Pedro Echeverría V.
1. Engels escribió en alguna ocasión que los socialistas deben acompañar todas las luchas que busquen beneficiar a los trabajadores; sin embargo sucede que muchos terminan una etapa porque se acomodan, se cansan o se quedan; por el contrario, los socialistas siguen hasta que el largo viaje llegue al final. ¿Qué hacen las derechas? Si la revolución es radical se van del país con su dinero, y si saben que la "revolución" o los cambios anunciados son de mentiritas, se disfrazan de "progresistas", ayudan con sus inversiones y obligan al gobierno a derechizarse. Cuando la burguesía abandona el país (como en Cuba) asesora al imperio para producir una contrarrevolución violenta; cuando no abandona el país va penetrando poco a poco al gobierno hasta domesticarlo. Por eso la izquierda radical, sin ocupar cargos, debe vigilar, criticar y movilizar para dar continuidad al proceso; de lo contrario la derechización se hace irreversible.
2. El capitalismo del siglo XX, a pesar que desde el inicio de la segunda mitad creímos que había iniciado su derrumbe, fue poderoso pues junto con el Vaticano, logró destruir y desmantelar las revoluciones y movimientos avanzados que llegaron a denominarse "socialistas". Creímos que con la revolución rusa en 1917 –que aprovecha la Primera Guerra- se había iniciado el ciclo de revoluciones socialistas; que la Segunda Guerra había producido otros 10 países socialistas y que con la Revolución china (1949) y la revolución cubana (1959) ya no se pararía el proceso. No solo se derrumbó el llamado socialismo ruso y chino, sino que todo parece haberse venido abajo; incluso los llamados partidos comunistas del mundo se desplomaron y la mayoría desapareció. Desde los noventa el imperio yanqui, junto con los países del llamado G8, determinan sobre el rumbo de la política mundial mientras el 90 por ciento de la población mundial apenas busca defenderse.
3. Pero junto al inicio del siglo XXI nacieron gobiernos socialdemócratas que aplican programas neoliberales (Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay) y otros gobiernos que han proclamado la construcción del socialismo a partir de medidas gubernamentales con el apoyo de la población pobre (Venezuela, Bolivia, Ecuador, incluso Nicaragua) La realidad es que estos últimos –con una enorme voluntad y llenos de contradicciones- buscan instrumentar medidas "socializantes" que suelen quedarse en buenos deseos porque los empresarios y la derecha las frenan. Venezuela y Bolivia, los más avanzados, han logrado sacar algunas leyes, avanzar aunque fuera un cinco por ciento su camino, pero el gran poder capitalista es un bloque al parecer imposible de romper con políticas legales y pacíficas. Así que el socialismo, como sistema sin explotados y explotadores, sin desigualdades económicas y sociales, sigue estando a unos 50 años de lejanía.
4. ¿Qué deben hacer los izquierdistas de cada uno de esos países? Pues sumarse y ayudar a la construcción de medidas gubernamentales que beneficien a la población, pero también al mismo tiempo estar movilizando a las masas para exigir que se pongan en práctica. Los izquierdistas luchan desde abajo para nunca dejar de presionar a los de arriba para exigir que cumplan; pero cuando los socialistas entran a formar parte del poder la revolución inicia su declive. Así ha sido siempre: aquellos socialistas que eran calumniados y perseguidos, se convierten en el poder en los acusadores y perseguidores; entonces hay que reiniciar el proceso. Ejemplos hay miles y no debemos permitir que se repitan. La mejor ayuda que se pueda dar a la construcción del socialismo no es siéndole incondicional; al contrario, es siendo un analista crítico desde la posición de izquierda. La incondicionalidad en vez de ayudar asesina el proceso.
5. Frente al capitalismo nuestros análisis y críticas tienen que ser destructivos y confrontadores porque no creemos que deba o pueda reformarse; ayudar al capitalismo a renovarse significa hacerlo más eficiente en la explotación, fortalecerlo para ser mejor represor. Sin embargo en los países progresistas como Venezuela, Bolivia y Cuba nuestras propuestas deben ayudar a hacer avanzar el proceso que camina a favorecer a la mayoría de la población, pero cuando este proceso comienza a desviarse es nuestra obligación señalarlo, incluso luchar contra él. Esa es la actitud que hay que mantener en México contra los gobiernos capitalistas, pero también ante gobiernos socialdemócratas o de izquierda. ¿Cómo un izquierdista o socialista puede acomodarse, rendirse ante el poder y perderse en el oportunismo, tal como a pasado mil un veces en la historia? Esa es la diferencia entre un socialdemócrata y un izquierdista o socialista real.
