martes, noviembre 01, 2011

En política: ¿Es verdad que la ropa sucia se lava en casa y siempre hay que dar muestras de unidad?




Pedro Echeverría V.

1. El expresidente brasileño Lula da Silva, que al parecer terminó su gobierno con muy altos grados de aprobación, ha recibido muchos aplausos en el mundo. No gobernó como cualquier gobierno capitalista al servicio de los EEUU y de los más poderosos magnates del capital como Colombia, México, Costa Rica, Panamá; pero tampoco gobernó contra EEUU o sin él como Cuba, Venezuela, Bolivia o Nicaragua. Brasil logró avances económicos importantes y se reconfirmó como el país más poderoso de América Latina por su producción, extensión territorial y número de habitantes. Lula con su posición de centro izquierda o socialdemócrata ha sido muy laureado en el mundo por su fuerte corriente reformista, pero también por los grandes capitalistas porque no representa una amenaza para nadie. En su visita a México le dijo a la izquierda que "la ropa sucia se lava en casa" y que hay que buscar
la unidad.

2. Se le aplaude a Lula sus buenos consejos, pero la realidad en México es otra cosa. En el PRI –mucho menos en el PAN- siendo instituciones al servicio del capital y de las clases dominantes, jamás se discuten posiciones políticas e ideológicas porque nunca en su historia fueron educados para ello. Ellos nacieron, se desarrollaron y están muriendo, pensando en el poder político y económico. Entre los principios ideológicos de esos partidos nunca ha figurado la búsqueda de ideas para desaparecer las sociedades de explotación y miseria, mucho menos ideas que permitan construir sociedades justas e igualitarias. Lo que se analiza en el interior de esos partidos son las mejores formas de ascender al poder político y la política que debe seguirse para conservar ese poder. En la izquierda, sino no se analiza y se discute, no se puede caminar ni tampoco existir. Los izquierdistas –todos- deben saber porqué luchan, cómo y con quién.

3. La discusión ideológica, sobre todo de los objetivos de una lucha, es ineludible. No puede existir una organización, un partido, una acción comunitaria, si no se delinean claramente los objetivos. No puede decirse -como toda la derecha- que hay que luchar por el poder y sólo hasta que lo conquistemos daremos el segundo paso. ¿Para qué se quiere el poder? ¿A quién va a servir el poder y cómo? Los socialistas decimos que el poder debe servir a la gran mayoría de la población, es decir, a los trabajadores y que si ese no es el primer objetivo, no nos interesa. Por el contrario, los burgueses al sentirse atrapados dicen: "Bueno, sí, pero antes hay que crear riquezas para luego repartirlas" Y llevamos varios siglos creando riquezas que se acumulan y acumulan entre unas cuantas familias y nadie nunca las ha repartido. Todos los gobiernos y partidos burgueses hacen demagogia con la pobreza para conquistas votos, pero sólo les interesa el poder.

4. Lula tiene razón al decir que la unidad lo es todo y sin ella nada; que en la izquierda no se saquen los trapos al sol. Lo que sucede es que ante la historias de manipuleos, engaños y traiciones, cada persona debe saber para qué y para quién trabaja. Se ha confiado tanto en los políticos que prometen, que ofrecen cambios y transformaciones, sobre todo en los juramentos de honradez y honestidad, para que sean al poco tiempo iguales que los demás, que la izquierda no puede confiar más que en unos cuantos que enseñan con el ejemplo. Siempre hay que buscar la unidad, pero no a toda costa sino con base en principios ideológicos, éticos, morales; y si todos han cometidos errores y no hay nadie sin mancha, hay que tratar de asegurarse que sean los menos y a esos buscar atarlos para que no vuelva a suceder. Por eso la izquierda no deja de discutir y denunciar, de criticar y autocriticarse. ¿No es más sano decir las cosas de frente para no luego sufrir las consecuencias?

5. El PRD, que nació en 1989 fundado por los nacionalistas (Cárdenas, Muñoz Ledo) que salieron del PRI que desde 1982 había tomado el camino del neoliberalismo, nunca ha sido un partido de izquierda. Nació para ser un partido amplio, de masas con carácter electoral, un combatiente partido socialdemócrata, pero siempre en la búsqueda del poder político. En él se agrupó la mayoría de los intelectuales, universitarios y críticos; sin embargo estuvo siempre alejado de las luchas sociales porque el Estado los conminó a ser legal, a respetar su registro como partido, a crecer para tener derecho a subsidios, derecho a los medios de información y mil cosas más. El PRD nunca tuvo una visión revolucionaria sino una visión socialdemócrata, es decir, dedicar un 100 por ciento de su actividad a los procesos electorales, al parlamentarismos, al las negociaciones y a los acuerdos. Ese tipo de partido casi no tuvo diferencias prácticas con el PRI y el PAN.

6. Lula pide unidad entre un PRD que cada día se derechiza más por haber sido penetrado de manera total por el oportunismo, confundiéndose y pareciéndose al mismo PRI, al mismo PAN y al mismo gobierno PRI-PAN; el otro PRD (minoritario en cuanto a militantes) busca ser otra cosa: crítico del capitalismo, enemigo de los gobiernos del PRI y el PAN, busca acercarse a los movimientos sociales, pero lo más importante es que pone en primer lugar la movilización de masas; éste lo encabeza López Obrador y su organización de masas MORENA. ¿Podrá realmente (como plantea Lula) haber "unidad" entre estrategias realmente distintas? Hay que buscar la unidad pero en las movilizaciones, en las luchas en las calles, en las batallas para obligar a los gobiernos a solucionar problemas de los trabajadores. ¿Cómo plantear unidad entre quienes reconocen al gobierno capitalista o se subordinan a él y los que no?

7. No se puede estar pensando exclusivamente en ganar la Presidencia, menos si se tiene la experiencia de muchos sexenios que la clase dominante ni se equivoca y tampoco se arriesga. Gobierno, clase política, empresarios, medios de información y clero, no equivocan a sus candidatos y sus apoyos. Pueden permitir el triunfo en algunas bancadas legislativas que ayudan al juego político sin lograr nada duradero, pero el poder grande en manos de la izquierda jamás lo aceptarán. Por ello las batallas en las calles y en las plazas, los bloqueos de instituciones, tienden a radicalizarse más cada día. Es el motivo por lo que la izquierda discute, analiza, se confronta y se divide; pero en ese proceso la izquierda logra unirse en coyunturas políticas importantes y en eso hay que trabajar. El PRI y el PAN, que solo buscan obtener y conservar el poder, siempre están unidos para engañar y golpear a los trabajadores.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

México, en el "club de la crisis"

México. País inseguro. Foto: Juan Carlos Cruz
México. País inseguro.
Foto: Juan Carlos Cruz

A partir del año próximo México formará parte de un club más exclusivo que el de la OCDE: el de los países agobiados por situaciones extremas de violencia, que con el nombre de International Crisis Group funciona con sede en Bruselas y que dedicará un programa a nuestro país. Uno de sus expertos, Javier Ciurlizza, que viajará a México en diciembre próximo, asegura que la estrategia del gobierno para combatir la violencia mediante operativos represivos no da buenos resultados, porque ésta tiene orígenes múltiples que no se toman en cuenta.

BRUSELAS (Proceso).- Por los altos niveles de violencia prevalecientes en México –derivados de la guerra contra el narcotráfico–, el International Crisis Group (ICG), centro de estudios independiente especializado en el análisis de los conflictos armados en el mundo, abrirá el próximo año un programa dedicado al país.

El ICG da seguimiento a las situaciones de violencia en Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Guatemala y Haití. Pero desde septiembre de 2010 decidió incluir información sobre México en Crisis Watch, la publicación de su observatorio de crisis.

La presidenta-directora general del organismo con sede en Bruselas es Louise Arbour, quien fue comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El expresidente Ernesto Zedillo apareció como parte del Comité Ejecutivo del ICG hasta la edición de mayo de 2010 de Crisis Watch.

La inclusión de México en la oferta analítica del ICG permitirá una cobertura permanente y la producción de materiales más extensos y detallados sobre el fenómeno de la violencia que amenaza la estabilidad del país. En diciembre próximo viajará a México Javier Ciurlizza, director del programa para Latinoamérica del ICG.

Luego de participar en el seminario Corrupción y Crimen: Amenazas para la Paz en Latinoamérica, que fue parte de la Conferencia Global del ICG en Bruselas el lunes 24, Ciurlizza analiza para Proceso la estrategia antidrogas aplicada en México a partir de la comparación con las experiencias de otros países de la región.

Fuerzas del mercado

A Ciurlizza se le comenta que, según el discurso oficial, la estrategia del gobierno ha sido exitosa porque logró desarticular a los grandes cárteles, y el incremento temporal de la violencia sería una consecuencia lógica de ese logro.

–De acuerdo con el estudio de otros casos, ¿qué tan sólida le parece esta afirmación? –se le pregunta.

–La violencia del narcotráfico obedece a varios factores y uno de ellos es la acción del Estado; pero depende también de la estructura del mercado ilegal de drogas. La regla general es que si ese mercado es grande y estable, no necesitas la violencia: lo puedes administrar sin matar. Ese era el caso de los narcotraficantes guatemaltecos hasta la llegada de Los Zetas y fue también el caso de los cárteles de Medellín y Cali en Colombia en los ochenta.

