José Agustín Ortiz Pinchetti: El Despertar
Vivimos una depresión colectiva por el impacto de una múltiple crisis. La depresión puede ser no sólo un problema personal, sino un fenómeno social. Un desastre nacional. Puede crear una atmósfera depresogénica. Como la depresión es contagiosa, puede extenderse como epidemia.
Pero la depresión es saludable, tiene un poder creativo. Nos obliga a ver lo que está mal en nosotros y nos impulsa a corregirlo. Salvo que queramos regodearnos en el fracaso, tenemos que afrontarla y superarla.
¿Podemos ser optimistas? Sí, México es una nación poderosa: la séptima economía del mundo; con 2 millones de kilómetros cuadrados, todos los climas y riquezas minerales; inmensos litorales; una frontera de 3 mil kilómetros, con el mayor mercado del planeta; con una población de 107 millones, densa, pero no excesiva; un pueblo joven, trabajador, disciplinado e ingenioso, generoso y noble. Nuestros pasivos: una oligarquía rapaz, maridaje de políticos corruptos y potentados insaciables. Y una casta de administradores que han debilitado voluntariamente nuestra soberanía y han entregado las palancas de control del Estado y la economía a monopolios privados.
La prueba histórica: México se ha levantado del lecho de enfermo agónico. Después del desastroso periodo formativo, reyertas civiles, la mutilación del territorio y varias intervenciones extranjeras, fundó el Estado moderno, y después de 20 años de las devastaciones que originó la Revolución, lo reorganizó. De 1932 a 1982 creció 6 por ciento, como ninguna otra nación. “Con frecuencia olvidamos que el México contemporáneo –escribió López Cámara–, cualquiera que sean sus lastres del pasado y sus carencias sociales, ha modificado por completo una realidad que no hace mucho sólo podría presagiar una verdadera catástrofe nacional”.
Para recuperarnos tendremos que completar la transición a la democracia y dejar atrás el neoliberalismo, controlar la corrupción y los monopolios, fortalecer nuestra soberanía para volver a crecer y empezar a repartir.
Para lograrlo necesitamos un agente político, y he aquí una confidencia: cuando me siento deprimido por la decadencia general, me voy a trabajar en la formación de los comités en el movimiento que encabeza AMLO. Al constatar cómo centenares, miles de hombres y mujeres quieren servir sin mayor retribución que trabajo duro, dignidad y capacitación, y cómo se multiplican las células, al grado de que ya son más de 7 mil en una red en toda la República, cualquier desánimo se evapora. Y dígame, amigo lector, ¿usted qué hace para salir de la depresión colectiva?
jaorpin@yahoo.com.mx
Vivimos una depresión colectiva por el impacto de una múltiple crisis. La depresión puede ser no sólo un problema personal, sino un fenómeno social. Un desastre nacional. Puede crear una atmósfera depresogénica. Como la depresión es contagiosa, puede extenderse como epidemia.
Pero la depresión es saludable, tiene un poder creativo. Nos obliga a ver lo que está mal en nosotros y nos impulsa a corregirlo. Salvo que queramos regodearnos en el fracaso, tenemos que afrontarla y superarla.
¿Podemos ser optimistas? Sí, México es una nación poderosa: la séptima economía del mundo; con 2 millones de kilómetros cuadrados, todos los climas y riquezas minerales; inmensos litorales; una frontera de 3 mil kilómetros, con el mayor mercado del planeta; con una población de 107 millones, densa, pero no excesiva; un pueblo joven, trabajador, disciplinado e ingenioso, generoso y noble. Nuestros pasivos: una oligarquía rapaz, maridaje de políticos corruptos y potentados insaciables. Y una casta de administradores que han debilitado voluntariamente nuestra soberanía y han entregado las palancas de control del Estado y la economía a monopolios privados.
La prueba histórica: México se ha levantado del lecho de enfermo agónico. Después del desastroso periodo formativo, reyertas civiles, la mutilación del territorio y varias intervenciones extranjeras, fundó el Estado moderno, y después de 20 años de las devastaciones que originó la Revolución, lo reorganizó. De 1932 a 1982 creció 6 por ciento, como ninguna otra nación. “Con frecuencia olvidamos que el México contemporáneo –escribió López Cámara–, cualquiera que sean sus lastres del pasado y sus carencias sociales, ha modificado por completo una realidad que no hace mucho sólo podría presagiar una verdadera catástrofe nacional”.
Para recuperarnos tendremos que completar la transición a la democracia y dejar atrás el neoliberalismo, controlar la corrupción y los monopolios, fortalecer nuestra soberanía para volver a crecer y empezar a repartir.
