Julio Hernández López: Astillero
Dos entes distintos y una sola mentira verdadera: la Presidencia de la República desmintió ayer a Felipe Calderón Hinojosa, en un mágico y sintomático desdoblamiento, porque el citado individuo había dicho por la mañana que un administrador aduanal de Veracruz, desaparecido desde julio de 2009, había sido asesinado. En un párrafo de colección, a falta de Rubencito Aguilar del cual echar mano, la autónoma casa presidencial precisó las faltas del antedicho personaje de apellido... de apellido, ¡ah, sí, Calderón!: ... la referencia en el sentido de que el señor Serrano Aramoni había sido encontrado asesinado es una información errónea, basada en versiones ofrecidas por personas implicadas en las averiguaciones, las cuales no han sido corroboradas. Por lo tanto, el señor Serrano Aramoni está en calidad de desaparecido. ¿Cuál es la mentira verdadera?
Son recurrentes las pifias declarativas del oficialmente denunciado Calderón quien, sin embargo, pareciera mantener privilegios de memoria en cuanto a letras de canciones interpretables en sesiones íntimas con recursos públicos. Lo mismo ha dicho desde el extranjero que jóvenes asesinados en Ciudad Juárez habían sido víctimas de ajustes de cuentas entre pandillas que, en invasión de terrenos de medicina forense, ha dictaminado con gran anticipación que una mujer violada en Veracruz había muerto de gastritis crónica. Pero nunca se había dado el tragicómico espectáculo de que la propia oficina precariamente ocupada tuviera que salir a reconocer la mendacidad de su propio titular.
El tropiezo del licenciado Calderón se produjo en un acto de su especial estima. En el puerto de Veracruz encabezaba la ceremonia conmemorativa de la defensa hecha en 1914 frente a tropas estadunidenses y de jura de bandera de cadetes pertenecientes a la Escuela Naval Militar. En su estrategia bélica, al licenciado FCH le es particularmente útil el apoyo de la Marina, sobre todo en operaciones especiales a las que no se convida al Ejército por temor a filtraciones, según los criterios de la gerencia local y, sobre todo, de los asesores-instructores estadunidenses. Por ello dedicó elogios en general a la Armada de México hasta desembocar en el tema favorito, la lucha contra los narcotraficantes, en que nuestros marinos han librado decisivas batallas y han infligido importantes derrotas y severas y trascendentales capturas al enemigo. Allí soltó el párrafo que daría pie a la posterior rectificación: “Ha sido el caso, por ejemplo, de Braulio Arellano, alias El Gonzo, líder de Los Zetas en este estado; o de José Osiris Cruz, criminal y presunto secuestrador de un funcionario administrador de la aduana de este puerto, quien fuera encontrado asesinado, por citar dos ejemplos recientes”.
Los Pinos tuvo que pasar el trago amarguísimo de descalificar al huésped actual, y resucitar al asesinado, porque de otra manera al ligero declarante se le podría exigir que diera a conocer los informes criminales que sobre el caso tuviera. El incidente demuestra el grado de influencia que los informantes de índole militar, marina y policiaca tienen sobre el ánimo y la voz de su jefe formal. A Calderón constantemente lo embarcan con información falsa, sesgada o incompleta. Gran irritación social provocó en Ciudad Juárez que hubiera pronunciado en conferencia de prensa internacional la versión que algún acomedido le dio respecto al presunto origen de la masacre de jóvenes. García Luna Productions ha metido al mismo Calderón en graves y constantes problemas, como el referido a la ciudadana francesa encarcelada a pesar de que demostrado está que el influyente productor Genaro cometió violaciones procesales determinantes al recrear las escenas de ese episodio de secuestro. Ahora, FCH aparece hablando con base en información errónea, en dichos de implicados en las averiguaciones, en versiones no corroboradas.
La credibilidad del licenciado Calderón ha sido constantemente lastimada por la profusión de datos alegres, fanfarronería estadística y bravuconería declarativa que le ha caracterizado. No hay, en él, sobriedad ni precisión, y con frecuencia se le ve en las tomas electrónicas con ánimos fluctuantes y posturas exageradas. El día que con gran desatino habló de que los civiles muertos eran los menos, acompañaba sus palabras con un aire relajado, casi sonriente, como si hablara de la natural merma que en una exitosa cosecha debe aceptarse y asumirse con naturalidad. ¿Cuántas de las declaraciones del lic. Calderón provienen de informaciones erróneas, de versiones sin corroborar dadas por sus funcionarios cercanos? ¿Cuántas de las difícilmente aceptables palabras del lic. (con ele y sin hache) FC tienen su origen en ánimos fluctuantes, en relajamientos institucionales, en visiones nubladas desde la víspera?
La revista Contralínea ha hecho saber, en nota de Mayela Sánchez, que “tan sólo 14 entidades del gobierno federal –incluida la Presidencia de la República– gastaron casi 4 millones de pesos en bebidas alcohólicas desde que Calderón asumió la titularidad del Poder Ejecutivo. Las dependencias argumentan que ‘es necesario organizar eventos sociales’; sin embargo, en muchos casos la compra fue hecha a petición expresa de un funcionario; en otros, nunca se justificó el motivo de la adquisición”. La revista dirigida por Miguel Badillo y recientemente vuelta a asaltar en términos amenazantes, puntualiza que de enero de 2007 a noviembre del año pasado, la oficina de la Presidencia desembolsó 685 mil 837 pesos en alcohol. El producto más socorrido fue el tequila, del que se adquirieron 999 botellas de las marcas Don Julio y José Cuervo Reserva de la Familia, cuyo costo es de 865 pesos por botella. ¡Salud!
Y, mientras el porrismo de la Secretaría del Trabajo sigue abonando el camino hacia la represión en Cananea, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a la República de la Simulación anunciar acciones contra el tráfico de bases de datos!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero
Enrique Galván Ochoa: Dinero
El secretario de Economía, Ruiz Mateos, creó un silogismo que lo puede llevar a aspirar a un Premio Nobel. Primera premisa: en Ciudad Juárez hay violencia. Segunda premisa: siguen llegando muchas inversiones. Conclusión: la violencia es buena para la inversión. Esa fue su respuesta a la observación que hizo el embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, en la reunión de la Amcham, de Monterrey, en el sentido de que la inseguridad está deteniendo nuevas inversiones en el país; inclusive hace pensar a las compañías que ya están aquí en la posibilidad de irse a otras tierras. El filósofo de Zacualpan de Amilpas –ducho en silogismos– añadiría una segunda conclusión, más bien una pregunta: ¿qué hace el tal Ruiz Mateos en la nómina del gobierno aparte de cobrar? La realidad es distinta a las percepciones del secretario de Economía. Más de 100 mil empresarios optaron por llevarse su dinero y sus negocios al otro lado de la frontera. Los motivos se renuevan a diario. En horas recientes fueron arrojados dos cadáveres en las cercanías de la zona industrial de Cuernavaca, Civac, con el mensaje que nunca falta. Y en Monterrey, siete personas, entre ellas una mujer, fueron víctimas de un levantón en las inmediaciones de dos de los hoteles más conocidos, el Holiday Inn y el Misión. ¿Qué vamos a hacer con tantos capitales que vienen en camino?