"Cuando tu mercado es pequeño y no es estable, generalmente hay violencia. La falta de estabilidad de un mercado se puede deber a que hay más competidores; es decir, más carteles que pelean entre sí por el control de rutas y plazas, o porque el Estado aplica la ley de una manera más rigurosa con una fuerte represión, lo que introduce, hablando desde un punto de vista estrictamente de negocio, un costo de transacción alto: la cuota para pagar corrupción es mucho más alta. Estos escenarios generan más violencia.

El investigador menciona que cuando el gobierno colombiano consiguió fragmentar a los grandes cárteles –como dice el gobierno mexicano que lo ha hecho en el país– éstos se dispersaron en cárteles de mediano tamaño y se transformaron en varios grupos criminales que comenzaron a competir.

"Existe otro elemento –agrega el investigador–: el mercado de drogas tiende a integrarse, es casi un fenómeno natural: al principio hay confrontación y luego hay distribución, se reparten los territorios, las plazas y las funciones. Eso es lo que pasa en Colombia y lo que está pasando en México. En el caso de Tijuana, por ejemplo, donde la violencia ha disminuido aparentemente por el éxito (de una estrategia gubernamental), creo que está mucho más vinculado al mercado y no tanto a la acción del Estado."

–Usted afirma que la fragmentación de los cárteles, que estaría ocurriendo en México, da como resultado grupos "impredecibles" y más propensos a la violencia: ¿cómo obligarlos a ese "espacio de negociación" del que usted habla en sus análisis?

–Cuando tienes un mercado ilegal cuyos costos de transacción son mucho más altos que los del mercado legal, lo que necesitas para el mercado ilegal es una altísima tasa de ganancia. La única posibilidad de desincentivar que las drogas sigan en el mercado es bajar la tasa de ganancia.

"La demanda es inelástica, por lo que queda aumentar los costos de transacción (del comercio de drogas). ¿Y cómo lo haces? O le metes (al narcotráfico) una represión brutal sostenida en el tiempo –lo que para el Estado es más costoso que para el narcotraficante– o simplemente regulas el mercado, imponiendo ciertos límites dentro de los cuales el narcotraficante puede moverse, y si se sale, le cae la represión."

Catástrofe social

Respecto de la hipótesis según la cual el gobierno federal pretende proteger al cártel de Sinaloa para después facilitar una negociación, el investigador del ICG refiere que así se hizo en Colombia. Expone que "el cártel de Medellín se puso del lado del Estado" para sobrevivir, pero que posteriormente el propio Estado lo destruyó para favorecer a otros cárteles; y lo mismo sucedió en el caso de los paramilitares colombianos, que eran también organizaciones narcotraficantes: "Se pactó una desmovilización".

Aclara que esas negociaciones son "altamente inestables y riesgosas. Es muy difícil, primero, mantener las ofertas que se hacen en la negociación y, segundo, castigar los incumplimientos". Pone el ejemplo del acuerdo de desmovilización del grupo paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia, ligado íntimamente con el narcotráfico.

"El Estado les dijo: 'Me van a contar qué hicieron, van a reparar a las víctimas, no irán a juicio, sino a unas audiencias y, a cambio, se les va a reducir a cinco años la pena de 70 o la extradición que enfrentan'. Entonces los narcotraficantes dijeron que sí, se desmovilizaron y entregaron las armas. Pero factores externos, como la presión internacional y los tribunales, provocaron que no todos pudieran acogerse a esa ley y el Estado les incumplió. Lo que ocurrió fue que los narcos regresaron en Colombia."

Ciurlizza afirma que no tiene conocimiento de algún pacto entre un Estado y el narcotráfico que haya durado en el largo plazo. Cuenta una anécdota en relación con la súbita transformación de Medellín de una ciudad extremadamente violenta a una más pacífica a principios del decenio pasado. Los rumores apuntan a un acuerdo con el narcotraficante Diego Fernando Murillo, Don Berna, para que mantuviera su negocio fuera del radio urbano de Medellín, por lo cual se hablaba pícaramente de la "donbernabilidad", la construcción de la gobernabilidad a través de ese pacto, aunque recientemente la violencia regresó a esa ciudad.

–Precisamente en estados mexicanos como Veracruz o Guerrero el gobierno federal desplegó operativos militares luego de que la violencia del narcotráfico ha puesto en peligro su gobernabilidad–, se le comenta al especialista del ICG.

–Estos operativos generalmente no resuelven la situación. Guatemala lleva tres estados de sitio declarados en Petén en lo que va de este año, y lo hizo un presidente, Álvaro Colom, que proviene del mundo de los derechos humanos y las ONG. Los cambios son insignificantes. Son una estrategia de "golpeo y me voy". El ejército, cuando sale a la calle, funciona con el ordenamiento militar, como un ejército de ocupación, que mira a toda la población como potencial enemiga, que ataca y destruye cualquier cosa que "parezca vinculada" a los cárteles.

Desarrolla más su idea: "Se confunde economía criminal con economía ilegal. En los países latinoamericanos mucha gente sobrevive gracias a la economía informal, esas redes económicas que sostienen a los más pobres y que también pueden tener vínculos con el narcotráfico, pero que son diferentes. Es el caso de la piratería. Esas redes informales son destruidas por el Estado en aras de la seguridad".

Remarca lo que hizo Colombia. "Las autoridades colombianas entendieron que el Estado tiene que llegar con todo: obviamente con función represiva, policial y no militar, pero también con promoción social, con reconstrucción del tejido social. Considero que ahí está el gran problema en América Central: se le está dando duro a los narcotraficantes y se está olvidando que eso está destruyendo sociedades, familias, desintegrando pueblos, desapareciendo localidades enteras, siendo que la primera condición básica para el desarrollo es que haya cohesión social".

El corral, el zorro y Calderón


Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre




En buena o en mala hora, depende del ángulo desde el cual se observe, le entró la prisa a Felipe Calderón para que en mayo de 2012 culmine la evaluación de los cuerpos policiacos del país que, en conjunto, tienen 458 mil 816 elementos, entre mandos altos y medios, y personal operativo.

De ese gran total, sólo 35 mil 851aprobaron ya los controles de confianza. El compromiso de los gobiernos federal y estatales es que en mayo próximo concluya la evaluación de 238 mil 814 elementos, y el resto en enero de 2013 (como lo establece la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública) y para cuando Calderón Hinojosa ya no radicará en suelo mexicano, sino probablemente en Estados Unidos. Mas para cumplir con la meta hay 211 mil 764 elementos pendientes de aprobar la evaluación.

La gigantesca y plausible tarea para estar en condiciones de responder mejor al acuciante y generalizado reclamo de contar con cuerpos policiacos confiables y eficaces, y retirar así al Ejército a los cuárteles de donde nunca debieron salir, el general de cinco estrellas quiere acelerarla y que se cumplimente en enero próximo.

Los argumentos de Calderón reinciden en el uso del lenguaje coloquial, mostrando que más que dialogar con sus interlocutores monologa, se dirige al público del duopolio de la televisión y el oligopolio de la radio: "Después de ver este fenómeno no podemos dejar al zorro dentro del corral de las gallinas". Además de "Aquí entre nos, sabemos que muchos delincuentes están metidos en la policía y están protegidos por la policía". Finalmente: "Y sí, a lo mejor es pretencioso querer tener una policía como la suiza. Yo honestamente como mexicano, no veo por qué un mexicano no puede aspirar a tener la mejor policía del mundo en su municipio, en su estado y en el país".

Más allá de los afanes por el lucimiento, al michoacano de Morelia no le falta razón si reacciona, enhorabuena, impulsado por la creciente presión ciudadana que se organiza al margen de los partidos políticos y de Los Pinos, e incluso aunque legítimamente busque capitalizarla para el PAN con la vista puesta en julio próximo.

Distinto es si sus propósitos sucesorios los antepone a los planes y programas de seguridad pública, epicentro de la agenda federal de gobierno. Si la prisa y voluntarismo son para apuntalar al precandidato Ernesto Cordero y su partido, Acción Nacional. Entonces en mala hora el abogado, economista y administrador público dicta cátedra a partidos y electores sobre conductas y políticas ejercidas facciosamente, como da muestras reiteradas en Michoacán, para apoyar a Luisa María Calderón Hinojosa, y quien cuenta con la promoción de los diarios Milenio y sus encuestas.

Como fuere, la tarea de evaluación y depuración de los cuerpos policiacos, misma que debió emprenderse con el arranque del sexenio al que le restan 12 meses y 28 días, es inaplazable. Baste un alarmante dato brindado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante la sesión número 31 del Consejo Nacional. De un total de 376 secretarios de seguridad, procuradores y secretarios de Gobierno de los estados, 77 reprobaron los exámenes de confianza. Sólo 177, es decir 47 por ciento, aprobaron los exámenes de control de confianza aplicados por el gobierno federal. Y si así están las elites ministeriales, policiacas y gubernamentales qué se puede esperar de los elementos operativos.

Falta, además, hacer la pregunta básica: ¿Y quién evalúa a los evaluadores? Está documentado periodísticamente que el primer círculo de la Secretaría de Seguridad Pública se ahorró la incómoda evaluación por disposiciones de Genaro García Luna.

