Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Tras el rimbombante segundo Diálogo estratégico y económico celebrado en Pekín entre China y Estados Unidos (EU) –éste representado por una numerosa comitiva de 200 miembros que encabezó Hillary Clinton, la vigorosa secretaria de Estado–, la alta jerarquía militar china canceló el viaje de Robert Gates, omnipotente secretario del Pentágono, por no ser el tiempo conveniente. Curiosamente, el mencionado diálogo bitemático funcionó más en el ámbito económico –cuando la administración Obama cesó momentáneamente de exigir la revaluación de la divisa china, el yuan, mientras el euro se derrite inexorablemente–, que en el militar, cuando Pekín aún no digiere las afrentas de rearme de Taiwán por Washington, sumado al extraño hundimiento de un barco sudcoreano que las incorregibles fuentes estadunidenses mendaces endosan a Norcorea, mientras otras fuentes aseveran que el artero ataque fue producto de un submarino de EU.
Tras el rimbombante segundo Diálogo estratégico y económico celebrado en Pekín entre China y Estados Unidos (EU) –éste representado por una numerosa comitiva de 200 miembros que encabezó Hillary Clinton, la vigorosa secretaria de Estado–, la alta jerarquía militar china canceló el viaje de Robert Gates, omnipotente secretario del Pentágono, por no ser el tiempo conveniente. Curiosamente, el mencionado diálogo bitemático funcionó más en el ámbito económico –cuando la administración Obama cesó momentáneamente de exigir la revaluación de la divisa china, el yuan, mientras el euro se derrite inexorablemente–, que en el militar, cuando Pekín aún no digiere las afrentas de rearme de Taiwán por Washington, sumado al extraño hundimiento de un barco sudcoreano que las incorregibles fuentes estadunidenses mendaces endosan a Norcorea, mientras otras fuentes aseveran que el artero ataque fue producto de un submarino de EU.
José Agustín Ortiz Pinchetti: El Despertar
Millones verán con indiferencia el proceso electoral de este domingo, pero el lunes todos tendremos que enfrentarnos a la decadencia y a la política. Los analistas hacen cálculos de cuál será el escenario para las elecciones de 2012. Pero pocos aceptan que la crisis social y económica se acentuará en los próximos meses y que la vida institucional del país correrá muertes y riesgos. Como señala Manuel Bartlett, lo urgente e importante no es preocuparnos por quién competirá o quien ganará la Presidencia, sino por la situación inédita y terrible que vivimos ya.
No hay un solo indicador que no sea preocupante. En los últimos meses han sido asesinados siete políticos importantes. Incluido un candidato a gobernador de Tamaulipas. Hace 40 días secuestraron a Fernández de Cevallos, personaje clave en la articulación de los grupos de interés. Los asesinatos y ataques han roto todos los récords. Ninguno de estos hechos ha sido esclarecido.
México insiste en mantener el dogma neoliberal que ya se abandona en todas partes. El agotamiento de las reservas petroleras y la debilidad fiscal del Estado y la incapacidad de hacer repuntar la economía, el aumento del desempleo y el desbordamiento de la economía informal agregan un elemento de amenaza siniestra. México se ha convertido en un protectorado y el país pierde soberanía todos los días. Está sometido a una vigilancia estrecha de las autoridades estadunidenses que desconfían cada vez más de cómo manejamos el país.
Existe una dictadura mediática que aturde y envilece la conciencia pública. Esta conjunción de elementos negativos puede provocar un desastre que anticipe y/o agrave la inevitable crisis política de 2012.
¿Cómo enfrentar esta coyuntura? Calderón propone un diálogo. Yo creo que un acuerdo mayor de las fuerzas políticas se impondrá como una necesidad. Pero será para salvar a la República y no para fortalecer un gobierno ilegítimo e inepto. Habrá que tomar medidas para cambiar el rumbo de la política económica. Poner un alto a la impunidad y reconstruir el marco de la competencia electoral incluyendo la reorganización de los órganos que sirven de árbitros. Es indispensable acotar el poder de los medios electrónicos. Sin éstos y otros temas fundamentales en la agenda no vale la pena gastar el tiempo en reuniones de los dirigentes políticos. La incertidumbre que vivimos acentúa la ineficacia y la descomposición de los partidos. Las alianzas han tenido como justificación estratégica impedir la restauración del PRI. Pero sin un acuerdo de fondo que deje atrás los abusos y el fraude de 2006, estas asociaciones hoy y mañana resultarán aberrantes.
jaorpin@yahoo.com.mx
León García Soler: A la mitad del foro
El clima no mata, dijeron pomposamente los sedicentes politólogos cuando Luis Donaldo Colosio fue asesinado en Lomas Taurinas. No hace falta añadir el adjetivo político al clima de marras. La campaña de Colosio había pasado casi a páginas interiores y enturbió el ambiente el infeliz llamado de Carlos Salinas: No se equivoquen... La rebelión de año nuevo en Chiapas reabrió la herida supurada de la sucesión. Manuel Camacho se convirtió en enviado plenipotenciario, sin goce de sueldo, para negociar con el subcomandante Marcos el armisticio ficticio de la guerra declarada formalmente a gobierno y Ejército mexicanos.
El Buscón: Telescopio
Ruidos de vuvuzelas (1): La prensa latinoamericana se hace eco de las vuvuzelas del Mundial de Futbol en Sudáfrica. Es de esperar que, ahora que Brasil y Argentina han sido eliminados y se perfilan como ganadores los alemanes, se comience a hablar de, por ejemplo, la represión en Honduras o el creciente éxito de la campaña de Dilma Roussef en Brasil o de la lucha de los puertorriqueños contra el terrible ajuste económico que quiere imponer el gobernador anexionista a Estados Unidos. La manía llegó incluso a Granma, órgano del Partido Comunista Cubano, especializado en publicar comunicados y actividades oficiales, y a Juventud Rebelde, del mismo país, donde el deporte popular es el beisbol. Ni hablemos de la prensa uruguaya, en este caso El País, que titula Milagro celeste: Uruguay está entre los cuatro mejores del mundo, por el triunfo ante Ghana que lo hizo semifinalista. La República, también uruguayo, coincide en el título milagroso, pero dice que éste consiste en que Argentina, Brasil, Alemania, España e Italia aumentaron sus compras a Uruguay, y China las duplicó. Este semestre Uruguay vendió 523 millones de dólares más. Folha de Sao Paulo y O Estado de Sao Paulo siguen dedicando sus principales columnas a la derrota de la selección verdeamarela. La primera informa, como un magro consuelo, que Lula, sonriendo, lamentó la derrota argentina.
Continuar
Madrid. Por primera vez en la historia de la capital española, el parlamento regional, la Asamblea en la que están representados los ciudadanos por medio de sus diputados, emitió una declaración institucional aprobada por unanimidad en la que se condena a todos los países que persiguen, discriminan y agreden a los homosexuales. La derecha española, que hasta ahora había sido reacia a reconocer la igualdad de este colectivo con el resto de los ciudadanos y que se había opuesto a la ley que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo, se suma a una iniciativa que coincide, además, con los actos relativos a la semana del orgullo gay, lésbico y transexual.
Cristina Pacheco: Mar de Historias
Paco el billete de la bolsa y me acerco al puesto de periódicos. Me sorprende no encontrar a don Pancho sentado en su banco, bajo la jaula de su perico Cándido, leyendo alguna publicación. Siempre que lo veo en esa actitud recuerdo cómo aprendió a leer: ya grande y haciéndome las ilusiones de que entendía las letras mientras mi abuelo se fletaba con las ventas.
Ocupa el lugar de mi papelero una mujer menuda envuelta en una bata azul demasiado grande para sus proporciones. En la mano izquierda sostiene el periódico y con la otra se da golpecitos en el pecho como si quisiera apurar un mal trago. ¿Y don Pancho? Mis palabras le desagradan porque rompen la concentración con que observa la primera plana.
Elecciones en entredicho
Las elecciones que se realizan hoy en 14 entidades de la República, en las que se renovarán congresos locales, alcaldías y 12 gubernaturas, ocurren en un contexto particularmente adverso. Al creciente y generalizado descrédito institucional, particularmente el de los organismos electorales, se suma la profundización de la crisis de representatividad del sistema político vigente, y el avance de la incertidumbre y el desasosiego de la población como consecuencia de la violencia y la inseguridad pública.
