Marcha por la paz y la verdad
MÉXICO, DF., 8 de mayo (apro).-Sin verdad no puede haber paz. Los 40 mil muertos por la violencia de la delincuencia y del Estado y los otros miles que preconiza la "guerra a las drogas" no pueden quedar sólo en la indignación.
El hartazgo de cientos de miles de mexicanos que este domingo participaron en calles y plazas del país en la Marcha por la Paz, la Justicia y la Dignidad habrá de materializarse para encauzar el dolor de millones de deudos y víctimas provocadas por esa violencia que se parece cada vez más a la de una guerra civil.
El Pacto de Juárez propuesto como uno de los caminos para salir de esa violencia habrá de considerar a la verdad como condición necesaria para la paz, la justicia y la dignidad. La verdad, como exigencia para saber lo que ha pasado y para que no prevalezca sólo lo que la delincuencia organizada y las autoridades quieren que se sepa, ya por separado o, peor aún, en contubernio.
Sin ese conocimiento no se puede aspirar a la justicia. De los miles de muertos, secuestrados, torturados y vetados, sólo en unos cuantos casos hay investigación judicial y menos aún los supuestos responsables han sido consignados. Muchos menos todavía los que han sido sentenciados, a menos de que se trate de chivos expiatorios por acuerdo entre los jefes de la delincuencia y las autoridades.
Las averiguaciones previas, cuando las hay, están llenas de mentiras y distorsiones que imposibilitan la justicia y cualquier acto de reparación. Los muertos no pueden quedar en cifras. Se trata de un desgarramiento del país que tendrá que atenderse si es que se quiere evitar no sólo la prolongación de esta violencia –por lo menos 10 años más, como lo han advertido los encargados del aparato represivo gubernamental–, sino la repetición de ese tipo de hechos en el futuro.
La impunidad que históricamente ha definido a este país hará difícil transitar hacia la verdad. Pero hay referentes internacionales. La Marcha por la Paz quedó en el registro de la prensa internacional porque que México se ha convertido en noticia mundial por la violencia sin precedentes que lo desangra.
En Estados Unidos, desde donde se impulsa la "guerra a las drogas" hay quienes ven a lo que pasa en México como un teatro más de las guerras irregulares. Como tal, elaboran todo tipo de escenarios bélicos para "la protección" de su frontera.
Pero también está la visión del Derecho Internacional Humanitario (DIH) que caracteriza a lo que pasa en México como un conflicto armado interno por los efectos que está teniendo en la población civil: ejecuciones arbitrarias, desplazamientos de comunidades, desapariciones forzadas, reclutamiento de menores y otras expresiones de la violencia exacerbada.
La comunidad internacional interviene en conflictos de este tipo debido a que las autoridades nacionales han sido rebasadas. El gobierno federal nunca reconocerá estar en esa situación y por lo tanto se opondrá a cualquier intervención que no sea la estadounidense.
Pero la sociedad podrá buscar las experiencias tanto de la aplicación del DIH como de las soluciones que se han dado a sí mismos distintos países para enfrentar las consecuencias de la confrontación interna violenta.
Una de ellas es la creación de Comisiones de la Verdad. Con todo y sus limitaciones, tienen la ventaja de llegar a una verdad compartida sobre lo ocurrido, pero sobre todo al establecimiento de responsabilidades y la reparación del daño.
En el caso de México, los responsables están tanto del lado de la delincuencia, de las autoridades y de aquellos que se han encargado de legalizar el dinero de las drogas.
La verdad, entonces, como camino a la justicia y como forma de recuperar la dignidad no sólo de las víctimas y sus deudos, sino de la mancillada sociedad mexicana.