Un creador
Todavía no incluyen las ventas del iPad, su nueva computadora tipo tableta pero, aun así, las utilidades del anterior trimestre de Apple dieron un salto que no tiene precedente: ¡90 por ciento!, o 3 mil 70 millones de dólares, para decirlo en billetes verdes. Fueron generadas por ventas que alcanzaron la cifra de 13 mil 500 millones. Las computadoras Mac, el iPhone y el iPod siguen siendo un éxito en todo el mundo, a pesar de la dura competencia. Y de la recesión también. No puede faltar una mención al hombre que está a la cabeza de la empresa: Steve Jobs. Superó el cáncer de páncreas que lo mantuvo retirado algunos meses, pero volvió a la carga con un éxito formidable. Es de los grandes creadores de nuestros tiempos.
Derecho de réplica
Recibió esta sección un mensaje de Simón Charaf, propietario del Bar Bar –donde resultó agredido el futbolista Salvador Cabañas–, con un anexo dirigido al secretario de Gobernación. Solicita su intervención para hacer valer su derecho de réplica en Televisa; considera que la versión que presentó sobre el suceso, junto con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, es distinta a la real. Lo dañó gravemente en su persona y sus negocios. El bar se encuentra cerrado desde hace 90 días. Charaf, por otro lado, ha demandado a Televisa y varios de sus funcionarios por violación a distintas cláusulas de un contrato que firmaron para la promoción de estrellas del espectáculo, incluso en espots en que se hacía la promoción de figuras de la política.
Dos entes distintos y una sola mentira verdadera: la Presidencia de la República desmintió ayer a Felipe Calderón Hinojosa, en un mágico y sintomático desdoblamiento, porque el citado individuo había dicho por la mañana que un administrador aduanal de Veracruz, desaparecido desde julio de 2009, había sido asesinado. En un párrafo de colección, a falta de Rubencito Aguilar del cual echar mano, la autónoma casa presidencial precisó las faltas del antedicho personaje de apellido... de apellido, ¡ah, sí, Calderón!: ... la referencia en el sentido de que el señor Serrano Aramoni había sido encontrado asesinado es una información errónea, basada en versiones ofrecidas por personas implicadas en las averiguaciones, las cuales no han sido corroboradas. Por lo tanto, el señor Serrano Aramoni está en calidad de desaparecido. ¿Cuál es la mentira verdadera?
Son recurrentes las pifias declarativas del oficialmente denunciado Calderón quien, sin embargo, pareciera mantener privilegios de memoria en cuanto a letras de canciones interpretables en sesiones íntimas con recursos públicos. Lo mismo ha dicho desde el extranjero que jóvenes asesinados en Ciudad Juárez habían sido víctimas de ajustes de cuentas entre pandillas que, en invasión de terrenos de medicina forense, ha dictaminado con gran anticipación que una mujer violada en Veracruz había muerto de gastritis crónica. Pero nunca se había dado el tragicómico espectáculo de que la propia oficina precariamente ocupada tuviera que salir a reconocer la mendacidad de su propio titular.
El tropiezo del licenciado Calderón se produjo en un acto de su especial estima. En el puerto de Veracruz encabezaba la ceremonia conmemorativa de la defensa hecha en 1914 frente a tropas estadunidenses y de jura de bandera de cadetes pertenecientes a la Escuela Naval Militar. En su estrategia bélica, al licenciado FCH le es particularmente útil el apoyo de la Marina, sobre todo en operaciones especiales a las que no se convida al Ejército por temor a filtraciones, según los criterios de la gerencia local y, sobre todo, de los asesores-instructores estadunidenses. Por ello dedicó elogios en general a la Armada de México hasta desembocar en el tema favorito, la lucha contra los narcotraficantes, en que nuestros marinos han librado decisivas batallas y han infligido importantes derrotas y severas y trascendentales capturas al enemigo. Allí soltó el párrafo que daría pie a la posterior rectificación: “Ha sido el caso, por ejemplo, de Braulio Arellano, alias El Gonzo, líder de Los Zetas en este estado; o de José Osiris Cruz, criminal y presunto secuestrador de un funcionario administrador de la aduana de este puerto, quien fuera encontrado asesinado, por citar dos ejemplos recientes”.
Los Pinos tuvo que pasar el trago amarguísimo de descalificar al huésped actual, y resucitar al asesinado, porque de otra manera al ligero declarante se le podría exigir que diera a conocer los informes criminales que sobre el caso tuviera. El incidente demuestra el grado de influencia que los informantes de índole militar, marina y policiaca tienen sobre el ánimo y la voz de su jefe formal. A Calderón constantemente lo embarcan con información falsa, sesgada o incompleta. Gran irritación social provocó en Ciudad Juárez que hubiera pronunciado en conferencia de prensa internacional la versión que algún acomedido le dio respecto al presunto origen de la masacre de jóvenes. García Luna Productions ha metido al mismo Calderón en graves y constantes problemas, como el referido a la ciudadana francesa encarcelada a pesar de que demostrado está que el influyente productor Genaro cometió violaciones procesales determinantes al recrear las escenas de ese episodio de secuestro. Ahora, FCH aparece hablando con base en información errónea, en dichos de implicados en las averiguaciones, en versiones no corroboradas.
La credibilidad del licenciado Calderón ha sido constantemente lastimada por la profusión de datos alegres, fanfarronería estadística y bravuconería declarativa que le ha caracterizado. No hay, en él, sobriedad ni precisión, y con frecuencia se le ve en las tomas electrónicas con ánimos fluctuantes y posturas exageradas. El día que con gran desatino habló de que los civiles muertos eran los menos, acompañaba sus palabras con un aire relajado, casi sonriente, como si hablara de la natural merma que en una exitosa cosecha debe aceptarse y asumirse con naturalidad. ¿Cuántas de las declaraciones del lic. Calderón provienen de informaciones erróneas, de versiones sin corroborar dadas por sus funcionarios cercanos? ¿Cuántas de las difícilmente aceptables palabras del lic. (con ele y sin hache) FC tienen su origen en ánimos fluctuantes, en relajamientos institucionales, en visiones nubladas desde la víspera?
La revista Contralínea ha hecho saber, en nota de Mayela Sánchez, que “tan sólo 14 entidades del gobierno federal –incluida la Presidencia de la República– gastaron casi 4 millones de pesos en bebidas alcohólicas desde que Calderón asumió la titularidad del Poder Ejecutivo. Las dependencias argumentan que ‘es necesario organizar eventos sociales’; sin embargo, en muchos casos la compra fue hecha a petición expresa de un funcionario; en otros, nunca se justificó el motivo de la adquisición”. La revista dirigida por Miguel Badillo y recientemente vuelta a asaltar en términos amenazantes, puntualiza que de enero de 2007 a noviembre del año pasado, la oficina de la Presidencia desembolsó 685 mil 837 pesos en alcohol. El producto más socorrido fue el tequila, del que se adquirieron 999 botellas de las marcas Don Julio y José Cuervo Reserva de la Familia, cuyo costo es de 865 pesos por botella. ¡Salud!
Y, mientras el porrismo de la Secretaría del Trabajo sigue abonando el camino hacia la represión en Cananea, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a la República de la Simulación anunciar acciones contra el tráfico de bases de datos!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero
Enrique Galván Ochoa: Dinero
El secretario de Economía, Ruiz Mateos, creó un silogismo que lo puede llevar a aspirar a un Premio Nobel. Primera premisa: en Ciudad Juárez hay violencia. Segunda premisa: siguen llegando muchas inversiones. Conclusión: la violencia es buena para la inversión. Esa fue su respuesta a la observación que hizo el embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, en la reunión de la Amcham, de Monterrey, en el sentido de que la inseguridad está deteniendo nuevas inversiones en el país; inclusive hace pensar a las compañías que ya están aquí en la posibilidad de irse a otras tierras. El filósofo de Zacualpan de Amilpas –ducho en silogismos– añadiría una segunda conclusión, más bien una pregunta: ¿qué hace el tal Ruiz Mateos en la nómina del gobierno aparte de cobrar? La realidad es distinta a las percepciones del secretario de Economía. Más de 100 mil empresarios optaron por llevarse su dinero y sus negocios al otro lado de la frontera. Los motivos se renuevan a diario. En horas recientes fueron arrojados dos cadáveres en las cercanías de la zona industrial de Cuernavaca, Civac, con el mensaje que nunca falta. Y en Monterrey, siete personas, entre ellas una mujer, fueron víctimas de un levantón en las inmediaciones de dos de los hoteles más conocidos, el Holiday Inn y el Misión. ¿Qué vamos a hacer con tantos capitales que vienen en camino?
