Julio Hernández López: Astillero
Deseoso de ganar el beneplácito de directivos y líderes de opinión del turismo mundial que en la ciudad de México realizaban el pasado viernes un simposio, Felipe Calderón llegó al extremo de menospreciar las muertes de civiles inocentes que se han producido entre el presunto fuego cruzado de la llamada guerra contra el narcotráfico. Los caídos sin implicación delictiva en esa dudosa cruzada serían los menos, dijo con sereno ánimo estadístico, pronunciando las ya acostumbradas fórmulas retóricas de pena por esos decesos pero inscribiéndolos inequívocamente en la inevitable lista de las bajas obligadas, de los daños colaterales, de las muertes necesarias, de los detalles fúnebres que naturalmente deben decorar la obra mayor, la importante, la de la instauración del reino felipista en rojo.
Minimalismo ético y político: Calderón ha ensangrentado al país y con el mayor de los desparpajos clasifica como producto de enfrentamiento entre bandos de narcotraficantes a cuando menos 90 por ciento de las casi 23 mil muertes que lleva durante su macabra administración. No se conoce ninguna compilación de resoluciones del poder judicial que haya establecido tal suposición felipesca como causa oficial de los decesos y, por el contrario, algunos casos relevantes, como el de los estudiantes del Tec de Monterrey originalmente acusados de ser sicarios, dan pie a la especulación de que muchas muertes de civiles son adjudicadas a lo que ya antes se había mencionado aquí como una especie de fosa común de la legalidad a la que diariamente son arrojados cadáveres de personas a las que una simple declaración de autoridad despoja del derecho a saber con precisión jurídica la causa real de su fallecimiento: cualquiera puede ser narco sujeto a ejecución, mientras no demuestre haber sido estudiante del Tec.
Políticamente dotado de alta insensibilidad, Calderón ni siquiera moderó sus destempladas cifras en razón del enojo social que van causando las confirmaciones de muertos civiles, adultos y menores de edad, entre supuestos o reales fuegos cruzados, como habría sucedido recientemente en Acapulco, o a causa de retenes irracionalmente explosivos, como habría sucedido en Nuevo Laredo. En realidad, su histórico par de palabras (los menos) ni siquiera era necesario en el contexto en que se produjo, a no ser por una urgencia íntima de autoexculpación numérica: ese viernes, luego de pronunciar su discurso ante los líderes del turismo mundial reunidos por la firma Virtuoso, Calderón respondió algunas preguntas de los asistentes (Todo lo que usted siempre quiso saber sobre México, pero temía preguntar, exhortó en broma a sus oyentes), entre ellas la hecha por Jorge Collazo, del hotel Four Seasons de Beverly Hills, de Los Ángeles, quien le pidió enviar un mensaje a familias turísticas que quieren traer a sus hijos a la ciudad de México para una experiencia que sea más bien cultural, y algo para que los niños puedan aprender. ¿Cuál sería su recomendación?
Calderón enumeró, entrando en detalles: el Centro Histórico, el Templo Mayor, Palacio Nacional, los festejos del bicentenario y el centenario (entre otras cosas, anunció: aquí, sobre Paseo de la Reforma, vamos a poner canchas deportivas, albercas, incluso fosas de clavados, canchas de tenis a todo lo largo de Paseo de la Reforma durante, hacia el verano, más o menos), exposiciones, museos como el Frida Kahlo, y... y... y a partir de allí se soltó con una larga explicación sobre sus planes para combatir la inseguridad pública y en particular el narcotráfico.
El folleto de turismo se convirtió en folletín de nota roja; el presunto presidente promotor de visitas a México en comandante en jefe de los operativos sangrientos, el licenciado Calderón en el general Felipe, el precario ocupante de Los Pinos en jefe del Poder Judicial que a sus puras pistolas indica: “más de 90 por ciento de esos homicidios y ejecuciones, según lo hemos venido catalogando, obedecen precisamente a la lucha de unos cárteles contra otros; es decir, no son ni siquiera acciones, ha habido muchos soldados y muchos policías caídos en cumplimiento de su deber, pero éste es un porcentaje que no llega, por ejemplo, al cinco por ciento de esas muertes”. ¿Según lo hemos venido catalogando? ¿La muerte de unas 20 mil personas simplemente se cataloga como asesinato entre bandos contrarios de comerciantes de droga y sanseacabó?
