lunes, enero 10, 2011

Una cosa es estar en las barricadas, otra gobernar para la burguesía y muy otra gobernar como Evo y Chávez



Pedro Echeverría V.


1. Acabo de leer, a través de un artículo de Esteva de La Jornada, parte de un manifiesto de indígenas bolivianos con acusaciones terribles contra el gobierno de Evo Morales. No puedo negar que me duele un poquito porque los gobiernos de Evo y Chávez –a pesar de todo- siguen siendo mis esperanzas antiimperialistas en América Latina. Sé que los izquierdistas consecuentes -que estamos contra todo gobierno burgués y falso socialismo- tendremos que morir en la oposición porque el sistema capitalista sigue dominando totalmente al mundo; sin embargo a mi me parecería muy cómodo decir que todo es burgués, que todo es corrupción, que nada se puede hacer, y dedicarme a rumiar nuestras permanentes derrotas. La realidad es que no me ha quedado claro si el capitalismo se autodestruirá internamente y si nuestra luchas de abajo, de muy abajo, estén siendo importantes o sólo han servido para justificar nuestra existencia.


2. Un izquierdista, por definición, no puede estar, ni colaborar, con gobierno burgués alguno porque por naturaleza es su enemigo de clase. Sin embargo algunos gobiernos -aunque hayan terminado derrotados por la burguesía- que demostraron de manera clara su oposición al capitalismo y la permanente búsqueda (evidente) de otra alternativa a favor de la mayoría de la población, no puede llamárseles burgueses "iguales a los demás". Desde 1966 tuve claro que los llamados "países socialistas" (14 entonces) encabezados por la URSS, China, Yugoslavia o Cuba no eran tales, pero tampoco eran países del capitalismo clásico que pudieran igualarse a EEUU, México o España. Muchos tontitos nos fuimos con el engaño de "socialismo" porque así se presentaban, pero supimos que a pesar de su "burocracia socialista", su "capitalismo de Estado" buscaba algo diferente. También supimos de su dictadura y corrupción estatal.


3. Podemos decir "socialismo o muerte", "igualdad o muerte", "socialismo o barbarie", pero sólo como consigna para luchar como objetivo realizable. Chávez y Morales, así como Lenin, Mao o Fidel, pueden o pudieron decir que buscan con todas sus fuerzas construir el socialismo, pero nosotros, nunca debimos aceptar que esos países eran socialistas. Por no comprender esta realidad olvidamos que el capitalismo lo abarca todo, somete al mundo y lo que estamos haciendo desde la izquierda son ensayos que viven un tiempo, unos años o muchos y se vuelven a caer. Para que Castro, Chávez, Morales, Ortega, etcétera, logren poner las bases socialistas (elevar la producción, eliminar el trabajo asalariado y la plusvalía) se requiere que el capitalismo mundial se empiece a derrumbar por sus contradicciones y los trabajadores del mundo estén dispuestos para asumir el poder directo y autogestivo. Entre tanto todos son ensayos.


4. Morales, Chávez, Castro son distintos a los gobiernos de Obama, Santos, Calderón que de manera abierta y convencida defienden intereses empresariales capitalistas. Tanto en Bolivia como en Venezuela y Cuba hay fuertes oposiciones derechistas que sirven a los EEUU y buscan derrocar a sus gobiernos; pero también hay corrientes de izquierda radical que les exigen que sus gobiernos se dediquen a servir exclusivamente a los trabajadores y al pueblo. Si viviera en esos países, estaría combatiendo de manera abierta a esos gobiernos en sus inclinaciones a la derecha, pero al mismo tiempo apoyando fuertemente las batallas de los trabajadores para lograr más reivindicaciones. En tanto que a los gobiernos declaradamente burgueses hay que combatirlos por todos lados, a los gobiernos que abren algunas puertas para los trabajadores hay que obligarlos a que esas puertas se amplíen. Pienso que puede haber un apoyo crítico fuera del gobierno.


5. Pienso que en México se daría situación parecida en caso de que López Obrador –remotamente- triunfara en elecciones. Para mi es obvio que no es lo mismo AMLO que Peña Nieto, Calderón, Creel o cualquier burgués declarado del PAN o del PRI. Si llegara a asumir el poder AMLO la izquierda radical no puede entrar al gobierno sino luchar desde afuera buscando abrir espacios de lucha independiente de los trabajadores. La derecha y el imperio buscarán derrocarlo porque necesitan una gente de más confianza. ¿Qué haría la izquierda? Pienso que debe mantener un apoyo crítico hasta tanto no se incline totalmente por los empresarios. Y es la misma posición que debería adoptarse frente a Chávez y Morales. Sin embargo hay otro aspecto importantísimo que hay que tomar en cuenta: la fortaleza o la debilidad de los movimientos radicales de oposición. Si éste es poderoso no hay que pensar más y asaltar el poder. ¿Y si es débil como en México?


6. En política no pueden definirse para siempre las cosas, tampoco pensar en que se tiene toda la verdad. Estaría muy emocionado que Chávez y Morales –como lo hizo Cuba en 1959-61- ya hubieran roto relaciones con los EEUU, Colombia, España; que en Bolivia y Venezuela ya se hubiera expropiado a los terratenientes y que los trabajadores tuvieran, por ahora, un ingreso suficiente para vivir; pero debo entender que no es de la noche a la mañana y ni tampoco es un asunto de voluntad o decretos. Las oposiciones de izquierda, sean indígenas, campesinos, obreros, ciudadanos, deben tener mucha claridad acerca de las estrategias que adoptan con el único fin de lograr avances hacia la sociedad igualitaria. En México no hay ninguna posibilidad de aliarse con el PAN o con el PRI, porque ellos representan el capitalismo opresor, es decir, son los enemigos de clase a vencer; pero la izquierda radical tiene que buscar crear espacios de lucha más amplios, para eso le pueden servir gobiernos como el de AMLO.


7. Que el documento firmado por la oposición contra Morales es razonable, no tengo dudas; pero el problema es caracterizar correctamente al enemigo principal y al secundario y conocer también la potencialidad de nuestras fuerzas como trabajadores. Yo desde las barricadas o desde el escritorio puedo decir "que se vayan todos" porque son unos corruptos y demás, pero la realidad política es otra. Es conocida la oposición indígena a Evo, así como la CONAIE indígena que lucha contra Correa en Ecuador; así como también la posición de Chávez y Castro frente a los heroicos guerrilleros de las FARC. La izquierda debe apoyar a esas fuerzas radicales que exigen a los gobiernos "progresistas" o de centroizquierda, pero también debe pedirles que analicen mejor las cosas y no olviden la importancia de las batallas antiimperialistas tan importantes en este momento. ¿O acaso algún tontito piensa que puede construirse algo parecido al socialismo y la igualdad mientras viva el imperialismo y el capitalismo mundial?


http://pedroecheverriav.wordpress.com

 

 

Alice Walker: la resistencia como forma de vida


Autora de "El color púrpura" combate el racismo

Por Carolina Velázquez

México, DF, 10 ene 11 (CIMAC).- El próximo 9 de febrero cumplirá 67 años la escritora afroamericana feminista Alice Walker, galardonada en 1983 por la novela "El color púrpura" con el Premio Pulitzer a la obra de ficción, considerado como la más alta distinción para los trabajos publicados en Estados Unidos.