Para lograrlo necesitamos un agente político, y he aquí una confidencia: cuando me siento deprimido por la decadencia general, me voy a trabajar en la formación de los comités en el movimiento que encabeza AMLO. Al constatar cómo centenares, miles de hombres y mujeres quieren servir sin mayor retribución que trabajo duro, dignidad y capacitación, y cómo se multiplican las células, al grado de que ya son más de 7 mil en una red en toda la República, cualquier desánimo se evapora. Y dígame, amigo lector, ¿usted qué hace para salir de la depresión colectiva?
jaorpin@yahoo.com.mx
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Las descalificadas calificadoras de crédito (ver Bajo la Lupa, 29/4/10) –representadas por la tripleta del oligopolio anglosajón Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch– le asestaron en forma selectiva un golpe demoledor a Grecia y al euro (sin tocar a Estados Unidos ni a Gran Bretaña, técnicamente en peor situación), lo cual aceleró la segunda ola del caos financiero global.
La atribulada canciller alemana Angela Merkel, quien peca de ingenuidad infinita y enfrenta una crucial elección en Rin-Wesfalia Norte, fustigó al pérfido (sic) mercado desregulado de los bancos, hedge funds (fondos de cobertura de riesgo), especuladores y calificadoras de crédito (Bloomberg, 6/5/10).
Con la obvia excepción del archipiélago británico, en Europa continental han llovido críticas contra la desnivelada actuación de la tripleta anglosajona de las calificadoras de crédito, que gozan de un poder descomunal que urge domesticar.
Michael Mackenzie, de The Financial Times (7/5/10), comenta que el desplome instantáneo el histórico jueves 6 de mayo por la tarde en las bolsas de valores de Estados Unidos por un billón de dólares –equivalente al PIB de México–, y que afectó al mundo entero, es todavía un misterio (sic).
Versiones han ido y venido: desde el dedo gordo de un corredor bursátil que tecleó mal su orden de compraventa, pasando por el efecto griego, hasta la eventualidad de un sabotaje que planteó Obama (Sam Youngman, The Hill, 7/5/10).
¿A qué hacker chino, ruso, norcoreano o iraní, pretenden arrojar la culpa por los desperfectos inherentes al desregulado modelo neoliberal?
León García Soler: A la mitad del foro
En San Juan Chamula y con el bastón de mando en la mano, Felipe Calderón habló en tzotzil y rezó en su propia lengua para pedir que el dios que cuida y protege a San Juan Chamula ilumine a los gobernantes para gobernar y trabajar siempre, y especialmente a favor de los más pobres. ¡Santo, Santo, Santo! Entre repique de las campanas de la iglesia de San Juan Bautista, el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, nieto del coronel que inmortalizó su tío el poeta, rindió tributo al poder terrenal: ¡Gracias, señor Presidente, por cumplir con hechos y no con palabras!
Estado laico y estado de santidad. Compatibles en su portentosa contradicción mística, o en las conversiones alejadas de la apostasía, como la candidatura de Juan Sabines, abanderado del PRD, surgido del PRI tanto en sentido figurado como de origen: hijo de Juan Sabines, gobernador también y, desde luego, militante del PRI. Jesús Ortega suma sus oraciones a las de Felipe de Jesús: en Hidalgo, el líder incontestado e inmarcesible del PRD ha decretado que doña Xóchitl Gálvez es su candidata a gobernadora, pero que de ninguna manera lo es el infame cristero abajeño, Vicente Fox. Menos mal que el Sabines que canta loas a nuestro Presidente se manda solo y es ajeno a la disputa bizantina iniciada por Manuel Camacho para resolver cuántos candidatos presidenciales de izquierda caben en la punta de la extrema derecha.
El Buscón: Telescopio
Venezuela-Colombia: Colombia, como se sabe, está en vísperas de unas elecciones presidenciales en las que se juega la continuidad o la superación del régimen del presidente Álvaro Uribe, caracterizado por las relaciones entre las autoridades y los paramilitares, la brutal represión y la utilización del territorio colombiano como base para Estados Unidos, que tiene allí instalaciones militares desde las cuales sus bombarderos pueden llegar a cualquier punto de América del Sur. Las encuestas prelectorales dan un empate entre Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, y el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus. Los diarios colombianos (de derecha) El Tiempo y El Espectador destacan las declaraciones del presidente de la vecina Venezuela, Hugo Chávez quien dijo que bloqueará totalmente el comercio con Colombia en el caso de que ganase Santos. El cotidiano El Nacional, venezolano, que también informa sobre ese aspecto, agrega que el comercio entre Venezuela y Argentina aumentó 301 por ciento y aventaja al país sureño. También añade que Chávez amenaza con expropiar a los grandes distribuidores de carne y con constituir una corporación nacional para la importación y exportación de carne, para controlar el abastecimiento en ese producto y los precios del sector.
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París. En el país de los enciclopedistas importa llamar sin papeles o irregulares mejor que ilegales o clandestinosa los inmigrantes que, en dicha situación, caen en la figura de un delito, previsto por el Artículo L. 621-1 del código de entrada y residencia de extranjeros y del derecho de asilo y penado con la conducción a la frontera o alejamiento del territorio que en buen español se llama expulsión.
Entre los llamados sans-papiers, sólo de 5 a 10 por ciento entraron de manera clandestina, el resto se quedó en Francia tras el vencimiento de su visa y no han podido regularizar su situación, ya sea mediante el agrupamiento familiar, matrimonio con ciudadano-a francés, progenitor de hijo-a nacido en Francia o de hijo-a escolarizado en este país, o por haber trabajado y pagado impuestos durante varios años.
Considerada una dimensión de la política penal la lucha contra la inmigración irregular en Francia –acorde con las directivas europeas–, fue actualizada en 2003 con las reformas al citado Código y al Código Penal y de procedimientos penales (artículos 78-1 a 78-2-4 y n° 2003-1119) Mediante dichos instrumentos, el control de los flujos migratorios se realiza con el concurso del Ministerio Público, prefecturas regionales y departamentales, fuerzas policiacas y gendarmes, bajo la coordinación de la policía de la inmigración (UCOLII), quienes deben “interpelar en la vía pública personas cuya calidad de extranjeras se funde sobre signos objetivos (…) deducidos de las circunstancias y lo que sea exterior a la persona misma”, excluyendo el uso de una lengua extranjera como criterio de extranjeridad.
Entre los llamados sans-papiers, sólo de 5 a 10 por ciento entraron de manera clandestina, el resto se quedó en Francia tras el vencimiento de su visa y no han podido regularizar su situación, ya sea mediante el agrupamiento familiar, matrimonio con ciudadano-a francés, progenitor de hijo-a nacido en Francia o de hijo-a escolarizado en este país, o por haber trabajado y pagado impuestos durante varios años.
Considerada una dimensión de la política penal la lucha contra la inmigración irregular en Francia –acorde con las directivas europeas–, fue actualizada en 2003 con las reformas al citado Código y al Código Penal y de procedimientos penales (artículos 78-1 a 78-2-4 y n° 2003-1119) Mediante dichos instrumentos, el control de los flujos migratorios se realiza con el concurso del Ministerio Público, prefecturas regionales y departamentales, fuerzas policiacas y gendarmes, bajo la coordinación de la policía de la inmigración (UCOLII), quienes deben “interpelar en la vía pública personas cuya calidad de extranjeras se funde sobre signos objetivos (…) deducidos de las circunstancias y lo que sea exterior a la persona misma”, excluyendo el uso de una lengua extranjera como criterio de extranjeridad.
Cristina Pacheco: Mar de Historias
Lo han dicho todo. Rosario se inclina y besa a su padre en la mejilla. Don Pedro murmura una disculpa y reclina la cabeza en el respaldo del sillón. Conserva esa postura mientras su hija mayor va rumbo al estacionamiento de Residencias Trueba. Allí la esperan su marido, Fermín, y sus dos hijos: Liza y Jahir. El viejo nunca se resignará a que sus nietos lleven nombres que imposibilitan los diminutivos y rompen el ciclo de Pedros y Rosarios que han unido a generaciones de Mirandas.
Don Pedro se concentra en el taconeo de Rosario por el corredor penumbroso amueblado con equipales y un sonoro reloj de pared. De niña, a su hija la aterraban los lugares así. Ahora ella no parece temerle a nada, excepto a que su marido pierda el empleo y él sea expulsado del asilo. Entonces Rosario tendría que alojarlo nuevamente en su casa.
Don Pedro no puede reprimir un gesto de disgusto. Es idéntico al que la señora Trueba hizo a la hora del desayuno, cuando se acercó a la mesa y vio al insecto escalar con su terquedad milenaria las paredes del vaso. Faustina: ¿qué esperas? ¡Saca esta porquería de aquí! Después fulminó a don Pedro con la mirada y abandonó el comedor. Al anochecer se presentó Rosario. Permaneció más de una hora en el despacho de la señora Trueba. Don Pedro pudo imaginarse el tema de la entrevista –su mal comportamiento– y sin embargo ansiaba escuchar la versión de Rosario. Estuvo acechándola y cuando la vio dirigirse a su búngalo se instaló en su sillón, fingió leer un periódico atrasado y esperó la tormenta de reclamaciones.
Carlos Bonfil: Foro de la Cineteca
Chile, época actual. La nana, segundo largometraje de Sebastián Silva, es un drama doméstico con tintes de comedia. Raquel (Catalina Saavedra) es una nana, sirvienta, criada, asistenta o cualquier eufemismo que hoy quiera dársele a la condición de empleada doméstica de planta. Desde hace más de 20 años comparte la intimidad hogareña de una familia de clase media alta, pero a pesar del tiempo transcurrido jamás ha podido integrarse del todo a un mundo que jamás ha sido, ni podría ser, el suyo. La crisis de identidad por la que atraviesa, expresada en malhumor y conducta irascible, en periódicos dolores de cabeza y desmayos, sugiere a qué punto la trabajadora, cuya perspectiva de vida tiene como límite absoluto la residencia en que trabaja, está próxima al colapso nervioso. Entre más es querida y consentida por la familia, más siente Raquel el rigor de las distancias sociales. Y cuando se le propone aligerar sus tareas con la ayuda de una segunda empleada, la crisis, antes soterrada, estalla irremediablemente.
La cuestión indígena, irresuelta
Un día después de que en visita a San Juan Chamula el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, se proclamara amigo y hermano de los tzotziles, y expresara ahí mismo su satisfacción por estar trabajando por la gente más pobre, el presidente de la Comisión Nacional de los Derecho Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, dio a conocer un dato conciso y exasperante: de los 14 millones de mexicanos indígenas, la mitad no comprende el español y, por ello, desconoce sus derechos, así como las condiciones para hacerlos efectivos.
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Un día después de que en visita a San Juan Chamula el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, se proclamara amigo y hermano de los tzotziles, y expresara ahí mismo su satisfacción por estar trabajando por la gente más pobre, el presidente de la Comisión Nacional de los Derecho Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, dio a conocer un dato conciso y exasperante: de los 14 millones de mexicanos indígenas, la mitad no comprende el español y, por ello, desconoce sus derechos, así como las condiciones para hacerlos efectivos.
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El Correo Ilustrado
Sobre tierras chiapanecas
Como la Rayuela me pregunto, ¿qué le dieron a Calderón en Chamula? Dan pena las plegarias del señor Calderón. Resulta que el dios que ilumina y protege a San Juan Chamula y al cual le pide que pueda iluminar a los gobernantes, es un dios que tiene una opción preferencial por los poderosos. Así, en Chamula, los caciques que mandan en ese pueblo son más ricos que los ricos de San Cristóbal de Las Casas; los usureros chamulas pueden cobrar, sólo de intereses, hasta 300 mil dólares al año, tienen bajo su control espacios simbólicos como el templo de San Juan, el comercio, el transporte. Ellos utilizan magistralmente las instituciones y… trafican con todo. El PRI ha gobernado históricamente. Ahí se nacía y moría priísta. De 1974 a 1996 los asesinatos y encarcelamientos injustos fueron frecuentes, se destruyeron viviendas y ermitas y se expulsó a unos 30 mil indios que poblaron buena parte del valle de San Cristóbal. El señor Calderón aparece junto al candidato perredista a la alcaldía. Como Sabines en el pasado, el candidato perredista hace unas semanas era priísta. Ejemplo de cómo la política que practican los partidos se parece más a una letrina. Los partidos le llaman alianzas. No queda de otra que invocar a otros dioses que nos protejan si el dios chamula ilumina a Calderón.
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Sobre tierras chiapanecas
Como la Rayuela me pregunto, ¿qué le dieron a Calderón en Chamula? Dan pena las plegarias del señor Calderón. Resulta que el dios que ilumina y protege a San Juan Chamula y al cual le pide que pueda iluminar a los gobernantes, es un dios que tiene una opción preferencial por los poderosos. Así, en Chamula, los caciques que mandan en ese pueblo son más ricos que los ricos de San Cristóbal de Las Casas; los usureros chamulas pueden cobrar, sólo de intereses, hasta 300 mil dólares al año, tienen bajo su control espacios simbólicos como el templo de San Juan, el comercio, el transporte. Ellos utilizan magistralmente las instituciones y… trafican con todo. El PRI ha gobernado históricamente. Ahí se nacía y moría priísta. De 1974 a 1996 los asesinatos y encarcelamientos injustos fueron frecuentes, se destruyeron viviendas y ermitas y se expulsó a unos 30 mil indios que poblaron buena parte del valle de San Cristóbal. El señor Calderón aparece junto al candidato perredista a la alcaldía. Como Sabines en el pasado, el candidato perredista hace unas semanas era priísta. Ejemplo de cómo la política que practican los partidos se parece más a una letrina. Los partidos le llaman alianzas. No queda de otra que invocar a otros dioses que nos protejan si el dios chamula ilumina a Calderón.
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Arnaldo Córdova: Lo que los hombres y las instituciones no dan, la democracia no lo empresta
El pasado 28 de abril participé en el VII Foro Internacional Michoacán, en Morelia. Se me había asignado el tema Soberanía popular y democracia; pero se me propuso que desarrollara otras temáticas que tenían que ver con lo que se denominó democracia de ciudadanía. Yo advertí que no estaba de acuerdo con ese concepto y, de todas maneras, se me insistió en que viera la democracia sobre el fondo de los grandes problemas sociales que ella no había sabido resolver o a cuya solución había sido incapaz de contribuir. Anticipé a mis anfitriones que no les iba a gustar lo que les diría. Afortunadamente, no fue así. Lo que sigue es una síntesis de lo que expresé en mi conferencia.
Para empezar, esa democracia de ciudadanía es, en el mejor de los casos, un concepto tautológico, pues no hay democracia que no sea de ciudadanía o, por mejor decir, de ciudadanos. Pero es, conceptualmente, un fruto envenenado que sólo tiende a desprestigiar y descalificar a la democracia no sólo como existe, sino, incluso, como concepto político. Proviene, evidentemente, de esa malhadada idea de que la ciudadanía no existe sólo porque la Constitución y las leyes la instituyen, sino que es algo que debe irse construyendo a través de la lucha política y social. En alguna ocasión le sugerí a Porfirio Muñoz Ledo, a quien le encanta usar la expresión, que la construcción de ciudadanía era una bandera demagógica y antidemocrática.
El pasado 28 de abril participé en el VII Foro Internacional Michoacán, en Morelia. Se me había asignado el tema Soberanía popular y democracia; pero se me propuso que desarrollara otras temáticas que tenían que ver con lo que se denominó democracia de ciudadanía. Yo advertí que no estaba de acuerdo con ese concepto y, de todas maneras, se me insistió en que viera la democracia sobre el fondo de los grandes problemas sociales que ella no había sabido resolver o a cuya solución había sido incapaz de contribuir. Anticipé a mis anfitriones que no les iba a gustar lo que les diría. Afortunadamente, no fue así. Lo que sigue es una síntesis de lo que expresé en mi conferencia.
Para empezar, esa democracia de ciudadanía es, en el mejor de los casos, un concepto tautológico, pues no hay democracia que no sea de ciudadanía o, por mejor decir, de ciudadanos. Pero es, conceptualmente, un fruto envenenado que sólo tiende a desprestigiar y descalificar a la democracia no sólo como existe, sino, incluso, como concepto político. Proviene, evidentemente, de esa malhadada idea de que la ciudadanía no existe sólo porque la Constitución y las leyes la instituyen, sino que es algo que debe irse construyendo a través de la lucha política y social. En alguna ocasión le sugerí a Porfirio Muñoz Ledo, a quien le encanta usar la expresión, que la construcción de ciudadanía era una bandera demagógica y antidemocrática.
Los migrantes mexicanos que en los años 40 y 50 no lograban contratarse como braceros se iban de mosca, es decir, de polizones en trenes de carga que se dirigían hacia el norte. Me contaba un migrante que la aventura era muy peligrosa, por lo largo del camino y la posibilidad de quedarse dormidos y caer del tren, por eso muchos iban amarrados. Pero eso también tenía sus peligros; si estabas amarrado no podías moverte con facilidad y te podían golpear o asaltar.
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Rolando Cordera Campos: Los peligrosos
Sube el dólar y la libra y el euro se deslizan; caen las bolsas de valores y Europa recibe la cruel factura de su inconcluso proceso de unificación: la estridente crisis griega no hubiera ocurrido de esa manera de contar con el complemento obligado de la moneda única, que es un Estado (supra) nacional capaz de asumir los desequilibrios fiscales de sus miembros. Con su moneda casi única, la Unión Europea carece de finanzas públicas correspondientes aunque los países asociados al magno proyecto sí deban someterse a los dictados de un banco central que manda y ordena sin reparar sobre los costos y convulsiones que sus mandatos puedan implicar para las regiones.
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Sube el dólar y la libra y el euro se deslizan; caen las bolsas de valores y Europa recibe la cruel factura de su inconcluso proceso de unificación: la estridente crisis griega no hubiera ocurrido de esa manera de contar con el complemento obligado de la moneda única, que es un Estado (supra) nacional capaz de asumir los desequilibrios fiscales de sus miembros. Con su moneda casi única, la Unión Europea carece de finanzas públicas correspondientes aunque los países asociados al magno proyecto sí deban someterse a los dictados de un banco central que manda y ordena sin reparar sobre los costos y convulsiones que sus mandatos puedan implicar para las regiones.
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Guillermo Almeyra: El mayo griego
El mayo francés, en 1968, fue fruto del hartazgo y la esperanza. El mayo griego, en cambio, es hijo del repudio al sistema social y de la desesperación.
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Antonio Gershenson: La candidatura de la izquierda
Faltará mucho, pero la discusión ya es pública. En estas páginas vemos diferentes expresiones relacionadas con las elecciones de 2012 y, en especial, la candidatura presidencial.
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Faltará mucho, pero la discusión ya es pública. En estas páginas vemos diferentes expresiones relacionadas con las elecciones de 2012 y, en especial, la candidatura presidencial.
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John C. Wester*: Coincidencias con la gobernadora Brewer
El promulgar la ley SB 1070, iniciativa inmigratoria de Arizona que vuelve sujeto de persecución a cualquiera que tenga aspecto de extranjero en ese estado, la gobernadora Jan Brewer se quejó: Nosotros en Arizona hemos esperado con paciencia a que Washington actúe. Pero décadas de inacción federal y de políticas mal encaminadas han creado una situación peligrosa e inaceptable.
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El promulgar la ley SB 1070, iniciativa inmigratoria de Arizona que vuelve sujeto de persecución a cualquiera que tenga aspecto de extranjero en ese estado, la gobernadora Jan Brewer se quejó: Nosotros en Arizona hemos esperado con paciencia a que Washington actúe. Pero décadas de inacción federal y de políticas mal encaminadas han creado una situación peligrosa e inaceptable.
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Fidel Castro Ruz: La tiranía odiosa impuesta al mundo
Nuestra época se caracteriza por un hecho que no tiene precedentes: la amenaza a la supervivencia de la especie humana impuesta por el imperialismo al mundo.
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Nuestra época se caracteriza por un hecho que no tiene precedentes: la amenaza a la supervivencia de la especie humana impuesta por el imperialismo al mundo.
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Noam Chomsky: La furia de la franja industrial de Estados Unidos
El 18 de febrero, Joe Stack, un ingeniero en computación de 53 años de edad, se suicidó estrellando su pequeño avión contra un edificio en Austin, Texas, destruyendo una oficina del Servicio de Recaudación Fiscal (IRS, por sus siglas en inglés), matando a otra persona y lesionando a varias más en el acto.
Stack dejó un manifiesto contra el gobierno que explicaba sus acciones. La historia empieza cuando él era un adolescente que vivía en la penuria en Harrisburg, Pensilvania, cerca del corazón de lo que alguna vez fue un gran centro industrial.
Su vecina, una octogenaria que sobrevivía con alimento para gatos, era la “viuda de un obrero metalúrgico retirado. Su esposo había trabajado toda su vida en las fundidoras del centro de Pensilvania, confiado en las promesas de las grandes empresas y del sindicato de que, por sus 30 años de servicio, tendría una pensión y atención médica durante su retiro.
En vez de ello, fue uno de los miles que no recibieron nada porque la incompetente administración de las fundidoras y el sindicato corrupto (por no mencionar al gobierno) incursionaron en sus fondos de pensiones y robaron su retiro. Todo lo que ella tenía para vivir era la Seguridad Social.
El 18 de febrero, Joe Stack, un ingeniero en computación de 53 años de edad, se suicidó estrellando su pequeño avión contra un edificio en Austin, Texas, destruyendo una oficina del Servicio de Recaudación Fiscal (IRS, por sus siglas en inglés), matando a otra persona y lesionando a varias más en el acto.
Stack dejó un manifiesto contra el gobierno que explicaba sus acciones. La historia empieza cuando él era un adolescente que vivía en la penuria en Harrisburg, Pensilvania, cerca del corazón de lo que alguna vez fue un gran centro industrial.
Su vecina, una octogenaria que sobrevivía con alimento para gatos, era la “viuda de un obrero metalúrgico retirado. Su esposo había trabajado toda su vida en las fundidoras del centro de Pensilvania, confiado en las promesas de las grandes empresas y del sindicato de que, por sus 30 años de servicio, tendría una pensión y atención médica durante su retiro.
En vez de ello, fue uno de los miles que no recibieron nada porque la incompetente administración de las fundidoras y el sindicato corrupto (por no mencionar al gobierno) incursionaron en sus fondos de pensiones y robaron su retiro. Todo lo que ella tenía para vivir era la Seguridad Social.
Ángeles González Gamio: Paraíso perdido
Es imposible no lamentarnos de haber perdido ese paraíso lacustre que rodeaba México-Tenochtitlán, la esplendorosa ciudad que deslumbró a los españoles. Ya hemos comentado que cinco hermosos lagos la rodeaban: Texcoco, Xochimilco, Chalco, Zumpango y Xaltocan. Los mexicas fundaron su capital en la parte más baja de la cuenca, en unos islotes que sobresalían de las aguas.
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Es imposible no lamentarnos de haber perdido ese paraíso lacustre que rodeaba México-Tenochtitlán, la esplendorosa ciudad que deslumbró a los españoles. Ya hemos comentado que cinco hermosos lagos la rodeaban: Texcoco, Xochimilco, Chalco, Zumpango y Xaltocan. Los mexicas fundaron su capital en la parte más baja de la cuenca, en unos islotes que sobresalían de las aguas.
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Sara Sefchovich
La división principal
La semana pasada hablé en este espacio de lo que divide a los seres humanos: la propiedad de los medios de producción, la posibilidad del ocio y el consumo, la religión, la cultura, el género, la edad.
Aunque todo eso es sin duda importante, me parece que la división significativa hoy es la ideológica, como lo ha sido desde el siglo XIX y durante el XX. Y esa la podríamos resumir, a pesar de sus muchas diferencias, en conservadora y liberal.
En Estados Unidos, por ejemplo, unos y otros han obtenido triunfos y fracasos en distintos momentos. La derrota de los nazis se considera un triunfo de los liberales, mientras que la lucha contra el comunismo se ve como uno de los conservadores. Un día es Roosevelt y otro Reagan, un día Clinton y otro Bush.
A raíz de los ataques terroristas en Nueva York y del triunfo de Barack Obama, muchos norteamericanos conservadores han decidido que “es hora de recuperar a América y a sus valores”, idea que va claramente en contra de la que planteó Obama durante su campaña, y que hablaba de “construir una nueva América”.
No deja de ser interesante que ese país haya elegido a un liberal al mismo tiempo que aumentan los grupos, predicadores y medios de comunicación conservadores, pero sobre todo, que su actitud es cada vez más vociferante e incluso beligerante. Son los que se oponen a la inmigración, a la que consideran un peligro y afirman que así defienden a la libertad, a la que consideran el valor más alto. Curiosamente sin embargo, también los liberales dicen defender la libertad, como se puede ver en los discursos que han pronunciado desde Kennedy hasta Obama.
Algo similar está sucediendo en los países de Europa Occidental. En Francia, el presidente Sarkozy ha pedido a los prefectos que indaguen qué es lo que la sociedad considera que es ser francés. Aparentemente, lo que pretende es quitarle a la ultraderecha el uso exclusivo del concepto de identidad nacional, aunque algunos aseguran que sólo busca argumentos que le permitan legitimar la cada vez mayor limitación de los derechos para los inmigrantes.
En Italia el gobierno de Berlusconi ha declarado la guerra a quienes “no son católicos ni hablan italiano ni se visten igual que nosotros ni tienen nuestras costumbres”, lo cual ha dado el permiso para que se maltrate a los inmigrantes y se cometan actos violentos como el asalto con palos y latas de gasolina a las míseras viviendas de una colonia de rumanos. Enchina la piel que cuando días después, en el colegio del barrio los profesores pidieron a los niños que describieran lo que había sucedido, la mayoría relató con júbilo lo hecho por sus padres.
En España un líder local del PP está queriendo ganar elecciones con un discurso xenófobo, según el cual los extranjeros —en particular los gitanos— son una plaga y una lacra. Algo similar ocurre en Alemania y Austria. Y todos justifican los abusos diciendo que “el extremismo en defensa de la libertad no es condenable”. De nuevo la libertad como pretexto.
En nuestro país también el conservadurismo ha resurgido con fuerza. Y de nuevo también, no ceja en sus objetivos, con todo y que han sido fuente de fuertes conflictos, incluso de guerras civiles.