Motivos para marchar el 8 de mayo
Mi pancarta para la marcha
MÉXICO, D.F., 8 de mayo.- Supongo que hoy domingo encontraré a muchas caras amigas y conocidas en la marcha convocada por Javier Sicilia. También me toparé con desconocidos e, incluso, con adversarios políticos. ¿Por qué coincidimos? ¿Porque todos anhelamos la paz y a todos nos inquieta nuestra seguridad? ¿Porque nos duelen las muertes de inocentes? ¿Porque deseamos que la justicia sea una realidad en nuestro país?
Hace unos días Mauricio Merino reflexionaba atinadamente sobre el objetivo político de la marcha y señalaba que era imperativo construir una respuesta puntual "sin abandonar el proyecto democrático, sin vulnerar los derechos que hemos ganado paso a paso, y sin renunciar al imperativo de la igualdad y la cohesión social, para salir de la Plaza de la Constitución con más claridad y menos dolor del que hoy cargamos, solidarios, con el poeta Sicilia" (El Universal, 27 de abril). Merino proponía responder una serie de preguntas para definir qué queremos exigir con nuestra participación: ¿qué deben decir las pancartas que llevaremos?, ¿qué leyes queremos cambiar?, ¿qué reformas queremos conseguir?
Traté de seguir su sugerencia y me ha llevado un rato responderme qué es, más allá de manifestar mi dolor, mi repudio y mi indignación por lo que está ocurriendo, lo que quiero demandar. Como todos, anhelo la paz y la justicia, pero ¿cuál es la vía política para alcanzarlas? Como todos, deseo que termine la violencia, la corrupción y la impunidad, pero ¿por dónde empezar? ¡Qué difícil encontrar una demanda que se pudiera proponer colectivamente! Son tantos los terribles problemas que tenemos, y que además están vinculados entre sí: la desigualdad y la corrupción, los poderes fácticos y la impunidad, los ninis y la persistente carencia de oportunidades educativas y laborales de los jóvenes. El panorama es descorazonador.
Pero de cara a esta marcha, ¿cuáles serían algunas propuestas concretas que pudieran ofrecer un rayo de esperanza ante la pavorosa situación que estamos viviendo? Creo que algo que nos une a todos los que –pese a nuestras diferencias– marcharemos hoy es la urgencia de que el gobierno establezca un programa de acción distinto en la lucha contra el narco: que devuelva a los militares a las funciones que les corresponden, que depure los cuerpos policiacos (pero con programas de reinserción social) y que retome los señalamientos de expertos para poner la lupa, la energía y los recursos económicos en donde se deben poner: en la investigación sobre el enriquecimiento inexplicable y el negocio del lavado de dinero. La demanda podría ser sencilla –un cambio de estrategia–, pero implica aceptar algo que el gobierno de Calderón ha rechazado: tomar en cuenta a los especialistas que han estudiado la relación directa entre el crecimiento de la delincuencia organizada y la corrupción en el sector público.
Calderón ha manifestado una sordera impresionante ante voces autorizadas y con una sólida experiencia, como la de Edgardo Buscaglia. Este experto en temas de corrupción, delitos y droga lleva rato señalando que para conducir una guerra contra el narco son prioritarias las estrategias sociales y financieras, antes que las acciones militares. Buscaglia dice algo que todos sabemos: el mayor problema se encuentra en instituciones básicas como la policía y el sector judicial. ¿Cómo deshacer la intrincada red de complicidades, corrupción e impunidad? ¿Qué hacer para evitar que los policías que son despedidos por corruptos vayan a engrosar las filas de la delincuencia? Las cárceles ya no dan más de sí; ¿cómo establecer un programa de reinserción social que funcione? Además, Buscaglia insiste en que los altos índices delincuenciales y la corrupción están vinculados al círculo vicioso de la pobreza y que se requieren reformas legales e inversiones en seguridad social, servicios e infraestructura pública para detener el deterioro social. ¿Qué enfoque integrado de políticas públicas se ha diseñado para impulsar programas de política social que reduzcan las desigualdades? Sin una reestructuración de la seguridad social y fuertes inversiones en capital humano e infraestructura pública no se lograrán abatir el desempleo y la pobreza que impulsan a la delincuencia. Y sin un control hacendario riguroso no se pondrá freno a las especulaciones y negocios de los otros delincuentes, los de cuello blanco, que se aprovechan del desorden gubernamental para seguir engrosando sus bolsillos. ¡Son tantas las líneas de acción que habría que desarrollar para abordar integralmente las variadas dimensiones del nefasto problema!