Continuar
Arnaldo Córdova: A quién beneficia el crimen
Leonardo Sciascia, el gran escritor siciliano, afirmó que los magnicidios son delitos de verdad singulares, porque nunca son esclarecidos y siempre quedan impunes. Él lo decía a propósito del asesinato del primer ministro italiano Aldo Moro, en los 70, pero recordaba el caso del presidente Kennedy en Estados Unidos, y a la lista se podrían agregar decenas de otros casos. La razón parece ser muy clara: ya no son obra de un homicida aislado, como solía ocurrir con los anarquistas de fines del siglo XIX y principios del XX. Ahora son resultado de enormes y obscuras conspiraciones de poder que actúan desde la sombra y que muchas veces son fraguadas en las altas esferas del poder político.
Continuar
Jorge Durand: El modelo migratorio filipino
Filipinas es un exportador neto de mano de obra. El gobierno impulsa, promueve, coordina, controla y negocia la emigración de sus nacionales. De los 8 millones de migrantes filipinos, 3 son permanentes, 4 temporales y uno irregular. Este alto índice de migración legal le ha valido ser reconocido como modelo a escala mundial. Todos los años sale un millón de migrantes temporales a múltiples destinos, de manera legal, ordenada y regulada.
Continuar
Guillermo Almeyra: Atenco: la lucha rinde. ¡Justicia para el SME y San Juan Copala!
Honor a quien lo merece: algunos jueces de la Suprema Corte de Justicia demostraron ser sensibles y defender las leyes de quienes siempre manejan el aparato judicial como una maza de guerra contra los luchadores sociales y contra las resistencias a las medidas liberticidas. Debo confesar que su fallo me alegró, porque me hizo ver que la densidad cultural histórica de las luchas que construyeron este país y la presión de la sociedad pesan incluso en algunos de los principales organismos estatales de este país, que aunque es capitalista y está gobernado por los representantes directos del capital, ha sido forjado por los grandes y profundos movimientos sociales de la Reforma y de la Revolución Mexicana. En Atenco están, como en tantas otras luchas campesinas y obreras de México, los Emilianos Zapatas de hoy, y alegra ver que no todos en el aparato estatal están dispuestos, como lo están en cambio Enrique Peña Nieto y sus iguales, a cumplir el papel de los Guajardos y los Carranzas.
Continuar
Después de la reunión del G-20, las expectativas sobre el ritmo y calidad de la recuperación global se aplanan y no es aventurado hablar de nuevo del riesgo inminente de caer en una nueva gran recesión, antes de haber abandonado la presente. Para nosotros, empeñados en una senda estrecha de crecimiento mediocre dependiente de las exportaciones a un solo mercado, el escenario no puede ser más ominoso, aplastado por tendencias al estancamiento productivo, el abatimiento social fruto del mal empleo y la desintegración cívica acorralada por la violencia y la impunidad.
Continuar
Continuar
Antonio Gershenson: Reunión de los 20: ¿qué hacer?
En la llamada reunión de los 20, de 19 países y la Unión Europea como tal, se llegó a algunos acuerdos generales que por sí mismos no resuelven los problemas. Y luego, medios de prensa interpretaron algunos de estos acuerdos a su gusto.
Continuar
Con frecuencia hablamos de Coyoacán y nunca se acaba el tema por la multitud de riquezas que guarda, que requieren muchas crónicas. Hoy vamos a referirnos a la Plaza de la Concepción, afectuosamente llamada La Conchita y su primorosa capilla, que resulta que tiene una enorme importancia histórica.
Continuar
Continuar
Elena Poniatowska: Voces de la libertad: papeleritos y voceadores
Hoy ya no hay papeleritos; Carlos Fuentes ya no podría escribir “Tú que voceas los periódicos y duermes en el suelo…”. Al rato, a lo mejor, tampoco va a haber periódicos, todos recibiremos noticias cibernéticas en medio de dos dioses: el Internet y la televisión. Por eso el bello libro Voces de la libertad, que publica la Unión de Expendedores y Voceadores de los Periódicos de México para conmemorar el bicentenario, es una memoria emotiva que rescata una época que nunca volverá.