Un creador
Todavía no incluyen las ventas del iPad, su nueva computadora tipo tableta pero, aun así, las utilidades del anterior trimestre de Apple dieron un salto que no tiene precedente: ¡90 por ciento!, o 3 mil 70 millones de dólares, para decirlo en billetes verdes. Fueron generadas por ventas que alcanzaron la cifra de 13 mil 500 millones. Las computadoras Mac, el iPhone y el iPod siguen siendo un éxito en todo el mundo, a pesar de la dura competencia. Y de la recesión también. No puede faltar una mención al hombre que está a la cabeza de la empresa: Steve Jobs. Superó el cáncer de páncreas que lo mantuvo retirado algunos meses, pero volvió a la carga con un éxito formidable. Es de los grandes creadores de nuestros tiempos.
Derecho de réplica
Recibió esta sección un mensaje de Simón Charaf, propietario del Bar Bar –donde resultó agredido el futbolista Salvador Cabañas–, con un anexo dirigido al secretario de Gobernación. Solicita su intervención para hacer valer su derecho de réplica en Televisa; considera que la versión que presentó sobre el suceso, junto con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, es distinta a la real. Lo dañó gravemente en su persona y sus negocios. El bar se encuentra cerrado desde hace 90 días. Charaf, por otro lado, ha demandado a Televisa y varios de sus funcionarios por violación a distintas cláusulas de un contrato que firmaron para la promoción de estrellas del espectáculo, incluso en espots en que se hacía la promoción de figuras de la política.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Preparaos, mexicanos desharrapados, que ya llegó, ya está aquí, la temporada de vacas rollizas, pues de acuerdo con el anuncio del Fondo Monetario Internacional la economía mexicana crecería 4.2 por ciento en 2010 y 4.5 por ciento en 2011, con lo que, de cumplirse tan espléndida proyección, a mediados del próximo año, en el mejor de los casos, apenas se recuperaría el nivel de bienestar –si es que algún día existió– vigente en 2008, o lo que es lo mismo, el catarrito le habría costado a la nación y a quienes la habitan (aunque no a todos, desde luego) 30 meses adicionales de inopia.
¡Felicidades!, que ya regresó la abundancia virtual. Sin embargo, las matracas deben enmudecer, porque la buena nueva del FMI se desmorona al conocer el balance sobre el ingrato paso del caballo panista de Atila (aquel que donde pisa no vuelve a crecer la hierba, salvo la golden): de concretarse la proyección fondomonetarista sobre la economía mexicana, en cinco años de inquilinaje calderonista (2007-2011) el resultado concreto sería una raquítica tasa anual promedio de crecimiento de 1.34 por ciento (en campaña prometió 5 por ciento anual), el peor resultado para un periodo igual desde Miguel de la Madrid (0.15 por ciento; todas las cifras corresponden a la estadística del Inegi).
Qué bueno que Calderón y sus corifeos presumen que, sin duda, hemos hecho bien la tarea, (y) hemos ganado credibilidad (habría que imaginar el panorama si lo hubieran hecho mal, al tiempo que deberían explicar qué entienden por credibilidad), y que el efecto de la crisis de 2009 fue menor que el de la correspondiente a 1995, porque la economía mexicana es más sólida ahora. Cacareos aparte, en cinco años sentado en Los Pinos la tasa anual promedio con Calderón sería de 1.34 por ciento, y con Fox (sin crisis, ni devaluación, pero sí con históricos ingresos extraordinarios) de 1.8 por ciento (de 2.9 por ciento en igual lapso, pero de Zedillo).
Entonces agárrense, porque si a los fabulosos logros económicos de Calderón se le suman los igualmente virtuales de Fox, el balance es no sólo es escalofriante, sino socialmente explosivo: con el panismo en Los Pinos (finales de 2000 a 2010, incluido el cálculo del FMI para ese último año), México no logró más que sumar otra década perdida a su historia, con resultados incluso peores a los registrados en los años 80. Así es: en el periodo 2001-2010 (Fox-Calderón), la tasa anual promedio de crecimiento económico sería de 1.59 por ciento; en el lapso 1981-90 (con la dupla De la Madrid-Salinas, la primera década perdida, de acuerdo con la Cepal), esa misma tasa fue de 1.9 por ciento. Y en la intermedia (1991-2000, con el propio Salinas de la mano de Zedillo) 3.51 por ciento; como referencia, entre 1971 y 1980 dicho indicador fue de 6.7 por ciento.
Pero lo anterior no importa, qué más da, porque ya regresaron las vacas gordas y el futuro venturoso está a la vuelta de la esquina, según pronóstico fondomonetarista, algo que trae loco de contento al inquilino de Los Pinos, por mucho que desde su llegada por la puerta de atrás México no ha visto, ni verá, una. Días atrás se escuchó al ágil secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, que los mexicanos no saldrán de la pobreza sin un crecimiento económico de entre 5 y 6 por ciento cada año, pero se dicen satisfechos (sin duda, hemos hecho bien la tarea, y hemos ganado credibilidad) con un vergonzoso 1.34 por ciento de promedio anual (siempre y cuando se cumpla el pronóstico del FMI, mismo que está condicionado al comportamiento real y concreto de la economía estadunidense, es decir, ni siquiera depende de lo que aquí se haga).
Si Calderón quiere cumplir con su promesa de campaña (¡qué buen chiste!) en materia de crecimiento, y Ernesto Cordero no desea tragarse sus palabras en público (crecer entre 5 y 6 por ciento anual para abatir la pobreza en el país), como es su costumbre, entonces la eficiente dupla tendría que hacer algo más que discursos para que la economía nacional reporte tasas sostenidas de crecimiento de 11 por ciento anual entre 2010 y 2012, porque sólo así podría alcanzar un promedio anual en el sexenio de 5.16 por ciento y –según el propio cálculo oficial– abatir la pobreza. Desde luego que todo esto no es más que un ejercicio marca Onán, porque en Los Pinos y zonas circunvecinas les encanta festejar las migajas que le han dado cuerpo a la segunda década perdida en 30 años de modelito.
En vía de mientras, el balance de la primera mitad calderonista –ya con cifras oficiales– en materia de crecimiento es de una tasa anual promedio (negativa, desde luego) de 0.66 por ciento. ¿Qué hará en tres años el merolico de Los Pinos para remontar el desastroso marcador en contra de los mexicanos, a él que le encantan las golizas?
De cualquier suerte, no todo está perdido: la concentración del ingreso en México aumentó en los últimos cuatro años, reveló un reporte del Banco Mundial publicado este martes. La décima parte de los mexicanos que está en la punta de la pirámide de la riqueza, concentró ingresos por el equivalente a 439 mil 597.2 millones de dólares, cantidad que representó 41.3 por ciento del ingreso total nacional. De tal forma, los mexicanos de mayor ingreso aumentaron en 171 mil 895.6 millones de dólares su acumulación de ingreso entre 2004 y 2008, lo que significó un crecimiento de 64.21 por ciento (y no de 39.1 por ciento, como asegura el organismo financiero internacional). Para el Guinness.