Acuse de recibo

Para Antonio Del Campo Gordillo, de Comalcalco, Tabasco, "Isabel Miranda y Alejandro Martí, como muchos otros defensores de la integridad física de los mexicanos, ni son México ni representan una significativa parte de los mexicanos, por lo tanto su opinión acerca del Ejército es mediática pero no democrática, me pareció muy a destiempo que el señor Martí y la señora Miranda se hayan sentido lastimados cuando les sucedió un inconveniente, lamentablemente doloroso, pero que nunca antes de ello dijeran nada del infortunio que han sufrido millones de personas al padecer tanto la delincuencia común, como la delincuencia política, bancaria, empresarial y gubernamental, fechoría oficial que ha llevado a miles y miles de personas pobres y de clase media a la desesperación, la depresión y con ello al suicidio o a unirse a la delincuencia organizada, lo que sobrelleva también una muerte segura, esta manera de proceder no es sólo de Martí y Miranda, así mismo actúan casi todos los defensores de las organizaciones que son pagadas por gente de dinero que se ha sentido lastimada. Ésta es mi humilde opinión, si estoy equivocado o con ella ofendo a algunos, les suplico me perdonen pues no es mi intención lastimar a nadie"… Rafael Jacobo García libra (en La Goma, Durango), la lucha por su vida, como batalló por la de muchos campesinos.

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A la CIDH el caso de indígena violada y ejecutada por militares en 2007

Guillermo Galván, titular de la Sedena. Foto: Germán Canseco
Guillermo Galván, titular de la Sedena.
Foto: Germán Canseco

XALAPA, Ver. (apro).- El caso de la indígena Ernestina Ascencio Rosario, asesinada en febrero de 2007 por presuntos militares, será enviado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en virtud de que se agotaron todos los procedimientos legales en las instituciones mexicanas "sin ningún resultado en la aplicación de la justicia".

Así lo señaló el activista Julio Atenco Vidal, presidente de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROISZ), quien señaló que las abogadas Carmen Herrera y Pilar Noriega, de la Asociación de Abogados por la Defensa de los Derechos Humanos, preparan ya el recurso correspondiente para presentarlo ante la CIDH.

Mencionó que las comunidades del municipio de Soledad Atzompa –de donde era originaria la indígena de 72 años de edad, quien el 25 de agosto de 2007 fue violada y asesinada por presuntos militares–, que a la fecha siguen reclamando justicia, recurrieron al apoyo de dos grupos de abogados especializados en la defensa de los derechos humanos.

En este caso, dijo, "contamos con el apoyo" del equipo de abogados dirigido por Miguel Cano y por el de la Asociación de Abogados por la Defensa de los Derechos Humanos, quienes ante las instancias judiciales, tanto estatales como federales, reivindicaron el derecho a la información, es decir "a conocer la verdad sobre las causas que motivaron la muerte de la anciana indígena".

Atenco Vidal puntualizó que este proceso inició luego de las "pifias" de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) y del exgobernador Fidel Herrera Beltrán, quien a pesar de haberse comprometido a aplicar la justicia en el caso de la indígena asesinada, se desistió y avaló lo dicho por el presidente Felipe Calderón, en el sentido de que había muerto "por una gastritis aguda y no por violación".

A través de un amparo de la justicia federal, diversas organizaciones civiles y familiares de la víctima exigieron su derecho a la información, establecido tanto en la Constitución federal como en la local, ante la negativa de las autoridades estatales para entregar el expediente relativo a los peritajes realizados tras el fallecimiento de la indígena.

Luego de un largo proceso, explicó el activista, el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que recientemente emitió el falló y ordenó a la PGJE que entregara la información solicitada, "pero lo que entregaron las autoridades fue la misma basura de siempre", es decir, "nada".

Ante ello, detalló, hace unos días las abogadas Herrera y Noriega consultaron e informaron que luego de haberse agotado todas las instancias relacionadas con la aplicación de la justicia en México, estarían ya listas para presentar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

"Nosotros confiamos que los procedimientos que han seguido estas compañeras son los adecuados y aprobamos que presenten el caso, ya que hay familiares de la señora Ernestina que están dentro de nuestra organización y que seguramente tendrán que ratificar la denuncia ante esta instancia internacional", subrayó.

A través de estos familiares cercanos de Ascencio, cuyo nombre se reservó para evitar que sean presionados por parte de las autoridades estatales, como ocurrió con los hijos de la anciana asesinada, el activista detalló que solicitaron a las abogadas que los representara en todo este procedimiento ante las instancias judiciales mexicanas y ahora ante la CIDH.

Atenco Vidal dijo desconocer cuándo será presentado este caso ante la CIDH, "pero será pronto", agregó, porque en este momento se está preparando el expediente y recabando e integrando todos los elementos de prueba contra la actuación de las autoridades por negar información sustantiva sobre las pruebas periciales practicadas por peritos de la PGJE.

Estos peritajes, subrayó, "podrían demostrar la existencia del delito de violación y asesinato", información que el gobierno del estado negó reiteradamente, aun cuando la SCJN ordenó que se entregara a quienes promovieron el amparo. "La PGJE vuelve a dar la basura que ya conocíamos, sólo es un juego para ellos", insistió.

Lo que en este caso se está exigiendo son las pruebas periciales, puntualizó, "porque eso es lo que realmente puede demostrar o no la configuración del delito" y la probable responsabilidad de elementos del Ejército mexicano en la muerte de la anciana indígena, que perdió la vida luego de ser atacada en su propia comunidad, Tetlatzinga, municipio de Soledad Atzompa.

"Lo que se quiere demostrar es que Ernestina Ascencio fue violada y asesinada, y que no murió por una gastritis, como lo suscribió la supuesta investigación de la PGJE y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en ese entonces presidida por José Luis Soberanes, quien solio fungió como comparsa a lo dicho por el propio Calderón", acusó.

A cuatro años de los hechos ocurridos en la sierra de Zongolica, dijo, las comunidades indígenas y las organizaciones civiles que conocieron del caso siguen esperando justicia para la anciana de 72 años de edad, asesinada y ultrajada, "por lo que ahora tenemos la esperanza de que instancias internacionales actúen para que se conozca la verdad de los hechos".

Despartidizar al IFE



Por José Antonio Crespo
Felicidades a Cuauhtémoc Cárdenas El fracaso en la designación de los tres consejeros que faltan para completar al Consejo General del IFE refleja con claridad que la partidización del Instituto —que se mostró desnuda en 2003— se agotó por completo.

Lo que fue ariete de la democratización electoral, y orgullo nacional e internacional, los partidos lo han rebajado a botín jaloneado y rasgado. Dicen ahora algunos diputados que no conviene elegir a los tres consejeros faltantes de la lista actual, sino que debe reabrirse el proceso con nuevos nombres. Pero el problema son menos los nombres, y más la insistencia del PRI en designar a dos de los tres consejeros faltantes.

El agandalle priista no podrá ser superado con nuevos nombres, sino con un procedimiento distinto. Aún si el PRI cediera en su pretensión, no se habrá resuelto el problema de fondo: la partidización del IFE. Incluso si los consejeros se distribuyeran equitativamente entre los partidos, con gran probabilidad seguirían siendo afines al partido promotor. Sólo retirándole a los partidos la facultad de designar consejeros el IFE cobrará auténtica autonomía, imparcialidad y credibilidad.

Ya está visto que la suma de parcialidades no se traduce en imparcialidad, como antes se decía. Hay dos ventajas que se podrían conseguir bajo la nueva fórmula:

A) Se eleva significativamente la probabilidad de nombrar gente preparada y con experiencia, comprometida a aplicar la ley con neutralidad, sin que vea en su paso por el IFE parte de una carrera partidista que comprometa su imparcialidad;

B) Quienes por esa vía sean nombrados consejeros sabrán que nada le deben a tal o cual partido, y tendrán legitimidad propia así como mayor margen para tomar decisiones con criterio propio y no de compromisos previos o gratitudes malsanas. La propuesta (sujeta a discusión, revisión y mejora), está basada en lo que ocurre en otros países, y también en cómo se eligen consejeros locales y distritales del propio IFE:

1) Elevar los requisitos para ser consejero, de modo que se tenga auténtica experiencia en materia electoral, además de no haber militado en ningún partido los últimos cinco años (algunos consejeros han sido militantes poco antes o durante su mandato en el IFE).

2) El Congreso invita a varias universidades públicas y privadas, de la capital y el interior, con facultades de Derecho y/o Ciencia Política, a formar una Comisión ad hoc para designar consejeros. Conviene invitar a varias instituciones para evitar compadrazgos y amiguismos en el proceso.

3) De entre los aspirantes, los partidos pueden sugerir la exclusión de quienes consideren demasiado cercano a otros partidos, ofreciendo razones y pruebas. La Comisión investiga si existe cercanía excesiva (o militancia) de un aspirante con algún partido, tomando en cuenta eso para su evaluación final.

4) Tras realizar exámenes de conocimiento, ensayos de temas electorales o entrevistas personales, la Comisión forma una lista final con los candidatos idóneos (que mejor reúnan los requisitos de experiencia, trayectoria profesional, probidad y autonomía). Cuando por mayoría calificada de dos terceras partes de comisionados se logre designar candidato, éste quedará en firme.

Si faltan vacantes por ocupar sin que se haya logrado esa mayoría calificada, se procederá a una insaculación entre quienes integren la lista final. Hay quien sostiene que sería más conveniente que esta comisión configure una lista de buenos candidatos y deje a los partidos decidir quiénes de esa lista serán los consejeros.

Pero en tal caso se volvería a caer en los vetos partidarios sobre algún buen candidato por motivos estrictamente partidistas —o de venganza— más que profesionales, y se perdería la ventaja de que los consejeros finalmente designados, no le deban el cargo a ningún partido, mismo que se sentiría después con derecho a cobrar el favor (como ocurre hoy). Puede haber varios peros en esta fórmula, pero que presenta muchas más probabilidades de lograr lo que se busca; un árbitro electoral más profesional, autónomo e imparcial.