Continuar
Carlos Bonfil: Vaho
Los dioses, cansados de no poder comunicarse con los animales, su primera invención, crearon entonces al hombre, en quien muy pronto advirtieron la capacidad de rebeldía. Para someterla de modo definitivo lanzaron a sus ojos un vaho. Esta leyenda prehispánica da origen al título del primer largometraje de Alejandro Gerber, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica. Vaho es un relato circular cuyo punto de partida es una imagen de abandono: la desolación del lago de Texcoco, metáfora radical de la desesperanza en que viven varios seres marginales en la ciudad de México. Algo hay en esta cinta de las construcciones narrativas en boga desde el parteaguas que en nuestro cine representó Amores perros, de Alejandro Iñárritu, con guión de Guillermo Arriaga; algo también del relato coral de Lejos de la tierra quemada (The burning plain, primer trabajo como director del propio Arriaga, 2008), y también ecos de la brutalidad de aquel linchamiento colectivo en el episodio Barbacoa de chivo, de Carlos Carrera, en la cinta Cero y van cuatro (2004).
Continuar
Sara Sefchovich
Jody Williams en México
Jody Williams en México
La Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió hace unos días la liberación de doce personas del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra que estaban presos desde mayo del 2006.
La decisión es importante por dos razones: la primera, porque deja sin considerar el poder de quien presentó las acusaciones —la procuraduría mexiquense con aval del gobernador— sino que sustenta su decisión en el peso de las pruebas. Y la segunda, porque afirma de manera explícita e inequívoca que “la manifestación de ideas y el reclamo social no son sinónimo de delincuencia”, como dijo un magistrado.
Pero el caso pone sobre la mesa varias cuestiones importantes sobre las que debería haber más claridad. Una de ellas es la dificultad que significa el cumplimiento de la obligación del Estado de “restablecer el orden y la paz”, pero al mismo tiempo sin reaccionar con “desmesura y desproporción”, como dijo el magistrado.
Otra son los límites que se tendrían que valer para los dos lados en pugna: así como los policías no pueden violar, tampoco los militantes pueden secuestrar; así como aquéllos no pueden sacar toletes para agredir, así tampoco éstos pueden sacar machetes para amenazar. Pero esto no parece estar muy claro. Los ciudadanos no tenemos duda sobre lo que no podemos permitirle a la autoridad, pero no parecemos tener tanta claridad cuando se trata de lo que no podemos permitirle a los luchadores sociales.
Estas reflexiones vienen a cuento por lo que sucedió con la activista Jody Williams, premio Nobel de la Paz en 1997, quien vino a México, según ella misma dijo, a apoyar la liberación de los presos.
Sin embargo, la forma de ese apoyo consistió en sacar navajas desde el momento en que pisó suelo mexicano. Antes aún de la decisión del Tribunal, ya estaba acusando: “En México no hay derechos humanos, no hay justicia, hay impunidad”. Igual que aquellos embajadores norteamericanos que llegaban a los países a gritarles y ordenarles a sus legítimas autoridades, la señora se puso a vociferar contra México y amenazó con impulsar un boicot al país por lo que llama “razones morales”: “Voy a lanzar una campaña, tengo una red internacional y voy a levantar una campaña para que la gente que va con el pueblo no visite este país”.
Me parece increíble que alguien pueda hacer eso. Más alguien que ha ganado un premio ¡por su pacifismo!
Uno entiende que al calor de los acontecimientos se busquen métodos para presionar a favor de lo que se quiere. Pero no se debería olvidar que en los países existen leyes, existen jueces, existen tribunales y que si bien todo esto es perfectible, es lo que determina qué se vale y qué no se vale, qué es legal y qué no lo es.
Que alguien llegue y diga: si la justicia no se hace de la manera que creo que se debe de hacer, significa que no sirve y que por lo tanto no es justicia, me parece un despropósito. Pero si además decide que cuando las cosas no son como quisiera que fueran se puede tomar la libertad de amenazar, me parece ya francamente grave.
En esta ocasión a Peña Nieto (y a los que piensan como él) les fue mal y a Jody Williams (y a los que piensan como ella) les gustó el veredicto, pero ¿qué hubiera pasado si las cosas hubieran sido al revés?
No se puede vivir en sociedad con la idea de justicia de cada quien. Todos queremos por supuesto que nuestra idea de lo justo (lo correcto, lo válido, lo importante) sea la aceptada, pero la diferencia entre el fundamentalismo y la democracia radica en el reconocimiento de que nuestra idea ni es la única ni es necesariamente la que va a prevalecer, por más Nobel que alguien sea.