En el primer bienio de Calderón, el 10 por ciento más rico de la población aumentó su concentración del ingreso de 37.9 a 41.3 por ciento del PIB, es decir, una transferencia de 3.4 puntos del producto para ese selecto grupo, en el mismo periodo (2007-2008) en el que 6 millones de mexicanos (y contando) se sumaron al ejército de pobres. Ya tiene de qué presumir el inquilino de Los Pinos con su campaña de para vivir mejor:
Las rebanadas del pastel
Si de ricos se trata, en el apacible puerto de Acapulco hoy comienza la convención bancaria, donde los barones del dinero (con sus 393 mil millones de pesos en utilidad netas acumuladas con Fox y Calderón) hablarán de las claves para el desarrollo sostenible… Y mientras a Evo se le atragantó el pollo, transgénico o no, ¡cuidado!, porque dos de los patos salvajes de 2009 ayer asomaron la cara e hicieron declaraciones, de tal suerte que hay que ser precavidos (la experiencia obliga a leer sus dichos en sentido contrario): la apreciación del peso no es excesiva (Agustín Carstens), y a los empresarios no les asusta el clima de inseguridad en el país (Gerardo Ruiz Mateos).
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Pedro Miguel: Navegaciones
No podía creerlo: él la había llamado en una actitud amorosa y arrepentida, pero Jacinta se había portado fría y grosera y le había colgado el teléfono. Andrés se sintió urgido por salir de aquel impasse en su existencia. Evaristo Terré, su anfitrión parisino, se dio cuenta de la angustiosa situación de su amigo y lo instó a acomodarse como mejor pudiera en él sofá de aquella sala sucia, y a desplegar sus objetos personales en la mesita que servía de comedor.
–Distráigase, hombre, ponete a trabajar, haz como si no hubiera pasado nada, que la vida es más complicada que esto –le dijo, mientras le servía la tercera o cuarta taza de café de la tarde, que ya llegaba a su fin en aquel febrero.
Pederastia: la ambigüedad clerical
Ayer, durante una audiencia pública en la Plaza de San Pedro, en Roma, Benedicto XVI se comprometió a que habrá acciones de la Iglesia católica para contrarrestar el escándalo por abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes, que en los meses recientes ha hundido a esa institución en un descrédito internacional.
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El Correo Ilustrado
Un abrazo para Rosario Ibarra ante un delito que no prescribe
La desaparición forzada de personas es uno de los crímenes más infames que la comunidad internacional califica de lesa humanidad.
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Miguel Marín Bosch: Primavera nuclear
Este mes de abril se han registrado algunos acontecimientos notables en el campo nuclear. En mayo las discusiones internacionales sobre el tema habrán de continuar en otros foros y con otro enfoque. Durante las semanas recientes Estados Unidos y Rusia suscribieron un nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés). Wa-shington hizo pública su nueva postura en materia de armas nucleares y el presidente Barack Obama encabezó una cumbre para tratar el tema de la seguridad de los materiales nucleares.
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Octavio Rodríguez Araujo: Las falsedades de la Cofepris
Es muy preocupante que cualquier cosa que diga la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) sea reproducida por los medios sin cuestionarla. Uno de los últimos excesos en las declaraciones del titular de este órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud fue que pugnaría por una reforma a la Ley General para el Control del Tabaco para que se prohíba fumar en todas las áreas de acceso público, aunque sean abiertas, como estadios, conciertos al aire libre, plazas públicas y paradas de camión (La Jornada, 16/4/10). ¿Las aceras y las calles están incluidas al ser áreas abiertas de acceso público? ¿El Zócalo capitalino también? ¿Qué más?
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Adolfo Sánchez Rebolledo: ¿Democracia sin gobierno, sin partidos y sin ciudadanos?
Una de las consecuencias más negativas de la crisis de credibilidad en la que se halla sumergida la llamada clase política es el desprestigio del gobierno como tal, casi con independencia de sus acciones concretas, de sus objetivos o su filiación ideológica. Se ha conseguido lo que hace algunos años parecía imposible: poner en el mismo nivel a los políticos provenientes de la izquierda o la derecha, sin que, ciertamente, entre ellos se perciba un esfuerzo mayor, sistemático, pedagógico, para negar que todos son iguales y, más importante aún, para justificar ante la sociedad la necesidad de contar con partidos e instituciones especializadas en el arte de gobernar y no sólo en la conquista y el usufructo de las cuotas de poder. Las razones de este creciente deterioro del ideal democrático en la vida pública nacional han sido objeto de numerosas investigaciones cuyo valor no siempre se ha justipreciado, pero lo cierto es que estamos en un punto muy bajo en aquello que se da en llamar la calidad de la democracia. En cierta forma, por canales inesperados, ganó audiencia la contrautopía según la cual la sociedad más feliz es aquélla donde privan los impulsos concurrentes de unos ciudadanos cuyos actos están regidos por el interés egoísta ante el mercado, pero modulados por las virtudes éticas que la religión provee. Como si fuera un castigo por los años de predominio monocolor de un partido apéndice del Estado, hoy se revive, casi como una caricatura, el ideal antidespótico que ve en el gobierno a la encarnación del Mal, salvo, claro, cuando ciertos intereses se sienten amenazados y pasan sin mediación de negar a la autoridad a exigir la mano dura en todos los asuntos conflictivos. Es en ese clima de pura negatividad donde se afirman los poderes fácticos, cuyo ascenso marca esta primera década de alternancia. Son ellos los que marcan el ritmo e imponen la tonada que los partidos cantan. De su fuerza, sobre todo hablando de los medios, depende en mucho la valoración colectiva sobre las urgencias nacionales y, dada la crisis constitucional de la escuela como reproductora de valores, pretende afincar un catecismo ideológico que reduce y simplifica cierta visión del mundo.
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Gilberto Guevara Niebla: Afrenta para México
En su visita de 11 días, el relator especial de la ONU Vernor Muñoz Villalobos concluyó que en México existía una simbiosis atípica entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) que afectaba la impartición de los servicios educativos (La Jornada, 19-02-10). La exclusión en la materia, afirmó, tiene rostro: son los niños indígenas, los niños jornaleros, los niños pobres del campo y de la ciudad, etcétera.
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Ángel Guerra Cabrera: En Caracas, por la independencia y el socialismo
El 19 de abril, a 200 años del comienzo de la lucha por la independencia de Venezuela, fue una jornada cargada de simbolismos y evocaciones que concluyó con la cumbre de los ocho jefes de Estado y gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y su Manifiesto Bicentenario de Caracas, Consolidando la Nueva Independencia. El desfile militar en horas de la mañana, que pude ver en Telesur, me recordó los inicios de las Milicias Nacionales Revolucionarias en Cuba al observar los contingentes de obreros, campesinos, estudiantes y pueblos originarios mezclados con las tropas regulares y milicianas. Toda una remembranza del pueblo armado que otro 19 de abril, hace 48 años, derrotó la invasión lanzada por Washington contra la revolución cubana y de la estratégica unión que se forja en Venezuela entre pueblo y fuerza armada desde la victoria sobre el golpe de Estado el 13 de abril de 2002.