Por supuesto, habrá resistencia de los partidos a dejar en la sociedad civil —a través de las universidades— la prerrogativa de designar consejeros, precisamente porque lo que quieren no es gente autónoma e imparcial, sino delegados partidistas. Sin embargo, mientras la designación esté en sus manos, tendremos un IFE que con decreciente prestigio y credibilidad, cada vez menos confiable a la ciudadanía, y a los propios partidos.

Cárdenas, el mezquino

Cárdenas y Calderón. Egoísmo. Foto: Octavio Gómez
Cárdenas y Calderón. Egoísmo.
Foto: Octavio Gómez

MÉXICO, D.F., (apro).- La contribución de Cuauhtémoc Cárdenas a la democracia en México es inobjetable hasta para quienes ahora avalan entregarle la medalla Belisario Domínguez, pero no deben omitirse episodios en los que ha sido también un político mezquino y hasta desleal.

La exhibición plena del egoísmo de Cárdenas se presentó en el proceso electoral de 2006, no tanto por desdeñar los actos de campaña de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial del partido de ambos, sino por una decisión insólita: Aceptar, a 15 días de las elecciones, ser empleado de Vicente Fox.

El 19 de junio de ese año, Cárdenas aceptó coordinar la Comisión Organizadora de la Conmemoración del Bicentenario del inicio del Movimiento de Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana que le ofreció Fox, quien lo definió –hipócritamente— como "un ejemplo de congruencia con sus ideales y un gran luchador por la democracia".

Ese cargo Cárdenas lo recibió del mismo individuo que actuó peor que los presidentes priistas al inmiscuirse en todo el proceso electoral y, aun antes, desde que impulsó el desafuero contra López Obrador, todo lo cual convalidó hasta que, pasadas las elecciones –el 8 de noviembre– renunció.

Reconoció lo obvio: La "controversia en el interior del partido político en el que milito y en algunas expresiones políticas con importante presencia nacional", pero también que sus tareas requerían "un ambiente de respeto, ajeno a crispaciones políticas".

Lo cierto es que Cárdenas –que no es ingenuo– fue funcional a los intereses antagónicos del PRD y de quienes siempre lo han despreciado, como Fox, quien consideró que al darle la Belisario Domínguez esa medalla se degradaba "del oro al cobre", porque lo considera un personaje "ordinario".

Pero desde el inicio mismo de la campaña de 2006, Cárdenas envió un mensaje claro de apoyo a Felipe Calderón, justo en la primera gira de éste a Michoacán: Su incondicional Enrique Bautista, secretario de Gobierno, apareció en un acto del candidato del PAN, a quien luego invitó a cenar el gobernador Lázaro Cárdenas.

Pero, ya antes, durante el embate del gobierno de Fox que derivó en el desafuero de López Obrador, que se consumó el 7 de abril de 2005, Cárdenas se mantuvo al margen, según él para no participar en "actividades electorales" que no fueran a su favor.

Enrique Calderón Alzati, un asesor de Cárdenas, exhibió justamente la mezquindad de éste al decir que "sería muy injusto que, después de tantos años de trabajo y de lucha, se le pida que esté al frente de la campaña política de López Obrador".

La realidad es que, en efecto, Cárdenas fue desplazado por López Obrador en el liderazgo de la izquierda, sobre todo por la gestión que cada uno tuvo al frente del PRD primero y luego del gobierno del Distrito Federal, con resultados contrastantes: El primero, en una gestión de tres años, opaco y su sucesor, en ese mismo lapso, espectacular.

Es sabido que López Obrador le planteó a Cárdenas instrumentar programas sociales fundamentales para la izquierda, como él lo hizo desde el inicio de su sexenio, pero Cárdenas los desechó, y ahí se abrió el abismo.

López Obrador, tras la derrota de Cárdenas en 2000, tomó su propio camino y la distancia entre los dos ya no se acortó, pero jamás lo descalificó: "No me voy a pelear con la historia", decía.

Inclusive, en una charla con este reportero, en el proceso de desafuero y ante la mezquindad de Cárdenas, López Obrador decía comprenderlo:

"Me le atravesé al ingeniero, a quien respeto por su estatura moral. Lo entiendo. Si yo hubiera estado en su lugar, y alguien se me atraviesa, hubiera preferido irme a dar clases a una preparatoria de Macuspana. El ingeniero ha actuado con mucha responsabilidad."

Pero, en el 2006, Cárdenas no se fue a Morelia ni a Jiquilpan, la tierra de su padre, porque él nació en la capital de la República, sino se hizo empleado de Fox y luego, en una contradicción con su historia y la del país, avaló a Calderón, apellido emblemático del partido de la derecha que combatió a su padre y a su proyecto nacional…

En ese sentido, Cuauhtémoc Cárdenas no sólo fue mezquino, con razón o sin ella, con López Obrador, sino desleal con un proyecto de nación que será derrotado otra vez si, en Michoacán, Luisa María Calderón vence al candidato de la izquierda, un individuo apellidado Aureoles, y se suma, como en 2006, al proyecto que atacó al de su padre…

Apuntes

Lo que inició la guerra fue un acto de corrupción: Cuauhtémoc Cárdenas tuvo como secretario particular a Alfonso Vaca Morales, que luego fue director de Servicios Metropolitanos (Servimet) del gobierno del Distrito Federal, que la Contraloría con López Obrador inhabilitó, en 2003, por un quebranto por 50 millones de pesos del patrimonio capitalino por la venta de un terreno en Santa Fe. Cárdenas montó en cólera… Es la misma razón por la que calla ante la infame intervención del gobierno de Felipe Calderón a favor de su hermana en Michoacán, que Jesús Ortega, Carlos Navarrete y los corruptos del PRD avalan…

Comentarios: delgado: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado

7. CUENTOS DE ULTRATUMBA 2011 "EL PARTIDO DEL MUERTO VIVIENTE" (VIDEO)

Democracia de museo



Alberto Aziz Nassif
Pese a todos los cambios políticos del país, las inercias regresan una y otra vez y vuelven a ganar votaciones. A pesar de la alternancia, no se ha logrado tener un régimen eficiente y moderno, México sigue siendo un sistema político que —por su retraso— ya se puede considerar de museo en el contexto latinoamericano.

El último intento de reforma política, para poner al día instrumentos y contrapesos entre gobernantes y gobernados, se abrió en diciembre de 2009 y cierra en estos días. En próximos días veremos que la minuta de los diputados regresa recortada al Senado. Es posible que los senadores restituyan los recortes y, en ese ir y venir entre cámaras, el país entrará de tiempo completo al frenesí electoral del 2012. La democracia mexicana seguirá siendo ineficiente para formar mayorías. El presidencialismo arrastrará las mismas debilidades y los poderes de la República tendrán las mismas dificultades para coordinarse. En suma, cualquier cambio será trasladado a un futuro incierto.

Para el balance de la reforma política sólo hay que ver las propuestas hechas entre el Ejecutivo, el PRI y el PRD, y ver los resultados en San Lázaro. A fines de abril de este año el Senado aprobó una minuta menor a las ofertas, pero tenía cambios interesantes como las figuras de participación ciudadana, algunos instrumentos para el ejecutivo y algunos avances para la rendición de cuentas, como la reelección de legisladores. Después de más de cinco meses los diputados tomaron esa reforma y el PRI le aplicó varios correctivos: la llenó de fantasmas y regresiones y el proyecto, que era aceptable, quedó hecho polvo.

Adiós a la reelección. Se deformó la consulta popular que se desligó de las elecciones federales y se bajó el umbral de vinculación de 40% a 25%, o sea de 20 millones de ciudadanos. Las candidaturas independientes quedaron, pero sin el registro de una nueva ley de radio y televisión, serán una peligrosa ocasión para candidatos de las televisoras. Fue imposible pasar la revocación de mandato que no era parte de la reforma del Senado, pero que las fracciones del PAN y el PRD en San Lázaro intentaron aprobar sin éxito.

La coalición de los fantasmas y las regresiones que integraron los diputados del PRI de Peña Nieto, junto con sus alfiles verdes y el partido de Elba Esther Gordillo, logró imponerse al bloque progresista. Días y días que no han terminado en comisiones y en el pleno, dejaron una reforma que será recordada como la reforma de los adjetivos: mocha, descafeinada, insuficiente, desnaturalizada. Eso es lo que quedó de las iniciativas, una reforma que es más una miscelánea.

De cualquier manera, la reforma y su repercusión electoral no serán aplicables para las elecciones del 2012, así lo manda el Artículo 105 de la Constitución. Iremos a los comicios con lo que tenemos hasta el momento: una democracia que está en sótano con un 73% de insatisfacción (Latinobarómetro 2011), con un Estado que todos los días pierde capacidad de regular intereses de poderosos consorcios que imponen sus intereses y capturan los espacios públicos y con vientos de regreso del viejo partido gobernante.

Así es señores y señoras diputados, el trabajo de retraso está hecho. ¿Qué hacemos con la severa desconfianza en legisladores y partidos políticos? ¿De qué manera salir adelante una democracia sistemáticamente golpeada y vulnerada por la clase política? La distancia entre políticos y ciudadanos seguirá creciendo como dos mundos que ya no se tocan. Queda el voto, que servirá para elegir a los que propongan los aparatos partidistas, al mejor estilo de Schumpeter. Pero el voto no alcanza para exigir rendición de cuentas, los ciudadanos seguimos sin mecanismos para castigar o premiar a los políticos, sin posibilidad de revocarles el mandato. Los instrumentos de participación son débiles y poco significativos, se quedarán perdidos entre requisitos que llegaran a hacerlos inviables. En estos intentos por quitarles dientes y contrapesos a los ciudadanos, los políticos nos mandan de nuevo al rincón. Seguiremos como ciudadanos de urna cada tres o seis años y el desprestigio de la clase política continuará al alza con esta reforma mocha.