Pero además, no es (o más bien: no debería ser) poco significativo que en la defensa de las causas que nos importan, no nada más cuente el fin sino también los medios, si realmente queremos cambiar las cosas y no sólo invertir su signo.
Por lo que está sucediendo hoy en México en términos sociales, este es un tema que urge debatir y si algo nos tendría que dejar un caso como éste, debería ser al menos la voluntad de hacerlo para clarificar y aprender.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
La decisión es importante por dos razones: la primera, porque deja sin considerar el poder de quien presentó las acusaciones —la procuraduría mexiquense con aval del gobernador— sino que sustenta su decisión en el peso de las pruebas. Y la segunda, porque afirma de manera explícita e inequívoca que “la manifestación de ideas y el reclamo social no son sinónimo de delincuencia”, como dijo un magistrado.
Pero el caso pone sobre la mesa varias cuestiones importantes sobre las que debería haber más claridad. Una de ellas es la dificultad que significa el cumplimiento de la obligación del Estado de “restablecer el orden y la paz”, pero al mismo tiempo sin reaccionar con “desmesura y desproporción”, como dijo el magistrado.
Otra son los límites que se tendrían que valer para los dos lados en pugna: así como los policías no pueden violar, tampoco los militantes pueden secuestrar; así como aquéllos no pueden sacar toletes para agredir, así tampoco éstos pueden sacar machetes para amenazar. Pero esto no parece estar muy claro. Los ciudadanos no tenemos duda sobre lo que no podemos permitirle a la autoridad, pero no parecemos tener tanta claridad cuando se trata de lo que no podemos permitirle a los luchadores sociales.
Estas reflexiones vienen a cuento por lo que sucedió con la activista Jody Williams, premio Nobel de la Paz en 1997, quien vino a México, según ella misma dijo, a apoyar la liberación de los presos.
Sin embargo, la forma de ese apoyo consistió en sacar navajas desde el momento en que pisó suelo mexicano. Antes aún de la decisión del Tribunal, ya estaba acusando: “En México no hay derechos humanos, no hay justicia, hay impunidad”. Igual que aquellos embajadores norteamericanos que llegaban a los países a gritarles y ordenarles a sus legítimas autoridades, la señora se puso a vociferar contra México y amenazó con impulsar un boicot al país por lo que llama “razones morales”: “Voy a lanzar una campaña, tengo una red internacional y voy a levantar una campaña para que la gente que va con el pueblo no visite este país”.
Me parece increíble que alguien pueda hacer eso. Más alguien que ha ganado un premio ¡por su pacifismo!
Uno entiende que al calor de los acontecimientos se busquen métodos para presionar a favor de lo que se quiere. Pero no se debería olvidar que en los países existen leyes, existen jueces, existen tribunales y que si bien todo esto es perfectible, es lo que determina qué se vale y qué no se vale, qué es legal y qué no lo es.
Que alguien llegue y diga: si la justicia no se hace de la manera que creo que se debe de hacer, significa que no sirve y que por lo tanto no es justicia, me parece un despropósito. Pero si además decide que cuando las cosas no son como quisiera que fueran se puede tomar la libertad de amenazar, me parece ya francamente grave.
En esta ocasión a Peña Nieto (y a los que piensan como él) les fue mal y a Jody Williams (y a los que piensan como ella) les gustó el veredicto, pero ¿qué hubiera pasado si las cosas hubieran sido al revés?
No se puede vivir en sociedad con la idea de justicia de cada quien. Todos queremos por supuesto que nuestra idea de lo justo (lo correcto, lo válido, lo importante) sea la aceptada, pero la diferencia entre el fundamentalismo y la democracia radica en el reconocimiento de que nuestra idea ni es la única ni es necesariamente la que va a prevalecer, por más Nobel que alguien sea.
Pero además, no es (o más bien: no debería ser) poco significativo que en la defensa de las causas que nos importan, no nada más cuente el fin sino también los medios, si realmente queremos cambiar las cosas y no sólo invertir su signo.
Por lo que está sucediendo hoy en México en términos sociales, este es un tema que urge debatir y si algo nos tendría que dejar un caso como éste, debería ser al menos la voluntad de hacerlo para clarificar y aprender.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
No hay comentarios.:
Publicar un comentario