domingo, agosto 01, 2010

Los golpistas Micheletti-Lobo reconocidos por EEUU, Colombia, Perú, Chile y México



Pedro Echeverría V.

1. "Cuando veas a tu vecino rasurar pon tus barbas a remojar". Si en Honduras se registró un brutal un golpe de Estado contra el presidente electo Manuel Zelaya, instrumentado por el gobierno de los EEUU, los militares y poderosos capitalistas de aquella nación, y la unidad de casi todos los países encabezados por Venezuela y Brasil no pudo restaurar la legalidad echada por los suelos, ahora las cosas se tornan más graves: Los EEUU y los gobiernos a su servicio poco a poco han estado brindando sus reconocimientos al gobierno de Porfirio Lobo, mismo que ascendió al poder por medio de elecciones que avalaron el golpe de Estado y se burlaron de la amplia mayoría de los gobiernos de Latinoamérica. No me cabe la menor duda que con este reconocimiento se abren las puertas para nuevos golpes de Estado, conspiraciones e invasiones de los EEUU avalados por gobiernos peleles como el de México, Colombia y demás. Los pueblos con esto están perdiendo la batalla.

2. El gobierno mexicano de Felipe Calderón –por órdenes de los EEUU- restableció relaciones diplomáticas con el gobierno de Porfirio Lobo, apoyador del golpe de Estado de Honduras, y anunció el retorno de su embajador a Tegucigalpa al considerar que existen "avances significativos" para atender los principales problemas derivados del golpe de junio de 2009. Calderón, el presidente ilegítimo, confió en que esa medida contribuya a promover el entendimiento, la cooperación, la seguridad y el fortalecimiento de las instituciones democráticas en la región. ¿Puede alguien olvidar y hacer caso omiso de que el 28 de junio de 2009, las fuerzas armadas hondureñas perpetraron un golpe de Estado contra el presidente Zelaya, a quien detuvieron y expulsaron del país, con el apoyo de la Iglesia y políticos como Lobo, identificados con la extrema derecha y grandes empresarios? Sí, a los gobiernos que están al servicio del golpista Obama, les importa un bledo.

3. El reconocimiento es eminentemente político porque con ello se acatan órdenes de los EEUU y se da un golpe a los demás países de América Latina, la inmensa mayoría, que luchó a brazo partido durante más de seis meses contra el golpe de Estado por lo que éste presenta como precedente para los pueblos de Latinoamérica. No tiene México ninguna necesidad económica puesto que el intercambio de mercancías entre Centroamérica y México no llega ni al dos por ciento comparado con el de EEUU que es del 90 por ciento; alcanzó para el año 2002 un valor de 1,794.9 millones dólares, de los cuales 1,537.0 millones de dólares (85.6% del intercambio), lo constituyen las importaciones centroamericanas del mercado mexicano y apenas 257.9 millones de dólares las exportaciones centroamericanas a ese mercado, lo que determina una balanza comercial deficitaria para la región centroamericana de 1,279.1 millones de dólares para el año 2002, y Honduras ocupa el último lugar.


4. ¿Cómo justifica el gobierno mexicano el reconocimiento a los golpistas hondureños? La cancillería de México, señala, recibió el "informe presentado por la Comisión de Alto Nivel (CAN), creada por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para analizar la situación en la nación centroamericana que refleja avances significativos del gobierno y otros actores hondureños para atender los principales problemas derivados del golpe de Estado en Honduras. El gobierno de México reconoció a la CAN por su labor en la integración del referido informe y manifestó su mejor disposición para continuar el diálogo en el seno de la OEA, con miras a la restauración de los derechos de Honduras en el organismo. Por eso el gobierno de México "hace votos por que la medida contribuya a promover el entendimiento, la cooperación, la seguridad y el fortalecimiento de las instituciones democráticas en la región".


5. ¿Puede olvidarse acaso que en la cumbre de mayo de UNASUR en Buenos Aires, tres países que también forman parte del ALBA -Venezuela, Ecuador y Bolivia, junto a Brasil- pusieron condición su presencia a la VI Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea (ALC-UE) a celebrarse en Madrid y que se opusieron a la asistencia del mandatario hondureño, Porfirio Lobo, por considerarlo un gobierno ilegítimo surgido tras el golpe de Estado? Denunciaron que el gobierno de Lobo ha sido reconocido por las Naciones Unidos, el FMI y el Banco Mundial. Sin embargo, mientras que para algunos países y organismos Honduras está avanzando en buena dirección -ha formado un gobierno de Unidad y recientemente, se instaló oficialmente la Comisión de la Verdad y la Reconciliación respetando lo estipulado en Acuerdo Tegucigalpa-San José-, otros países consideran que el gobierno de Lobo es fruto de la ruptura constitucional ocasionada por el derrocamiento de Zelaya.