Demandar un cambio de estrategia va de la mano de exigir que el gobierno federal se siente a una mesa de trabajo con especialistas en reformas anticorrupción (policiacas y judiciales) y en estrategias de investigación financiera y hacendaria. Pero además hay que exigir que se haga público el debate entre el gobierno y expertos como Buscaglia. ¿Qué es lo que ha llevado al gobierno a desestimar las críticas de Buscaglia, uno de los especialistas más sólidos en el tema? ¿Será que por cuestionar abiertamente la guerra emprendida por Calderón su expertise se vuelve descartable?
Por lo pronto, creo que ya sé lo que dirá mi pancarta: "Y además de todo, debate público con Buscaglia".
Utopía: Rectificación o maniobra de Calderón
Tras empecinarse en una confrontación discursiva con los organizadores de la Caminata-Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, que partió el 5 de mayo de Cuernavaca, Morelos, y concluyó ayer con una magna y diversa concentración en el Zócalo capitalino, Felipe Calderón Hinojosa supo enhorabuena recular.
Para el lugar común es de sabios rectificar. En este caso está por verse si el comunicado de la Presidencia constituye un giro en los beligerantes discursos pronunciados en la capital poblana, el día 5, y el difundido en cadena nacional, el miércoles 4, o simplemente estamos ante una de las maniobras políticas del señor que abusa del uso de la banda presidencial y tiene que recordarles a los gobernados que es "el presidente de todos los mexicanos", pero demuestra lo contrario al descalificar a los promotores de "salidas falsas", a los que "de buena o mala fe quisieran ver nuestras tropas retroceder". Y no respalda con hechos su "Patria es antes que partido"
También tuvo frases bellas y ajenas por la pérdida creciente de credibilidad de su palabra ante las innúmeras víctimas de la inseguridad pública, y se apoyó en Ignacio Zaragoza, el nativo de Puerto Isabel, Texas, para jurar el jueves 5: "Yo prometo que en la presente jornada conquistaréis un día de gloria". Además manoseó al oaxaqueño Andrés Henestrosa al citar: "cuando todo parece que se ha perdido, es cuando nacen el héroe, el apóstol, el libertador, el mártir, el profeta, el poeta que con su canto levanta murallas para defender la patria".
El poeta Javier Sicilia, el obispo Raúl Vera, las madres de los niños muertos en la guardería ABC y cualesquiera de los múltiples caminantes sólo bregan por la paz con justicia y dignidad, ajenos a heroicidades, martirologios y demás, cuando lo que urge es eficacia del Estado y su presunto jefe para proporcionar seguridad en la vida y los bienes, pero sin violentar la Constitución.
Le costó trabajo a Calderón entender que la confrontación con los organizadores de la caminata-marcha –entre ellos dirigentes de asociaciones auspiciadas por Los Pinos, que reciben apoyo económico de la Secretaría de Seguridad Pública y además tienen familiares que trabajan en ella--, no era la vía más redituable para su gobierno porque lo distancia de los nuevos liderazgos autónomos que simboliza el colaborador del semanario Proceso, y coloca en situación desventajosa a sus aliados.
Hace bien el abogado, economista y administrador público en asumir, por medio de un boletín de prensa y no de uno de sus discursos, lo que implicaría desmentirse, que la movilización en la que convergieron las más diversas expresiones del movimiento, "revitaliza la acción ciudadana como una vía fundamental para superar inercias e impulsar las decisiones y los cambios que requiere nuestro país en temas fundamentales como la seguridad y la justicia".