6. Los gobiernos socialdemócratas como los de Lula, Mujica y algunos más, buscan mejorar las cosas, hacer más llevadera la vida de los pobres dentro del sistema de explotación capitalista. Si el imperialismo no les da un zarpazo de golpe de Estado y el mundo no salta antes en pedazos por la contaminación, las reformas socialdemócratas pueden durar otros cincuenta o más años y obviamente millones de pobres y miserables seguirán muriendo por hambre y enfermedades curables. ¿Cuál debe ser la actitud de los izquierdistas ante las componendas políticas que le llaman "alternancia", "arreglos en los oscurito", desvíos presupuestales, subsidios a grandes empresarios, terrible multiplicación del desempleo, entrega de riquezas a transnacionales? ¿Deberán ser cómplices de lo que ven frente a sus ojos u organizarse para luchar contra el gobierno aunque se diga "progresista"?
7. En México quizá López Obrador tenga su última oportunidad; sería el único en el país que dentro de la vía electoral podría hacer una campaña de centro/izquierda y luego un gobierno de carácter progresista. ¿Es igual que todos? Obviamente no, aunque siga esperanzado sólo en los procesos electorales. Creo hoy que la izquierda debería acompañarlo exigiéndole mayor definición con la lucha social de los trabajadores y buscando alejarlo cada vez más de los grandes empresarios. La izquierda puede apoyar y denunciar, así como empujar desde abajo sin buscar cargo político alguno. El único objetivo es abrir más espacios para continuar con las luchas hacia el socialismo y la autogestión. Los grandes empresarios y el imperio yanqui presionarán y amenazarán de diversas maneras a cualquier gobierno; es allí donde la verdadera izquierda no puede transigir y tiene la obligación de enfrentarse a cualquier rémora o enemigo.
FOTO: Octavio Góm
Jorge Carrasco Araizaga
MÉXICO, D.F., 1 de octubre (apro).- Colocado en el centro de las críticas al Estado mexicano por violar los derechos humanos, lo mismo en la guerra sucia que en la "guerra al narcotráfico", el Ejército mexicano no respeta la dignidad ni de los suyos.
La próxima semana, un Consejo de Guerra habrá de decidir la suerte del general de brigada Ricardo Martínez Perea, quien desde 2001 cumple una pena de 15 años de prisión acusado de supuesta protección al cártel del Golfo.
Como suele ocurrir en los consejos de guerra, que se integran al arbitrio de la cúpula militar, los jueces castrenses que habrán de resolver la demanda de reconocimiento de inocencia presentada por el general Martínez Perea, tendrán dificultades para actuar con independencia y hacer justicia.
Los jueces designados por el Supremo Tribunal Militar para resolver la demanda sólo tienen dos opciones: rechazar o validar la acusación contra del último general de brigada táctico del Ejército; es decir, no Diplomado de Estado Mayor (DEM).
En términos prácticos, los jueces tendrán que decidir si echan abajo la acusación que enderezó uno de sus exjefes, el generado retirado Rafael Macedo de la Concha, quien al momento de la detención de Martínez Perea era el procurador General de la República, cargo del orden civil al que lo llevó el expresidente Vicente Fox desde la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM).
El cargo contra el general de brigada resultó del operativo en el que fue capturado Gilberto García Mena, El June, detenido a principios de 2001 en Tamaulipas, acusado de ser lugarteniente del entonces capo del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, aprehendido dos años después y extraditado a Estados Unidos en 2007.
La acusación sorprendió porque Martínez Perea había sido reconocido por la propia Secretaría de la Defensa Nacional, precisamente por su historial de incautación y detenciones de narcotraficantes. Tal vez cometió "un error": incautar droga de quien no debía.
Macedo de la Concha lo puede saber, en tanto que él inició el proceso judicial. Fuera del servicio público en lo que va de este sexenio, ahora se le menciona como eventual secretario de Seguridad Pública o procurador de Justicia de Veracruz en el gobierno del priista Javier Duarte, quien aún debe asegurar la gubernatura en los tribunales electorales.
La presencia del exprocurador no es la única peculiaridad del proceso. Como ya es costumbre en el Ministerio Público civil y militar en los casos de delincuencia organizada, los cargos contra Martínez Perea son de oídas. A partir de ahí, las irregularidades no han dejado de acumularse.
Durante todo el proceso, que derivó en una condena de 15 años, los testigos de oídas nunca se presentaron a declarar. Como consecuencia, el general de brigada no sabe ni quiénes son sus acusadores.
Peor aún, los propios testigos ofrecidos por la PGJM –los dos policías judiciales militares responsables del informe incriminatorio contra el general de brigada– admitieron públicamente durante un Consejo de Guerra que no habían investigado para elaborar el reporte.
Una más. Los detenidos en Guardados de Abajo, Tamaulipas, donde el Ejército detuvo al June, nunca identificaron al general como supuesto protector. Todo eso lo hizo saber el general Martínez Perea el pasado miércoles al Consejo de Guerra que lo escuchó antes de emitir su fallo, programado para el próximo 8 de octubre.
En su argumentación, el general procesado lanzó también una advertencia: en la actual "guerra a las drogas" lo mismo le puede pasar a cualquiera de los generales, jefes, oficiales o tropa al ser acusados, sin pruebas, de servir al narcotráfico.
Fuera de los militares verdaderamente implicados con la delincuencia organizada, basta con que un elemento caiga de la gracia del superior, se entere de lo que no debía o en sus servicios afecte a quienes gozan de la protección. Los casos dentro del Ejército no son pocos.
Campesinos, fuera de los subsidios de la Sagarpa
Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el gobierno mexicano ha entregado como subsidios casi 200 mil millones de pesos a la agroindustria nacional y extranjera. El gasto del erario deja fuera del mercado nacional a los pequeños productores. Los recursos públicos se quedan en manos de los "adinerados", dicen expertos. Entre los más beneficiados, se encuentran ejecutivos de la correduría Latin Merchant, los productores de Atún Dolores, los algodoneros de Manuel Murua y el ingenio azucarero Agrícola Ohuira
La apertura comercial de México con Estados Unidos y Canadá deja en manos de los agroindustriales casi 200 mil millones de pesos, distribuidos a través de los programas operados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
En los 15 años que lleva vigente el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), las listas de los esquemas de apoyo son encabezadas por ejecutivos de la correduría estadunidense Latin Merchant, los productores de Atún Dolores, los algodoneros de Manuel Murua, el ingenio azucarero Agrícola Ohuira, entre otros, muestran documentos oficiales. Los programas son Diesel Agropecuario, Diesel Marino, Ingreso Objetivo, Gasolina Ribereña y el Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo).
Del libro Subsidios para la desigualdad. Las políticas públicas del maíz en México a partir del libre comercio –coordinado por los investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz, Jonathan Fox y Libby Haight–, se desprende que las problemáticas que enfrentan 23 millones de habitantes del medio rural en situación de pobreza son consecuencia de la falta de promoción de empleo en el sector y la "disparidad" en la distribución de recursos.
Mientras el gobierno federal presume un incremento en el gasto presupuestal para este sector, los académicos aseguran que los recursos públicos se han quedado principalmente en manos de los "adinerados".
Los padrones de beneficiarios de la Sagarpa –encabezada por el agroempresario Francisco Javier Mayorga Castañeda– y la plataforma electrónica Subsidios al campo en México indican que la Secretaría dispersó subsidios por 193 mil 755 millones 826 mil pesos, de 1994 a 2009.
El Procampo no es para pobres
Con un ejercicio de más de 150 mil millones de pesos en más de una década, el Procampo se ha convertido en el esquema de apoyo más importante en el sector agropecuario, pues su lista de beneficiarios rebasa los 5.4 millones de personas.
De este esquema, el principal favorecido es Julius Friessen Wiebe, quien ha obtenido 12 millones 107 mil 191 pesos en 15 años.
Información de la Asociación Agrícola Local de Fresnillo indica que Friessen Wiebe es integrante de la Correduría Latin Merchant. Con oficinas centrales en Chicago, este despacho tiene como tarea en México asesorar a sus clientes en la operación de "mercados de futuros y opciones". De su cartera se destaca la presencia de las compañías Bachoco, SuKarne y Maseca.
Los padrones de la Sagarpa y la plataforma electrónica Subsidios al campo en México indican que los siguientes más privilegiados son Agropecuaria Santa Genoveva, con la entrega de 5 millones 151 mil 581 pesos; Agrícola Ohuira, 3 millones 629 mil 531; Exportalizas Mexicanas, 2 millones 153 mil 484 pesos; Agropecuaria Valle Bonito, 2 millones 114 mil 37 pesos.
Jonathan Fox y Libby Haight, investigadores de la Universidad de California, indican en su libro que "el Procampo, que fue diseñado para compensar pérdidas provocadas por el libre comercio y que ha sido ampliado hasta 2012, es (y por lejos) el programa agrícola que llega a una mayor cantidad de productores de bajos ingresos.
"Por ende, el programa agrícola más orientado hacia productores de maíz, y el más inclusivo, no sólo excluye a la mayoría de su población objetivo, sino que está sesgado para favorecer a los productores más adinerados", dice.
Ingreso Objetivo
Criticado por los organismos financieros internacionales por su inoperancia, el programa de Ingreso Objetivo es el segundo en importancia en cuanto a la distribución de recursos. De 1994 a 2009, los subsidios ascienden a 21 mil 503 millones de pesos.
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Emergencia humanitaria en Copala
Luego de casi 10 meses bajo sitio, cayó San Juan Copala. Los paramilitares estrecharon el cerco el 7 de septiembre pasado y en los días subsiguientes ocuparon el centro político y ceremonial de la cultura triqui. Nada, nadie, les impidió tumbar puertas, derribar muros, incendiar hogares, saquear casas. El terror se apoderó de las últimas 30 familias que resistían y huyeron arañando cerros, arrastrando pies, cargando ancianos, apurando niños, cayendo en barrancos. Muchos salieron con impactos de bala. No han sido atendidos por médico alguno. Bajo fuego 303 días, desplazados ahora, invisibles siempre, los triquis que demandan autonomía señalan al MULT y a la Ubisort. Acusan a Amado Ortiz y a Antonio Cruz de estar al frente del asalto
Yosoyuxi, Copala. Descalza, Altagracia Fernández de Jesús se esconde entre las piernas de su padre. A sus cuatro años, habla apenas. Su madre, Francisca de Jesús, fue baleada por la espalda el pasado 7 de septiembre cuando intentaba salir de San Juan Copala. Se encuentra en un hospital de Oaxaca. Su hermano, Elías, fue asesinado a los nueve años de edad el 29 de noviembre de 2009 en un salón de clases, cuando los paramilitares tirotearon la escuela. Su hermana, Maribel, no pudo salir del internado de Copala y se quedó en el centro del pueblo. Su padre, Benito Fernández, carpintero de 53 años, con heridas en un pie, es el rostro de la desolación.
Casi un cuarto de su vida ha tenido que permanecer escondida en su casa, entre estruendos y sobresaltos. La madrugada lluviosa del 19 de septiembre su padre la tomó en sus brazos; por momentos, debió dejarla caminar entre el breñal mientras él se echaba a cuestas a Jacinta González Guzmán, de 80 años de edad. El hombre algunas veces rodó por el monte con la anciana; otras, con la niña.
En ese grupo que huía de "la lluvia de balas" también caminaban Gabino Hernández, campesino de 53 años; Margarita López Martínez, de 45; Cornelio López Martínez, de 51, y Susana López Martínez, de 18. La cuadrilla tuvo suerte: no fue encontrada por los grupos armados.
Consigo no trajeron comida, pues ya no tenían. Y en la huida sólo trajeron la ropa que hasta ahora llevan puesta. Atrás dejaron sus casas, huipiles, algunos animales de corral, documentos personales, fotografías familiares, altares, petates, utensilios de cocina, enseres domésticos, ropa…
Pero por lo que lloran es intangible. Han sido expulsados del Chuman'a, como ellos llaman a San Juan Copala, el centro ceremonial de los triquis. Se preocupan por sus santos, que quedaron prisioneros en la iglesia, sin las flores y veladoras que son su alimento. Y se les quiebra la voz cuando hacen la cuenta de los años que vivieron ahí: 12, 20, 40, 80, según las edades. Las mujeres que no nacieron en San Juan, pero que se casaron en ese pueblo, podrán dudar de la edad que tienen y el año que nacieron; pero no, del año en que llegaron ni el tiempo que vivieron ahí.
—Hay esperanza de regresar a San Juan Copala –dice Cornelio López. Había hablado con fuerza y seguridad. Pero ahora que se ha referido al Chuman'a, donde cultivaba la tierra desde hace casi 40 años, su voz se quiebra.
—Primeramente dios –agrega con dificultad–. Uno no sabe; dios sabe…
Desde cada casa "prestada", los desplazados cuentan sus historias, muestran sus heridas. La mayoría de las veces hablan a través de intérprete. La tristeza y la indignación pasan del triqui al español. Explican cómo cada grupo, cada familia, cada individuo lograron evadir a los paramilitares. Todos coinciden en que los disparos que los mantuvieron en sus casas por casi 10 meses arreciaron el 13 de septiembre, cuando los grupos armados tomaron la presidencia municipal.
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Las pobrezas generan desastre nacional
Desde el salinato se prolonga y profundiza el capitalismo salvaje como neoliberalismo económico (el salto de Adam Smith a Milton Friedman) para cargar las baterías del encadenamiento de los capitalismos y abrirle camino franco al libre mercado con su punta de lanza del libre comercio, para desmantelar los resabios del estado de bienestar (conquistas obreras, máximo empleo y mayor escolaridad con coberturas de salud) y apurar el final de las políticas de la agenda keynesiana. A pesar de la constante de sus siglas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no ha sido un partido con programas de larga duración (en términos de la obra magna de Fernand Braudel, sumarísimamente sintetizada en su ensayo La dinámica del capitalismo, en un breviario del Fondo de Cultura Económica). De Alemán a Zedillo, cada uno de sus representantes impuestos en la Presidencia de la República usó al partido para imprimirle su particular concepción de lo político, de lo económico, social y cultural.