6. ¡Qué fácil fue para el gobierno de Obama obligar a Calderón a establecer relaciones con el gobierno golpista de Lobo! Le bastó al gobernante yanqui hacerle algunas preguntas a su cachorrito mexicano: ¿Qué le gustaría señor Calderón: le devuelvo unos cinco mil trabajadores indocumentados más a su país? ¿Le corto el presupuesto de ayuda militar y de armas a la Iniciativa México? ¿Le cierro el mercado de algunos productos agrícolas que nos vende? O, ¿que le parece si le ordeno al FMI, al BM y otros organismos que le cierren la válvula de los prestamos? La realidad es que Calderón, quien ya tenía un plazo de pocos días para reconocer al gobernante hondureño, inmediatamente alzó el teléfono y ordenó el regreso del embajador a aquel país. La realidad es que nuestros últimos cinco gobiernos (De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón) han sido tan dependientes y carentes de la mínima dignidad que los gobiernos de EEUU los han mantenido arrastrados como gusanos.


7. No sé cuando lograremos –ante esa terrible dependencia económica, política y militar- que nuestros gobiernos mantengan una posición de dignidad frente a los EEUU. Necesitamos un alto nivel de conciencia del pueblo y un gobierno que responda a los intereses de él. Todas las amenazas y condicionamientos yanquis contra México puedencon grandes movilizaciones que respalden políticas populares. Pero las batallas realmente populares sólo pueden surgir con gobiernos igualitarios que acaben con los privilegios de altos funcionarios, empresarios y políticos. Cualquier gobernante mexicano que llegue al poder respetando la gran propiedad privada de los 500 multimillonarios hecha sagrada por la Constitución y respetando todo ese aparato de poder será sin duda una garantía para que cambien cositas para que todo siga exactamente igual. Por eso parece que los métodos para transformar el país son totalmente distintos a los de la socialdemocracia.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

El Sindicato Mexicano de Electricistas
contra el Presidente Calderón
Clase social, lucha, represión y auge del poder del narcotráfico

    «Estamos enfrentando a un monstruo; una fuerza que se ríe, se burla y nos quiere aplastar.»

    Miguel Ángel Ibarra, miembro del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), al cumplir 80 días en huelga de hambre. (La Jornada, 18 de julio de 2010).

Existe relación directa entre el auge de las bandas delictivas, la profundización del neoliberalismo y la represión de los movimientos sociales y los sindicatos.

El despido llevado a cabo por el Presidente Calderón de más de 44.000 electricistas sindicados es el último de una serie de actos de represión que ha hecho pedazos el tejido social. La negación de un puesto de trabajo coherente y bien remunerado y la criminalización de organizaciones sindicales legítimas como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) han desembocado en emigración masiva y en un incremento del número de jóvenes que se incorporan a bandas dedicadas al narcotráfico. La represión estatal y la corrupción electoral han impedido que los trabajadores mexicanos canalicen sus quejas por vías legales y han contribuido y fomentado la aparición de un narco-Estado paralelo que controla grandes regiones del país y recluta a los hombres y mujeres jóvenes que pretenden huir de la pobreza.

En los últimos 25 años, México ha retrocedido desde el punto de vista social, económico y político como consecuencia de la ofensiva neoliberal iniciada con las elecciones fraudulentas de 1988, en las que Carlos Salinas arrebató la presidencia a Chuahtemoc Cárdenas. A continuación, Salinas suscribió el tratado de libre comercio, el NAFTA, que llevó a la quiebra a más de 10 millones de agricultores, campesinos y pequeños comerciantes mexicanos, lo que impulsó a muchos de ellos a emigrar, a otros a unirse a movimientos sociales y, a algunos, a rebelarse, como sucedió con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Desde la firma del NAFTA han emigrado más de 10 millones de mexicanos.

La represión estatal y el aislamiento forzoso del EZLN, en Chiapas, y de otros movimientos de ámbito rural en Guerrero, Michoacán y otras zonas, y la denegación de justicia agraria obligaron a muchos campesinos a huir a suburbios urbanos donde finalmente algunos ingresaron en las bandas emergentes dedicadas al narcotráfico.

A principios del nuevo milenio, el experimento de México con las «reformas» neoliberales agravó las crisis sistémicas: las desigualdades se agudizaron, la economía se estancó y la pobreza aumentó. En consecuencia, millones de mexicanos huyeron cruzando la frontera para penetrar en Norteamérica o se unieron a movimientos populares que pretendían transformar el sistema.

