Pedro Echeverría V.
A mis amigos Rubén Núñez, Juan José Ortega y Fco. Bravo
1. Más que el presidente Peña Nieto, el más violento contra los maestros de Michoacán y del país ha sido el secretario de Educación Emilio Chuayffet; con su discurso demagógico de “no abandonar a los niños”, amenazante de que “hagan lo que hagan los maestros la reforma se impondrá”, “de que no se dará ni un paso atrás” y con el anuncio concreto de un “cese a 500 maestros”, el exsecretario de Gobernación culpable de asesinatos de indígenas de Chiapas, provoca muchas protestas y enojos entre el pueblo y los profesores. ¿Cómo carajos responder a un funcionario déspota y autoritario –rodeado de decenas de “guaruras” y guardaespaldas- que se solaza, le causa placer, joder a los gobernados.
2. Los amigos del gobierno y los insulsos partidarios de la paz de los sepulcros, que les vale un carajo las luchas de los trabajadores cansados de tanta explotación, miseria y agresiones, dicen que “no es la forma de protestar”; ¿cuál es entonces la forma de protestar ante funcionarios que hablan de “diálogo”, “de cauces abiertos” pero como grandes mentirosos nunca se abren, nunca resuelven problemas y sólo hacen monólogos para propia propaganda? Espero que los maestros del país –profundamente ideologizados por los medios de información y atontados por el liderazgo de los dirigentes espurios del SNTE, comiencen a despertar y estas posiciones autoritarias de chafa Chuayffet, los hagan defenderse.
3. Pienso que el próximo Congreso Nacional de la Coordinadora este fin de semana en Oaxaca debe llegar a determinaciones de raíz, es decir, radicales. No puede ser contemplativo ante las terribles amenazas a los maestros del país y las medidas que se han iniciado contra los maestros y la educación nacional. Necesitamos paralizar el país de alguna manera invitando a sindicatos, movimientos sociales y a algunos partidos. Discutamos las estrategias para realizar acciones de verdad contundentes que obliguen al gobierno a dar pasas atrás. Sería correcto tomar en serio los aeropuertos del país, así como el control de Televisa y TV Azteca. Parece que los simples manifestaciones y mítines no sirven ya para nada. Pero hay que discutir.
4. Chuayffet, el asesino de indígenas, no puede ser ¡imagínate! Secretario de Educación y menos realizar reformas o nombrar funcionarios que militan contra los maestros. Si sigue realizando giras es posible que ya no le apedreen sus camionetas sino que se las arrojen al barranco. Lo mejor es que lo manden a su casa a dormir a ver si puede. La educación no puede estar en manos de déspotas ignorantes y de una directiva nacional fascista de padres de familia controlada por el gobierno y los empresarios. Exijamos que se detenda la represión contra los maestros y la reinstalación en su trabajo de todos los maestros que han sido cesados. El Congreso de la CNTE es esencial. (11/II/14)
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