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John Saxe-Fernández: Cenizas y guerra nuclear
El caos aéreo en Europa causado por una nube de cenizas de 6 a 10 kilómetros de altura de la erupción volcánica en el glaciar islandés de Eyjafjalla es un fenómeno sísmico y económico vinculado al calentamiento global. También es un llamado de atención a los ominosos impactos en la biosfera de una guerra nuclear. Los registros geológicos e históricos son vitales para evaluar la frecuencia y magnitud de estos eventos y para elaborar y calibrar modelos de computación sobre el uso del arsenal nuclear.
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Margo Glantz: Viajes
En Calcuta, en un barrio muy popular, en una esquina, cerca del templo de la diosa Kali, un hospital fundado por la madre Teresa, edificio de estilo inglés cuyo portón ostenta un letrero que corrobora su carácter. Nuestros guías, jóvenes universitarios, conocen bien el barrio y pueden protegernos de encuentros desagradables; aceptan entrar con nosotras, pero una monja albanesa les prohíbe el paso y los trata como si fueran malvivientes, a pesar de que un sacerdote, vestido como para ir a un safari, los saluda con cariño. Furiosos, deben permanecer en la calle: profesan el hinduismo; uno de ellos pertenece a la casta de los brahamanes, es gentil y sus ojos, de un verde intenso, son bellísimos.
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El Trolebús Escénico (Sonora y Parque México) imaginado y coordinado por Marco Vieyra, al que ya me he referido antes, resulta cada vez más atractivo para las más variadas propuestas de diferentes teatristas, que siempre han de tener en cuenta el lugar en donde representan, en general con obras escritas para el trolebús y la referencia es algún vehículo y sus pasajeros, que se mezclan con los espectadores lo que da una inusitada sensación de realidad, al mismo tiempo que actrices y actores deben mantener un esfuerzo de concentración mayor que en los escenarios convencionales. Es ahora Alborde Teatro, el grupo que inició muy castigada desde hace tiempo Ciudad Juárez el fallecido teatrista Octavio Trías y que en la actualidad muchos de sus integrantes tratan de conservar en lo posible aunque alternen su quehacer dentro del colectivo con otros trabajos y algunas veces con actores invitados. El dueto formado por Antonio Zúñiga como dramaturgo y Rodolfo Guerrero como director, ha dado lugar a excelentes montajes que se presentaron en diferentes escenarios y con la obra de Zúñiga de larguísimo título, Historias comunes de anónimos viajantes refrendan la calidad de sus propuestas.
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Rosario Ibarra
Aflicción que no acaba
Duele muchísimo el darse cuenta que en los últimos 40 años, se han ido multiplicando las desapariciones forzadas, a pesar de la tesonera lucha que hemos mantenido los familiares de los de los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y de los que le siguieron en el gobierno.
El anunciado “cambio”, que se dio entre sonidos de fanfarrias no significó lo que algunos ingenuos esperaban o entre quienes pronunciaban discursos radicales en relación con la probidad, la rectitud y el respeto a la ley que resultaron un fiasco, que nunca se vieron ni por asomo.
Desde el día de la desaparición del profesor Epifanio Avilés Rojas, detenido en Coyuca de Catalán, Gro., el 18 de mayo de 1969, por el mayor del Ejército Antonio López Rivera, quien a su vez lo puso en manos del general Miguel Bracamontes, jefe de la Zona Militar del Estado en aquellos años, las ilegales detenciones-desapariciones no han cesado y en la mayoría de los casos han sido responsabilidad de las llamadas Fuerzas Armadas.
En medio de la aflicción de los familiares del maestro y del pueblo de Ciudad Altamirano, a donde fue trasladado el detenido, el general Bracamontes personalmente lo condujo a la aeronave y les ordenó a los agentes judiciales que lo acompañaban: “Llévenselo al Campo Militar No.1”... y nunca más se supo del destino del profesor.
Esa arbitrariedad se cometió en las postrimerías del gobierno de Díaz Ordaz y poco después empezó la terrible persecución de Echeverría hacia la disidencia, los encarcelamientos injustos y las desapariciones forzadas, acciones que llevaban emparejada la tortura, como hermana siamesa y de una crueldad inaudita.
Estos hechos constituyen una aflicción que no acaba, que no termina, que no parece tener fin. Tal vez, quienes ordenan esta práctica inhumana, ni siquiera piensan en lo que causan a los familiares de las víctimas y quizá quienes ejecutan lo que ordena el mandato, sienten una obligación indiscutible y “de beneficio para la patria”... sin detenerse a pensar, que son crímenes de lesa humanidad.
Del sexenio foxista a hoy, la brutal represión se ha ido contra los trabajadores, sin importar quiénes son y de qué grupo o sindicato forman parte. En Cadereyta, Jiménez, NL, sindicalistas petroleros fueron desaparecidos, entre ellos, el secretario general de la sección 65 del sindicato, un hermano y un cuñado de éste y más de 30 sindicalistas, entre trabajadores en activo y jubilados, así como un ex alcalde de ese municipio.
Recientemente, seis policías judiciales federales y un civil que los acompañaba como chofer, fueron desaparecidos en Michoacán, y ninguna autoridad informa que se hayan hecho gestiones para averiguar su desaparición... hace pocos días, recibí la denuncia de la desaparición de nueve jóvenes, originarios de Guasave, Sinaloa, que fueron contratados por la empresa Nextel de México, para la instalación de antenas de microondas para ampliar su red de comunicaciones en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Tenían su domicilio en la calle Chihuahua No. 1701, esquina con 20 de Noviembre de la colonia Guerrero, de donde fueron secuestrados violentamente el 20 de junio de 2009, “por elementos policiacos, que iban armados, encapuchados y uniformados”. Desde esa fecha, sus familiares no saben absolutamente nada de ellos.
Como estas familias hay muchísimas en todo el país y las autoridades nada hacen por poner fin a estas terribles violaciones al mandato constitucional y a los derechos humanos. ¿De qué sirve , qué objeto tiene el hacer ruido con bombo y platillos sobre las bondades de las reformas constitucionales, si las leyes no se obedecen, si su mandato no es respetado por quienes gobiernan... y peor aún, si se miente y se afirma que son acciones llevadas a cabo “por el crimen organizado”, cuando hay testimonios de que son policías y soldados los que cometen semejantes atrocidades?
Nosotros, familiares de los desaparecidos políticos a pesar del tiempo transcurrido y de la repetición ominosa de la infame práctica, no hemos dejado de luchar y no dejaremos de hacerlo mientras tengamos vida y aparte, sembramos la semilla de nuestra inclaudicable lucha en las generaciones jóvenes. Nos mueve la esperanza de lograr hacer de México un país como lo soñaron nuestros hijos y familiares desaparecidos y nos mueven el dolor intenso de nuestras almas y la esperanza de ponerle fin a una aflicción que nos hace mucho daño. Anhelamos que llegue a su fin.
Dirigente del comité ¡Eureka!
El anunciado “cambio”, que se dio entre sonidos de fanfarrias no significó lo que algunos ingenuos esperaban o entre quienes pronunciaban discursos radicales en relación con la probidad, la rectitud y el respeto a la ley que resultaron un fiasco, que nunca se vieron ni por asomo.
Desde el día de la desaparición del profesor Epifanio Avilés Rojas, detenido en Coyuca de Catalán, Gro., el 18 de mayo de 1969, por el mayor del Ejército Antonio López Rivera, quien a su vez lo puso en manos del general Miguel Bracamontes, jefe de la Zona Militar del Estado en aquellos años, las ilegales detenciones-desapariciones no han cesado y en la mayoría de los casos han sido responsabilidad de las llamadas Fuerzas Armadas.