La palabrería discriminatoria de Calderón subrayó la condición minoritaria de civiles inocentes, alguna vez atrapados, digamos, en el fuego cruzado entre los delincuentes o de policías con delincuentes, pero son realmente los menos (...) Pero el mensaje en parte al respecto es éste. La gran mayoría, más de 90 por ciento, se refieren a acciones de criminales contra otros; ni siquiera es la gran mayoría contra las autoridades mismas y mucho menos contra civiles y mucho, mucho menos contra turistas. Aritmética felipista del menosprecio que simplemente confirma el peligroso marco deficitario de racionalidad en que se toman decisiones policiacas y militares en este México Rojo.
Astillas
Con lágrimas en los ojos, Benedicto XVI se ha reunido en Malta con víctimas de abuso sexual, en un proceso de reconocimiento de culpas que en México, por ejemplo, ha dotado de retórica justiciera incluso a los solapadores, cuando no practicantes, de los agravios ventilados públicamente en la nueva administración vaticana que así ha ido desgastando la imagen del antecesor, Juan Pablo II, que hasta ahora había opacado al actual papa que apenas explora las posibilidades de viajes al extranjero en que el polaco era especialista. Lágrimas, declaraciones y nuevas poses de nada servirán si no hay procesos judiciales concretos (en México, Norberto Rivera ha eludido su responsabilidad en el caso del cura Nicolás Aguilar) y si persiste la imposición del tal celibato... Y, mientras el verdadero poder sostenía ayer el toque de queda en Cuernavaca, ¡hasta mañana, con el SNTE asegurando que no es un gremio insaciable!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En extraño concurso decidió que la refinería de Pemex –todavía en proyecto– debería ser instalada en Hidalgo. En marzo de 2009 los gobernadores de 10 estados de la República presentaron sus solicitudes: Campeche, Hidalgo, Michoacán, Tamaulipas, Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz. Resultaron dos finalistas, uno del PAN –Guanajuato, con Salamanca– y otro del PRI –Hidalgo, con Tula–. Todo indicaba que el favorecido sería Guanajuato; su gobernador panista, Juan Manuel Oliva, se lanzó frenéticamente a reunir los terrenos que Pemex exigía como requisito. Se desató la especulación y pronto se conocería que otras personas también estaban adquiriendo tierras. También comenzaron a mencionarse los nombres de grandes corporaciones internacionales y nacionales, ligadas al petróleo, la construcción y la ingeniería, que serían las favorecidas. No tardó en surgir el nombre de supuestos intermediarios de Vicente Fox. La situación dio un vuelco el 13 de agosto de 2009, cuando el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, anunció que la refinería se construiría en Tula. Explicó que en Salamanca su costo sería de mil 285 millones de dólares, tan sólo en infraestructura, mientras que en Tula, alcanzaría 859 millones de dólares. La diferencia, como pueden ver ustedes, es de más de 400 millones de dólares, dijo, y puso al descubierto el juego de los especuladores que estaban inflando los precios. Al mes siguiente, Reyes Heroles renunció intempestivamente. Al parecer ni Fox ni su grupo de inversionistas se han dado por vencidos. Pero revertir el proceso de selección y regresar el proyecto a Guanajuato caería en sospechosismo. Con su reconocido simplismo, ha optado por otro camino: apoderarse de Hidalgo. De ahí la postulación de Xóchitl Gálvez, su dicharachera ex colaboradora y amiga cercana de la señora Marta, como candidata a gobernadora. Fox ya anunció que reunirá dinero para la campaña de Los amigos de Xóchitl.
Banqueros en la mira
El sistema estadunidense funciona gracias a que de vez en cuando el gobierno hace morder el polvo a un picudazo. Luego puede ufanarse de que tumbó al presidente Nixon y de que el financiero Madoff pasará el resto de su vida en la cárcel. Contrariamente, el sistema mexicano funciona gracias a que nunca toca a un chipocludo. Todos pueden ufanarse de que la impunidad funciona sin fallas, con garantía de la PGR. Ahora el gobierno del presidente Obama tiene en la mira a uno de los grandes bancos de inversión, Goldman Sachs. Defraudó a sus propios clientes alrededor de mil millones de dólares valiéndose de un sofisticado esquema de derivados. Un peso pesado irá a la cárcel.
Carlos Fernández-Vega: México SA
En esta democracia de, por y para los empresarios (Fox dixit, con rúbrica al calce del actual inquilino de Los Pinos), con la venia gubernamental el desamparado consumidor es obligado a pagar abultados precios, con tendencia alcista, por los mismos productos y servicios que en otras naciones son infinitamente más baratos, con tendencia descendente. Lo mismo sucede en las tarifas de telefonía móvil, Internet, televisión por cable y un inagotable etcétera –que enriquece a los menos y pasa a cuchillo a los más–, en prácticas comerciales verdaderamente execrables que en este país de la competitividad ninguna autoridad evita.