En esa ocasión el Pulitzer fue entregado por vez primera a una mujer afroamericana.

A través de una serie de cartas dirigidas a Dios, Celine, la protagonista de la novela, cuenta la historia de ella y su hermana Nettie, huérfanas de madre y padre, quienes viven en una granja bajo una doble opresión, la de un régimen semiesclavista y el yugo de los hombres.

Me interesaba mucho ayudarles a ser libres, afirma la escritora en un comentario citado por la política y feminista española Carmen Alborch en "Libres. Ciudadanas del mundo" (Santillana Ediciones, 2004).

Habla Walker: "Mi abuela, que de alguna manera se transformó en Celine, había tenido dos hijos que murieron o nunca supo qué había sido de ellos. Estaba encerrada con mi abuelo, no iba a ningún sitio. Así que decidí que, en mi novela, la persona que la representaría y que recordaría su memoria tendría una vida más rica".

Con relación a los hombres de su familia recuerda: "Tuve dos abuelos que fueron, de jóvenes, personas realmente horribles. Eran muy misóginos y muy mezquinos. Tardé muchos años en entender que, en parte, se debía a la opresión que sufrían por ser negros".

Aun cuando ha señalado que al escribir el libro quería mostrar el camino para liberarse de una dominación casi religiosa, la obra no remite exclusivamente a este hecho sino a "la presunta inmutabilidad de un estado de cosas", según Alborch.

Un estado de cosas en donde la mujer afroamericana está supeditada al marido; el hombre afroamericano está supeditado al hombre blanco; niñas y niños están supeditados al mundo adulto; la población está supeditada al orden moral del clérigo; las mujeres como niñas y niños, son objeto de intercambio.

De ahí que en el libro de Alice Walker la liberación de Celine, señala la autora de "Libres…", se convirtió en un homenaje a sus antepasados, aquellas y aquellos que vivieron bajo el manto de una teología intolerable y torturadora.

La novela la llevó a un mundo no esperado por ella. También recibió el premio American Book Award, que reconoce la excelencia de las diversas comunidades literarias de Estados Unidos, y dos años después de la publicación de "El color púrpura", Steven Spielberg se basó en la obra para realizar la película que lleva el mismo nombre.

Aunque el film de Spielberg tuvo 11 nominaciones a los Oscar y no recibió ninguno, actualmente es un clásico de Hollywood.

EL SECRETO DE LA ALEGRÍA

A los ocho años, Alice Walker sufrió una herida que la marcó de por vida: cuando jugaba con sus hermanos a indios y vaqueros recibió un disparó con una escopeta de perdigones que le afectó el ojo derecho, agresión que ella consideró intencional y su familia tomó como un accidente.

De este momento se habla en una de sus biografías escrita por Louis Pratt y Darnell D. en 1988. "Cuando recuerda la experiencia, la autora (Alice Walker) señala que la cicatriz dejó en ella el sentimiento cierto de fealdad, aislamiento y soledad". Un estado emocional que mantuvo vivo durante mucho tiempo.

De su madre, quien por trabajar en el servicio doméstico ganaba 20 dólares a la semana, recibió tres regalos que fueron significativos en su vida: una máquina de coser que permitió hacer su propia ropa, una maleta con la que viajó y una máquina de escribir con la que hizo su obra y un libro dedicado a la historia de su madre.

En los años 60 luchó por los derechos civiles de la comunidad afroamericana. Se casó en 1967 con Mel Leventhal, activista y abogado defensor de los derechos humanos blanco y de origen judío, con quien tuvo una hija —Rebecca Walker— y se separó en 1976.

Antes de "El color púrpura", Walker trabajó como editora en la revista Miss por 14 años; era apreciada y gozaba del favor de un público muy numeroso y fiel aunque no era conocida a nivel nacional, comenta Alborch.

Hoy es vegetariana y autora de varias novelas, relatos, ensayos y libros de poemas, además de ser reconocida como activista en distintas causas.

Ha participado en pro del medio ambiente, el feminismo (recuperando la herencia ancestral de las hermanas guerreras negras), los derechos de los animales y se ha manifestado en contra del bloqueo a Cuba y la ablación o mutilación genital femenina.

Respecto a este último tema, en 1992 escribió la novela "En posesión del secreto de la alegría", en la que narra la historia de Tashi, una mujer africana de la tribu Olinkan (de ficción) que decide someterse a la circuncisión femenina y examina tanto las razones de su decisión como las consecuencias que se derivan de ella.

De su trayectoria, su manera de ser visible a través de la escritura y su lucha reciente contra la mutilación genital femenina, en "Libres. Ciudadanas del mundo", Carmen Alborch concluye que la resistencia es uno de los lemas –incansables– que Alice Walker propone como el secreto de la alegría.

Una manera de dignificar la vida "ante los oprobios, la humillación y la degradación física, moral y espiritual que sufren las mujeres mutiladas" en África.

No más sangre!


Álvaro Delgado

MÉXICO, D.F., 10 de enero (apro).- Después de cuatro años completos de haberla decretado, y luego de más de 30 mil muertos, se puede concluir que la "guerra" de Felipe Calderón que desangra a la República no fue motivada sólo por un cálculo político para lograr la legitimidad que le negó el voto y para ponerse el disfraz de valiente. Hay, también, un elemento patológico.

La indiferencia de los altos funcionarios del gobierno federal ante los miles de cadáveres que pueblan el territorio nacional y la inverosímil violencia que no deja de escalar indica que los posee algo más que una auténtica lucha contra la delincuencia o la entendible simpatía de la derecha por la mano dura. Es algo más identificado con una obsesión enfermiza, una demencia.

La estrategia oficial de anteponer las balas a la inteligencia, el belicismo al ataque a las finanzas y las acciones de propaganda a las complicidades gubernamental y privada, al más alto nivel, ha sido un fracaso total desde hace tiempo, cuya obstinación en mantenerla sólo ratifica el carácter enfermizo de quien la tramó.

El tamaño del fracaso es elocuente hasta en cifras y voces oficiales, como la del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Juan Miguel Alcántara Soria, quien admitió que, sólo el año pasado, los homicidios dolosos aumentaron 12% y 7% los secuestros, pero además advirtió que los tres órdenes de gobierno no han puesto énfasis en la prevención social de la violencia.