Surgieron dos movimientos sociales y políticos poderosos que trataron de invertir el deslizamiento de México hacia la descomposición política y la desintegración social. En el frente político, Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de una amplia coalición ciudadana, condujo a millones de ellos a una victoria electoral en el año 2006, que le negaron mediante el fraude electoral masivo perpetrado por los partidarios de Calderón. El segundo movimiento, una coalición de sindicatos y movimientos sociales liderada por el SME, luchó para preservar el sistema público de seguridad social y evitar la privatización y explotación de la red eléctrica de la voraz depredación de la clase capitalista nacional y extranjera.

En Ciudad de México y en todas las demás provincias hubo movilizaciones masivas en las que se manifestaron miles de personas, mientras millones de consumidores expresaban su solidaridad, como hicieron todos los principales sindicatos de Europa, América Latina y otras regiones.

Lo que estaba en juego no era sólo el empleo de los trabajadores sindicados del sector eléctrico y el sistema de seguridad social, sino uno de los movimientos sociales más eficaces a la hora de defender una red de protección social para la clase trabajadora.

Al atacar al SME y al sistema de seguridad social, una de las últimas grandes instituciones sociales que proporciona cohesión social, Calderón y el sistema judicial estaban negando además a los mexicanos instrumentos sociales y políticos legales mediante los cuales pudieran aspirar a defender su nivel de vida.

Al desbaratar la red social a través de la privatización de programas e instituciones públicos mediante la represión de movimientos sociales esenciales como el de los zapatistas de Chiapas, los maestros y sindicatos de Oaxaca o el SME de Ciudad de México, el Estado mexicano está negando de hecho las esperanzas de mejora a través de procesos políticos democráticos.

El estancamiento neoliberal, la represión que sufren los movimientos populares democráticos a manos del Estado y el robo reiterado de victorias electorales obtenidas por movimientos populares en 1987 y 2006 se ha traducido, como siempre, en un desencanto profundo y generalizado hacia la política. Y lo que resulta aún más amenazador: ha convertido a miles de jóvenes mexicanos en enemigos del Estado y los ha impulsado a integrarse en las numerosas bandas violentas dedicadas al tráfico de droga. El rechazo de los estados de México a los cambios electorales pacíficos, su insistencia en reprimirlos y la negación de los derechos de los movimientos sociales como el SME han dejado pocas salidas a la frustración generalizada que se filtra bajo la superficie de la sociedad.

En los últimos cuatro años han sido asesinados en el conjunto de las regiones del país más de 25.000 policías, soldados, civiles y narcotraficantes. Pese a la militarización impuesta por Calderón en todo el territorio nacional, los 40.000 soldados presentes en las calles no han logrado impedir la escalada de violencia, lo que demuestra con claridad el fracaso de la opción represora para poner fin a la violencia e impedir en México una desmembración que lo convierta en «Estado fallido».

La recuperación y reconstrucción de México pasa por el fortalecimiento del tejido social mexicano: la promoción de los movimientos sociales y urbanos y, concretamente, de los sindicatos democráticos de masas como el SME.

Estos movimientos y sindicatos son los ladrillos fundamentales para la transformación de la sociedad mexicana: el fin del neoliberalismo, la anulación del NAFTA y la reconstrucción de un sector público pujante bajo el control de los trabajadores. Para combatir los males gemelos que representan el Estado neoliberal corrupto y militarizado y su versión paralela, el narco-Estado violento que estalla de forma recurrente y aterroriza al país, se debe aglutinar un nuevo movimiento político y social de masas que aúne la solidaridad con los sindicatos como el SME y el carisma popular de líderes políticos como López Obrador para presentar un programa radical de reconstrucción nacional y justicia social. La alternativa es una desintegración mayor del Estado mexicano y una degradación que deje sumido al país en una situación de violencia generalizada e interminable, donde los ricos vivan en fortalezas armadas y los pobres queden sometidos a la depredación violenta del Ejército y de los narco-terroristas.

La columna de Ibarra Aguirre


Utopía

Hábito, disciplina, adicción



Eduardo Ibarra Aguirre



El hábito de redactar –escriben los escritores, me dijo un día José Martínez Mendoza--, la disciplina o la adicción de hacerlo todos los domingos, martes y jueves desde hace prácticamente un sexenio blanquiazul, me coloca frente a una de las tres pantallas que dominan la comunicación de nuestro tiempo –la de la televisión y el teléfono móvil son las otras--, para platicar con usted en un estado físico y mental más propicio para el descanso, después de una jornada tequilera que surgió de la nada, con mis vecinos Alejandro y Guillermo Calderón Gutiérrez por primera vez en 13 años de compartir, pared a pared, la vecindad.