Lo anterior se reproduce fielmente en las aerolíneas que operan en el país y que se presumen como nacionales al servicio de los usuarios: cobran por algo que no proporcionan, aplican tarifas infladas por el mismo servicio, y exprimen el bolsillo del consumidor aduciendo razones de código compartido. A esta práctica algunos le llaman dar gato por liebre; otros la califican de tomadura de pelo, pero en los hechos no es otra cosa que un descarado fraude al desamparado consumidor, mientras la autodenominada autoridad deja hacer y deja pasar.
Tal es el caso de la onerosa dupla (para el consumidor) conformada por Aeromar (que presiden Marcos Katz Halpern y su hijo Zvi Katz Kenner, y dirige Ami Lindenberg Borinski) y la ex paraestatal Mexicana de Aviación (con Gastón Azcárraga Andrade como cabeza visible), quienes tres años atrás concretaron una alianza bajo la modalidad de código compartido, con el fin no de coordinar precios o subir tarifas, sino para dar un mejor servicio al pasajero, según dicho del citado Lindenberg Borinski.
Pues bien, en los hechos esa alianza de código compartido representa para el usuario un sobreprecio de 61 por ciento para obtener a cambio igual servicio (cacahuates incluidos), en los mismos aviones (bimotor) y en idéntica ruta (México-Zacatecas, viaje redondo), pero ofreciendo transportación en líneas aéreas y aviones diferentes: de ida por Aeromar (más barato), de vuelta por Mexicana de Aviación (más caro), práctica que, por un solo vuelo diario, en la ruta señalada, genera a las empresas involucradas un sobre ingreso anualizado superior a 26 millones de pesos (con un promedio de 40 pasajeros por aparato volador), todos ellos pagados por los consumidores.
Resulta que en Aeromar un pasaje México DF-Zacatecas (la capital del estado) cuesta (en clase económica) 2 mil 949.31 pesos todo incluido (es decir, tarifa, más impuestos al transporte y de partida de aeropuerto nacional, cargos por seguro/combustible y, es de suponer, mini- bolsa de cacahuates y minivaso de refresco), algo así como 240 dólares al tipo de cambio actual. Por ese precio se viaja en un avión turbo-hélice ATR 42. En la Terminal 2 del Benito Juárez el pasajero documenta en el mostrador de Aeromar, con personal de esa línea aérea, que se hace responsable del equipaje, y aborda un avión de dicha empresa.
Para el regreso (Zacatecas-México DF) el boleto se compra con Mexicana de Aviación, para lo cual hay que desembolsar 4 mil 750.58 pesos todo incluido (los conceptos referidos y de igual forma en clase económica), algo así como 386 dólares al tipo de cambio actual. En el aeropuerto de la capital zacatecana el pasajero documenta en el mostrador de Mexicana de Aviación, con personal de esa línea aérea y el equipaje es resguardado por la propia empresa. Hasta allí todo bien, pero a la hora de la verdad el cliente que pagó un precio 61 por ciento mayor al de Aeromar por viajar en un aparato turbohélice se ve en la penosa necesidad de abordar no uno de los presumidos cuan modernos aviones de Mexicana, sino el mismo aparato turbohélice de Aeromar por el que pagó un pasaje sencillo de 2 mil 949.31 pesos.
¿Y el moderno aparato de Mexicana, pura turbina, que nos transportaría a la ciudad de México?, pregunta el iluso cuan atracado consumidor. Es que estos vuelos son de código compartido, le responde el atento personal de Mexicana de Aviación. ¿Y el sobre precio de 61 por ciento por el mismo servicio, en el mismo aparato volador y con los mismos cacahuatitos rancios?, ¿no le parece un fraude?, revira el pasajero. ¡Ah!, eso es un acuerdo entre las empresas, y nosotros nada tenemos que ver; entonces, ¿aborda o se queda?, contesta el personal de tierra. Y el pasajero debe subir al turbohélice, porque caminar algo así como 600 kilómetros suele ser agotador.
Producto de la crisis, el precio internacional de la turbosina se incrementó de forma espectacular en el primer semestre de 2009. Las aerolíneas mexicanas sufrieron por esta circunstancia, y el siempre solícito gobierno de inmediato acudió en su auxilio: otorgó créditos, pospuso cobros, les aligeró la carga y muchas cosas más, pero el costo lo trasladó a los consumidores. Pero ya pasó: de enero del año pasado a igual mes de 2010 dicho precio se redujo alrededor de 38 por ciento, pero las líneas aéreas que operan en el país mantienen un cargo extra a los pasajeros por concepto de combustible (0.39 por ciento en el caso de Aeromar, y 0.47 por ciento en el de Mexicana de Aviación); por si fuera poco, el impuesto al transporte representa 16 por ciento de la tarifa, y el relativo a partida de aeropuerto nacional entre 7.5 (cargo en Mexicana de Aviación) y 9.16 por ciento (cargo en Aeromar), mientras la bolsa de cacahuates cada vez resulta más pequeña.