Y tamaña aberración no puede contar con el respaldo, así sea pasivo, de los mexicanos, a riesgo de volverse tan cínicos como Calderón y los suyos.

Es preciso exclamar que no es admisible legitimar tal "guerra", tramada a nuestras espaldas, sino repudiarla con toda la fuerza de muestra indignación para conjurar el "importamadrismo", como define Rius el peligroso silencio que se impone entre los mexicanos.

En efecto, Eduardo del Río, el gran monero Rius, ha convocado junto con otros mexicanos a manifestar, pacíficamente, el descontento y frustración ante la "guerra" que Calderón inició, en diciembre de 2006, contra la delincuencia organizada y que ha cobrado la vida no sólo de delincuentes, sino de centenares de personas --incluidos niños--, llamadas, con toda desvergüenza, "daños colaterales".

Para asombro de la población, sobre todo la que padece la violencia en su entorno, la cifra de muertos crece día a día, pero también la impotencia y el desdén: "Nos están llevando a un estado de importamadrismo", lamenta Rius.

Y sí: El ejecutómetro provoca eso, pero por eso se convoca a una campaña de "no más sangre" para convertir el silencio de millones de mexicanos en un sonoro grito que, si no hace desistir a Calderón, al menos que le haga manifiesto el hartazgo de su "guerra".

Nacida del talento de los moneros, que en la historia de México han mostrado un incorruptible compromiso social, la campaña ciudadana comenzó este lunes 10 con un diseño del joven Alejandro Magallanes, quien a un "No" en mayúsculas colocó el signo de más y enseguida una mancha escarlata que simboliza la sangre.

El dibujo es un clamor: ¡No más sangre!

Apuntes

La incorporación de Juan Molinar Horcasitas a la estructura del PAN y la virtual candidatura de Luis Felipe Bravo Mena al gobierno del Estado de México, como aquí se anticipó, confirman la degradación a que ha llegado ese partido por capricho de Calderón, porque se premia a quienes tienen las manos manchadas de sangre: Molinar, responsable de la muerte de los niños de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, y Cecilia Romero, ascendida a secretaria general tras el asesinato de 72 indocumentados centroamericanos.

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

Encinas y la justicia electoral


Miguel Ángel Granados Chapa

MÉXICO, D.F., 9 de enero.- Como corresponde a un hombre que ha hecho de la militancia congruente una forma de vida, la probable candidatura de Alejandro Encinas al gobierno mexiquense ha suscitado un gran entusiasmo político, como se vio en el pequeño círculo dirigente de los partidos que lo apoyarían, el miércoles, y al día siguiente en los mítines mexiquenses en que compartió ovaciones con Andrés Manuel López Obrador.

Está por establecerse el modo en que será candidato Encinas, cuya inclusión en el proceso local de ese estado, idea inicial de su exjefe, dio al traste con la alianza del PAN y del PRD, puesto que la hizo imposible para el perredismo. Habrá una coalición, la de los partidos que postularon a López Obrador a la Presidencia de la República, que en esa entidad obtuvo en 2006 más de 1 millón 800 mil votos, pero es poco probable que a esa alianza se agregue el PAN. Tenía sentido forjarla con el partido que gobierna el país para derrotar al PRI, pero ello no se conseguiría ni remotamente con candidaturas divididas de los partidos llamados de izquierda. De su actitud inicial en que dividía a sus partidos, la sagacidad política de López Obrador lo ha llevado a promover su unidad, en torno a un candidato de su confianza y la de todos.

Para cuando se recorra el camino político para su postulación, es probable que Encinas tenga ya plena seguridad sobre el cumplimiento de los requisitos que lo hagan elegible. Pondría en riesgo la gobernabilidad del estado el que el desempeño del jefe de los diputados perredistas y sus variados apoyos le consiguieran la victoria y ésta no pudiera legalmente consumarse porque el candidato no satisfizo la condición de residencia que la Constitución local establece.

Salvo que ese documento fijara en 1993 requisitos diversos de los que actualmente rigen, el registro de la candidatura de Encinas en aquel año podría constituir un inequívoco antecedente, una prueba plena de que cumplió entonces esa condición legal, y puede sustentarse que la cumple también ahora. Y es que el haber residido durante cinco años en el Estado de México para ser candidato a gobernador es requisito cumplible en cualquier tiempo, no inmediatamente antes del día de la elección. Encinas ya probó haber sido residente y, por lo tanto, ciudadano mexiquense, y no ha incurrido en ninguna de las causas por las que tal condición se pierde.

Claro que las circunstancias de la competencia electoral hace 17 años eran en esa entidad muy otras de las vigentes hoy, y acaso por ese motivo no se consideró necesario exigir de modo estricto cumplir los requisitos de elegibilidad. En aquel tiempo el gobierno mexiquense apenas comenzaba a abrirse a la presencia opositora, especialmente la de Acción Nacional. Los candidatos antagónicos carecían de la mínima probabilidad de triunfar, y al cinismo legal del gobierno le daba lo mismo si esos apóstoles eran elegibles o no.

Apenas en 1981, y con tintas pálidas, comenzó a trazarse el panorama electoral competitivo mexiquense. Alfredo del Mazo González obtuvo 62% de los votos, contra 6.1% del aspirante panista y sólo 3.1% del candidato comunista. Seis años después la votación panista casi se duplicó, para llegar a 11.3%, pero la maquinaria priista asignó el 72.9% a Mario Ramón Beteta (quien incumplió el requisito de residencia). El actor y activista Carlos Bracho, candidato de la izquierda, avanzó a 8.8%, que en números absolutos daba una cifra inimaginable para un partido marginal: 175 mil votos.

En 1993 el joven (no llegaba todavía a los 40 años) diputado federal Encinas superó en cien mil votos la cifra de Bracho, aunque se quedó en el mismo nivel porcentual. Contendió contra Luis Felipe Bravo Mena, quien obtuvo más de medio millón, y con Emilio Chuayffet, quien se aproximó a los 2 millones de votos.

Chuayffet dejaría a medio camino su gubernatura y luego sería secretario de Gobernación, de donde fue depuesto y sometido a un breve ostracismo del que se repuso con sendas curules en 2003 y 2009. Bravo Mena encabezó el partido que arrebató al PRI la Presidencia, y luego de ser embajador ahora es secretario privado de Felipe Calderón.

La vida política de Encinas fue más rica y sorprendente si se considera que todavía a mediados de los años 90 las posibilidades de gobernar estaban vedadas para la izquierda. Pero con el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en el DF en 1997 muchos militantes empezaron a cursar una carrera gubernativa. Con ese jefe de Gobierno, Encinas fue secretario del Medio Ambiente. Con López Obrador sería después secretario de Desarrollo Económico y subsecretario y secretario de Gobierno, hasta suplirlo en la jefatura de la administración capitalina en julio de 2005.