En medio de la aflicción de los familiares del maestro y del pueblo de Ciudad Altamirano, a donde fue trasladado el detenido, el general Bracamontes personalmente lo condujo a la aeronave y les ordenó a los agentes judiciales que lo acompañaban: “Llévenselo al Campo Militar No.1”... y nunca más se supo del destino del profesor.
Esa arbitrariedad se cometió en las postrimerías del gobierno de Díaz Ordaz y poco después empezó la terrible persecución de Echeverría hacia la disidencia, los encarcelamientos injustos y las desapariciones forzadas, acciones que llevaban emparejada la tortura, como hermana siamesa y de una crueldad inaudita.
Estos hechos constituyen una aflicción que no acaba, que no termina, que no parece tener fin. Tal vez, quienes ordenan esta práctica inhumana, ni siquiera piensan en lo que causan a los familiares de las víctimas y quizá quienes ejecutan lo que ordena el mandato, sienten una obligación indiscutible y “de beneficio para la patria”... sin detenerse a pensar, que son crímenes de lesa humanidad.
Del sexenio foxista a hoy, la brutal represión se ha ido contra los trabajadores, sin importar quiénes son y de qué grupo o sindicato forman parte. En Cadereyta, Jiménez, NL, sindicalistas petroleros fueron desaparecidos, entre ellos, el secretario general de la sección 65 del sindicato, un hermano y un cuñado de éste y más de 30 sindicalistas, entre trabajadores en activo y jubilados, así como un ex alcalde de ese municipio.
Recientemente, seis policías judiciales federales y un civil que los acompañaba como chofer, fueron desaparecidos en Michoacán, y ninguna autoridad informa que se hayan hecho gestiones para averiguar su desaparición... hace pocos días, recibí la denuncia de la desaparición de nueve jóvenes, originarios de Guasave, Sinaloa, que fueron contratados por la empresa Nextel de México, para la instalación de antenas de microondas para ampliar su red de comunicaciones en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Tenían su domicilio en la calle Chihuahua No. 1701, esquina con 20 de Noviembre de la colonia Guerrero, de donde fueron secuestrados violentamente el 20 de junio de 2009, “por elementos policiacos, que iban armados, encapuchados y uniformados”. Desde esa fecha, sus familiares no saben absolutamente nada de ellos.
Como estas familias hay muchísimas en todo el país y las autoridades nada hacen por poner fin a estas terribles violaciones al mandato constitucional y a los derechos humanos. ¿De qué sirve , qué objeto tiene el hacer ruido con bombo y platillos sobre las bondades de las reformas constitucionales, si las leyes no se obedecen, si su mandato no es respetado por quienes gobiernan... y peor aún, si se miente y se afirma que son acciones llevadas a cabo “por el crimen organizado”, cuando hay testimonios de que son policías y soldados los que cometen semejantes atrocidades?
Nosotros, familiares de los desaparecidos políticos a pesar del tiempo transcurrido y de la repetición ominosa de la infame práctica, no hemos dejado de luchar y no dejaremos de hacerlo mientras tengamos vida y aparte, sembramos la semilla de nuestra inclaudicable lucha en las generaciones jóvenes. Nos mueve la esperanza de lograr hacer de México un país como lo soñaron nuestros hijos y familiares desaparecidos y nos mueven el dolor intenso de nuestras almas y la esperanza de ponerle fin a una aflicción que nos hace mucho daño. Anhelamos que llegue a su fin.
Dirigente del comité ¡Eureka!
Miguel Carbonell
La vulnerabilidad del Estado… y la nuestra
Un relevante trabajo periodístico de María de la Luz González (EL UNIVERSAL, 19 de abril de 2010) acaba de hacer evidentes los enormes agujeros de seguridad que ponen en riesgo nuestros datos personales.
La nota de González advierte de la venta de bases de datos por parte de comerciantes en Tepito, a un precio de 12 mil dólares. Se trata de las bases de datos del padrón electoral, pero también las que contienen el registro vehicular, los números de todas las casetas de teléfono, los registros de los integrantes de la policía (incluyendo foto, número de placa y lugar de adscripción), los datos del transporte público concesionado (taxis, camiones), la lista de las órdenes de aprehensión libradas por los jueces y cuya ejecución corre a cargo de la policía, etcétera. La periodista escribe que se trata de tres memorias externas de 160 gigabytes cada una.
Es decir, se trata de una mina de oro que muy bien puede ser explotada con diversas finalidades por grupos de la criminalidad organizada.
Las preguntas que saltan de inmediato son muchas. Apunto algunas de las más evidentes.
¿Qué autoridades son las encargadas de resguardar esos datos?
¿Qué protocolos de seguridad se siguen para su efectiva custodia?
¿Cómo es posible que se haya sacado una copia sin que nadie se haya enterado?
¿Quiénes, dentro de cada dependencia encargada, son los responsables directos de su almacenamiento y quiénes deberían enfrentar consecuencias jurídicas por su descuido?
¿Cómo es que la información no solamente se puede reproducir una vez, sino muchas? ¿No hay candados informáticos que lo eviten?
¿Por qué los órganos de inteligencia del Estado mexicano no pudieron prever un punto de tan alta vulnerabilidad y anticiparse a su posible infiltración por funcionarios corruptos o grupos de la delincuencia organizada?
¿Cómo es que una periodista puede encontrar los contactos para llegar hasta los poseedores de esa importantísima información y el Estado mexicano no?
¿Por qué no se legisla antes de integrar bases de datos tan sensibles, sino una vez que ya se han filtrado a no sabemos cuántas personas, muchas de ellas involucradas seguramente en actividades ilícitas? ¿No se tendrían que haber tomado medidas con anticipación?
¿Qué funcionarios deberían presentar de inmediato su renuncia por no haber supervisado adecuadamente a sus empleados, encargados de custodiar en forma directa la información de millones de ciudadanos y cuya ineptitud nos pone en un riesgo grave a todos los que vivimos en México?
El magnífico reportaje de María de la Luz González cita un ejemplo patético de un grupo de policías que “se cooperan” para juntar los 12 mil dólares y comprar una base de datos, a fin de poder hacer mejor (sic) su trabajo, ya que con ella no tienen que solicitarle nada al IFE y pueden encontrar con velocidad a las personas que deben detener. Esto significa que el cometer ilegalidades se ha convertido en una manera de “mejorar” el desempeño policiaco. Ahora bien, dado el constante “trasvase” que existe entre los cuerpos policiacos y el crimen organizado, la posesión de las bases de datos en manos de la policía puede resultar la vía más corta para que se hagan con ellas grupos mafiosos de todo tipo. Costaría creerlo, si no estuviéramos en México.
La noticia, para colmo, aparece unos días después del levantamiento de una nueva base de datos (el registro de usuarios de telefonía celular, conocido como Renaut), que generó una enorme polémica y no poco rechazo por parte de la población, al grado de que miles de ciudadanos se tomaron la molestia de investigar la CURP del presidente Calderón o de Carlos Slim para registrar sus teléfonos a sus nombres.
No estamos ante un escándalo menor, de esos que se olvidan en una semana. Estamos ante una amenaza grave de nuestra intimidad personal, de nuestra integridad física y de la seguridad de millones de personas. No podemos dejarlo pasar así como así.
www.miguelcarbonell.com twitter: miguelcarbonell
Investigador del IIJ-UNAM
La nota de González advierte de la venta de bases de datos por parte de comerciantes en Tepito, a un precio de 12 mil dólares. Se trata de las bases de datos del padrón electoral, pero también las que contienen el registro vehicular, los números de todas las casetas de teléfono, los registros de los integrantes de la policía (incluyendo foto, número de placa y lugar de adscripción), los datos del transporte público concesionado (taxis, camiones), la lista de las órdenes de aprehensión libradas por los jueces y cuya ejecución corre a cargo de la policía, etcétera. La periodista escribe que se trata de tres memorias externas de 160 gigabytes cada una.