En líneas aéreas y destinos nacionales resulta cada día más oneroso viajar en avión, y de pilón los códigos compartidos. Así, difícilmente las aerolíneas saldrán de la crisis financiera que dicen tener, por mucho que sus dueños obtengan jugosas ganancias por las prácticas referidas, con la venia gubernamental. Sólo por ejemplo, México DF-Zacatecas, ida y vuelta, 7 mil 699.89 pesos, algo así como 626 dólares. Esa cantidad es útil para cuatro maravillosos días en La Habana, todo incluido, y todavía sobran unos 40 dólares para lo que se ofrezca. O, si se prefiere, igual número de días en Las Vegas, juego aparte. Buen viaje.
Las rebanadas del pastel
Los menos de Felipe Calderón –de acuerdo con su aberrante declaración del pasado viernes– es igual a un promedio diario de dos civiles asesinados, o un acumulado cercano a 2 mil 300 homicidios de inocentes durante su estancia en Los Pinos, según cifras oficiales.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
En la encuesta que el Banco de México realizó a finales de marzo a 32 grupos de especialistas en economía del sector privado, el promedio de sus respuestas actualiza sus expectativas para este año en los siguientes términos:
PIB
Tras la caída de -6.5% de la producción nacional en 2009, se espera que en este año se dé una recuperación parcial de 4.1%, con lo cual el PIB se ubicaría en el nivel que tuvo entre 2006 y 2007 (Gráfico 1).
Esta misma tasa de crecimiento (4.1) es la que ha adoptado la Secretaría de Hacienda a inicios de este mes de abril (3.9 era su proyección hasta marzo), con lo que estima que el PIB en este año llegará a 13.044 billones de pesos corrientes (Gráfico 7).
Otros pronósticos de fuentes no nacionales -referidos por la SHCP en su informe semanal del 22 al 26 de marzo- estiman un crecimiento para nuestra economía en este año de: FMI (4.0%) Deutsche Bank (4.0), JP Morgan (4.5), Credit Suisse (4.8), Goldman Sachs (5.0), y Morgan Stanley (5.2%).
Empleo
Con el mencionado crecimiento de 4.1%, los especialistas del sector privado estiman que se crearán 395 mil empleos formales en 2010, medidos como el número de nuevos asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (Gráfico 2).
Estos nuevos empleos formales -muchos de los cuales son temporales- representan escasamente un tercio de lo que la economía debe mínimamente generar para evitar que aumente el desempleo abierto, el subempleo, la ocupación informal... y la emigración por necesidad.
Ernesto Márquez: Tumbando Caña
Diana Krall no es una diva del jazz; es una cantante y pianista que ha conseguido encarnar, de una manera bastante espontánea, una especie de imagen ideal de cantante de jazz, con una sensualidad sutil, que en sus mejores momentos se confunde deliciosamente con un cantar displicente, casi duro, que por instantes recuerda a Carmen McRae o Sara Vaughan, pero que en otros parece ser la representación actual de la cantante cool.
Rubia, bonita y sexi, esta mujer originaria de Nanaimo, Columbia Británica, Canadá, irrumpió en la escena jazzística con una actitud de respeto al género. Sin embargo, muchos no la valoraron quizá por su apariencia de niña fresa y desdeñosa o por su forma relajada de hacer jazz, que dista mucho de la prospección o de la aventura. Los críticos musicales de revistas como Down Beat o Jazz Magazine la calificaron de cantante pop con inclinaciones al jazz. Pero esta bella pianista que lleva cerca de dos décadas en el escenario y tiene en su haber 12 álbumes y dos premios Grammy, ha demostrado que tiene swing de sobra para perderse con gusto por los caminos del jazz.
Ceesp: ¿más reformas estructurales?
En el más reciente Análisis económico ejecutivo, reporte semanal del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), se apremia a la clase política, y en particular a los integrantes de la actual legislatura, a aprobar las reformas estructurales pendientes, en especial las que se refieren a competencia y las propuestas de reforma laboral y del Estado. El organismo llama a aprovechar las oportunidades generadas por la crisis económica, a fin de hacer más productivo al país y ganar terreno a nivel mundial.