Pero con Salinas se inició lo de empobrecer a la nación, ya que al neoliberalismo económico le sobraban mexicanos. En 1992, éste le reportó a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe que en nuestro país había 18 millones en extrema pobreza, en la miseria, en la hambruna. Y 23 millones en los demás grados de pobreza. Con el zedillismo, aumentaron las dos clasificaciones. En estos 10 años, de Fox a Calderón, tenemos 50 millones en las diferentes modalidades de la pobreza, y no menos de 30 millones sobreviviendo en la miseria. Estas cifras, atrapadas en el total desempleo de todos ellos, más los casi 3 millones que Calderón, Ebrard y Villalobos arrojaron a la calle cuando irresponsablemente decretaron la paralización de la economía nacional, ahuyentando el turismo nativo y, sobre todo, el extranjero.
Si incluimos a De la Madrid, tres priistas y dos panistas tienen a la nación en el desastre con las pobrezas que han creado sus políticas neoliberales, fundamentalmente empobrecedoras, antiobreras y antiempleo, para golpear al de por sí agonizante y desacreditado sindicalismo; entregarle la enseñanza primaria y secundaria, para su total ineficacia escolar, pero carne de cañón de sus profesores, reprobados una y otra vez por su falta de conocimientos y pedagogía, a la Madrina a la Mario Puzo; para el incumplimiento del artículo 123 constitucional y su ley reglamentaria; para la total impunidad de los funcionarios, con aprobación de la Suprema Corte, para que impere la injusticia en todos los niveles; para la inutilidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y demás servicios de salud; para la inseguridad total en el contexto del terrorismo de las delincuencias con sus purgas internas y enfrentamiento con soldados y policías, en cuya lucha "pagan justos y pecadores". Mientras, el miedo se apodera de la nación. Y para colmo: sobrevivir en las pobrezas, que van desde la hambruna al mínimo consumo.
En la capital del país donde nació lo de "primero los pobres", el secretario de Desarrollo Social del gobierno de la ciudad de México precisó que el 54 por ciento de los capitalinos "sufre pobreza", desde moderada a extrema (Reforma, 26 de julio de 2010). El Instituto Nacional de Estadística y Geografía confirma que de la población económicamente activa del país, más de 2 millones están sin empleo. Esto sin tomar en cuenta el desempleo-pobreza que arrastra el país desde el priismo (El Financiero, 27 de julio de 2010). El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado asegura que las políticas calderonistas generan "magros resultados en el combate a la pobreza". Con su ingreso, los mexicanos que trabajan "no pueden comprar una canasta alimentaria", determinó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Mientras, Calderón anuncia el repunte del empleo con puras mentiras arregladas por el IMSS. La desesperación social de millones de mexicanos, con niños desnutridos, jóvenes sin acceso a estudios superiores y sin posibilidad de empleo, va en aumento, tensando el "aquí no pasa nada".
En 14 municipios, mueren de hambre más de la mitad de sus habitantes (Miguel Badillo, coordinador, Morir en la miseria, editorial Océano); pero esa hambruna se extiende a más de la mitad de los casi 2 mil 500 municipios del país. Miseria, enfermedades, falta de empleo y bajo consumo atenazan a los mexicanos en pobreza, con sus diferentes grados y manifestaciones.
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Biografía novelada del estadista republicano
La vida y obra de Juárez sigue siendo filón para toda clase de reflexiones, pues el jurista y estratega plantó al árbol mexicano del republicanismo en la tierra fértil del naciente Estado estructurado como orden de derecho positivo en la Constitución de 1857. Y cuyos fines, los asuntos públicos, aparecen como conquista política del republicanismo romano en la moderna concepción del derecho para normar la conducta, que Cicerón (Tratado de la Republica), Maquiavelo (Discursos sobre la primera década de Tito Livio) y el liberalismo político enriquecieron y afianzaron (varios autores, Nuevas ideas republicanas, y de Philip Pettit, Republicanismo, una teoría sobre la libertad y el gobierno, ambos de editorial Paidós).
La información republicana europea y estadunidense educa a Juárez y completa sus lecturas con Virgilio, Tácito, Guillermo von Humboldt, Prescott, Chateaubriand, etcétera. Investigadores, biógrafos, historiadores y novelistas le han dedicado, en prosa y verso, sendos trabajos para ofrecerlos –con sus más pros que contras– a quienes esperan nuevas exploraciones sobre el estadista, discutible en su permanencia legal en el poder presidencial, como debe ser toda figura de su dimensión. Y a quien le han escrito, en 19 capítulos, una nueva biografía novelada en atractivo español.
Eduardo Antonio Parra es el autor. Acredita su oficio con otros libros que han irrumpido desde 1966, y ahora teje y desteje la obra y vida de este primerísimo actor de la gloriosa revolución de Ayutla, que abrió las puertas al sueño de Maquiavelo; participó en la creación de la Constitución de 1857; con los seguidores de la causa, restauró la República; contribuyó a la Reforma; mantuvo la soberanía nacional contra la intervención, y con los liberales, sintetizó la lucha democrática por las libertades y el pivote laico del Estado, del gobierno y la sociedad.
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Bicentenario: a completar la lucha que inició Hidalgo
Luego de disponer de más de 2 mil 800 millones de pesos, el gobierno de Calderón llegó al 16 de septiembre de 2010 sin terminar ninguna de las "obras monumentales", como la Estela de Luz, que iba a inaugurar en Reforma, o el Parque Bicentenario en la antigua refinería Azcapotzalco, o la nueva refinería de la que tanto se ha hablado. La corrupción, el desdén y la ineficacia son todo lo que se pudo observar en el bicentenario de la Independencia.
Con una estrategia para cerrar el Zócalo –que fue militarizado y ocupado por Fuerzas Armadas, policías, 2 mil francotiradores estratégicamente apostados e invitados VIP (very important people) del gobierno federal, en un zócalo semivacío, organizado como escenario para la televisión–, se organizó un espectáculo desde Chapultepec hasta el Zócalo; se instalaron pantallas a lo largo de Reforma para que la gente se quedara lejos del centro histórico; se promovió que la gente se quedara en su casa a ver los festejos "desde la comodidad del hogar". Para el espectáculo, se contrataron asesores extranjeros, como el australiano Ric Birch, de Spectack Productions, con oficinas en Los Ángeles, y Phil Green, de la empresa Autonomy, junto a Adam Burke, de origen australiano. Los fuegos artificiales corrieron a cargo de una empresa francesa. ¿Y los mexicanos?
Dentro del desfile del bicentenario se dio gran realce a una figura de 20 metros de altura llamada el Coloso, cuyos rasgos –a decir de sus autores– eran los de Benjamín Argumedo, quien organizó en mayo de 1911 la matanza de 303 chinos en Torreón, apoyó el levantamiento reaccionario de Pascual Orozco contra Madero, colaboró con el usurpador Victoriano Huerta, quien lo nombró general por combatir a los revolucionarios en Torreón, Zacatecas, etcétera. ¿Por qué el símbolo principal, en la emblemática ceremonia del 15 de septiembre de 2010, fue ese "Coloso" de 20 metros de altura y 7 toneladas de peso, que fue presentado como el "héroe anónimo" tras el escándalo que causó la divulgación de su identidad? Al final, la Secretaría de Educación Pública declaró que "el rostro del Coloso no tiene nombre ni apellido".
El símbolo de la conmemoración de esa fecha no debió ser otro que Miguel Hidalgo, quien dio el grito de Independencia. Pero, por lo visto, le incomoda al actual gobierno.
Hidalgo comenzó la lucha por la Independencia con el grito: ¡Abajo el mal gobierno! ¡Abajo los monopolios! ¡Abajo los tributos y las alcabalas (impuestos)! ¡Fin a la esclavitud! ¡Cancelación de deudas! ¡La tierra para los indígenas! ¡Seamos dueños del trabajo de nuestras manos!
La lucha que inició el pueblo insurgente el 16 de septiembre de 1810 sigue vigente hoy más que nunca. Hidalgo luchó para acabar con el mal gobierno; se manifestó contra los monopolios: hoy tenemos que destruir el proyecto de las grandes corporaciones que dominan a nuestra patria. Miguel se opuso a los tributos y alcabalas (impuesto por comprar y vender, es decir el impuesto al valor agregado, IVA): nosotros estamos contra el IVA y tanto impuesto que nos ahoga, mientras que las grandes corporaciones no pagan casi nada. Por eso, las corporaciones odian a Hidalgo. Basta ver cómo Televisa lo presentó en su telenovela Gritos de muerte y libertad, en la que se falsea completamente la historia.
Hidalgo abolió la esclavitud: hoy nos oponemos a la moderna esclavitud capitalista en la que se criminaliza a los migrantes, se precariza el trabajo con jornadas de 12, 14, 16 horas; nos niegan los derechos laborales conquistados como si fueran "privilegios".
La maldición del calderonismo
Marcos ChávezCuando el desastre financiero se abatió sobre Asia [en 1997], las políticas que siguieron aquellos países fueron casi exactamente las contrarias de las que adopta Estados Unidos ante una depresión. La austeridad fiscal estaba a la orden del día; se aumentaron los réditos. Esto no era porque los políticos de aquellos países fueran estúpidos o estuvieran mal informados. (…) Por el contrario (…) habían intentado adherirse (…) a la ortodoxia pragmática
Paul Krugman, El retorno a la economía de la depresión
Si no han sido otras de sus incontables declaraciones demagógicas con fines electorales a las que nos tienen acostumbrados, entonces los legisladores de los principales partidos de oposición, el Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática y del Trabajo, tienen frente de sí una titánica tarea para "reconducir" al país y "cambiar radicalmente la política social" para "combatir eficazmente la pobreza y la desigualdad" –según expresiones de los priistas–. Las suspicacias de las mayorías ante la honestidad de tales afirmaciones, empero, están plenamente fundamentadas, en virtud de las incesantes traiciones cometidas en su contra por los partidos, en especial por el PRI, que en cogobierno con los panistas y los gobiernos neoliberales, desde 1983 a la fecha, es responsable de las peores causas antinacionales y antisociales. Sobre todo, porque los dirigentes, los congresistas y los caciques estatales –como Enrique Peña, el delfín de la oligarquía neoliberal– y municipales de dicha organización no han cambiado sus prácticas despóticas. Ideológica y políticamente se confunden con los objetivos de la derecha clerical panista y los intereses oligárquicos, y han optado por el mimetismo "pragmático" que les permite ejecutar cualquier clase de tropelías.