Es decir, se trata de una mina de oro que muy bien puede ser explotada con diversas finalidades por grupos de la criminalidad organizada.
Las preguntas que saltan de inmediato son muchas. Apunto algunas de las más evidentes.
¿Qué autoridades son las encargadas de resguardar esos datos?
¿Qué protocolos de seguridad se siguen para su efectiva custodia?
¿Cómo es posible que se haya sacado una copia sin que nadie se haya enterado?
¿Quiénes, dentro de cada dependencia encargada, son los responsables directos de su almacenamiento y quiénes deberían enfrentar consecuencias jurídicas por su descuido?
¿Cómo es que la información no solamente se puede reproducir una vez, sino muchas? ¿No hay candados informáticos que lo eviten?
¿Por qué los órganos de inteligencia del Estado mexicano no pudieron prever un punto de tan alta vulnerabilidad y anticiparse a su posible infiltración por funcionarios corruptos o grupos de la delincuencia organizada?
¿Cómo es que una periodista puede encontrar los contactos para llegar hasta los poseedores de esa importantísima información y el Estado mexicano no?
¿Por qué no se legisla antes de integrar bases de datos tan sensibles, sino una vez que ya se han filtrado a no sabemos cuántas personas, muchas de ellas involucradas seguramente en actividades ilícitas? ¿No se tendrían que haber tomado medidas con anticipación?
¿Qué funcionarios deberían presentar de inmediato su renuncia por no haber supervisado adecuadamente a sus empleados, encargados de custodiar en forma directa la información de millones de ciudadanos y cuya ineptitud nos pone en un riesgo grave a todos los que vivimos en México?
El magnífico reportaje de María de la Luz González cita un ejemplo patético de un grupo de policías que “se cooperan” para juntar los 12 mil dólares y comprar una base de datos, a fin de poder hacer mejor (sic) su trabajo, ya que con ella no tienen que solicitarle nada al IFE y pueden encontrar con velocidad a las personas que deben detener. Esto significa que el cometer ilegalidades se ha convertido en una manera de “mejorar” el desempeño policiaco. Ahora bien, dado el constante “trasvase” que existe entre los cuerpos policiacos y el crimen organizado, la posesión de las bases de datos en manos de la policía puede resultar la vía más corta para que se hagan con ellas grupos mafiosos de todo tipo. Costaría creerlo, si no estuviéramos en México.
La noticia, para colmo, aparece unos días después del levantamiento de una nueva base de datos (el registro de usuarios de telefonía celular, conocido como Renaut), que generó una enorme polémica y no poco rechazo por parte de la población, al grado de que miles de ciudadanos se tomaron la molestia de investigar la CURP del presidente Calderón o de Carlos Slim para registrar sus teléfonos a sus nombres.
No estamos ante un escándalo menor, de esos que se olvidan en una semana. Estamos ante una amenaza grave de nuestra intimidad personal, de nuestra integridad física y de la seguridad de millones de personas. No podemos dejarlo pasar así como así.
www.miguelcarbonell.com twitter: miguelcarbonell
Investigador del IIJ-UNAM
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
1984-2010
De entrada he de reconocer que soy un analfabeta digital. Con todo lo que ello implica. Por un lado, marginado de las maravillas tecnológicas que cada mes son suplidas por nuevas maravillas tecnológicas; por el otro, el disfrute de ciertos placeres elementales que algunos calificarían de silvestres y hasta primitivos.
Llevo una doble vida: no soy experto en navegación por internet ni en el messenger y jamás he chateado con nadie; me he resistido al Facebook y al Twitter y no sé comprar un boleto en la red. Ignorancia que me ha hecho sujeto de las burlas más ácidas hasta de mis amigos y parientes. Para compensar, gozo en lo íntimo mis pequeñas victorias: puedo sobrevivir cada día sin estar pegado a las computadoras; no dependo del celular para saber que existo y puedo todavía mirar además de ver, escuchar además de oír y pensar además de recibir información. Sé que soy una especie en extinción: pero todavía disfruto enormemente caminar por mi querido Barrio de La Conchita sin rumbo fijo, de amontonar libros abiertos en mi escritorio para darme una refrescadita de coco; de escuchar la voz de la gente que quiero y no sólo las letritas; de sorprenderme con el paisaje humano en un aeropuerto; de sentir en mis manos los discos de siempre; o de experimentar el placer de arrastrar el lápiz en estos textos.
Por supuesto que, de vez en cuando, me atormento preguntándome sobre el origen de mis fobias. Y creo que se debe a dos personas. Primero, mi admirado padre Juan que jamás usó una tarjeta de crédito y que como buen macho jalisciense decía que los hombres de a de veras llevan el dinero en la bolsa derecha del pantalón, ahí junto a ya saben qué; nunca lo vi tan enojado como cuando le añadí la propina a un mesero con mi recién estrenado dinero de plástico; me dijo que a ese hombre había que darle un billete para que ese mismo día pudiera llevar más pan a su casa.
En otro plano, también me marcó el estremecedor 1984 de George Orwell. Escrito en los 40, anticipaba el futuro medio siglo después. Un gobierno totalitario, una economía centralizada y un infalible sistema de observación sobre cuerpos y mentes de todos los ciudadanos. Una sociedad mediatizada y regida por un gobierno y cuatro ministerios: el de La Verdad, dedicado a las noticias, espectáculos y la educación; el de La Paz, para hacer la guerra; el del Amor, para imponer la ley y el orden; y el de Abundancia, más para unos que para otros. Pero todo ello basado en una infalible maquinaria de control, ejemplificada en pantallas que en todas partes mostraban un frío rostro que repetía una y otra vez: EL GRAN HERMANO TE ESTÁ VIGILANDO.
No sé por qué todo esto me viene a la mente ahora que me entero de que cualquier idiota corrupto es capaz de traficar no sólo con bases de datos, sino con lo que yo más aprecio: la privacía de cada uno y el derecho a vivir la vida como uno quiere y no como te la quieren imponer los demás.
Lástima. Ahora que ya me estaba animando a tomar un nuevo curso cibernético para personas de lento aprendizaje.
De entrada he de reconocer que soy un analfabeta digital. Con todo lo que ello implica. Por un lado, marginado de las maravillas tecnológicas que cada mes son suplidas por nuevas maravillas tecnológicas; por el otro, el disfrute de ciertos placeres elementales que algunos calificarían de silvestres y hasta primitivos.
Llevo una doble vida: no soy experto en navegación por internet ni en el messenger y jamás he chateado con nadie; me he resistido al Facebook y al Twitter y no sé comprar un boleto en la red. Ignorancia que me ha hecho sujeto de las burlas más ácidas hasta de mis amigos y parientes. Para compensar, gozo en lo íntimo mis pequeñas victorias: puedo sobrevivir cada día sin estar pegado a las computadoras; no dependo del celular para saber que existo y puedo todavía mirar además de ver, escuchar además de oír y pensar además de recibir información. Sé que soy una especie en extinción: pero todavía disfruto enormemente caminar por mi querido Barrio de La Conchita sin rumbo fijo, de amontonar libros abiertos en mi escritorio para darme una refrescadita de coco; de escuchar la voz de la gente que quiero y no sólo las letritas; de sorprenderme con el paisaje humano en un aeropuerto; de sentir en mis manos los discos de siempre; o de experimentar el placer de arrastrar el lápiz en estos textos.