En efecto, "trabajando juntos, sociedad y gobierno, nuestro país es más fuerte y más grande frente al enemigo de todos los mexicanos: el crimen organizado" (que no excluye al de cuello blanco y mucho menos a los circuitos financieros en los que lavan sus dineros).
La muy limitada presencia de la sociedad en las estrategias de Calderón Hinojosa –léase de la Casa Blanca-- es su talón de Aquiles, aunque sólo la contempla de manera tangencial.
Para que la sociedad irrumpa en la hora llamada lucha por la seguridad es indispensable que el gobierno se disponga a consensar las políticas y programas a poner en marcha. Y Calderón es el primero que debe entenderlo porque está acostumbrado a imponer las estrategias y a regañar a los que no lo apoyan en su aventura militar de matriz extranjera.
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MarchaPorLaPaz § Video editado del mensaje de Calderón sobrepasa las 80 mil visitas
Beneficia gobierno a empresa ligada a primo de Margarita Zavala
Ana Lilia Pérez
La incorporación de Luis Gómez del Campo Gurza a la Dirección Financiera ha redituado al Grupo Andrade millonarios beneficios. El primo de Margarita Zavala –esposa del presidente Felipe Calderón– provee de parque vehicular a Pemex, Sedesol, Ssa, STPS, SEP, SAT, Fonhapo, Banjército, ASA, SCT, Profepa, CFE. En la Secretaría de la Función Pública, donde se le ha acusado de tráfico de influencias, despacha su hermana Teresa Gómez del Campo. Ante las contralorías internas del SAT y la CNBV, por las actividades que realiza, fueron acusados de omisión sus hermanos Antonio y Pablo Gómez del Campo
A cuatro años de su gobierno, Felipe Calderón aún paga las facturas a los empresarios que lo respaldaron en su campaña política para la Presidencia de la República. Entre ellos, figura el Grupo Andrade, cuyas finanzas administra el primo del presidente Luis Gómez del Campo Gurza, hermano de la líder del Partido Acción Nacional en el Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo.
Los millonarios contratos que desde 2007 Pemex Refinación ha adjudicado a Camiones Andrade, una de las empresas del grupo, ha provocado la inconformidad de diversos proveedores, quienes han promovido quejas y denuncias ante el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, y el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, para que frenen el supuesto tráfico de influencias de Luis Gómez del Campo a favor de esa compañía.
Con Gómez del Campo, los empresarios Francisco Mieres Fernández y su hijo Ángel Mieres Zimmermann, directivos de Grupo Andrade, se convirtieron en los contratistas con las asignaciones más lucrativas de Pemex Refinación.
Sólo entre 2007 y 2010, mediante los contratos 4500236448, 4500298819, y 4500350033, la subsidiaria les compró más de 900 pipas para transportar hidrocarburos, cuyo costo unitario rebasa el millón de pesos; es decir, más de 1 mil millones de pesos. Es la facturación más alta en la historia de esa compañía. También les compró 57 autostanque y 91 tractocamiones mediante las licitaciones 18576178-003-10 y 18576178-004-10.
El desastre en México y las "agendas" del poder
El golpismo para instaurar un Estado cívico-militar
Renuncia, Calderón, o estalla la nación
Luchar por la educación pública es luchar por la identidad cultural
FECSM *
Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, Tiripetío, Michoacán. El analfabetismo es un problema crónico en México que a más de 100 años del inicio de la Revolución no se ha logrado abatir. Las normales rurales surgieron para combatir este flagelo. Desde su fundación, han jugado un papel fundamental en la educación de las comunidades campesinas e indígenas de todo el país. Gran parte de los avances en la educación y la alfabetización se debe al trabajo de estas instituciones.