En unos meses, cuando los candidatos vengan a pedirle el voto a los ciudadanos habrá que tener muy claro que el voto es un ejercicio para elegir, pero que no alcanza para hacer productiva nuestra democracia de museo. Habrá que tener claro sobre todo que, como lo dice Daniel Innerarity, "Una sociedad es democráticamente madura cuando ha asimilado la experiencia de que la política es siempre decepcionante y eso no le impide ser políticamente exigente". Habrá que seguir exigiendo una reforma democrática, sin fantasmas ni regresiones…
debate@debate.com.mx

El miedo como instrumento de presión

Xabier F. Coronado

El miedo puede llevar a los
hombres a cualquier extremo

George B. Shaw

El miedo es una de esas sensaciones incómodas que todos sentimos y que compartimos con la mayoría del mundo animal. El miedo y el temor, con sus variantes de angustia, fobias y demás dispersiones psíquicas, están siempre presentes en nuestra existencia y, de manera directa o indirecta, todos padecemos sus consecuencias en la vida diaria.

A nivel de especie, el miedo básico puede ser provechoso y tanto antropólogos como psicólogos piensan que es un mecanismo natural evolutivo. Aseguran que la tensión de alerta causada por el miedo es necesaria para vivir, superar los peligros reales y nos ayuda a defendernos de nuestra angustia. El miedo que entona, que impele a actuar y buscar respuestas, sirve para dominar esas situaciones que nos causan temor y aprehenderlas.

Pero hay otro tipo de miedo, el que paraliza, el que nos hace retraernos y nos impide reaccionar para superar sus causas. Este otro miedo es el que puede ser manipulado para dominar a otros. A nivel colectivo, los poderes fácticos que gobiernan nuestra sociedad utilizan el miedo para someter a los individuos y mantenerlos en un estado de bloqueo que limite su acción y sus criterios. En la historia de la humanidad, la utilización política y religiosa del miedo está bien documentada. Ese miedo colectivo nos mueve a actuar de manera condicionada o a aceptar situaciones impuestas por temor a rechazarlas ¿Quién nos inculcó el popular "ni modo"? Quien lo haya hecho consiguió la perpetuación de la desigualdad, la injusticia y la falta de solidaridad ante el temor mezquino de que si actuamos las cosas podrían empeorar para nosotros.

Miedo, temor, angustia, neurosis y otros sustos

El miedo es la emoción más primitiva y
más fuerte del género humano

H. P. Lovecraft

¿Miedo o temor? En el diccionario de María Moliner se define el temor como un "miedo moderado" y su explicación coincide con la definición de "miedo" que nos propone el diccionario de la academia de la lengua (DRAE): "Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario." Este mismo diccionario define el temor como "pasión del ánimo que hace huir o rehusar las cosas que se consideran dañosas, arriesgadas o peligrosas". En este trabajo vamos a unificarlos y entenderlos como un solo concepto que implica la perturbación y la reacción.

La palabra miedo procede del latín metus, sus antecedentes griegos son fobos y deos. El primero fue utilizado hasta Homero para describir la huida en batalla, su símbolo estaba presente en los escudos de la diosa Atenea y del rey Agamenón en la Ilíada. Según la mitología, Fobo es hijo de Ares, el guerrero supremo, y lo acompaña en la batalla para hacer huir a sus enemigos. Posteriormente, Aristóteles ya utiliza el término fobos para referirse al miedo, que en sus obras define como un pathos (emoción) de la psique (alma). Platón es quien utiliza deos (temor) como término contrario a la valentía en uno de sus diálogos (Laques).

Para los psicólogos, el miedo es una emoción, un mecanismo de defensa natural ante estímulos que pueden ser "intensos, novedosos, característicos de peligros especiales de significado evolutivo y estímulos procedentes de interacciones sociales entre congéneres". (Gray, Jeffrey a, La psicología del miedo.) El miedo es básico o racional cuando la amenaza de peligro es real, pero también sentimos miedos irracionales provocados por la angustia y la imaginación. El miedo se manifiesta a través de reacciones fisiológicas relacionadas con los sistemas nervioso y endócrino (sudoración, palidez, aceleración del pulso, etcétera). Estos cambios movilizan una serie de recursos, como la segregación de hormonas (adrenalina y noradrenalina) y la activación muscular preparándonos para el ataque o la huida. También puede provocarnos paralización, bloqueo físico y mental, que se traduce en conductas de indolencia o de sumisión frente al peligro o el dominio.

Podemos decir que los humanos sentimos miedo cada vez que enfrentamos una situación nueva, algo frecuente a lo largo de la vida, sobre todo en la niñez, y de nuestra reacción depende el aprender a manejarla para poder superarnos. Pero esto no ocurre siempre así; esos miedos racionales se pueden transformar en miedos neuróticos que son más complejos y a veces no están ligados a un origen real. Los miedos irracionales generan depresión, ansiedad, fobias, manías y en casos extremos paranoia. Habitualmente tienen su causa en las interrelaciones sociales y a veces se vuelven permanentes en nuestra vida (miedos crónicos) con pocas posibilidades de superación.

Todas estas variantes se diferencian del miedo básico en que éste se refiere a sentimientos de temor ante peligros evidentes que provocan una reacción de protección; en cambio, los derivados neuróticos del miedo se relacionan con sentimientos de temor de origen incierto que producen aislamiento.

La angustia –término muy utilizado en el psicoanálisis– es un temor opresivo, sin causa precisa, que origina aflicción, congoja o ansiedad y hasta sufrimiento o dolor. En el sentido y uso común, la angustia se hace equivalente a la ansiedad extrema y al miedo. Otros conceptos relacionados son: el terror, un miedo extremo ante alguna fatalidad o evento catastrófico; el susto y el sobresalto, que se producen por un acontecimiento imprevisto y generan un temor repentino; y el pánico, que es la respuesta a un miedo intenso.

Las consecuencias del miedo son muy diversas; van desde superación y aprendizaje, hasta pérdida de voluntad y sometimiento. Una exposición continuada a los estímulos que causan miedo puede generar cambios en la conducta y en el funcionamiento mental y fisiológico de las personas.

El miedo, además de poder ser real o imaginario, se sufre de manera individual o colectiva. Las reacciones descritas cuando son experimentadas en grupo se potencian. En consecuencia, si la respuesta es de superación o defensa, pueden generar movimientos revolucionarios o de resistencia social; pero si la reacción es de bloqueo, puede dar lugar a una caterva de individuos sometidos y atemorizados. Un tema relevante de nuestro tiempo es la inducción al temor como modelo social que disgrega, paraliza y subyuga.

El sometimiento por el miedo y la cultura del terror

Educar por métodos basados en el temor, la fuerza y la autoridad destruye la sinceridad y la confianza, y sólo se consigue una falsa sumisión
Albert Einstein

Thomas Hobbes (Leviatán, 1651) fue uno de los primeros pensadores en relacionar el temor con la organización política y la construcción del Estado. En la actualidad, la utilización del miedo como instrumento de sumisión desarrolla una metodología sofisticada con el objetivo de intimidar a los pueblos y manejar sus reacciones ante estímulos de temor inducido. La aplicación social de esta teoría recomienda la provocación de situaciones traumáticas violentas (asesinatos, desapariciones, torturas, etcétera) para someter grupos sociales problemáticos. Este procedimiento fue utilizado por las dictaduras militares en Latinoamérica durante el pasado siglo. Los especialistas en métodos de tortura llegaron a la conclusión de que sólo en estado de crisis mental provocado por temor físico, el individuo entra en una situación de tal vulnerabilidad que lo hace perfectamente manipulable.

La historia está llena de ejemplos de sometimiento por el miedo con fines políticos, económicos o sociales. En muchas ocasiones el manejo es tan sutil que es difícil darse cuenta cuando se está produciendo. Tenemos reciente el recuerdo de cómo padecimos en Ciudad de México un "ensayo apocalíptico" en forma de epidemia sanitaria, compartimos el miedo colectivo y nos quedaron grabadas imágenes que eran consecuencia de ese pánico: el sistema de transportes utilizado por fantasmas con tapabocas y guantes, o el milagro de una ciudad sin tránsito vehicular. Meses después pudimos deducir que en ese simulacro hubo segundas oscuras intenciones de tipo económico.

Una premisa de la teoría del sometimiento por el miedo, que los gobiernos aplican con precisión, es que se deben aprovechar los momentos de contingencia motivados por una catástrofe o peligros provocados, para imponer medidas de control y subordinación que en circunstancias normales serían rechazadas por la población.

El temor, difundido por el poder gracias al control de los medios de comunicación, es un arma efectiva utilizada en beneficio propio y en contra de los individuos. El miedo impuesto invade todas las capas de la sociedad hasta instalarse en el inconsciente colectivo presto a actuar al servicio de intereses creados. El miedo se convierte en pánico y en terror; así se instaura en la sociedad la cultura del terror.

A lo largo de la historia, los regímenes totalitarios e imperialistas han basado su dominio imponiendo la cultura del terror a través de una estrategia fundada en el miedo que subyace a la violencia y la coerción. Son habituales las campañas en contra de opositores al sistema establecido que representan "un peligro" para la nación. Este componente de crear temor unido a una política educativa que mantenga en la ignorancia a la población crea un binomio casi infalible para perpetuarse en el poder.