Cinco años antes, sin embargo, había sucumbido de nuevo a la tentación electoral, esta vez con perspectivas halagüeñas. Apoyado por el mayor número posible de partidos (más que los que postulaban a López Obrador) buscó ser jefe delegacional en Álvaro Obregón. Como se sabría después por confesión propia, el empresario argentino Carlos Ahumada apoyó financieramente la campaña de Luis Eduardo Zuno, el candidato panista que trampeó y logró que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificara su triunfo, aunque apenas le reconociera poco más de 500 votos de diferencia.

Toparía Encinas de nuevo con ese tribunal en 2008. Luego de su satisfactorio desempeño como jefe de Gobierno, y su sagaz combinación de autoridad de todos y militante de la causa de López Obrador, adquirió una gran presencia y sólida reputación dentro del PRD, que lo llevó a disputar la presidencia del partido. Lo hizo contra Jesús Ortega, quien por enésima vez buscaba esa posición y no se paró en barras para obtenerla esta vez. Al cabo de un sucio proceso electoral, que debió ser anulado dadas las trapacerías que lo caracterizaron, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral ungieron jefe del partido a Ortega, con lo que la fractura perredista, visible durante las campañas internas, se ahondó hasta casi partir en dos a ese partido.

Asegúrese pues Encinas, y estén seguros también sus postulantes, de que su elegibilidad no ofrecerá un flanco débil que lo prive de un triunfo claramente obtenido, como ocurrió en los dos momentos recordados. No se expongan a perder en oscuras oficinas lo que acaso obtengan en la transparencia de las urnas.

El "look" de Diego


Javier Sicilia

MÉXICO, D.F, 10 de enero.- Hacia el final de su vida, Iván Illich definió nuestra época como "la era del show". Nada, bajo la mirada de los medios, escapa a él y, en consecuencia, nada escapa al look. Show y look van de la mano en un mundo económico. Si quieres ser consumido, si quieres tener éxito, fabrícate una imagen y monta un espectáculo, sobre todo en televisión. No en vano este aparato, puesto en circulación por Estados Unidos durante la depresión económica de los años treinta, tenía y continúa teniendo la función de aumentar el consumo. La vida política, como alguna vez lo escribí (El fetiche político), se ha vuelto eso. De allí la proliferación en ese terreno de la industria de la imagen. Se trata –como en los table-dance, donde las mujeres, ataviadas con todo tipo de fetiches, manifiestan un poder fálico– de capturar la mirada, de excitar el interés y provocar el deseo.

Cada vez que se acerca el proceso electoral esta maquinaria se pone en marcha para exaltar el fetiche del poder. Allí está Peña Nieto, prototipo del look y del show político: la sonrisa afable y seductora, el traje impecable, el peinado exquisito, la palabra exacta –siempre una promesa– y la mirada lejana, dominadora que, al igual que las bailarinas del table-dance, no se posa sobre nada, como una afirmación encubierta de la castración del espectador al mismo tiempo que ofrenda amorosa del hombre que domina todo: una mirada vacía de Medusa que quiere seducir sin mirar a nadie y sin abrirse sobre nada, y que se exalta con su propia fascinación y con la seducción de su onanismo: el hombre perfecto cuya fuerza fálica, que ha conquistado a una estrella de TV, quiere mostrarse desprovista de terror y capaz de llenar el profundo hueco de nuestro deseo de completud, de nuestra profunda castración social.

Sin embargo, la reciente aparición de Diego Fernández de Cevallos –de la que todos nos alegramos: siempre hay que alegrarse de una vida salvada por más siniestra que sea y condenar en todos los sentidos el secuestro– ha impuesto en medio del desastre que vivimos un nuevo look político, acorde con la miseria de los tiempos y poblado de todas las suspicacias que un PAN en plena debacle y necesitado de una imagen puede provocar: Diego, el bronco, el atrabiliario, el violentador de las leyes para su provecho, secuestrado el viernes 14 de mayo por un grupo de izquierda radical, reaparece frente a los medios de comunicación unos días antes de Navidad y unas horas después de ser liberado.

Su look no ha cambiado; se ha dinamizado. El hombre que días antes de su secuestro parecía, con su barba recortada, un encomendero moderno, resurge repentinamente de entre las densas sombras del país como un profeta que, llevado contra su voluntad –como todo profeta– al desierto, se ha enfrentado con los demonios más terribles del país –cierta izquierda radical que, en el uso del secuestro, se acerca al crimen organizado– y ha vuelto, vencedor, para traer una buena nueva: "Sólo quiero decirles que me encuentro bien, gracias a Dios, y que estoy fuerte (…) Uno de los temas que será capital, y lo hablé con mis plagiarios (en las muchas y fuertes discusiones que dijo haber sostenido con ellos), está el compromiso con ellos de pensar y de luchar por grandes causas que reclama México, su pobreza, su injusticia y su impunidad. Creo que tenemos que hacer de México un país de leyes, de instituciones, no de secuestradores, de asesinos, de ningún nivel, ni de ricos ni de pobres (…) Como hombre de fe, ya perdoné; y como ciudadano creo que las autoridades tienen una tarea pendiente, pero sin abuso, sin atropello, sin flagelaciones" (Proceso 1782).

Sus palabras son conmovedoras –quien, atacado por el alzheimer social, olvidó al anterior Diego, sucumbe–, también su look, la barba larga de profeta pero –acorde con el show mediático que lo preserva del terror bíblico– bien peinada y con el cabello recortado, la mirada severa, dominante, una chamarra y unos pants luidos, zarrapastrosos –ropa que le dieron sus plagiarios y que recuerda el atuendo de piel de camello del precursor de Cristo–. No lleva báculo. Trae, en cambio, un signo moderno de la realeza que lo sostiene, un Mercedes. Todo en el "nuevo" Diego, trabajado por los poderes del Espíritu en el desierto aciago que rodea al país, respira una humilde grandeza. Los fetiches de su nuevo look nos hablan de una perfección moral acrisolada bajo siete meses de sufrimiento. Un hombre fuerte que ha cargado con los pecados de su pueblo y ha vuelto triunfante del mal.

Con su aparición, el show de la política ha tomado un nuevo giro. Hay que crear nuevos looks y nuevos espectáculos, un gigantesco trabajo de simulación fálica que permita levantar el deseo castrado del país. Contra el look hollywoodense de Peña Nieto, contra el de hombre de izquierda europeo de Ebrard, contra el juarista de AMLO, contra el de Mario Puzzo del crimen organizado, contra el indefinido de la izquierda radical, surge el del profeta hebreo trasplantado a tierras mexicas que, habiendo cargado el sufrimiento del pueblo, ha vuelto del desierto y sus demonios para señalarnos el camino; y tras ellos, una vez más, la puesta en escena de la castración y la inmadurez de nuestra sociedad.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar todos los presos de la APPO y hacerle juicio político a Ulises Ruiz.

 

Quién es Dilma Rousseff?



Dilma Rousseff enfrenta desde el 1º de enero de este año el desafío de gobernar a Brasil. Es una mujer que antes no había participado en proceso electoral de ningún tipo. El ex presidente Lula impulsó su candidatura a la Presidencia. Veamos las razones que tuvo Lula, dado los méritos de Rousseff.

Por: Teresa Sosa

Nacida el 14 de diciembre de 1947 en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, Dilma Rousseff es hija del inmigrante búlgaro Pedro Rousseff, nacionalizado brasileño, y de la maestra brasileña Dilma Jane Coimbra Silva.

La presidenta está divorciada y tiene una hija, Paula, que este año le dio su primer nieto, Gabriel, nacido en plena campaña electoral, lo que la hizo dibujar un corazón con sus manos al anunciar radiante que acababa de nacer su primer nieto.

En la adolescencia Rousseff participó en grupos políticos de izquierda que luchaban contra la dictadura y pasó tres años en prisión, donde sufrió serias torturas. Al evocar en 2010, durante un acto de la campaña de Vilma ese pasaje de la vida de la ahora Presidenta, Lula se puso serio y advirtió al PT que la oposición "posiblemente la acusará de secuestradora y dirá que estuvo presa".

No obstante, acotó Lula que la campaña debería servir también "para explicar que, en una época, en este país los presos políticos eran los que luchaban por la democracia, la libertad y los derechos humanos".

Una desconocida

Rousseff era una desconocida en la política brasilerña hasta finales de 2002, cuando Lula la nombró ministra de Minas y Energía, en su primer mandato. Comenzaba así una carrera meteórica en el gobierno que en sólo ocho años la llevó también al Ministerio de la Presidencia, la cartera más influyente del gabinete de Lula, y luego a su debut electoral nada menos que como candidata presidencial

Durante su gestión en los dos ministerios que ocupó en el gobierno de Lula se ganó fama de funcionaria eficiente y, por su carácter, de "dama de hierro". "Lo que es difícil no es mi temperamento, sino mi función. Debo resolver problemas y conflictos. Sin descanso. No me critican por ser dura, sino por ser mujer", declaró una vez Rousseff.

Su temple lo mostró también en la lucha que libró contra un cáncer del sistema linfático (2009) justo cuando empezaba a despuntar su candidatura presidencial y del cual se ha curado, según los médicos.

Tuvo que llegar el cáncer linfático para crearse una corriente emocional de los brasileños hacia Rousseff, que enfrentó la enfermedad no sólo con coraje, sino también sin pausa en sus tareas.

La relación Lula-Vilma

Lula participó en el acto en que Rousseff fue proclamada candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) para las presidenciales de Brasil el 3 de octubre de 2010. En su discurso, Lula abundó en las anécdotas personales de su relación con Rousseff, a quien conoció en la campaña del 2002, en la que ella participó en las discusiones del programa de gobierno.

Lula recordó que Rousseff llamó su atención por la firmeza de sus alegatos en la preparación del programa, y también por su enorme preocupación por resolver los problemas energéticos que entonces afrontaba Brasil. Rousseff es economista.

"Me sorprendió esa mujer y la nombré ministra de Minas y Energía en 2003", dijo Lula, quien dos años después, en medio de escándalos de corrupción que minaron al gobierno y al propio PT, la designó ministra de la Presidencia.

Lula también acotó en el acto de proclamación de Rousseff como candidata a la Presidencia, lo siguiente: "Mujeres de mi querido Brasil, esta es una oportunidad única para que ustedes muestren lo que son y lo que valen, las mujeres aún son tratadas como objetos de segunda clase y eso no se cambia con una ley, pero tal vez sí con una elección".

Investidura y desafíos

Rousseff llega a la Presidencia a partir del 1º de enero de 2011 en un momento considerado excepcional para Brasil y abre una década que es considerada `de oro'. En los próximos cuatro años la presidenta Rousseff tendrá el peso de dirigir un país que su antecesor deja en estado de euforia.

La presidenta Dilma (como le gusta ser llamada) en su discurso de investidura presidencial expresó que sus prioridades en política exterior serán América Latina, África y los países emergentes, y que mantendrá un diálogo importante con EE.UU. y Europa. Prometió luchar contra el proteccionismo y el flujo mundial de capitales especulativos. Su gobierno, afirmó, promoverá la paz, la no intervención, el multilateralismo y buscará la reforma de la ONU.

"Brasil reitera con vehemencia y firmeza la decisión de asociar su desarrollo económico, social y político al de nuestro continente. Podemos transformar nuestra región en un componente esencial del mundo multipolar que se anuncia, dando consistencia cada vez mayor al Mercosur y a la Unasur", subrayó.

La primera vez que debió contener las lágrimas, mientras hablaba, fue cuando extendió la mano a los partidos de oposición y a los ciudadanos que no la votaron: "A partir de hoy, soy la presidenta de todos los brasileños, bajo la égida de los valores", dijo con voz entrecortada.

Con sus compañeras de prisión

La investidura de Dilma estuvo marcada por el simbolismo, como la presencia de las once mujeres que compartieron con ella la prisión durante la dictadura "Esta dura caminada me hizo valorar más la vida", dijo.

Todas sus invitadas y ella estuvieron presas en la "Torre de la Doncellas", como se llamaba el conjunto de celdas ubicadas en la parte superior de la cárcel de mujeres de Tiradentes, en San Pablo. Allí terminaban las presas políticas después de haber pasado por las torturas.

Rousseff comenzó su militancia política en grupos de izquierda a partir de 1967, donde ocupó puestos de alta responsabilidad. Primero lo hizo en la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares y después en el Comando de Liberación Nacional.

Ambas organizaciones enfrentaban a la dictadura brasileña que terminó en 1985. Rousseff fue detenida en 1970; según los documentos que publicó "O Globo", fue calificada por la dictadura como "la Juana de Arco de la subversión".

Su llegada al Palacio do Planalto es un orgullo para sus ex compañeras de celda, incluso para aquellas que no militaron en las mismas agrupaciones. La periodista brasileña Rose Nogueira pasó varios meses en la misma cárcel y tiene muchos recuerdos de Dilma. "En ese entonces tenía una fuerte presencia. Era una líder natural y un gran apoyo. Cuando comenzó a ocupar posiciones importantes en el gobierno de Lula, supe que llegaría a la presidencia de Brasil", afirmó.

Coraje y cariño

Con emoción, durante su disertación Rousseff, dijo: "He dedicado toda mi vida a la causa de Brasil. Entregué mi juventud al sueño de un país justo y democrático". "Soporté la adversidad más extrema infligida a los que osamos enfrentar la arbitrariedad", expresó al recordar sus tiempos de combatiente. "No tengo arrepentimiento, pero tampoco resentimiento ni rencor".

