lunes, abril 07, 2014

¿Puede un país pequeño, débil, mantener su independencia, ante un imperio yanqui que domina todo¨?


Pedro Echeverría V.


1. El opositor Luis Guillermo Solís ha comenzado este lunes a perfilar su gobierno que le ha llamado del "cambio" en Costa Rica (país con poco más de 5 millones de habitantes), confrontado al reto de responder las expectativas de una población que -cansada del bipartidismo tradicional- le dio un triunfo rotundo en las elecciones del pasado domingo. Con más de 1.3 millones de votos, récord en la historia electoral de Costa Rica, Solís, un historiador y profesor universitario de 55 años, aplastó con un 78% contra 22% al exalcalde de San José –por 20 años- Johny Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, derecha).


2.     El gobernante electo, que se define como progresista, lleva al poder en Costa Rica, por primera vez en más de 50 años, a un partido más o menos joven, sin esa vieja tradición de reaccionario: el Partido Acción Ciudadana (PAC, centro), fundado hace 13 años. Logró quebrar el bipartidismo formado por el PLN y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Existen además otros pequeños partidos no muy importantes que le entran al juego electoral que, como en México, les da muchas ventajas económicas. ¿No se recuerda acaso a aquel “pepito” Figueres que fue maestro de la política y estableció en Costa rica una pequeña dictadura? 

 

3. Figueres –que siempre estuvo al servicio del imperio de EEUU y que fue incluso declarado “Benemérito”- ocupó la Presidencia de Costa Rica durante tres periodos, 1948-1949 (de facto), 1953-1958 y 1970-1974, y como Secretario de Relaciones Exteriores de Costa Rica a mediados de 1948. Fue un caudillo victorioso de la Guerra Civil de Costa Rica (marzo mayo 1948) fundador de la Segunda República. Uno de sus logros fue la abolición del ejército costarricense, siendo así el primer país centroamericano sin ejército, lo cual recibió reconocimiento mundial, y le otorgó a Costa Rica el cómodo título de un país de paz y democracia en el orbe. 

 

4. Costa Rica, como país, ha construido con buen prestigio en América; pero nadie se puede guiar por todo lo que dice la propaganda capitalista. Se dice que es una democracia consolidada, antigua y que ganó el reconocimiento mundial por abolir el ejército en 1948 que fue perpetuada en la Constitución Política de 1949, que ocupa los primeros lugares en desempeño ambiental, en competitividad turística, que posee mucha libertad de prensa y es uno de los países más seguros de América. Se informa de un buen índice de desarrollo humano, de niveles de ingreso y de esperanza de vida. Que su nivel habitacional y de salud es bueno comparado con otros países.[] 

 

5. Sin embargo basta ver los gobiernos descaradamente proyanquis de Óscar Arias, empresario y “politólogo”, Premio Nobel de la Paz en 1987, que gobernó dos periodos de 1986-1990 (introduce el neoliberalismo y la brutal privatización) y 2006-2010, además del gobierno de su heredera Laura Chinchilla, sacudido por escándalos de corrupción. ¿Qué puede decirse de los gobiernos anteriores de Costa Rica de Monge, Calderón F., el pequeño Figueres, Rodríguez, Pacheco, sino que han podido supervivir por el mutuo apoyo con los EEUU que muy bien le ha servido como ficha del ajedrez yanqui? Debo de decir que mi indignación contra los gobiernos costarricenses ha crecido por cartas de compañeros de aquel país. 

 

6. El ganador obtuvo 77.9 por ciento de los votos (un millón 258 mil 715) frente a su rival oficialista, Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN), quien consiguió apenas 22.1 por ciento de los sufragios, en una histórica jornada que dejó atrás el tradicional bipartidismo que marcó el escenario político del país desde la década de los 80 entre el PLN y el ahora minoritario Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).


El virtual presidente electo, quien asumirá el 8 de mayo, se mostró favorable a “separar los ámbitos de la administración pública y la privada”


Los temas planteados son: reducir la pobreza, reactivar la economía y los empleos, reducir el déficit fiscal, el tema energético, las obras públicas y la gobernabilidad.

 

 

7. Parece que heredará Solís un país con un déficit fiscal del 6%, una deuda interna del 60% del PIB y una creciente desigualdad social, producto de las políticas neoliberales aplicadas en las últimas tres décadas, sobre todo por el PLN. "Entendemos con claridad que el pueblo votó por un cambio", expresó el candidato derrotado Araya, quien reconoció que "el desgaste" de dos gobiernos consecutivos del PLN, el de Oscar Arias y el de Chinchilla, le "pasó factura". Entonces me pregunto: ¿Dejarán gobernar al nuevo presidente de centro-izquierda en Costa Rica que junto con Colombia, Perú, Chile, Panamá, han estado directamente al servicio de las políticas de EEUU? (7/IV/14)

  

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