En la actualidad el miedo es uno de los factores más utilizado en la política internacional para satisfacer los intereses económicos y políticos de las naciones más poderosas. Las consecuencias son casi siempre las que proclamaban querer evitar: millares de muertos y desaparecidos, incalculables daños colaterales, millones de desplazados, hambre y miseria, entre otras calamidades. La cultura del terror se implantó en nuestro siglo a raíz de la llamada guerra contra el terrorismo, articulada por EU y sus socios europeos. Legitimados por una ONU manipulada e ineficaz, transgreden con impunidad el derecho internacional (detenciones ilegales en cárceles clandestinas, invasiones de países soberanos con objetivos encubiertos) y pisotean los derechos humanos, todo llevado a cabo por su brazo ejecutor, la OTAN, un organismo militar que mantiene el control del planeta desde su creación después de la segunda guerra mundial, "para resguardar la paz y la estabilidad".

Los ejemplos de este mecanismo de actuación, consecuencia de una estrategia funesta y cruel aplicada por el verdadero "eje del mal", se suceden en un escenario global acelerado. Las crisis económicas continuadas, los conflictos políticos inducidos, las guerras, el control policíaco-militar, el narcotráfico, la violencia y la corrupción generalizadas, la inseguridad y la impunidad, copan nuestra existencia diaria, son realidades impuestas, justificadas por unos medios de comunicación al servicio de la cultura del terror. La situación mundial rezuma tanta violencia que trae como consecuencia miedo y temor individual, pánico y terror colectivo.

Pasar a la acción

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas
ha sido inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio

Octavio Paz

Todos padecemos esta situación pero casi nadie dice o hace nada; a los pocos que actúan o alzan la voz denunciando la realidad del sometimiento se les elimina de una u otra manera. Estamos paralizados por este miedo que nos tiene enganchados y del que nos dan nuestra dosis diaria, para mantenernos en esa apatía temerosa que domina y mediatiza nuestra vida cotidiana.

La cultura del miedo es inherente al autoritarismo, es el arma intimidatoria que nos mantiene secuestrados en una realidad que nos supera. Todos contribuimos para que el escenario impuesto se perpetúe, la realidad que vivimos es reflejo de lo que somos –la mordida persiste porque nos mochamos.

¿Es posible cambiar? ¿Hay salidas? Sin duda tienen que existir posibilidades de despertar de este mal sueño; hay quien dice que las mejores vacunas son la razón y el pensamiento libre. Pero creo que para conseguirlo se ha de pasar, indefectiblemente, por el cambio a nivel personal. El campo de batalla está en uno mismo; es ahí donde debemos empezar a actuar. En estos tiempos, la revolución comienza a nivel personal.

Seguridad: falta de rumbo


Editorial La Jornada
Los acentos agrios caracterizaron el encuentro entre el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, y los gobernadores del país, en la sesión del Consejo de Seguridad Pública, efectuada ayer en Palacio Nacional. Tras años de un discurso oficial caracterizado –y criticado– por una proyección a largo plazo de la mortífera estrategia gubernamental contra la delincuencia organizada, el político michoacano ha empezado a emitir expresiones de prisa en el desarrollo de esa estrategia, expresiones transformadas, en esta ocasión, en abiertos reclamos a los ejecutivos estatales por la tardanza en la aplicación de exámenes de confianza a los integrantes de las corporaciones policiales locales. Estos reclamos, con independencia de su pertinencia operativa, resultaron poco plausibles, por su tono, en la lógica del federalismo, y, en lugar de consolidar un ambiente de colaboración entre los distintos niveles de gobierno tienden a enrarecerlo.

No cabe dudar de la penetración de la delincuencia en las corporaciones policiales, de la descomposición alcanzada por éstas ni de la lentitud –si no es que falta de voluntad– de los gobiernos estatales para depurarlas. Sin embargo, los vicios señalados no son exclusivos de las policías estatales y municipales, como reconoció ayer el propio Calderón, al referirse al México real de asaltos y violaciones cometidos por los propios policías, estatales o federales, admisión que, por cierto, niega los optimistas escenarios descritos en la propaganda gubernamental.

En otro sentido, es reprochable la improvisación con que la autoridad federal echó a andar la estrategia en curso de combate a la delincuencia organizada: si, como el propio Calderón sostuvo ayer, muchos delincuentes están metidos a la policía y están protegidos por la policía, y si la problemática en seguridad va a seguir y va a crecer a menos que se logre disponer de cuerpos policiales confiables, cabe preguntarse por qué no se emprendió la depuración correspondiente antes de lanzar una guerra frontal contra los estamentos más poderosos y violentos de la criminalidad. Han pasado casi cinco años desde que comenzaron las espectaculares movilizaciones armadas, pero apenas en 2008 se dio fundamento legal a la aplicación de pruebas de control de confianza a los efectivos policiales; por lo demás, en los tres años transcurridos desde entonces, ni las autoridades estatales ni las federales han sido capaces de llevar a término esa tarea y, por lo expuesto ayer en el Consejo de Seguridad Pública, está en duda que lo consigan a mediano plazo.

Desde diciembre de 2006 la violencia y la capacidad de fuego de la delincuencia organizada, lejos de amainar, se han multiplicado; se evidencia la falta de preparación y confiabilidad de las corporaciones de seguridad y, lo más grave, se han perdido decenas de miles de vidas, diversas ciudades y regiones han escapado a toda forma de control institucional y se ha lesionado gravemente la soberanía nacional. Tal vez si se hubiera empezado por la depuración y profesionalización de los cuerpos policiales, en el contexto de una estrategia integral de seguridad, los resultados serían menos malos. Hoy, la conversión de los exámenes de confianza en piedra angular y decisiva del triunfo o del fracaso en el combate a la delincuencia parece prefigurar un nuevo curso de acción estrecho, insuficiente y tardío.

Otro indicador de la imprevisión y descoordinación imperantes es que no hay una idea clara sobre qué hacer con los efectivos policiales que no aprueban los exámenes de confianza. Dijo Calderón ayer que ese tema es una preocupación para todos, para la que hay que buscar alternativas, habida cuenta de que el destino más probable para un agente despedido por no ser confiable se encuentra en las filas de la delincuencia. Parece difícil de creer que, a estas alturas, las autoridades carezcan de una propuesta de solución para este delicado asunto.

No menos preocupante es el reconocimiento, por el titular del Ejecutivo federal, de que los ciudadanos que recurren a la denuncia ante las corporaciones de seguridad corren el grave peligro de dirigirse, sin saberlo, a servidores públicos que son cómplices de la delincuencia. Tal admisión descalifica las insistentes campañas publicitarias impulsadas por el propio gobierno federal para instar a la ciudadanía a que ponga en conocimiento de las instituciones policiales acciones o situaciones delictivas de las que se ha sido víctima o testigo.

Para finalizar, dan motivos para la alarma las palabras de Calderón de que viene una crisis de seguridad, cuando buena parte de la población percibe que esa crisis es una realidad desde hace varios años en el país. Y, ante lo dicho ayer en Palacio Nacional, es inevitable concluir que la falta de una política de seguridad pública clara y estructurada se ha traducido en resultados trágicos y en la configuración de una de las etapas más inciertas, sombrías y desesperanzadoras de la historia nacional.

Nuevamente equivocado, señor Felipe Calderón



Ana María Aragonés
No hay duda de que la crisis actual que viven muchísimos países está afectando fundamentalmente a la clase trabajadora y, dentro de ella, los migrantes están llevando la peor parte. Estados Unidos ha puesto en marcha una política de deportación contra los mexicanos y centroamericanos, y esto ha permitido que algunos estados de ese país traten de promulgar leyes completamente violatorias de los derechos humanos, pasando por encima de las más elementales reglas del derechos internacional. Pero si en Estados Unidos la situación es grave, en México es peor, pues, además, los migrantes están a merced de las diferentes formas de delincuencia que los asesina, los secuestra, extorsiona, etcétera, y con acciones insuficientes del gobierno mexicano para detener este horror.

Pero, ¿por qué a los migrantes, seres humanos como todos los demás, se les puede atacar de forma tan inmisericorde y no pasa prácticamente nada? ¿Por qué se encuentran en un limbo jurídico que los hace aún más vulnerables? Todo ello tiene que ver con lo que sus propios países piensan de ellos.

Por parte del gobierno mexicano, un argumento recurrente es que son personas que van a trabajar, que dan lo mejor de ellos mismos, lo cual es intachable. Pero al mismo tiempo resulta una vergüenza para el propio país, pues quiere decir que no les está otorgando las condiciones para que puedan mantenerse al lado de sus familias en sus propias comunidades y los lanza a la triste aventura de la migración. Se trata, por tanto, de una migración forzada, pues es por necesidad.

Por su parte, los países de destino quieren recibir a esos migrantes forzados, y mientras más forzados mejor, pues los necesitan porque son más explotables debido a sus condiciones de vulnerabilidad al llegar sin ninguna protección de su propio país. Tienen un costo unitario menor, y lo que nunca reconocerán es que gracias a estos trabajadores migrantes la crisis es menos severa, ya que se hace recaer el costo del desempleo sobre ellos, deportándolos a sus países de origen sin ninguna indemnización aunque hayan estado trabajando 10, 15 o más años en el país.

Por eso la migración no es natural, como el gobierno mexicano señala. Felipe Calderón ha podido distinguir "libros serios de economía de los que son puro rollo…; aquellos que en América Latina hemos padecido mucho!" Lo que lo lleva a una conclusión inobjetable: el capital y el trabajo invariablemente se necesitan; entonces ¿qué pasa en México?, ¿es que no se necesitan?