El segundo momento en que sus lágrimas afloraron durante su discurso fue al recordar a sus antiguos compañeros y compañeras de lucha contra la dictadura militar; dijo: "Muchos de los que cayeron en el camino no pueden compartir conmigo este momento. Les rindo mi homenaje. Aquella lucha me dio coraje para amar la vida y enfrentar desafíos aun mayores".

"La vida quiere coraje de la gente. Voy a gobernar con ese coraje. La mujer no es solo coraje. También es cariño. Es cariño que dedico a mi hija y mi nieto, y con el que abrazo a mi madre que me acompaña y bendice. Con ese mismo cariño quiero cuidar a mi pueblo y dedicarle solo a él los próximos años de mi vida", expresó..

También dijo que no llega al gobierno a realzar su biografía, "sino a abrir puertas para que muchas otras mujeres también puedan, en el futuro, ser presidenta, para que todas las brasileñas sientan el orgullo y la alegría de ser mujer. Vengo a glorificar la vida de cada mujer brasileña. "Mi compromiso supremo es honrar a las mujeres, proteger a los más débiles y gobernar para todos".

De perfil más técnico que político, una pragmática de elogiada capacidad gerencial, es la imagen pública de Dilma Rousseff, que conquistó la Presidencia de Brasil para el período 2011-2015.


 

Industrias occidentales imponen modelos que llegan a provocar anorexia y bulimia

El estereotipo delgado, forma de violencia hacia la mujer: expertas

El patriarcado reafirma la hegemonía de su poder al valorarlas sólo por su cuerpo, dicen

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El estereotipo de género impone exigencias sobre el cuerpo de la mujer. La imagen corresponde a una campaña de la modelo Isabelle Caro, fallecida hace unas semanas tras padecer anorexiaFoto Ap
Mariana Norandi
Periódico La Jornada
Lunes 10 de enero de 2011, p. 33

Aunque la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia no la tipifica como tal, expertos consideran que el estereotipo de género es una de las agresiones más arraigadas, extendidas y naturalizadas contra la mujeres en todo el planeta.

Este aspecto actualmente está basado en el culto a la delgadez, a la juventud y a modelos de belleza impuestos por las poderosas industrias occidentales del cine, la moda y medios de comunicación, lo cual, según especialistas, no sólo ocasiona en las mujeres graves problemas de salud física y mental, sino que, por medio de esas exigencias, el patriarcado reafirma la hegemonía de su poder al valorar a las mujeres únicamente por su cuerpo.

En México entre 1 y 5 por ciento de los jóvenes sufre de anorexia o bulimia. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, la población afectada por Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) oscila en unos 2 millones de personas, de los cuales, y de acuerdo con la estadística internacional, 10 por ciento muere y 30 por ciento sobrevive con daños severos en riñones, tracto digestivo o hígado entre otros órganos afectados.

De acuerdo con la Fundación para el Tratamiento de la Bulimia y la Anorexia cada año en el país surgen 20 mil casos nuevos de personas con TCA, de los cuales, al menos 90 por ciento son mujeres.

Según la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), México ocupa el segundo lugar en el mundo, después de Estados Unidos, en donde se realizan más cirugías estéticas, y también el segundo lugar donde más personal no capacitado hace dichas intervenciones, las cuales en casi 90 por ciento son solicitadas por mujeres.

La antropóloga Patricia Castañeda Salgado, especialista en violencia de género e identidad femenina del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), define el estereotipo de género como "violencia subjetiva "porque afecta emociones, es apropiada por la víctima y disloca hacia lo negativo la idea que la mujer tiene de sí misma.

Olga Bustos Romero, investigadora de la Facultad de Sicología de la UNAM, califica esta violencia como sicológica porque causa presión en la mujer y le produce autodaño, pues ese estereotipo impone exigencias sobre los cuerpos de las mujeres, como estar hiperdelgada o llevar tacones altísimos, que ocasionan trastornos alimenticios y daños en la columna vertebral.

La comunicóloga Aimé Vega Montiel, del Programa de Investigación Feminista del CEIICH, asegura que la violencia del estereotipo pasa por casi todos los modelos de violencia tipificados en las leyes, como sicológica y física, porque son cuerpos enfermos; la sexual, en tanto ese modelo de belleza presenta a la mujer como un objeto sexual y no como un sujeto de acción y, en los casos más extremos, es feminicida porque ya son muchas las modelos que han muerto a causa de llevar al extremo ese estereotipo.

Pero, ¿quién crea el estereotipo de belleza? ¿En qué momento de la historia la curva dejó de ser atractiva para dar paso a la delgadez enfermiza?

Según Vega Montiel, estos cánones se originan en el imperialismo cultural, en modelos desarrollados por países poderosos, como Estados Unidos, que cuentan con recursos para generar contenidos y permearlos en culturas locales. Así vemos que los cánones estéticos occidentales no corresponden con el tipo de mujer común, reales y diversas que circulamos por los países de nuestra región.

Para Castañeda Salgado este estereotipo es creado por todos los dispositivos sociales al servicio del patriarcado y que bombardean de tal forma, que las mujeres no pueden identificar de dónde vienen. Lo pueden vivir en la relación de pareja, en medios de comunicación, el trabajo, escuela o en la familia. Por eso se difumina la responsabilidad de quien ejerce esa violencia.

Pese a esto, las expertas coinciden en que el Estado, como guardián del bienestar de la población, es responsable de esta situación y le compete promover medidas para erradicar la violencia que este estereotipo genera contra las mujeres.

Esto afecta la salud física y mental de las mujeres y evita su total desarrollo. El aspecto físico se tiene en cuenta para emplear a una mujer y, por ello, ellas mismas se acaban valorando a través de su cuerpo. En cambio, rara vez a un hombre, a la hora de buscar trabajo, se le exige que no sobrepase la talla 7, asegura Bustos Romero.

La sicóloga propone crear audiencias activas en medios de comunicación como medida preventiva, especialmente dirigida a adolescentes, para que hagan lecturas diferentes de la publicidad y no caigan en TCA. Deconstruir la publicidad para que acepten su cuerpo y que vean que su valor social no pase por su apariencia ni por la mirada de los demás.

Vega Montiel expone que en el patriarcado el cuerpo de las mujeres está en constante vigilancia (por la propia mujer, la pareja, la familia, los amigos o el trabajo), sin embargo, esta vigilancia no se da hacia el cuerpo de los hombres.

Así el patriarcado advierte que el reconocimiento de las mujeres pasa por su cuerpo porque tiene miedo a la igualdad de género.