Aquí los temas principales son la religión y la educación: se trata de impedir que las personas puedan tener otras religiosidades y se trata de revertir la educación laica. A eso le llaman libertad, tal como le llamaban los liberales del siglo XIX a lo contrario. Y en aras de esa supuesta libertad, sistemáticamente se niegan a aceptar leyes que ponen al día a nuestra sociedad de acuerdo con las realidades del mundo actual, como la del aborto o los derechos civiles para los homosexuales.
Sin duda esto explica por qué los tan cacareados festejos del bicentenario y centenario nada más no cuajan. Pero es que para los conservadores, la historia se lee diferente que para los liberales y no comparten lo que estos consideran grandes momentos y personajes o triunfos de las causas justas y correctas. Aunque pretendan que sí y gasten dinerales en espectáculos multimedia y en pirotecnia.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
Aunque todo eso es sin duda importante, me parece que la división significativa hoy es la ideológica, como lo ha sido desde el siglo XIX y durante el XX. Y esa la podríamos resumir, a pesar de sus muchas diferencias, en conservadora y liberal.
En Estados Unidos, por ejemplo, unos y otros han obtenido triunfos y fracasos en distintos momentos. La derrota de los nazis se considera un triunfo de los liberales, mientras que la lucha contra el comunismo se ve como uno de los conservadores. Un día es Roosevelt y otro Reagan, un día Clinton y otro Bush.
A raíz de los ataques terroristas en Nueva York y del triunfo de Barack Obama, muchos norteamericanos conservadores han decidido que “es hora de recuperar a América y a sus valores”, idea que va claramente en contra de la que planteó Obama durante su campaña, y que hablaba de “construir una nueva América”.
No deja de ser interesante que ese país haya elegido a un liberal al mismo tiempo que aumentan los grupos, predicadores y medios de comunicación conservadores, pero sobre todo, que su actitud es cada vez más vociferante e incluso beligerante. Son los que se oponen a la inmigración, a la que consideran un peligro y afirman que así defienden a la libertad, a la que consideran el valor más alto. Curiosamente sin embargo, también los liberales dicen defender la libertad, como se puede ver en los discursos que han pronunciado desde Kennedy hasta Obama.
Algo similar está sucediendo en los países de Europa Occidental. En Francia, el presidente Sarkozy ha pedido a los prefectos que indaguen qué es lo que la sociedad considera que es ser francés. Aparentemente, lo que pretende es quitarle a la ultraderecha el uso exclusivo del concepto de identidad nacional, aunque algunos aseguran que sólo busca argumentos que le permitan legitimar la cada vez mayor limitación de los derechos para los inmigrantes.
En Italia el gobierno de Berlusconi ha declarado la guerra a quienes “no son católicos ni hablan italiano ni se visten igual que nosotros ni tienen nuestras costumbres”, lo cual ha dado el permiso para que se maltrate a los inmigrantes y se cometan actos violentos como el asalto con palos y latas de gasolina a las míseras viviendas de una colonia de rumanos. Enchina la piel que cuando días después, en el colegio del barrio los profesores pidieron a los niños que describieran lo que había sucedido, la mayoría relató con júbilo lo hecho por sus padres.
En España un líder local del PP está queriendo ganar elecciones con un discurso xenófobo, según el cual los extranjeros —en particular los gitanos— son una plaga y una lacra. Algo similar ocurre en Alemania y Austria. Y todos justifican los abusos diciendo que “el extremismo en defensa de la libertad no es condenable”. De nuevo la libertad como pretexto.
En nuestro país también el conservadurismo ha resurgido con fuerza. Y de nuevo también, no ceja en sus objetivos, con todo y que han sido fuente de fuertes conflictos, incluso de guerras civiles.
Aquí los temas principales son la religión y la educación: se trata de impedir que las personas puedan tener otras religiosidades y se trata de revertir la educación laica. A eso le llaman libertad, tal como le llamaban los liberales del siglo XIX a lo contrario. Y en aras de esa supuesta libertad, sistemáticamente se niegan a aceptar leyes que ponen al día a nuestra sociedad de acuerdo con las realidades del mundo actual, como la del aborto o los derechos civiles para los homosexuales.
Sin duda esto explica por qué los tan cacareados festejos del bicentenario y centenario nada más no cuajan. Pero es que para los conservadores, la historia se lee diferente que para los liberales y no comparten lo que estos consideran grandes momentos y personajes o triunfos de las causas justas y correctas. Aunque pretendan que sí y gasten dinerales en espectáculos multimedia y en pirotecnia.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
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