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El Correo Ilustrado
Sí celebró el IPN la Noche de las estrellas
Para no ignorar la extraordinaria necesidad de la sociedad mexicana de participar en actividades de divulgación científica de calidad y el esforzado trabajo de más de 200 estudiantes, docentes, personal de apoyo y voluntarios, habilitados como divulgadores astronómicos, hay que aclarar que en el planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional (IPN) sí se celebró la segunda Noche de las Estrellas, a la que concurrieron, por lo menos, 2 mil 779 personas, quienes fueron más persistentes que la lluvia y poco después de las 20 horas hicieron resistentes filas para subir a la terraza astronómica del lugar, con enorme paciencia e interés, para esperar que las nubes abrieran una ventana al cosmos y observar, con telescopios y apuntadores láser, así fuera unos cuantos minutos: Arturus, Sirio, Marte, la Luna o algún otro astro, hasta las 0:30 horas, cuando hubo que comunicarles que finalizaba la actividad, porque el cielo ya estaba demasiado nublado y el frío húmedo arreciaba.
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Bernardo Barranco V.: El pontificado trágico de Benedicto XVI
El quinto aniversario del actual pontificado se presenta en el peor momento. La credibilidad de la Iglesia está contaminada por los numerosos escándalos de abusos sexuales a menores y por el silencio sistémico que durante décadas mantuvo la Iglesia regida por el Vaticano, que ahora enfrenta sus propias contradicciones. La crisis tiene tal magnitud que dejará huellas permanentes en la historia de este pontificado como un momento de parte-aguas. El Papa ha ido de crisis en crisis, o como Marco Politi define el pontificado de Benedicto XVI, en un estado de crisis permanente, ahora tiene la disyuntiva de tomar medidas contundentes, como aconseja el manual de control de daños, o seguir una gradual y desgastante ruta de maquillajes; volver a la antigua línea o asumir una política de transparencia y de limpieza espiritual.
Hace cinco años, Joseph Ratzinger era un candidato de continuidad y, por su edad, de transición. Mismo modelo, mayor rigor, pero sin el carisma de Juan Pablo II. Benedicto XVI no es un Papa de multitudes ni tampoco se ha sentido cómodo ante los reflectores. Él quería llenas las Iglesias no los estadios, sin embargo, no ha logrado ni una ni otra.
Cuauhtémoc Cárdenas: Visa estadunidense: indignidad y sometimiento
Pena y rabia da el genuflexo gobierno que anuncia con bombo y platillo que podrán entrar a territorio mexicano todos aquellos que cuenten con visa otorgada por el gobierno de Estados Unidos, visa que da el gobierno del país vecino para visitarlo, sin que le importe a ese gobierno si a quienes concede visa se dirigen, aparte de a Estados Unidos, a cualquier otra parte del mundo.
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Arturo Balderas Rodríguez: Segundo acto
La del sistema financiero es la segunda de las grandes reformas que el presidente Barack Obama se ha propuesto realizar. La revuelta de quienes se han opuesto a la reforma de salud no ha cesado y la actitud de quienes la encabezan va más allá de cualquier lógica política. Intentar revertir una reforma que más de la mitad de los estadunidenses ven necesaria, y que para buen número de ellos es una tabla de salvación a sus problemas de salud, es una actitud irresponsable que raya en la necedad.
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Gustavo Esteva: En caída libre
Murió apenas Emmanuel D’Herrera. El deterioro físico y mental causado por la tortura y reclusión de este notable dirigente del Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán llevó finalmente a un derrame cerebral. Wal-Mart y Felipe Calderón cargan con la principal responsabilidad, pero casi todos nosotros la compartimos.
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Carlos Fazio: La brecha chiapaneca
En el contexto de la estrategia de ocupación de espectro completo (full spectrum) que lleva a cabo Estados Unidos en México, por sus características particulares Chiapas ocupa un lugar central en el mapa del Pentágono. La geografía chiapaneca forma parte de la brecha (the gap) en la que se ubican las zonas de peligro sobre las que el hegemón del sistema capitalista mundial debe tener una política agresiva de prevención, disuasión, control e imposición de normas de funcionamiento afines a los intereses corporativos con casa matriz en la nación imperial, pero también de persecución, desarticulación y eliminación de disidentes o insurrectos, considerados enemigos.
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John M. Ackerman: La Comuna: del modelo al módulo
El futuro del país se juega en el destino de los más de 7 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, los famosos ninis. Es impostergable el desarrollo de nuevas políticas públicas que canalicen el gran potencial de este rebosante ejército de ciudadanos marginados del desarrollo nacional. De otra forma, nuestros jóvenes seguirán alimentando las filas del narcotráfico y la delincuencia organizada, que tanto daño han hecho al país.
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Iván Restrepo: La mala calidad del aire
El Instituto Nacional de Ecología (INE) es una dependencia gubernamental que goza de buena fama. Sus estudios contribuyen a tener una mejor idea de los problemas ambientales y se suman a los elaborados por los centros de investigación especializados en el tema ecológico. Por eso merece mucha atención un estudio reciente dado a conocer por la maestra Leonora Rojas, directora general de investigación sobre la contaminación urbana y regional en ese instituto.
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León Bendesky: Semprún, Garzón y la memoria
En medio de una fuerte crisis económica y social, enfrascada además en un caso de corrupción política cada vez más grande, España pone hoy sobre la mesa el tema de la memoria, esa que vuelve siempre para, cuando menos, hacernos repensar lo que sucede desde nuevos ángulos. Actividad ésta que es imprescindible si es que podemos sobrepasar nuestra frágil existencia individual.
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Fidel Castro Ruz: La hermandad entre la República Bolivariana y Cuba
Tuve el privilegio de conversar durante tres horas el pasado jueves 15 con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, quien tuvo la gentileza de visitar una vez más nuestro país, procedente esta vez de Nicaragua.
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Hermann Bellinghausen: Cairo
De pronto, el viejo y el nuevo mundo quedaron aislados por la cortina volcánica de Islandia y las siete partículas del Apocalipsis amenazan de paro súbito a las turbinas de los aviones, así que los cielos del Atlántico permanecen de alas caídas, los aeropuertos cerraron en masa y Europa sigue con aprehensión las direcciones del viento. Para esta cortina de humo y polvo no estábamos preparados, ahora que las cortinas de humo son pan de cada día: sedicentes guerras buenas contra el terror (Medio Oriente), el narco (América Latina) o la contaminación étnica (Europa); la inflacionaria nota roja de cada mañana; las identidades nacionales concentradas en una píldora de gajos; las religiones mayores dedicadas a promocionar el Juicio Final.
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Lydia CachoPlan B19 de abril de 2010
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Las niñas madres
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Son 16 niñas entre los 9 y los 14 años que esperan tener a su bebé para volver a la escuela y dejar atrás la pesadilla. Todas son de familias pobres de Quintana Roo y tienen en común que el bebé que llevan en su vientre es producto de una violación de su padrastro, tío, abuelo, hermano, o maestro. En todo el país se registran miles de casos de niñas madres como éstas. En Quintana Roo en 2009 hubo 881 casos de niñas embarazadas por violación ¿Y en el resto del país?
¿Qué pasa con ellas y esos bebés luego del escándalo?
En un escenario ideal el Ministerio Público explicaría que la ley le permite tomar de inmediato un tratamiento para prevenir un embarazo potencialmente peligroso, pero no lo hace. El DIF debería dar terapia a la familia, no lo hace. No debe separar a las menores de su madre (a menos que sea cómplice) y siempre lo hace. La ley dice que si una niña queda embarazada por violación solamente la madre, padre o tutor puede decidir si el embarazo se procura o se interrumpe. Lo cierto es que a las niñas no se les explica lo que significará ser madre, ni que en caso de tener al producto pueden darlo en adopción legal, o que podrá conservarlo siempre y cuando haya adultos capaces de cubrir sus necesidades mínimas. Tampoco se le dice que puede interrumpirlo y seguir con su infancia, simplemente se les impone la maternidad, y como consecuencia las niñas se niegan a proseguir con el juicio. Les han convencido de tener un bebé de su violador y ellas piensan que si su padrastro es el papá ella no lo quiere en la cárcel. La mayoría de pequeñas se sienten confundidas, responsables de la violación y consideran el embarazo un castigo merecido. Se les trata como fábricas de bebés y como tales actúan al salir del DIF. Con los millones de adultos incapaces de ejercer una maternidad o paternidad responsable ¿quién puede culpar a una niña de odiar a su bebé? de tirarlo al excusado o al pozo cuando nadie la ve, de maltratarlo o huir de casa y quedar expuesta a mayores peligros. Si ella estaba desnutrida, no iba a la escuela y fue abusada por su padrastro ¿por qué la autoridad cree que las cosas serán diferentes para el nuevo bebé?
La organización Mundial de la Salud ha dicho que los embarazos más peligrosos son los de menores de 15 años. Las razones van desde el tamaño de la cadera hasta la desnutrición y la falta de habilidades cognitivo conductuales. Sea cual sea la decisión, se debe recordar que las niñas fueron víctimas de un abuso y se debe dar seguimiento terapéutico para la depresión y estrés postraumático. Porque no se les protege a largo plazo la mayoría de niñas madres dejan la escuela, huyen del hogar antes de cumplir 16 años y abandonan a sus bebés que a veces se quedan en manos del violador. Resulta inobjetable que en el marco de la salud y los derechos humanos se deben anteponer el bienestar y futuro de las víctimas. Toda la sociedad puede exigir y participar en la protección de estas niñas y de esos bebés no deseados. Lo que no podemos es abandonarles luego de debatir sus casos.
Horizonte político
José Antonio Crespo
Guerra antinarco: corte de caja
La evaluación sobre la estrategia de Felipe Calderón se hará, seguramente, en 2012. Pero eso no implica que no deban hacerse periódicos cortes de caja sobre cómo van las cosas. Hace algunas semanas, por ejemplo, Ana Laura Magaloni, investigadora del CIDE, llamó la atención sobre lo escaso de la consignación relacionada con delitos federales y, en particular, el del narcotráfico (con datos del INEGI). Respecto a los procesos penales federales, indica que, de 2006 a 2008 (los datos se detienen en ese año), el número total de asuntos consignados por la PGR se elevó sólo 10% entre un año y otro. Mientras que en 2006 la PGR consignó 51 casos de homicidio, en 2008, 62 casos. Por lo que respecta a los delitos relacionados con narcotráfico, en 2006 hubo 16 mil 290 consignaciones en este rubro y, en 2008, 17 mil 360; como ocho por ciento, entre un año y otro. En materia de decomiso de armas, las cosas no van muy bien: datos oficiales de Estados Unidos dicen que han cruzado 900 mil a México, de 2007 a 2009. Y datos mexicanos ponen como máximo un decomiso de 60 mil armas en ese lapso (hay fuentes que manejan la cifra de 30 mil); es decir, en el mejor de los casos, 7% de éxito. En materia de turismo, con datos de ese sector, en una encuesta a viajeros, 67% de estadunidenses y 81% de canadienses dicen que no vendrán a México por razones de seguridad. Y de esos dos países proviene 77% de nuestro turismo extranjero.
Donde los números sí se han disparado es en el presupuesto destinado a combatir el crimen organizado. El gasto federal en seguridad pública creció, de 25 mil millones de pesos que recibía la Secretaría de la Defensa en 2006, a 43 mil millones en 2009. La Secretaría de Seguridad Pública en aquel año recibió nueve mil millones de pesos; en 2009 el monto subió a 32 mil millones; casi cuatro veces más. La Procuraduría General de la República tuvo un presupuesto de nueve mil 200 millones en 2006 y para 2009 su gasto alcanzó más de 12 mil millones de pesos. La Secretaría de Marina, que había mantenido un gasto promedio, entre 2000 y 2006, de ocho mil 500 millones, el año pasado recibió poco más de 15 mil millones de pesos; casi el doble. Seguro es porque se le ve como organismo alternativo y más confiable que el Ejército para intervenir en la lucha contra los cárteles, como quedó de manifiesto en el operativo contra Arturo Beltrán Leyva en las “costas” de Cuernavaca. Hace cuatro años el gasto per cápita en seguridad fue de 502 pesos, y a la fecha supera los mil, es decir, el doble (según la Comisión de Seguridad Pública y la Auditoría Superior de la Federación).
Pero la narcoviolencia sigue al alza. Ahora sabemos, con información proporcionada por el Gabinete de Seguridad Nacional a los senadores, que las bajas provocadas por la narcoviolencia fueron superiores a las contabilizadas por los medios. Se había calculado que desde que Felipe Calderón declaró la guerra a los cárteles de la droga habían ocurrido 17 mil muertes, pero los datos oficiales registran casi 23 mil. Hay dos puntos a destacar con los nuevos datos: primero, que las muertes registradas en 2006 fueron 62, en tanto que las ocurridas en 2007 ascendieron a dos mil 800; es decir, hubo un incremento de cuatro mil 600 por ciento. En 2008 se registraron seis mil 800, un aumento de 240% respecto del año previo. Y en 2009 hubo nueve mil 600 muertes, lo que implica un crecimiento de sólo 40 por ciento. En otras palabras, el salto cualitativo se dio, entonces, de 2006 a 2007, es decir, al inicio de la estrategia de Calderón.
Pero más preocupa el hecho de que, de continuar la tendencia actual, si bien se nota que el incremento porcentual va bajando año con año, en números absolutos el aumento sería brutal: para este año, se esperarían 13 mil muertes aproximadamente; en 2011, 16 mil y, para 2012, 19 mil. Las bajas en “el sexenio que vivimos en peligro” habrían sumado aproximadamente 67 mil y 10% al menos correspondería a víctimas que no son narcos: casi siete mil, como las bajas de estadunidenses en Irak. Eso, repito, de continuar la tendencia actual. Pero todo indica que esa tendencia no sufrirá alteraciones importantes, pues la actual estrategia seguirá en firme, según nos lo constata Felipe todos los días.