Insatisfechas, 70% de jóvenes

Mariana Norandi
Periódico La Jornada
Lunes 10 de enero de 2011, p. 33

En el estudio Género, Publicidad e Imagen Corporal. Formación de audiencias crítica en la prevención de Trastornos Alimentarios, realizada por la investigadora Olga Bustos Romero, de Facultad de Sicología de la UNAM, se descubrió que 70 por ciento de preparatorianas estaban insatisfechas con su cuerpo y les gustaría ser más delgadas.

Sin embargo, sólo 11.5 por ciento de los hombres expresó no estar satisfecho con su cuerpo y preferirían tener menos peso. A 16.7 de varones les preocupa mucho estar gordos, mientras que ese aspecto afecta a más de 46 por ciento de las mujeres.

El estudio revela que más de 70 por ciento de mujeres jóvenes consideró que la apariencia es importante para encontrar trabajo y 73.5 que el cuerpo es clave para tener éxito con el sexo opuesto. No obstante, 42.1 por ciento de los varones afirmó que la apariencia es importante a la hora de encontrar un trabajo y 58.3 que ésta es fundamental para tener éxito con las mujeres.

Implantes, rinoplastia y liposucción, lo más solicitado
Periódico La Jornada

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, las operaciones más frecuentes en México son la rinoplastia, seguida de la colocación de implantes mamarios y la liposucción.

En casi 90 por ciento estas cirugías son solicitadas por mujeres; sin embargo, dependiendo de la edad o de las exigencias a la que esté expuesta esa mujer, las demandas cambian.

Estadísticas nacionales e internacionales demuestran que si bien la rinoplastia y el aumento del volumen labial son de las cirugías más demandadas por mujeres jóvenes, aquellas que sobrepasan los 45 años optan por la lipoescultura, ritidectomía (eliminación de arrugas), implantes faciales, cirugías maxilofaciales estéticas, abdominoplastia o, en casos extremos, la eliminación de costillas flotantes para estrechar la cintura o liposucción de rodilla o tobillo.

La organización aseguró que en el país hay unas 15 mil personas sufriendo por problemas ocasionados por cirugías debido al riesgo que implican realizarlas en manos de personal no capacitado.

 

Crisis neoliberal y sufrimiento humano

Se volvió a oír de nuevo la frase de 1968 que rezaba: «metro, trabajo, cama», actualizándola ahora como «metro, trabajo, tumba».
Leonardo Boff

El balance que hago de 2010 va a ser diferente. Pongo énfasis en un dato poco señalado en los análisis: el inmenso sufrimiento humano, la desestructuración subjetiva, especialmente de los asalariados, debido a la reorganización económico-financiera mundial.

Hace mucho que se operó la «gran transformación» (Polanyi), colocando la economía como el eje articulador de toda la vida social, subordinando la política y anulando la ética. Cuando la economía entra en crisis, como sucede actualmente, se sacrifica todo para salvarla. Se penaliza a toda la sociedad, como en Grecia, Irlanda, Portugal, España e incluso en Estados Unidos, en nombre del saneamiento de la economía. Lo que debería ser medio, se transforma en un fin en sí mismo.

Colocado en situación de crisis, el sistema neoliberal tiende a radicalizar su lógica y a explotar más aún la fuerza de trabajo. En vez de cambiar de rumbo, se hace más de lo mismo, cargando una pesada cruz sobre las espaldas de los trabajadores.

No se trata de aquello relativamente estudiado del «asedio moral», es decir, de las humillaciones persistentes y prolongadas de los trabajadores y trabajadoras para subordinarlos, atemorizarlos, y llevarlos a dejar el trabajo. El sufrimiento ahora es más generalizado y difuso, unas veces más y otras veces menos, afectando al conjunto de los países centrales. Se trata de una especie de «malestar de la globalización» en proceso de erosión humanística.

Se expresa por una especie de depresión colectiva, destrucción del horizonte de esperanza, pérdida de la alegría de vivir, deseo de desaparecer del mapa y, en muchos, por el deseo de quitarse la vida. Por causa de la crisis, las empresas y sus gestores llevan la competitividad hasta límites extremos, estipulan metas casi inalcanzables, infundiendo en los trabajadores angustias, miedo, y a veces síndrome de pánico. Se les exige todo: entrega incondicional y plena disponibilidad, dañando su subjetividad y destruyendo las relaciones familiares. Se estima que en Brasil cerca de 15 millones de personas sufren este tipo de depresión, ligada a las sobrecargas laborales.

La investigadora Margarida Barreto, médica especialista en salud del trabajo, observó en una encuesta hecha el pasado año a 400 personas, que cerca de un cuarto de ellas tuvieron ideas suicidas por causa de la excesiva exigencia del trabajo. Y decía: «es necesario ver el intento de quitarse la vida como una gran denuncia de las condiciones de trabajo impuestas por el neoliberalismo en las ultimas décadas». Están especialmente afectados los empleados de banca del sector financiero, altamente especulativo y orientado hacia la maximización de los lucros. Una investigación de 2009 hecha por el profesor de la Universidad de Brasilia, Marcelo Augusto Finazzi Santos, descubrió que entre 1996 y 2005 se había suicidado un empleado bancario cada 20 días, a causa de las presiones por metas, exceso de tareas y pavor al desempleo. Los gestores actuales se muestran insensibles al sufrimiento de sus funcionarios.

La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de tres mil personas se suicidan diariamente, muchas de ellas por causa de la abusiva presión del trabajo. Le Monde Diplomatique de noviembre del presente año denunció que entre los motivos de las huelgas de octubre en Francia se hallaba también la protesta contra el acelerado ritmo de trabajo impuesto por las fábricas, que era causa de nerviosismo, irritabilidad y ansiedad. Se volvió a oír de nuevo la frase de 1968 que rezaba: «metro, trabajo, cama», actualizándola ahora como «metro, trabajo, tumba». Es decir, enfermedades mortales o suicidio como efecto de la superexplotación capitalista.

En los análisis que se hacen de la crisis actual es importante incorporar este dato perverso: el océano de sufrimiento que está siendo impuesto a la población, sobre todo a los pobres, con el propósito de salvar el sistema económico, controlado por pocas fuerzas, extremadamente fuertes, pero deshumanizadas y sin piedad. Una razón más para superarlo históricamente, además de condenarlo moralmente. En esta dirección camina la conciencia ética de la humanidad, bien representada en las distintas realizaciones del Foro Social Mundial entre otras.

 

Inseguridad pública a la alza


Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre


Cuando gana terreno el miedo que a veces raya en el pavor por la inseguridad pública y los saldos sangrientos de la llamada Guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, como las 56 víctimas mortales del día 8 y los 300 asesinatos en los primeros ocho días de 2011, resultan útiles análisis como el dado a conocer por el Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, dependiente de la Secretaría de Gobernación.


La manufactura gubernamental del documento, no impide que los funcionarios de Bucareli, encabezados por José Francisco Blake, reconozcan que mientras en 2009 se cometieron 476 mil 101 ilícitos, en 2010 la cifra se elevó a 521 mil 630, es decir, 45 mil 529 delitos más que el año pasado. La medición contempla secuestro, homicidio doloso y robos de vehículos, a transeúntes, bancos, negocios y casa-habitación.


Todos los ilícitos contemplados por el informe que, como regalo de Día de Reyes, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el jueves pasado, fueron cuantificados en base a las denuncias presentadas ante el Ministerio Público del fuero común, institución que por su trayectoria no se encuentra entre las herramientas más utilizadas por la ciudadanía y con frecuencia amplias franjas de ésta asocian al MP –incluido el federal-- en connivencia o franca asociación con las bandas delincuenciales. Por si lo anterior no fuera suficiente, sólo 1.8 por ciento de los detenidos son sentenciados culpables.


El panorama tiene fuerte dosis de desolador, pero mientras las víctimas no asuman su condición y exijan, individual y colectivamente, que el MP cumpla las obligaciones para las que fue creado y deje atrás la fraseología de "abogado de la sociedad", el túnel no se aclarará.


Cada vez es más tangible que en la medida que los afectados por la violencia del crimen organizado y las arbitrariedades cometidas por elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal –el robo incluido--, se organizan y toman las calles, los actores centrales de la guerra no son capaces de poner y disponer a su antojo.

Pero volvamos al análisis de Gobernación. De los 13 mil 936 homicidios dolosos denunciados durante 2010, el 77 por ciento se concentró en 12 entidades federativas, y seguramente no en la totalidad, sino en ciudades específicas, pero el informe tiene esta omisión.


Con 3 mil 514 homicidios dolosos, Chihuahua fue el estado donde más se denunciaron, mas no se subraya que más de la mitad de éstos acaecieron en Ciudad Juárez. La focalización a los 115 municipios con mayores índices de violencia del narcotráfico y el crimen organizado, es un ejercicio indispensable en un país donde la costumbre es hablar de la feria según le va a cada quien y convertir en estadísticas y hasta en tendencias las experiencias propias y las del entorno inmediato.


En la misma actitud de analizar en bloque, los autores colocan al estado de México a la vanguardia en homicidios, robo y secuestros con 101 mil 117, seguido por el Distrito Federal con 71 mil 216 y Baja California con 45 mil 133. Aquí se ahorraron la indispensable correlación entre ilícitos denunciados ante el MP y número de habitantes.


Mientras en 2010 las denuncias por robo de vehículo, a casa habitación y a negocios fueron de 206 mil 944, 104 mil 641 y 76 mil 825, respectivamente, en 2009 las cifras sumaron en el mismo orden: 184 mil 391, 97 mil 46 y 62 mil 569. La buena noticia es que disminuyeron las denuncias ministeriales sobre robo a transeúntes y a bancos.


Con más y mejores datos duros, por negativos que sean, se aporta mucho más que con las desacreditadas y costosas campañas publicitarias.


Acuse de recibo


Agradezco los buenos deseos para 2011, enviados por Silvia M. Landers (presidenta del Club Democrático Latinoamericano de Sacramento, California, Estados Unidos), Leonardo Curzio (doctor y periodista), Salvador González Briceño (columnista), Sylvia González Elger (Cuernavaca, Morelos), Lorena Campbell (Primer Festival Internacional de la Imagen), el chiapaneco Guillermo Palencia Ferrer, Norma Esperanza Falcón Ruiz (Villahermosa, Tabasco), Serafín González L. y familia, Elías León, la doctora Elba Pérez Villalba, Concepción Arias, familia Sifri Cortés, Marcos A. Heredia Pérez (Mérida, Yucatán), David O. Velázquez Coria, Gregorio Velázquez Colindres, Fernando Carmona Bolaños, Yuri Ayax Real Ramírez y Rodolfo Sánchez Mena (autor de Juegos de Poder)… Con motivo de Norberto Rivera y el 2011 (5-I-11), el lector Ramsés Ancira hace la siguiente pregunta: "Agradecería oportunidad y espacio para hacerle esta pregunta al cardenal Rivera: Gente que merece crédito asegura que a usted le gusta vestir en Catedral ropa y maquillaje de mujer. Dada su investidura, declaraciones y trato con infantes, ¿aceptaría someterse a un diagnóstico sicológico que garantice que no es usted un peligro para México?"... Teléfonos de México dejó sin servicio a Utopía durante 48 horas y desde hace seis meses el envío de mensajes electrónicos es sumamente irregular.

forum@forumenlinea.com

 

Respeto a derechos políticos y civiles de la sociedad, exigen a Calderón



Organización Editorial Mexicana
9 de enero de 2011
Manuel Carvallo / El Sol de México

Ciudad de México.- "Respeto al libre ejercicio constitucional de los derechos políticos y civiles en el país", exigió el Movimiento de Unidad Social por un Gobierno del Pueblo (MUSOC - GP) al gobierno de Felipe Calderón, durante una manifestación realizada en el Paseo de la Reforma, durante la cual lo exhortó a cumplir y hacer cumplir la ley y la Constitución de la República, "la cual establece el derecho de las y los mexicanos, a asociarse y participar en los asuntos políticos, ejercer la libertad de imprenta y la crítica a sus gobernantes".

De acuerdo con el presidente de la Unión de Juristas de México, Eduardo Miranda Esquivel, es totalmente inaceptable que el gobierno vea en los grupos sociales y en las ONG riesgos para la seguridad nacional.

"Lo que sucede, señala el jurista, es que la activa y critica participación cívica de las organizaciones sociales y ONG's, en política que se da por la falta de credibilidad ciudadana en la instituciones de justicia y derechos humanos, así como por la incapacidad de partidos y sindicatos oficiales de generar alternativas

de solución a los grandes problemas de crisis, pobreza, violencia e ingobernabilidad, asusta al gobierno".

Durante la manifestación dirigentes de otras organizaciones no gubernamentales, acusaron que la estrategia estatal de encajonar, a como de lugar, al movimiento social a la narcoinsurgencia, al atribuirle nexos con el "secuestro de Diego", las acciones de la "familia en Michoacán" y los planes de las FARC de Colombia en México, son parte de un plan siniestro del gobierno panista para eternizar su

poder, inhibir y justificar la criminalización de la protesta ciudadana.

"Por ello quieren legitimar la persecución de activistas sociales y defensores de derechos humanos, como se desprende de las tesis del CISEN, dadas a conocer recientemente", advirtieron.

En ese contexto, consideraron que dar justicia al pueblo, dignificar la función judicial y democratizar a la Corte, son algunas de las tareas y compromisos que tendría en adelante que asumir Juan N. Silva Meza, como nuevo presidente del máximo tribunal del país,.
 

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