Hay que ser más cuidadoso con las palabras para evitar, digamos, contradicciones. Señala Calderón que las economías asimétricas, como la mexicana y la estadunidense, se complementan y forman parte de un fenómeno natural de integración. Una relación que se complementa es aquella que logra la armonía, la inclusión, y lo que hemos visto es la exclusión de los trabajadores, pues se fundamenta en los privilegios y las prerrogativas para los otros, convirtiéndola en algo violento, ya que ante la igualdad no se respetan las diferencias. No hay tal integración, a diferencia de lo que señala Calderón, pues justamente no se les permite a los migrantes participar del mismo nivel de bienestar que al resto de la población. Cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se dejó de lado el fenómeno migratorio porque así convenía a Estados Unidos, como ha podido comprobarse a lo largo de esta historia.

La migración forzada puede y debe detenerse. Y pongo un ejemplo que merece la pena analizar. Suecia, desde 1870 hasta 1907, era un país extraordinariamente pobre que provocó una de las migraciones más impresionantes, al perder en esos años prácticamente un cuarto de su población. A partir de 1907 el país decidió que debía revertir esa tendencia, pues la fuerza de trabajo que estaba perdiendo era absolutamente necesaria para desarrollar el país. Para tal propósito se creó una comisión que planteó una serie de cambios sustanciales para la sociedad sueca. En primer lugar se decidió otorgar mejores condiciones de vida a los trabajadores, ya que precisamente la falta de ellas había sido la razón de la migración. Se les proveyó de viviendas y se instauró por ley que éstas debían tener todas las comodidades o los constructores serían sancionados; se les otorgaron salarios decentes y mejoras sustanciales en salud; se instituyeron siete años de educación obligatoria, y algo fundamental fue la decisión de hacer realidad una equitativa distribución de la riqueza. En el ámbito de la democracia, se otorgó el voto a los hombres mayores de 21 años, con lo cual una sociedad jerarquizada como era la sueca en esos momentos empezó a cambiar radicalmente hacia una sociedad igualitaria. Y la historia la conocemos todos. Suecia es uno de los países más desarrollados del planeta.

Por eso Calderón vuelve a equivocarse cuando dice que no se detienen los flujos migratorios por decreto. Claro que pueden detenerse por decreto, si fuese un acto que decidiera, de una vez por todas, poner en marcha un proyecto nacional en favor de la población.

Para Miguel Ángel Granados Chapa. Con enorme tristeza por su adiós.

Ofrendas



Pedro Miguel
Cincuenta mil calaveras de azúcar amarga, centenares de juguetes infantiles huérfanos y miles de prendas femeninas desgarradas, para el altar de estos días en los aposentos privados de Felipe Calderón.

Miles de rostros muertos para una hipotética ofrenda en la casa del presunto narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

Miles de flores deshojadas de cempasúchil para el tributo a los difuntos en la residencia de lujo de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública.

Platos y platos de calabaza sin tacha en la mesa de los muertos dispuesta en la morada de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, presunto cabecilla de Los Zetas.

Unas mancuernillas con forma de ojos humanos para Emilio Azcárraga Jean, principal beneficiario de series televisivas que promueven la guerra.

Innumerables calabazas con la veladora apagada para el jardín de Halloween de Barack Obama, premio Nobel de la Paz en ratos de ocio e impulsor de la guerra en horario laboral.

Un plato con sal por cada muerto en el altar de altamar del almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, secretario de Marina.

Unas cañas en forma de esquele- to para la mesa del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, difamador de muertos inocentes.

Doscientos pavos putrefactos para la mesa del día de Acción de Gracias en casa de Eric Holder, fiscal general de Estados Unidos y responsable de las acciones de las oficinas para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fue- go (ATF) y de combate a las drogas (DEA).

Velas de calibre reservado para el uso del Ejército en la ofrenda montada por el general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional.

Huchepas crudas en el altar de muertos de Servando Gómez Martínez, La Tuta, supuesto líder de Los Caballeros Templarios.

Jeringas usadas para la fiesta de Enrique Peña Nieto, promotor de la pena de muerte para los adictos.

Panes de muerto duros para el altar de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss, presunto cabecilla del cártel del Golfo.

Huesos de cartón para las camas de los empleados públicos corruptos.

Milagritos de plomo en forma de extremidades humanas, superiores e inferiores, izquierdas y derechas, para adornar la sala de estar de Hillary Clinton, secretaria de Estado en Washington.

Un vaso de cerveza agria a cada comerciante de armas de Arizona, Texas, Nuevo México y California.

Cien kilos de tuétano en la nevera de los accionistas de la industria de armas de Estados Unidos.

Unas monedas sacadas de las fosas oculares de los muertos para los banqueros y financieros que lavan las ganancias de la extorsión, el secuestro y el tráfico de drogas.

Y para ustedes, difuntos de todas las edades y de todas las clases, géneros y regiones, inocentes y culpables y presuntos culpables, uniformados y civiles, perseguidos y perseguidores –ya inofensivos todos–, altos y bajos, flacos y gordos, morenos y claros, flores de la muerte apacible o espinas de la muerte violenta, criaturas de la enfermedad, la vejez, la desnutrición, la desesperanza, el odio o el descuido: mucho afecto, mucha paz y toda la memoria.

La revuelta por el Bien Común



Un indignado en Nueva York. Foto: AP
Un indignado en Nueva York.
Foto: AP

MÉXICO, D.F. (Proceso).- En los países árabes los marchistas exigen los derechos civiles mínimos de una democracia. Sufragio efectivo, no dictadura, libertad de prensa. En Israel y los países de Europa, democracias ya de tiempo atrás, con esos derechos ya seguros, los marchistas colocan la vara de la dignidad civil más alto. Educación y servicios de salud gratuitos, habitación accesible, pensiones de desempleo y de retiro mejores.

En Estados Unidos, el gran propagador del capitalismo neoliberal y sede de su capital económica, Wall Street, los Indignados pueden enfocar sus exigencias al centro mismo del mal: ese 1% de ricos que poseen el 43% del pastel de la riqueza internacional, muchos de los cuales habitan en los rascacielos de Nueva York.

Que paguen esos ricos más impuestos, que sean ellos los que subsidien los servicios públicos que se reclaman para una existencia digna, que nuevas regulaciones impidan su saqueo sistemático del resto de la población, que una nueva y severa vigilancia ciudadana rompa el contubernio de ese 1% de ricos con los políticos, hoy en cada sociedad sus testaferros.

En México los Indignados son aún pocos, 400 y tantos, están instalados ante la Bolsa de Valores de Avenida Reforma, en la capital, han reclamado el regreso del SME, un sindicato corrupto, exigen el retiro del Ejército de las calles, en calles controladas por un mal mayor que los militares: el crimen. Son pocos y parecen confundidos. Corrijo: son pocos porque están aún confundidos en cómo aterrizar en demandas locales el ímpetu del movimiento de indignación planetaria. Son pocos, pero a medida que se clarifique el ideario del nuevo movimiento internacional, serán más y más.

Y no hay duda de que el ideario se decantará en unos cuantos conceptos que abarquen la aparente diversidad de los reclamos. Sucederá por una razón simple: porque también son unas cuantas las fuentes del malestar. Tal vez, acaso, una sola. El enflaquecimiento del Bien Común.

"No hay concepto más urgente que revivir que el del Bien Común. Yo apuesto que será el concepto más nombrado en el siglo XXI". La aseveración es de Frans de Waal, hoy por hoy uno de los biólogos de mayor influencia intelectual en el orbe científico. Lo escribió en el año de 2009, en el prólogo de La edad de la empatía, su estudio sobre la vida moral de los primates.

El Bien Común: esa riqueza que es de todos y de nadie en particular. Lo que poseemos en conjunto como sociedad, los primates parlantes y otras especies que viven en comunidad. Lo que está garantizado para cada individuo por el mero hecho de ser parte del grupo.

En la parte central de La edad de la empatía, De Waal observa que uno de los grandes popularizadores de la idea capitalista "del triunfo legítimo del más fuerte" fue también el fundador de la biología moderna, Charles Darwin. En su teoría de la evolución, publicada en 1859, Darwin escribió que "la competencia por las hembras mejor dotadas y los recursos alimenticios disponibles" determinan la extinción de los individuos y las especies débiles y el triunfo y la evolución de los individuos y las especies más aptos.

En su momento, la aristocracia inglesa adoró la nueva licencia para seguir explotando en sus fábricas insalubres a sus prójimos. Los capitalistas salvajes de Estados Unidos igualmente erigieron a Darwin como su líder ideológico. El darwinismo se alió así conceptualmente con el viejo capitalismo rampante, ahora con una justificación "científica": La lucha inmisericorde por el Provecho Individual no sólo es "natural", sino que mejora a la especie (la hace evolucionar).

Pero Darwin se equivocó, explica De Waal. Se equivocó por lo menos en esa parte de su teoría evolutiva. Hoy, como en el siglo de Darwin, las especies más numerosas (si uno descuenta el mundo invisible de los virus: las hormigas, las ratas, los seres humanos) son especies altamente cooperativas. Especies cuya condición gregaria las ha vuelto las más aptas y que dependen de sus conductas de cooperación y de algo más, su carácter moral. La moral definida de forma concreta como el grupo de conductas que cuidan y aumentan el Bien Común.