Cuando esto me sucede, tembloroso e inseguro, comprendo más y mejor la fatigosa tarea de gobernar a los mexicanos con la cruda realidad encima y la otra, la que provocan los excesos etílicos en Los Pinos.


Pero allá, a diferencia de aquí, la vivienda de este escribidor, sigue la fiesta por la muerte de Ignacio Coronel, hombre que formaba parte del primer círculo del cártel de Sinaloa, del Pacífico o la Federación, y también por la detención de su lugarteniente y, enseguida, de su sobrino, un joven llamado a sustituirlo.


El golpe es tan fuerte que el señor que hace 32 meses decretó la Guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, sin mediar consultas, si acaso así mismo --como en las dictaduras más criticadas y exhibidas desde la Casa Blanca--, aún recibe felicitaciones de ésta y de otros gobernantes.


La magnitud del golpe lo ilustra el siguiente párrafo de la reportera Claudia Herrera Beltrán: "Pasadas las 18 horas (del día 30), Calderón viajó en camioneta a la Expo Guadalajara escoltado por dos helicópteros militares y varios vehículos Humvee artillados, además de policías en motocicletas". Antes arribó a la base aérea militar número 5, ubicada en Zapopan, a 10 kilómetros de la colonia Colinas de San Javier, donde la tropa se enfrentó y aniquiló a Cachas de diamante.

La versión oficial dice que opuso resistencia. Pero enseguida viene a la memoria la forma en que marinos asesinaron a Arturo Beltrán Leyva. Y cabe, entonces, la pregunta: ¿Para qué los matan si la información que poseen es valiosísima? Pues, por eso. Porque saben demasiado, incluidos los nombres de las mujeres y de los hombres del poder público y del fáctico involucrados en el negocio más rentable de nuestros días.


El miedo no anda en burro, decían mis antepasados. Pero que bien que refuercen la seguridad presidencial y tomen todas las precauciones del caso, para que el país tenga titular del Ejecutivo hasta el 30 de noviembre de 2012 y le dé tiempo de combatir al que no pocos aún consideran el cártel de la casa.


El golpe propinado a la Federación muestra que si lo hubo, bajo el gobierno de Vicente Fox Quesada, en el de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa no existe ningún cártel protegido. Es indispensable, de lo contrario presenciaríamos una gran farsa que ya costó a la nación más de 25 mil vidas, además de las que se perderán en los próximas semanas porque detrás de cada uno de estos plausibles golpes gubernamentales, viene un reacomodo en las elites del narcotráfico y una batalla sangrienta por el dominio de las plazas que deja desatendidas el capo abatido o encarcelado.


No tengo la más mínima dificultad para reconocerle al abogado, economista y administrador público el golpe dado como comandante supremo de las fuerzas armadas. Mas el costo es altísimo en vidas humanas, vulneración de la ley de leyes con la asignación de tareas policiacas al Ejército y la Marina, atropello de las garantías individuales y siembra del miedo, la angustia y el terror por casi toda la geografía nacional.


Demasiada cara es la factura, mientras las adicciones, y no al tequila o al güisqui, sino a los narcóticos, se multiplican imparables.


Acuse de recibo


Grave denuncia. "La Academia Hidalguense de Educación y Derechos Humanos manifiesta su consternación por el asesinato de dos miembros de la asociación Hábitat para la Humanidad México, el pasado 19 de julio en la región huasteca hidalguense, cuando realizaban labores relacionadas con la promoción del derecho a la vivienda. Antonio Hernández Hernández, coordinador de Programa de Hábitat para la Humanidad México en la región de la Huasteca, y de Arturo Lavín Ramírez, estudiante de la carrera de ingeniería civil en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, ocurrido en el estado de Hidalgo, son los nombres que llevaban en vida los fallecidos"...José Ramón García Durand me escribió el 5 de julio: "Lamentamos haberle incomodado con nuestras llamadas telefónicas, informaremos al área correspondiente para que realice los cambios necesarios en el sistema. Ya que para Scotiabank es importante brindar un nivel de servicio óptimo y atender su solicitud a la brevedad". Resultaron falsas las bellas palabras porque mañana tarde y noche, nuevamente, volvieron a la carga sobre mi número telefónico para cobrarle a Alejandro Rodríguez Juárez, señor que no conozco.

forum@forumenlinea.com

www.forumenlina.com





No hay comentarios.: