producir un musical en el West End londinense.

Todo el asunto encierra una gran hipocresía: mientras los comentaristas televisivos siguen deshaciéndose en elogios ante la credibilidad que ha conseguido aportar Somerville a la BBC, los sondeos que manejan todos los canales indican que las audiencias se disparan cuando emergen físicos femeninos jóvenes y atractivos. En el caso de los presentadores de sexo masculino la audiencia parece mucho más generosa. Selina Scott, la periodista británica que se hizo famosa entre el público español por su entrevista con el rey Juan Carlos en vísperas de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla, cobró a finales de 2008 una cifra estimada en 300.000 euros para frenar una denuncia contra el Channel Five por discriminación. El canal privado se desdijo en una oferta de trabajo que le forzó a cancelar otros compromisos, alegando que era "demasiado vieja". Dos presentadoras mucho más jóvenes acabaron sustituyendo a Scott en el puesto.

"Me llamo Harriet Harman y soy la número dos del Partido Laborista. ¿No va siendo hora de que una mujer presente su programa?" La misiva de la destacada dirigente de la oposición, transmitida por una red social de internet, estaba dirigida a David Dimbledy, uno de los periodistas más prestigiosos del panorama audiovisual británico y maestro de ceremonias, durante más de tres lustros, del programa Question Time, una bandera de la calidad de la BBC. Nadie se atreve a cuestionar que la profesionalidad y rigor de Dimbleby se imponga en toda regla ante su condición de septuagenario. Pero el periodista ha decidido abandonar la emisión, sencillamente porque los recortes en el ente público han forzado el traslado del rodaje a Glasgow, donde no desea instalarse.

La misma BBC que hoy considera un revés la marcha de Dimbleby decidió prescindir, en 2007, de la afrocaribeña Moira Stewart como presentadora de uno de sus principales informativos televisados. Los 58 años de madurez y experiencia que entonces aparecían como una barrera insoslayable en la pequeña pantalla, se trocaron en jugosos contratos publicitarios para Stewart. Quizá de forma tardía, el ente público ha tomado nota propiciando el regreso de la periodista... aunque sólo sea en las ondas de la radio.

México, entregado por su propia clase política a la intervención de EU

México en Wikileaks

Pedro Miguel
Foto
Agente de la Policía Federal en tareas de vigilancia en un retén en la ciudad de MonterreyFoto Reuters

Nadie resiste el llamado: gobernantes y opositores, funcionarios y empresarios, jefes de policía y cabezas de ONG, periodistas y encuestadores, todos por igual, acuden ante diplomáticos de Estados Unidos para contarles lo que deseen saber sobre los asuntos de México. La embajada y los consulados de Washington son confesionario, diván, ventanilla de gestiones y paño de lágrimas, para la clase política y para los notables. En no pocas ocasiones, políticos y altos funcionarios comunican a los diplomáticos estadunidenses cosas que no se atreverían a sostener en público; les adelantan, además, intenciones legislativas, les consultan esbozos de programas oficiales o les exponen situaciones de las que la sociedad mexicana no tiene conocimiento. Los representantes de Estados Unidos acreditados en México son, en conjunto, el más importante interlocutor en la vida institucional de este país. Posiblemente no sea una revelación, pero resulta, en todo caso, una confirmación de lo que siempre se ha sospechado y dicho, y que ahora se documenta en un paquete de dos mil 995 cables informativos, redactados por diplomáticos estadunidenses de diverso rango. y que fueron enviados al Departamento de Estado desde México o desde terceros países.

Este material informativo fue proporcionado a La Jornada por Sunshine Press Productions, que preside Julian Assange, portavoz y fundador de Wikileaks, y abarca cables fechados desde 1989 hasta 2010. 24 de ellos están clasificados como secretos; 461 se consideran confidenciales; 870 son clasificados y mil 588 han sido desclasificados. Es razonable suponer que se trata de un segmento de algo más amplio; así lo deja ver la disparidad numérica por años de emisión (un solo cable de 1989, 38 de 2005 y mil 206 de 2009, por ejemplo) y las referencias a documentos que no están en el conjunto. El material recibido consiste, en su gran mayoría, de reportes sobre pláticas con personalidades políticas, administrativas, mediáticas, policiales y militares, informes de reuniones, análisis regionales o temáticos de distinto calado y extensión, apuntes sobre pequeñas gestiones o bien simples reseñas insípidas de los medios nacionales. Lo que los documentos revelan, en forma aislada o leídos en conjunto, es lo siguiente:

Clase política de informantes

Existe una casi absoluta disposición de políticos, legisladores y funcionarios mexicanos para informar extensamente a los diplomáticos del gobierno estadunidense, así como una generalizada obsecuencia para con sus interlocutores de esa nacionalidad; resulta un tanto sorprendente que ninguno de los cables consigne, por parte de los informantes mexicanos, una sola crítica hacia Estados Unidos, prácticamente ningún reclamo y ni una sola expresión de hostilidad. En varios casos, los connacionales citados comparten con sus interlocutores extranjeros la preocupación por eventuales reacciones adversas de la opinión pública local hacia el gobierno del país vecino, y se esfuerzan por presentarse como socios confiables. En ocasiones, y con tono de disculpa, advierten de antemano a sus entrevistadores que tendrán que formular, en público, alguna divergencia con respecto a Washington, a fin de no parecer demasiado proestadunidenses ante la sociedad.