Aun así, bajo el supuesto de que su disposición sea cierta y que, lícitamente, la quieran capitalizar en las urnas, la definición de las políticas económica y fiscal para 2011 les ofrece una gran oportunidad para iniciar la "reconducción" del país. Porque, como si fuera una especie de maldición bíblica neoliberal, Felipe calderón y sus Chicago boys pretenden, una vez más, recetarle a la sociedad un nuevo paquete, cuyas directrices básicas privilegiarán el control de la inflación, la austeridad presupuestal y el equilibrio fiscal, el rentismo financiero y el jugoso y oscuro contratismo empresarial en obras públicas sobre la reactivación, el crecimiento sostenido, el empleo y el bienestar. En caso de lograr su cometido, extenderán por otro año el fatal estancamiento que priva desde 1983, lo que agravará la descomposición social y la delincuencia que ahoga a México. Para usar las palabras del economista Paul Krugman: no es que estos "políticos" sean "estúpidos" o estén "mal informados", sólo están suicidamente enceguecidos por "la ortodoxia" monetarista "pragmática". Sin cambios radicales en el modelo neoliberal, en la estructura productiva, en las metas económicas, que pongan en primer término el crecimiento y el bienestar, y en la política fiscal, la tarea de los legisladores será completamente inútil.
Por muy aplicada que sea ésta, el simple reacomodo presupuestal entre los diversos conceptos que lo integran, la obtención de unos cuantos pesos en los ingresos, manteniéndose la regresividad tributaria (los bajos impuestos a las grandes empresas y los sectores de altos ingresos, las exenciones, incluyendo las operaciones financieras, los regímenes especiales y los mecanismos de elusión y evasión) y apenas reduciendo en 1 o 2 puntos los gravámenes al consumo, el reacomodo en las partidas del gasto, sin contener el gasto corriente y sin fortalecer el social y el de infraestructura a largo plazo, y sin la recuperación de la política fiscal, incluyendo el déficit, como instrumento contracíclico y promotor del crecimiento y el desarrollo, serán simple demagogia.
El programa económico descansa en un dudoso principio secuencial de los neoliberales: primero hay que afianzar la baja de precios para luego crecer. Luego, que la economía se reactivó, ya no es necesario el gasto público ampliado para estimularla; por el contrario, es menester recuperar el equilibrio fiscal y dejar el crecimiento bajo la responsabilidad empresarial y el ciclo estadunidense. Así se lograría reducir la inflación de un nivel estimado de 5 por ciento en 2010 a 3 por ciento en 2011, aun cuando el crecimiento se baje de 4.5 por ciento y 3.8 por ciento en ambos años. En sentido estricto, empero, el gasto anticíclico fue recortado desde finales del primer semestre de 2010. En su mezquindad, su cuantía fue insuficiente para contrarrestar el aparatoso desplome recesivo. Ahora, con "austeridad" contribuirá a restarle fuerza a la reactivación a la economía, que retornará a la normalidad donde la tienen colocada los neoliberales: el estancamiento.
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Represas: la historia es clara, el futuro incierto
Frente al interés persistente por seguir construyendo represas en el mundo, en medio de la crisis de civilización que enfrenta el planeta por las secuelas del modelo de desarrollo impuesto por los mercaderes de la vida y la naturaleza, es urgente dar a conocer algunos puntos de vista de los pueblos afectados por la construcción de represas, que debieran tenerse en cuenta para no financiar más la construcción de las mismas o impulsar políticas que las justifiquen.
Juan Pablo Soler Villamizar / Otros Mundos-Colombia
Fruto de las movilizaciones e intensos cuestionamientos en contra de las represas, en 1997 se constituyó la Comisión Mundial de Represas (CMR), que se encargó, entre otras cosas, de analizar 125 represas en el mundo, estudiar en detalle ocho grandes represas y recibir cientos de comentarios de académicos, empresarios, activistas y comunidades de base directamente afectadas por estos proyectos, lo que contribuyó a la formulación del Informe represas y desarrollo, un nuevo marco para la toma de decisiones, publicado en 2000. Sin embargo, las recomendaciones presentadas en dicho informe no han sido ampliamente difundidas ni acatadas por los gobiernos y empresas que se empecinan en construir este tipo de infraestructuras.