José Antonio Crespo
Guerra antinarco: corte de caja
La evaluación sobre la estrategia de Felipe Calderón se hará, seguramente, en 2012. Pero eso no implica que no deban hacerse periódicos cortes de caja sobre cómo van las cosas. Hace algunas semanas, por ejemplo, Ana Laura Magaloni, investigadora del CIDE, llamó la atención sobre lo escaso de la consignación relacionada con delitos federales y, en particular, el del narcotráfico (con datos del INEGI). Respecto a los procesos penales federales, indica que, de 2006 a 2008 (los datos se detienen en ese año), el número total de asuntos consignados por la PGR se elevó sólo 10% entre un año y otro. Mientras que en 2006 la PGR consignó 51 casos de homicidio, en 2008, 62 casos. Por lo que respecta a los delitos relacionados con narcotráfico, en 2006 hubo 16 mil 290 consignaciones en este rubro y, en 2008, 17 mil 360; como ocho por ciento, entre un año y otro. En materia de decomiso de armas, las cosas no van muy bien: datos oficiales de Estados Unidos dicen que han cruzado 900 mil a México, de 2007 a 2009. Y datos mexicanos ponen como máximo un decomiso de 60 mil armas en ese lapso (hay fuentes que manejan la cifra de 30 mil); es decir, en el mejor de los casos, 7% de éxito. En materia de turismo, con datos de ese sector, en una encuesta a viajeros, 67% de estadunidenses y 81% de canadienses dicen que no vendrán a México por razones de seguridad. Y de esos dos países proviene 77% de nuestro turismo extranjero.
Donde los números sí se han disparado es en el presupuesto destinado a combatir el crimen organizado. El gasto federal en seguridad pública creció, de 25 mil millones de pesos que recibía la Secretaría de la Defensa en 2006, a 43 mil millones en 2009. La Secretaría de Seguridad Pública en aquel año recibió nueve mil millones de pesos; en 2009 el monto subió a 32 mil millones; casi cuatro veces más. La Procuraduría General de la República tuvo un presupuesto de nueve mil 200 millones en 2006 y para 2009 su gasto alcanzó más de 12 mil millones de pesos. La Secretaría de Marina, que había mantenido un gasto promedio, entre 2000 y 2006, de ocho mil 500 millones, el año pasado recibió poco más de 15 mil millones de pesos; casi el doble. Seguro es porque se le ve como organismo alternativo y más confiable que el Ejército para intervenir en la lucha contra los cárteles, como quedó de manifiesto en el operativo contra Arturo Beltrán Leyva en las “costas” de Cuernavaca. Hace cuatro años el gasto per cápita en seguridad fue de 502 pesos, y a la fecha supera los mil, es decir, el doble (según la Comisión de Seguridad Pública y la Auditoría Superior de la Federación).
Pero la narcoviolencia sigue al alza. Ahora sabemos, con información proporcionada por el Gabinete de Seguridad Nacional a los senadores, que las bajas provocadas por la narcoviolencia fueron superiores a las contabilizadas por los medios. Se había calculado que desde que Felipe Calderón declaró la guerra a los cárteles de la droga habían ocurrido 17 mil muertes, pero los datos oficiales registran casi 23 mil. Hay dos puntos a destacar con los nuevos datos: primero, que las muertes registradas en 2006 fueron 62, en tanto que las ocurridas en 2007 ascendieron a dos mil 800; es decir, hubo un incremento de cuatro mil 600 por ciento. En 2008 se registraron seis mil 800, un aumento de 240% respecto del año previo. Y en 2009 hubo nueve mil 600 muertes, lo que implica un crecimiento de sólo 40 por ciento. En otras palabras, el salto cualitativo se dio, entonces, de 2006 a 2007, es decir, al inicio de la estrategia de Calderón.
Pero más preocupa el hecho de que, de continuar la tendencia actual, si bien se nota que el incremento porcentual va bajando año con año, en números absolutos el aumento sería brutal: para este año, se esperarían 13 mil muertes aproximadamente; en 2011, 16 mil y, para 2012, 19 mil. Las bajas en “el sexenio que vivimos en peligro” habrían sumado aproximadamente 67 mil y 10% al menos correspondería a víctimas que no son narcos: casi siete mil, como las bajas de estadunidenses en Irak. Eso, repito, de continuar la tendencia actual. Pero todo indica que esa tendencia no sufrirá alteraciones importantes, pues la actual estrategia seguirá en firme, según nos lo constata Felipe todos los días.
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