Por supuesto que, de vez en cuando, me atormento preguntándome sobre el origen de mis fobias. Y creo que se debe a dos personas. Primero, mi admirado padre Juan que jamás usó una tarjeta de crédito y que como buen macho jalisciense decía que los hombres de a de veras llevan el dinero en la bolsa derecha del pantalón, ahí junto a ya saben qué; nunca lo vi tan enojado como cuando le añadí la propina a un mesero con mi recién estrenado dinero de plástico; me dijo que a ese hombre había que darle un billete para que ese mismo día pudiera llevar más pan a su casa.
En otro plano, también me marcó el estremecedor 1984 de George Orwell. Escrito en los 40, anticipaba el futuro medio siglo después. Un gobierno totalitario, una economía centralizada y un infalible sistema de observación sobre cuerpos y mentes de todos los ciudadanos. Una sociedad mediatizada y regida por un gobierno y cuatro ministerios: el de La Verdad, dedicado a las noticias, espectáculos y la educación; el de La Paz, para hacer la guerra; el del Amor, para imponer la ley y el orden; y el de Abundancia, más para unos que para otros. Pero todo ello basado en una infalible maquinaria de control, ejemplificada en pantallas que en todas partes mostraban un frío rostro que repetía una y otra vez: EL GRAN HERMANO TE ESTÁ VIGILANDO.
No sé por qué todo esto me viene a la mente ahora que me entero de que cualquier idiota corrupto es capaz de traficar no sólo con bases de datos, sino con lo que yo más aprecio: la privacía de cada uno y el derecho a vivir la vida como uno quiere y no como te la quieren imponer los demás.
Lástima. Ahora que ya me estaba animando a tomar un nuevo curso cibernético para personas de lento aprendizaje.
Lydia Cacho
Plan B
La Marina al ataque
El almirante Francisco Saynez, secretario de Marina, exigió ayer a la sociedad participar en la lucha contra el crimen organizado mediante el repudio y la denuncia, dijo que no son tiempos sólo de criticar. Y tiene razón, el problema es que su llamado no hará eco si no ofrece certeza y protección, porque la sociedad ya no se cree el discurso esquizofrénico sobre la guerra, tanta indiferencia ante la muerte no se puede resarcir con una emotiva perorata tardía, ni con peticiones que aludan a la confianza tantas veces quebrantada. Saynez hace un llamado más estratégico que simplemente moral.
Claro que si la sociedad no colabora las cosas empeorarán, de eso no le cabe duda a nadie. Sabemos que un porcentaje importante de ciudadanos está implicado, directa o indirectamente, con la delincuencia organizada, que sus familias o los protegen o los desprecian pero difícilmente los denuncian. Pero ¿qué pasa con quienes sí colaboran con la autoridad? Y ¿con qué autoridad? Porque cualquiera que haya hablado con agentes de diferentes agrupaciones sabe que la primera recomendación es no confiar en las autoridades locales. ¿Y las federales? Tres casos se han documentado en que las llamadas de emergencia a la PGR fueron escaneadas por narcos locales. Tenemos reporteras desaparecidas por cubrir casos que ninguna policía quiso mirar, a periodistas asesinados por investigar nexos entre autoridades y crimen organizado.
Sabemos que hay miles de casos en que la sociedad sí ha colaborado, y aunque algunos se han resuelto la mayoría siguen sin ser investigados y la gente siente pánico de pensar que alguien descubra quién denunció. Nadie en su sano juicio puede creer que el problema de la violencia social es responsabilidad única de la autoridad, sin la participación de millones de personas en la cadena alimenticia del crimen difícilmente sobrevivirían los malos en este país. Quienes compran productos piratas colaboran, quienes compran drogas, quienes dan mordidas, quienes venden el padrón electoral desde una instancia gubernamental, quienes desde los partidos postulan a delincuentes colaboran.
Lo cierto es que el secretario de la Marina es uno de los pocos representantes del Estado que tiene calidad moral para pedir acción ciudadana, sin embargo carece de un instrumento de protección para recibir esa ayuda, no puede esperar que la gente confíe en la PGR. Si nuestra realidad exige que sean la Marina y grupos especiales del Ejército los únicos capaces de perseguir a los altos mandos del poder criminal, entonces tendrán que reinventarse esas instituciones, aunque los legisladores harán todo por frenar la propuesta. La pregunta es si en realidad el almirante tendría el poder de arrestar y llevar a juicio a candidatos y políticos de todos los partidos, que a través de las urnas, llevan consigo la misión de las mafias. Eso se preguntaron ayer las niñas sobrevivientes de trata sexual en Veracruz, donde Saynez hizo su llamado junto a Calderón.
El almirante Francisco Saynez, secretario de Marina, exigió ayer a la sociedad participar en la lucha contra el crimen organizado mediante el repudio y la denuncia, dijo que no son tiempos sólo de criticar. Y tiene razón, el problema es que su llamado no hará eco si no ofrece certeza y protección, porque la sociedad ya no se cree el discurso esquizofrénico sobre la guerra, tanta indiferencia ante la muerte no se puede resarcir con una emotiva perorata tardía, ni con peticiones que aludan a la confianza tantas veces quebrantada. Saynez hace un llamado más estratégico que simplemente moral.
Claro que si la sociedad no colabora las cosas empeorarán, de eso no le cabe duda a nadie. Sabemos que un porcentaje importante de ciudadanos está implicado, directa o indirectamente, con la delincuencia organizada, que sus familias o los protegen o los desprecian pero difícilmente los denuncian. Pero ¿qué pasa con quienes sí colaboran con la autoridad? Y ¿con qué autoridad? Porque cualquiera que haya hablado con agentes de diferentes agrupaciones sabe que la primera recomendación es no confiar en las autoridades locales. ¿Y las federales? Tres casos se han documentado en que las llamadas de emergencia a la PGR fueron escaneadas por narcos locales. Tenemos reporteras desaparecidas por cubrir casos que ninguna policía quiso mirar, a periodistas asesinados por investigar nexos entre autoridades y crimen organizado.
Sabemos que hay miles de casos en que la sociedad sí ha colaborado, y aunque algunos se han resuelto la mayoría siguen sin ser investigados y la gente siente pánico de pensar que alguien descubra quién denunció. Nadie en su sano juicio puede creer que el problema de la violencia social es responsabilidad única de la autoridad, sin la participación de millones de personas en la cadena alimenticia del crimen difícilmente sobrevivirían los malos en este país. Quienes compran productos piratas colaboran, quienes compran drogas, quienes dan mordidas, quienes venden el padrón electoral desde una instancia gubernamental, quienes desde los partidos postulan a delincuentes colaboran.
Lo cierto es que el secretario de la Marina es uno de los pocos representantes del Estado que tiene calidad moral para pedir acción ciudadana, sin embargo carece de un instrumento de protección para recibir esa ayuda, no puede esperar que la gente confíe en la PGR. Si nuestra realidad exige que sean la Marina y grupos especiales del Ejército los únicos capaces de perseguir a los altos mandos del poder criminal, entonces tendrán que reinventarse esas instituciones, aunque los legisladores harán todo por frenar la propuesta. La pregunta es si en realidad el almirante tendría el poder de arrestar y llevar a juicio a candidatos y políticos de todos los partidos, que a través de las urnas, llevan consigo la misión de las mafias. Eso se preguntaron ayer las niñas sobrevivientes de trata sexual en Veracruz, donde Saynez hizo su llamado junto a Calderón.
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