Las escuelas normales rurales abren sus puertas a hijos de campesinos y obreros que no cuentan con los recursos económicos suficientes para cursar estudios de nivel superior. La educación que reciben en estas aulas los capacita para desenvolverse principalmente en el medio rural. Esta capacitación busca adecuarse a las necesidades de los niños campesinos y sus familias que generalmente habitan en zonas agrestes, apartadas de las ciudades y, la mayoría de las veces, sin servicios básicos.
La aportación de las normales rurales es, hasta el momento, insustituible. No se trata sólo de que muy pocos egresados de las normales urbanas estén dispuestos a trabajar en comunidades pobres, lejos de las comodidades citadinas. Se trata del enfoque de educación integral que buscan desarrollar los normalistas rurales en las comunidades campesinas. La formación del normalista rural le permite establecer con sus alumnos y sus comunidades un proceso educativo que incluye el aspecto académico, pero también el cultural, el deportivo y el productivo. Michoacán es un ejemplo del papel que el normalismo rural desempeña en toda la nación.
La Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, ubicada en la comunidad de Tiripetío, se mantiene firme en el modelo educativo heredado de la Revolución Mexicana. Ello, a pesar de la insuficiencia del presupuesto destinado y la imposición del esquema de "financiamiento compartido", que obliga a las familias a pagar los servicios de un derecho que debe ser gratuito.
Navarrete Prida: Notario y vendedor de Lotería Nacional
Jesús Alfonso Navarrete Prida fue uno de los "operadores" del desgobernador Arturo Montiel Rojas, quien quiso agandallarse la candidatura presidencial hasta que le cortaron las alas por la corrupción política y económica (ahora quiere "lavarse las manos" con un libraco de sus memorias que le escribieron); ahora lo es del que ya se siente presidente en funciones: Peña Nieto. Formado a la sombra de Jorge Carpizo, aprendió de Montiel el oficio de "operador" (así les llaman a los que la hacen de "plomeros" de aguas sucias) y es ahora mismo, diputado federal del establo de diputados peñanietistas (que son 100), dispuestos a dizque hundir la Reforma Política aprobada en el Senado, si en la revisión que llevará a cabo la Cámara de Diputados, no incluyen la "cláusula de gobernabilidad" de Peña Nieto.
Esa cláusula establecería, en un agandalle más de Peña Nieto, lo de que el partido que obtenga más votos en la renovación estatal mexiquense, se le sumen los diputados necesarios hasta obtener la mayoría absoluta. Quiere que el Congreso del Estado de México sea un órgano colegiado con una mayoría que servilmente apruebe al gobernador en turno (supone que será Eruviel Ávila, al que tuvo que escoger como candidato de su PRI en coalición con el PVEM y el Panal, quien no apoyará a Peña Nieto para la disputa de la candidatura presidencial, y que es otra "cáscara de plátano" de las muchas más que tiene en su camino el candidato de Televisa).
Emilio González: el góber piadoso
Edgar González Ruiz *
Emilio González Márquez, el polémico "gobernador piadoso" de Jalisco, se considera uno de los prospectos panistas para las elecciones presidenciales de 2012.
Con el pretexto de difundir los Juegos Panamericanos que se llevarán a cabo en Jalisco en 2011, el mandatario estuvo haciendo giras de promoción personal en otras entidades; en Chihuahua, en diciembre de 2010, declaró que él "no se descarta" para la contienda por la Presidencia.
El 6 de abril, en una reunión realizada "a puerta cerrada" con unos 300 miembros del blanquiazul en Querétaro, el mandatario jalisciense afirmó que "en el momento que la ley lo permita, así como también el PAN [Partido Acción Nacional] emita la convocatoria, me apuntaré para ser candidato a la Presidencia".
Su actitud evoca la que adoptó Vicente Fox, años antes de las elecciones de 2000; todavía era gobernador de Guanajuato, cuando comenzó sus actividades proselitistas con miras a los comicios presidenciales.
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