La CMR estimó que, para finales del siglo XX, entre 40 y 80 millones de personas habían sido desplazadas por represas; reconoció su incapacidad de establecer un número más certero, pues, generalmente, los afectados por represas son invisibilizados en los estudios de impacto ambiental y, en la mayoría de los casos, sólo son tomados en cuenta como afectados quienes tienen títulos de propiedad de los terrenos y no todos los que interactúan con los ríos. Por otra parte, el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios reportó que, hasta 2009, el total de desplazados a causa de los conflictos armados en el mundo ascendía a más de 27 millones de personas. Estas cifran revelan que las represas desplazan a más gente que la guerra, lo que las posiciona como una excelente táctica de guerra de baja intensidad para el control de territorios.
La misma Comisión manifiesta que, generalmente, los emprendimientos de represas no cumplen con sus promesas de generación eléctrica, metas de abastecimiento de agua o impactos sociales y ambientales prometidos. En la mayor parte de los casos, los costos de las represas se duplican o triplican, acrecentando la deuda externa en los países del Sur.
Llama la atención que algunos empresarios constructores de represas estén intentando, mediante el lobby político ante la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que las represas puedan ser consideradas mecanismo de desarrollo limpio, pasando por alto que la inundación de bosques genera grandes cantidades de gases efecto invernadero –especialmente metano y óxido nitroso–, muchas veces más lesivos que el dióxido de carbono, en términos del calentamiento global. Esta situación aumenta el riesgo de extinción de la vida humana.
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Obama y Calderón. Malentendidos.
MÉXICO, D.F., 3 de octubre.- Los ciclos electorales en México y Estados Unidos han tenido un efecto negativo sobre la conducción del diálogo gubernamental entre los dos países. En ocasiones lo han diferido; en otras han exagerado la dimensión y consecuencias de ciertos problemas; en otras han propiciado que un eslogan fácil sustituya la reflexión seria. Tales observaciones vienen al caso cuando se trata de entender las diversas circunstancias que, en mayor o menor grado, han contribuido a llegar al último tramo del gobierno de Felipe Calderón en medio de malentendidos con Estados Unidos.
En los primeros meses que siguieron a la llegada al poder de Calderón la situación en Estados Unidos estuvo caracterizada por un debilitamiento anticipado de la figura presidencial. Bush fue lo que se llama un lame duck desde comienzos de 2007. La caída de su popularidad fue vertiginosa; los funcionarios de mayor confianza comenzaron a abandonar sus puestos en el gabinete; la mayoría demócrata en el Congreso ejerció suficiente presión para que renunciara el fiscal general, conocido por su cercanía con Bush; los medios de comunicación se comportaron como si se estuviera ya en periodo electoral; las noticias más visibles se referían a quienes aspiraban a ser candidatos, sus posibilidades, aciertos y debilidades, mientras la imagen del presidente se iba diluyendo.
Esa situación contribuye a explicar la ausencia que, desde sus primeros momentos, tuvo el tema de la relación con Estados Unidos en la política exterior de Calderón. Era comprensible que no hubiese interés en fijar grandes líneas de política con quien, al parecer, estaba ya dejando el poder. El problema fue que, de hecho, faltaban casi dos años para que Bush abandonara la presidencia, y fue con su administración, sin que se hubiesen trazado las grandes líneas de la relación que se quería establecer, que se pusieron en marcha las negociaciones para la Iniciativa Mérida, el acuerdo en materia de seguridad que ha dado el tono a la relación México-Estados Unidos durante los últimos cuatro años.
Los resultados de las elecciones del 2008 dieron un vuelco histórico a la vida política en Estados Unidos. El nuevo presidente llegó en medio de una gravísima recesión económica que recordó a muchos los momentos de la Gran Depresión. De inmediato debió tomar decisiones, necesariamente polémicas, para reanimar la economía, lo que, aunado a dos guerras en el frente externo, auguraba un periodo de luchas y tensiones internas muy difíciles.
Era obvio que las relaciones con México no eran prioridad. Tocaba al gobierno mexicano conducir una diplomacia agresiva para llamar la atención sobre la necesidad de hacer de las relaciones con el vecino del sur –importante socio comercial, origen de millones de trabajadores que laboran en Estados Unidos, territorio estratégico para la seguridad de América del Norte– una parte esencial de los proyectos para la recuperación económica y la estabilidad a largo plazo de esta parte del mundo. Esa diplomacia no tuvo lugar; en este espacio hemos discutido en diversas ocasiones los motivos y errores que explican esa ausencia.
En todo caso, a dos años de haberse iniciado la presidencia de Barack Obama, van a tener lugar en Estados Unidos las elecciones intermedias, las cuales impactan negativamente la relación con México. Dichas elecciones, en las que se elige a varios gobernadores, el total de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ocurren en un ambiente de hostilidad y polarización pocas veces visto en la historia reciente de Estados Unidos.
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