Los primates son morales. Si un chimpancé roba plátanos del fondo común de plátanos, es descuartizado por la tribu de chimpancés. Las hormigas son morales al parecer al 100%: trabajan continuamente para llenar las bodegas subterráneas del hormiguero, y si una se extravía, muere pronto en soledad. Las ratas comparten sus guaridas y sus alimentos y tienen un sistema de chillidos para advertirse mutuamente del peligro. Y los seres humanos somos, también, naturalmente, cooperativos y morales. De cierto, observa De Waal, somos la especie más gregaria, cooperativa y moral del planeta.

Si nos desprendemos de la Tierra varios kilómetros hacia arriba, si nos alejamos del barullo del lenguaje, si observamos desde ahí donde los billetes de dinero serían invisibles al ojo, veríamos que esto es lo que hacen los animalitos humanos sobre la costra de barro donde habitan.

En grupos pequeños o grandes, esos seres diminutos como hormigas, cooperan todo el santo día. Algunos grupos edifican altos edificios o largos caminos de asfalto. Algunos grupos transportan a cientos de miles en vehículos terrestres, aéreos o marinos. Algunos grupos perforan el redondo planeta para extraer combustibles. Otros grupos se encierran en cubos de cemento a leer lo que otros humanos escribieron hace siglos. Y todo el santo día los animalitos humanos se comunican entre sí: hablan, hablan cara a cara, hablan por teléfono, hablan por televisión, escriben, dibujan, se cuentan historias. No pueden ser sino en convivencia. Al grado que cuando se tienden a dormir, sueñan con otros animalitos humanos.

Lo que el movimiento de Indignados reclama hoy es que volvamos a mirar nuestras sociedades y distingamos eso que Darwin no vio, porque dio por sentado; eso que los capitalistas rampantes no quieren ver, porque les conviene dar por sentado; eso que los biólogos de la empatía están hoy día estudiando y descifrando: las conductas de cooperación que sustentan nuestras sociedades. Que le demos a ese sustrato su dignidad. Que impidamos que una minoría, un 1% voraz, acapare la mitad del bienestar generado por la cooperación. Y que en cambio agrandemos nuestros fondos comunes de bienestar, nuestro Bien Común.

Hasta ahora nadie entre los Indignados habla de la disolución del capitalismo competitivo ni de la dictadura de la mayoría. De lo que se habla es del ensanchamiento, en el centro de las democracias capitalistas, de esa zona de bienestar garantizado para todos y cada uno de los ciudadanos. Un capitalismo con el Bien Común en su plaza central.

A los presos de Chiapas



John Berger*
Hoy recibí una carta de once compañeros en prisiones mexicanas que se encuentran en huelga de hambre. El trato que reciben es un ejemplo alarmante del desprecio del actual gobierno hacia las aspiraciones y los derechos de los pueblos que suprime y domina. Debemos protestar dentro de nuestras posibilidades. ¡Actúen por favor! ¡Alcen la voz!

Esta es la respuesta que envié a los prisioneros:

Muchas gracias por su carta; fue un honor recibirla. Están ustedes acusados de asesinato porque no se atreven a acusarlos de amor. Y son sus ejemplos de amor lo que ellos temen.

La valentía de su huelga de hambre proviene del hecho de que saben bien que sus vidas tienen un sentido, y este sentido resuena dentro de ustedes y para los demás en el transcurso de cada largo día.

Mientras tanto, sus captores están perdidos en la violencia del sinsentido.

Reciban mi solidaridad y aretes para la esperanza.

*Francia

Aristegui: "Salinas debería empezar a rendir cuentas"

Carmen Aristegui, periodista. Foto: Miguel Dimayuga
Carmen Aristegui, periodista.
Foto: Miguel Dimayuga

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Carlos Salinas de Gortari "debería empezar a rendir cuentas". Por lo menos "debería abrirse alguna averiguación previa o reabrirse aquella que se inició, pero no culminó, sobre las sustracciones de la llamada partida secreta", advierte la periodista Carmen Aristegui, una de las comunicadoras criticadas por el expresidente en su libro ¿Qué hacer? La alternativa ciudadana.

En entrevista con Proceso, Aristegui subraya que la presencia pública de Salinas "es nociva porque alienta la instauración del cinismo en la vida social mexicana"; "es la expresión máxima de la desfachatez", porque "aparece como si nada a repartir lecciones, como si su enorme descrédito pudiera desaparecer a punta de desmemoria.

"Salinas apuesta a la desmemoria para recuperar una presencia pública que le permita borrar o diluir la pésima imagen que quedó de él y de su gestión entre millones de mexicanos. Salinas le achaca a Zedillo esa mala fama que tanto le pesa, comprensible, por supuesto, en términos humanos", reflexiona.

–¿Cree en la versión insistente del complot en su contra del que ahora se hace víctima Salinas en dos libros?

–No dudo que Zedillo haya hecho lo posible para destrozar el prestigio de Salinas con lo que estuviera a su alcance. Sin embargo, eso no es suficiente para explicar el grado de aversión popular que concita su figura.

"No sólo es la marca de la corrupción en su sexenio lo que impera e irrita. Es el recuerdo de la mayor debacle bancaria y financiera de la que tengamos memoria. Él sabe el daño inmenso que causó a millones de familias, negocios y patrimonios por el derrumbe estrepitoso del castillo de naipes que construyó en su sexenio.

"Por eso arrastra como fantasma sus explicaciones. 'Yo no fui, fue Zedillo', dice una y otra vez. Supone que se ha olvidado lo que hizo con los Tesobonos, esa bomba de tiempo que nos reventó entre las manos", argumenta Aristegui.

Silenciamiento

Dos episodios periodísticos recientes vienen a la memoria de la conductora de MVS Radio y de CNN en Español: la grabación del exsecretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, quien acusó a Salinas de haberse robado la mitad de la "partida secreta" y las declaraciones de su antecesor Miguel de la Madrid, durante una entrevista con Aristegui para el libro Transición.

"Miguel de la Madrid, hace menos de dos años, dijo lo que quiso decir sobre Salinas y sobre su familia. De la Madrid quiso dar cuenta de su pesar por esa 'normalización' de la presencia de Salinas en la escena pública.

"Para De la Madrid el sexenio de Carlos Salinas terminó muy mal porque permitió una gran corrupción. La de sus hermanos Raúl y Enrique. De la Madrid se dijo muy decepcionado del presidente que dejó a la nación mexicana. 'Me equivoqué', recuerdo que me dijo en la conversación sostenida en su casa de Coyoacán."

–¿Percibió alguna alteración en sus facultades mentales como dijeron luego sus hijos y el propio Salinas?

–Para nada. A manera de disculpa el expresidente me dijo: "En aquel entonces no tenía elementos de juicio sobre la moralidad de los Salinas". ¡Imagínate! El expresidente hablando así de su sucesor y ahora Salinas nos viene con el cuento de su Alternativa Ciudadana.

"¿Qué le pasa a Salinas? ¿Qué le pasa a los que hoy le hacen la corte? ¡Qué amnesia, qué cortedad, qué cinismo!", exclama Aristegui.

–¿Volvió a tener alguna información o declaración de Miguel de la Madrid después de la entrevista y de aquella carta para desdecirse?

–Salinas quiso brutalmente anular a De la Madrid declarándolo incapacitado, después de una humillante operación para su silenciamiento.

"De la Madrid me mandó una carta que fue opacada, porque se divulgó el mismo día del michoacanazo. Lo enfermaron".

–¿Buscó a Salinas antes o después de esa entrevista?

–Lo busqué para el libro de Transición, a través de la editorial que lo publica. La respuesta fue un no categórico.

"El expresidente De la Madrid dijo sobre Raúl Salinas que conseguía contratos del gobierno; que tenía vínculos con narcotraficantes. ¿Qué ya nadie se acuerda de ello?", remata Aristegui.

El otro episodio fueron las declaraciones de Luis Téllez, grabadas en un teléfono celular, donde acusó a Salinas de haberse quedado con la "mitad de la partida secreta". Téllez renunció meses después a su cargo como titular de Comunicaciones y Transportes y ahora es presidente de la Bolsa Mexicana de Valores. Antes de eso se disculpó y afirmó que no tenía pruebas de sus afirmaciones contra Salinas.

"Lo más lamentable de esta historia es que, a pesar de las investigaciones en el extranjero sobre la fortuna de los Salinas, de una forma de vida como la suya, incompatible para quien sólo ha sido funcionario público, pero vive como magnate, de las declaraciones de un expresidente como De la Madrid y de un exfuncionario como Téllez, Salinas vuelva aquí y tan campante", advierte la periodista.

Salinas endereza sus críticas contra tres "editorialistas", como les llama: Miguel Ángel Granados Chapa, autor de Plaza Pública, dos veces Premio Nacional de Periodismo y galardonado por el Senado con la Medalla Belisario Domínguez; contra Carmen Aristegui, reconocida también internacionalmente por su papel a favor de la difusión de los derechos humanos en México, y contra Denise Dresser, colaboradora también del espacio de análisis político en MVS Radio y articulista de Proceso.

De Carmen Aristegui, señala, entre otras cosas, su tendencia a "victimizarse" y "su actitud incondicional ante López Obrador".

Para la conductora, las acusaciones de Salinas son "francamente patéticas". "Está en un road show, con entrevistas a modo, presentando este libro lastimoso", subraya.

Y para "no apostar a la desmemoria", Aristegui recuerda que "tal como dicen los estudiosos que han analizado la crisis del 94, lo más notable fue que no hubiera estallado antes. El daño causado por Salinas es inconmensurable".



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