En no pocos de los cables se consigna la sorpresa de los autores por la inesperada expresividad y el espíritu de colaboración de sus entrevistados, quienes por lo general responden a cuanta pregunta se les haga, pero no formulan ninguna. La masa de documentos proporcionados a este diario por Sunshine Press Productions no incluye comunicaciones relativas al espionaje propiamente dicho, pero queda claro que la locuacidad de políticos, funcionarios y comunicadores mexicanos casi podría ahorrarles el trabajo a los espías procedentes de la otra orilla del río Bravo.

De la lectura del material se desprende que en México, por lo que toca a la clase política, el tan citado sentimiento antiestadunidense es un mito urbano. Hace medio siglo, las izquierdas, el centro y hasta las derechas convergían en una animadversión variopinta hacia Estados Unidos que se originaba, respectivamente, en el antimperialismo, en el nacionalismo revolucionario y en el rechazo católico y castizo al protestantismo anglosajón. Bajo esas expresiones ideológicas subyacía una constante incuestionable de la realidad: a lo largo de la historia de México como nación independiente, las más graves y abundantes amenazas a su seguridad, integridad y soberanía han provenido del vecino del norte.

A lo que puede verse, la era del Tratado de Libre Comercio ha producido en México una casta dominante que, o bien se quedó sin memoria histórica, o bien perdió el sentido de pertenencia a su propio país. Los entrevistados hablan mal unos de otros; los funcionarios estatales y municipales acuden directamente a los representantes de Washington para pedir ayuda ante la inseguridad y el acoso de la delincuencia, y se brincan olímpicamente a la Federación; los empleados federales se quejan de los estatales y municipales; en el curso de los contactos, cada cual vela por sus propios intereses –nadie invoca la defensa o la promoción del interés nacional– y la vista de conjunto podría describirse con la expresión cada quien para su santo.

El proconsulado, al desnudo

En contraste, los representantes diplomáticos estadunidenses operan, casi invariablemente, con un sentido de Estado y con una cohesión que sólo se rompe en lo estilístico. Una expresión recurrente: en beneficio de nuestros intereses. Más allá de eso, el material informativo pone de manifiesto la insaciable curiosidad de los personeros de Washington, su avidez –casi podría decirse: su morbo– por conocer a detalle los asuntos mexicanos, y su obsesión por armar visiones de conjunto de los temas de nuestro país. Paradójicamente, el rigor empeñado en la recopilación de información no necesariamente se traduce en agudeza de entendimiento: con frecuencia, los diplomáticos dejan de ver el bosque por observar los árboles. Dan por sentado que los fenómenos delictivos se corregirán mediante acciones meramente policiales y militares; se empeñan en hurgar en el desempeño en materia de derechos humanos de miles de policías, militares y funcionarios, aunque olvidan averiguar sus antecedentes penales; en primera intención, suelen observar a sus interlocutores con distancia y escepticismo, pero acaban por creer lo que éstos les platican y, con una inocencia casi conmovedora, informan a Washington que los problemas están en vías de solución gracias al programa fulano, que hay voluntad política para enfrentar los obstáculos y terminan, de esa forma, por convertirse en creyentes casi únicos de un credo dudoso: el discurso oficial.

Otra inconsecuencia notable es el prurito de los diplomáticos del norte por mostrarse neutrales en materia de política partidista mientras que, al mismo tiempo, exhiben una insistencia monolítica en promover, en lo económico, las reformas que preconiza la doctrina neoliberal. De los documentos se infiere que sus redactores realmente creen que el Consenso de Washington es consenso, y no alcanzan a ver que las tomas de posición en favor o en contra del neoliberalismo se traducen en programas partidistas; en consecuencia, ellos, los diplomáticos, se convierten en instrumentos de una flagrante intervención de su gobierno en asuntos políticos de México.

A la embajada de Estados Unidos en México, es decir, a la representación del Departamento de Estado, no parece importarle que el poder público se tiña de azul, de tricolor o de amarillo, siempre y cuando la autoridad resultante se conduzca con apego a las tendencias privatizadoras, desreguladoras y depredadoras vigentes en forma declarada desde 1988. En ese punto, la injerencia es descarnada y abierta, y los funcionarios estadunidenses actúan como procónsules y, en no pocas situaciones, como gestores de los intereses empresariales de su país en un territorio intervenido desde hace lustros, no mediante el despliegue de fuerzas militares, sino por medio de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

En los días que corren, la intervención extranjera resulta particularmente inocultable en materia de seguridad y de combate a la delincuencia y al tráfico de drogas. En este terreno, los estadunidenses no se cuidan de guardar las formas y se revelan, una y otra vez, como los verdaderos conductores de la guerra contra la criminalidad organizada. Esa guerra es el más reciente conducto para la injerencia y el creciente control de Estados Unidos sobre México. Muy anterior a ella es el sometimiento voluntario a Washington por parte de políticos representantes populares, funcionarios, mandos policiales y castrenses, así como de algunos comentaristas y directivos de medios. Eso se ha dicho muchas veces y en muchos tonos, y se ha evidenciado, una vez más, en las declaraciones formuladas el lunes por el subsecretario de la Defensa del país vecino, Joseph Westphal, y complementadas el martes por la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, sobre perspectivas de ocupación militar masiva. Los casi tres mil cables diplomáticos que Sunshine Press Productions facilitó a La Jornada permiten corroborar que la intervención política y económica se adelantó, por mucho, a tales escenarios.

No hay comentarios.: