miércoles, mayo 19, 2010

Los periodistas pal café....



Julio Hernández López: Astillero
Televisa ha anunciado la insólita decisión editorial de guardar silencio ante un hecho que ha sido mencionado oficialmente cuando menos en dos escenarios internacionales, correspondientes a la gira en curso de Felipe Calderón, que fue vigorosamente dada a conocer en su primer día por las instancias oficiales de investigación policiaca, que sigue cubriendo sin candados la misma agencia informativa del Estado mexicano, Notimex, y que, sobre todo, contiene tal cantidad de ingredientes, variables y retorcimientos relacionados con el interés público que dejar de hablar de ese hecho sólo favorecería la explícita intención del gobierno calderonista de acallar rumores que esencialmente han sido prohijados por la pésima política de comunicación social de la administración federal y por el inocultable número de casos criminales manipulados, trampeados y dejados en la impunidad por esas autoridades que ahora dan una vuelta más a la tuerca del control social implantando un toque de queda informativo en la principal fuente de acceso popular a la información.
El oportuno silencio de Televisa coincide con la declaratoria de esa empresa y otras dos, Telefónica y Megacable, como unificados competidores únicos en el proceso de licitación de fibra oscura perteneciente a la Comisión Federal de Electricidad, el suculento negocio para cuyas adjudicaciones a voluntad estorban entes críticos, como el Sindicato Mexicano de Electricistas, cuya materia de trabajo en Luz y Fuerza del Centro forma parte del amplio banquete de negocios por privatizar que se han servido algunos empresarios consentidos y los funcionarios de mano dura. La alianza del calderonismo con Televisa es tan evidente y marcada que el grupo empresarial de Ricardo Salinas Pliego se ha inconformado con esa declaratoria de candidatura única a la adquisición de los tramos de fibra óptica no utilizados hasta ahora y por eso llamados oscuros, diciendo ese grupo, del que forma parte Televisión Azteca, que lo hecho hasta ahora por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en cuanto a las subastas de fibra oscura y la de espectro radioeléctrico en las frecuencias de 1.7 y 1.9 gigahercios (Ghz) en realidad son asignaciones directas disfrazadas de licitación.
Respecto al oscuro motivo del deseo de autocensura, es decir, al secuestro de Diego Fernández de Cevallos, nada relevante sucedió ayer que no fueran la cascada de declaraciones políticas previsibles y el reumático moverse del aparato burocrático nacional de policías que aparentan investigar lo que bien saben tendrá un desenlace ajeno a sus esfuerzos de a pie. Sigue sin precisión oficial, por ejemplo, el tema relacionado con la presunta detención de Ignacio Coronel Villarreal, el importante compañero de andanzas empresariales de Joaquín Guzmán, El Chapo. Ningún funcionario se atreve a informar públicamente qué pasó en un poblado de Jalisco donde marinos apresaron a alguien que según versiones sería el pesado Nacho Coronel. Silencio que genera rumores de que se busca un canje por el inmediatamente secuestrado Fernández de Cevallos (¿Nacho por Je-facho?), a pesar de que el tema ha sido tocado abiertamente en varios espacios periodísticos y electrónicos (ayer, Carmen Aristegui habló ampliamente del punto en su noticiario de radio donde, por cierto, ya está como colaborador el columnista jornalero Enrique Galván Ochoa, a quien se felicita desde aquí por esa nueva etapa de su vida profesional).
Todo pareciera estar a la espera del retorno del viajero Calderón, quien hoy inicia en Washington una visita de Estado a la que mucho ajaría una resolución fúnebre del expediente Fernández de Cevallos. Al menos en este primer tramo, el correspondiente a España, el residente de Los Pinos ha podido sobrellevar los indicios de descomposición nacional sin muchos problemas, en buena parte a causa del ánimo extraordinariamente positivo con el que sus anfitriones premian los negocios y beneficios que el felipismo les ha dado y que el propio mexicano presume, como hizo en un programa de televisión en el que dijo que los bancos españoles tienen en México sus mayores ganancias. Aun así, Felipe y Margarita han escuchado en Madrid gritos de gobierno asesino de parte de algunos activistas que denuncian lo que sucede en México.
Pero en Estados Unidos no hay tantos motivos de fervor hacia un gobierno cuyos problemas tienen la violencia criminal al borde de la frontera. Human Rights Watch, por ejemplo, ha pedido al presidente Obama que plantee ante Calderón las dudas acerca del respeto a los derechos humanos en México que esa organización ha documentado. En el centro de la argumentación de HRW está el tema de la presencia de soldados y marinos en las calles, la reiterada violación de garantías y derechos fundamentales y el mantenimiento del fuero militar que permite a la estructura castrense investigarse y castigarse a sí misma. A ese debate se ha sumado el subsecretario de Estado para asuntos de narcóticos de la administración obamista, David Johnson, quien abiertamente ha dicho que debe haber progreso en el sistema de transparencia de la justicia militar mexicana, para que se pueda comprobar que las denuncias por abusos militares son realmente investigadas y sancionadas.
La República, convertida mientras tanto en banca de espera, sigue su marcha rutinaria: el recuento diario de la masacre continúa rumbo a cifras anuales récord, los partidos y los candidatos pelean y alegan como si las elecciones de verdad fueran a servir de algo, los reportes económicos desde las alturas insisten en recuperaciones y logros que los bolsillos de abajo no confirman, y la palabrería y lo superficial son ampliamente difundidos para que entre ruido y naderías no se note tanto la caída sostenida. Uf.
Y, mientras se organiza el primer aniversario luctuoso de la tragedia de la ABC, este 5 de junio, ¡hasta mañana, en esta columna que lamenta que se complique el estado de salud de los huelguistas de hambre del SME!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
En los turbulentos tiempos de Salinas de Gortari bastó que el entonces procurador general de Justicia, Jorge Carpizo, insinuara su deseo de renunciar a su cargo para que la Bolsa Mexicana de Valores sufriera una caída. A cuatro días de que se conociera la desparición, o presunto secuestro, de Diego Fernández de Cevallos, asumiendo que la noticia trascendió la mañana del sábado, el peso y el principal índice de la bolsa han absorbido el shock, no muestran señales que pudieran ser consideradas como un efecto directo y nocivo del suceso. En semanas recientes el dólar bajó a $11.90 en casas de cambio de la frontera norte, ayer se vendió en bancos de la ciudad de México a $12.85. Es casi un peso de diferencia, pero el deslizamiento ocurrió a lo largo de muchos días. Por su lado, el índice líder de la Bolsa Mexicana de Valores cerró ayer en 31.136 puntos. “En lo que va del año –decía la bolsa al finalizar la jornada del viernes pasado–, el IPC acumula un pérdida de 307.74 puntos, -0.96%.” Es mínima y tampoco puede atribuirse al caso Fernández de Cevallos, ya que el viernes a mediodía todavía no se producía el shock. Los vaivenes de peso y bolsa más bien están relacionados con lo que sucede fuera de México, el rescate de Grecia, la crisis en España, más lo que se acumule. Los cúpulos han estado muy cautos en sus declaraciones, tal vez esperando el regreso del presidente Calderón. Posiblemente actuarían de otro modo si no fuera porque fue el candidato que apoyaron y van en el mismo barco. Aunque algunos quieren bajar en el próximo puerto, la violencia los está alcanzando.
GM va saliendo a flote
General Motors tuvo utilidades en el primer trimestre del año: 863 millones de dólares. Un año antes, en el mismo trimestre, había sufrido una pérdida de 6 mil millones. La compañía fue rescatada de la ruina por el gobierno de Estados Unidos. No es un esquema del tipo del Fobaproa mexicano, en el cual el gobierno asumió las pérdidas y se las cargó a los contribuyentes. General Motors pagará dividendos por 203 millones de dólares al gobierno del presidente Obama y al del primer ministro de Canadá, Stephen Harper, así como al fondo de ahorro de la unión de pensionados. Su deuda todavía es inmensa, 43 mil millones. Así que tendrá que seguir promoviendo sus ventas, ajustando costos y, cuando esté en condiciones de hacerlo, levantará capital fresco de los inversionistas.
Dólar y euro, a la par el próximo año
El grupo BNP Paribas insiste en que el euro volverá a tener un valor igual al dólar el año próximo. Ayer se pagaba 1.22 dólares por cada euro. Una buena noticia para los estudiantes mexicanos que viven en Europa. Les van a rendir más sus mesadas, llegaron a pagar 1.60 por euro.

Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Antecedentes:
El programa nuclear iraní fue iniciado a instancias de Estados Unidos (EU) con el sha (recordemos a los demócratas iranófobos: un tirano) para contener a la ex URSS en su flanco sur y en el mar Caspio.
Con la Revolución Islámica de 1979 los contratistas nucleares de EU incumplieron sus compromisos y se llevaron considerables sumas de dinero por adelantado que aún adeudan.
Para entender el juego semiótico de palabras gestado deliberadamente en torno del contencioso nuclear iraní –propalado por el omnipotente sionismo financiero que controla los principales multimedia de Occidente (en especial, a los autodenominados independientes)– es fundamental distinguir entre uranio de bajo enriquecimiento (LEU, por sus siglas en inglés) y uranio de alto enriquecimiento (HEU, por sus siglas en el mismo idioma), como explayamos en el noticiario de la admirable comentarista Carmen Aristegui.

Carlos Fernández-Vega: México SA
omo parte del mágico cuento érase que se era un país que machaconamente divulga el micrófono oficial, el tema de la competitividad está presente, un día sí y el siguiente también, en el discurso del inquilino de Los Pinos y amigos que lo acompañan en el gabinetazo (segunda tanda), pero con resultados en sentido contrario a los cacareados. En los últimos días, el susodicho lo ha divulgado aquí, allá y acullá; lo dijo en Alemania, lo repitió en España y, sin duda, lo dirá en Estados Unidos; el mismo personaje se lo platica cotidianamente a los organismos cúpula del sector privado y, para no perder el paso, se lo dice a sí mismo al espejo, mientras los sonrientes amigos instalados en Economía, Hacienda, Banco de México y demás eficientes oficinas hacen lo propio.
El pero, como siempre, es que realidad mata discurso, por insistente y negador que éste sea, y durante la estancia calderonista –por sólo referir ese periodo en la residencia oficial– la competitividad mexicana ha ido de mal en peor. Por ejemplo, en su reciente paseo por Alemania, Calderón dijo a los empresarios de aquel país que la economía mexicana es una de las más competitivas del planeta, aunque en los hechos la mediocridad es el sello de la casa, en vías de empeorar, pues cuando este personaje se instaló en Los Pinos tal economía ocupaba el escalón número 52 (de 130 posibles) en lo que a competitividad internacional se refiere, y tres años después había descendido al escalón número 60.
Por el simple hecho de negarlos, los problemas no se solucionan; por mucho que meta la cabeza en la arena, las broncas no sólo permanecen, sino que empeoran, como en el caso referido. Pero, ¿qué tan competitivo es México y los estados que le dan forma de República? No mucho, desde luego, y ante tal afrenta el Tecnológico de Monterrey se abocó a encontrarle la cuadratura al círculo, para lo cual analizó detalladamente la situación de cada entidad y el informe correspondiente (La competitividad de los estados mexicanos 2010; desarrollado por la Escuela de Graduados en Administración Pública, EGAP) lo presentará esta noche, con el fin de aportar una herramienta que contribuya a crear un ambiente de competitividad basado en el buen desempeño económico, la eficiencia gubernamental, la eficiencia de negocios e infraestructura.
Así, el citado informe, que gentilmente el Tec adelantó a México SA, subraya que a pesar de estar considerada dentro de las 10 economías más grandes del mundo, la mexicana se ubica en las posiciones más bajas en las comparaciones internacionales de competitividad, y en los últimos años ha venido descendiendo en las mediciones del Global Competitiveness Index (GCI) y del World Competitiveness Yearbook (WCY). Por si fuera poco, detalla: “México ha sido uno de los países más severamente afectados por la crisis, con una caída entre 2008 y 2009 del PIB de más de 9 por ciento y una tasa de desempleo cercana a 10 por ciento –tasa que no refleja la situación laboral de la mayoría de la población económicamente activa por dedicarse a actividades de tipo informal–, (de tal forma que) la recuperación, a diferencia de otros países latinoamericanos, como Chile y Brasil, requerirá de mayor tiempo y esfuerzo”.
El principal efecto de la crisis se vio reflejado en la disminución de la actividad productiva, resultado de la baja en la demanda externa principalmente de la estadunidense, la cual representa más de 80 por ciento de las exportaciones mexicanas. La alta dependencia de la economía mexicana del desempeño del vecino país del norte hace prever que, mientras no se tenga una real recuperación en Estados Unidos, en México se continuará con dificultades para estabilizar el crecimiento.
Las repercusiones de lo anterior en términos de competitividad, apunta el análisis del Tec, son de esperarse en los factores de corto plazo (como crecimiento del PIB, volumen de inversión, generación de empleo, etcétera), pero más severos serán los efectos negativos en factores de largo plazo (creación de infraestructura física, vías de comunicación y su mantenimiento; incorporación de metodologías y equipo de alta tecnología, etcétera), y peor aún en el retroceso en la formación de capital humano (educación y capacitación), que son, estos últimos factores, en los que México ocupa los últimos lugares en las comparaciones a nivel internacional (según estimaciones del Banco Mundial, como resultado de la crisis los países considerados pobres tendrán un déficit de 11.6 billones de dólares para el gasto en educación, salud, infraestructura y protección civil).
En materia de competitividad en los estados de la República (DF incluido) el panorama muestra cierta rareza, por decirlo finamente. Por ejemplo, el Distrito Federal ocupa la primera posición nacional en términos generales, pero a la hora de entrar al detalle (siempre referido al tema de competitividad) destaca lo siguiente: en desempeño económico, se ubica en el escalón número 7 (de 32 posibles), y el número uno en eficiencia gubernamental, de negocios e infraestructura. En el índice general, Chiapas aparece en la última posición, pero ocupa el escalón número 17 en desempeño económico, el 28 en eficiencia gubernamental, el 32 en eficiencia de negocios y en infraestructura.
Nuevo León, sede del Tecnológico de Monterrey, ocupa la segunda posición nacional en el índice general, desempeño económico e infraestructura, pero cae al escalón número 5 en eficiencia gubernamental y al 4 en eficiencia de negocios. En sentido contrario, Oaxaca ocupa la penúltima posición nacional, al igual que en eficiencia gubernamental (estado sólo superado en este renglón por Puebla, la del gober precioso), pero sube al escalón 29 en eficiencia de negocios y al 30 en infraestructura.
El pío gobernador de Jalisco, Emilio González, dedica su tiempo a la religión y a la infraestructura cristera, así como a combatir el aborto y la píldora del día siguiente, y no a promover el desarrollo del estado, con lo que logró que esta entidad cayera al escalón número 13 en el índice general, al 18 en desempeño económico y al 23 en eficiencia gubernamental. Y así por el estilo, de tal suerte que la citada frase calderonista en Alemania queda para el anecdotario.
Las rebanadas del pastel
Creativo, como siempre, el gobierno calderonista no encontró mejor fórmula para resolver los problema financieros de Satélites Mexicanos que la aplicada a la banca otrora nacional. La SCT anunció ayer que Satmex (fundada por el Estado mexicano, con recursos fiscales, y privatizada por Zedillo) pasa a ser propiedad de la trasnacional estadunidense EchoStar Corporation.
cfvmx@yahoo.com.mxcfv@prodigy.net.mx

Ricardo Yáñez: Isocronías
a necedad es una de las formas de la violencia.
La necedad es más emisión que escucha: no atiendo, me desentiendo, autocomplacido.
La necedad es cruel: quiere ganar, no quiere espíritu.
La necedad, qué necio, es necia. Pero con frecuencia se pretende recia.
La necedad de pronto puede pretender ser irónica e imaginar que es sutil, inteligente. Y que de ese modo vence, arrasa. ¿Habrá modos sutiles de seguir siendo necio?, ¿habrá modos sutiles de arrasar?
La necedad, que confía excesivamente en sí, es falta de fe.
La necedad no siente, sobreactúa.

Carlos Bonfil: Foro de la Cineteca
El exilio político en la mirada de un adolescente. Javier (Fermín Volcoff) es enviado de Argentina a México a los 16 años, luego de la desaparición de su hermano mayor Adrián (Martín Slipak), involucrado en la lucha guerrillera. El periodo aludido es 1976, inicio de la dictadura responsable del secuestro, tortura y desaparición de miles de ciudadanos disidentes.
Te extraño, del argentino Fabián Hofman, es un recuento de corte autobiográfico (el director llega a México a la misma edad del protagonista y por motivos similares), al que la guionista Diana Cardoza añade una subtrama sentimental que sugiere, sin desarrollarla cabalmente, una historia más rica aún y más compleja: el encuentro de Javier con una mexicana, Alejandra (Sofía Espinoza), quien vive con su abuela (Isela Vega) y mantiene vivo el recuerdo de su madre desaparecida en la guerra sucia de los años 70 del siglo pasado.

EU: justicia militar e hipocresía
David Johnson, subsecretario estadunidense de Estado para Asuntos de Narcotráfico Internacional, dijo ayer, en el contexto de una comparecencia ante el subcomité de Derechos Humanos del Senado del vecino país, que la justicia militar mexicana debe avanzar en la transparencia y señaló, a renglón seguido, que el Pentágono ha brindado asesoría a sus contrapartes en esa materia.
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El Correo Ilustrado
El surrealismo televisivo
Sobre el anuncio de Televisa, por conducto de su vocero López Dóriga, en torno a la desaparición de Diego Fernández de Cevallos, ahora resulta que lo honorable es no informar. Este país nuestro es del todo surrealista.
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José Steinsleger: El corte inglés de Baltasar Garzón
Los eufemismos mediáticos de la democracia neoliberal llevan más de 30 años de confusionismo y manipulación ideológica: la política reducida a mera gestión, la economía como ejercicio pitagórico de contabilidad general, y la administración de justicia separada de su prima hermana, la equidad, con el fin de criminalizar, por vía legal, las múltiples tribulaciones del conflicto social.
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Luis Linares Zapata: Deuda y purgas a la europea
El discurso de José Luis Rodríguez Zapatero para recibir al señor Calderón a su llegada a Santillana del Mar (España) no tiene desperdicio. Al darle la bienvenida pugnó por la participación de las empresas de su país en los procesos privatizadores que, con tesón irresponsable, lleva a cabo el michoacano. Los sectores donde los ibéricos quieren una mayor tajada son, ni más ni menos, el eléctrico, las telecomunicaciones y el trasporte. Estratégicos campos que se les han ofrecido a precios de remate. En todos ellos tienen ya un pie adentro, pero quieren meter toda la bota. En cada uno tienen su quinta columna (Gil Díaz es la principal en Telefónica, pero Alfredo Elías, de CFE, no se rezaga) y una caterva adicional de cómplices voraces.
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Arnoldo Kraus: Medicina: privacidad y publicidad
La historia finalizó con el reclamo siguiente: Por favor, dejadme en paz. A mí y a mi familia. Gracias. Rafael, oriundo de Sevilla, de 34 años, pronunció esas palabras en mayo 2010, al abandonar el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde permaneció internado desde el 25 de enero cuando fue hospitalizado para someterse a un trasplante de cara. La historia comienza antes del nacimiento: el paciente padecía una rara enfermedad congénita –neurofibromatosis tipo I– que lo había ido deformado poco a poco.
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A Felipe Calderón se la ha intensificado la vocación de teólogo. Con diferencia de pocos días, y en distintos foros, lanzó interpretaciones y deseos que se vinculan más con su personal entendimiento de por qué diversas calamidades han azotado al país, al igual que clamó protección de una divinidad tal como ésta es concebida por un grupo de tzotziles.
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Alejandro Nadal: El mundo aparente es la mentira
La mejor metáfora de la crisis está en el derrame de petróleo en el Golfo de México. En las profundidades del mar se desplazan gigantescos ríos submarinos de crudo, amenaza invisible que tarde o temprano, al igual que los activos tóxicos, llegará a la superficie. British Petroleum, la compañía que se ufanaba de estar a la vanguardia de la tecnología de perforación submarina, es como Goldman Sachs, la firma de Wall Street que estuvo siempre en la frontera de la innovación financiera. Ambas mintieron, ocultaron y especularon con una confianza prefabricada artificialmente entre el público.
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Conocí a principios de 1985 a Joaquim Vital, en un restaurante portugués, cerca del Museo Beaubourg. Los días se alargaban en ese lejano mayo. Apenas un mes antes, Jacques Bellefroid me había presentado a la compañera de Vital: Colette Lambrichs. Dirigían las ediciones de La Différence, donde Bellefroid era publicado.
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Leonardo García Tsao: Diferentes formas de fundamentalismo
Cannes, 18 de mayo. A juzgar por los títulos netamente franceses presentados en la competencia en el festival de Cannes, la ilustre cinematografía no se encuentra en uno de sus momentos de gloria. La tercera no ha sido la vencida. Des hommes et des dieux (De hombres y dioses), de Xavier Beauvois, se sitúa en las montañas magrebíes a mediados de los años 90 del siglo pasado, cuando los monjes del convento de Atlas se sienten amenazados por un grupo islámico. Basado en un hecho real, el desarrollo dramático se limita a mostrar cómo cada uno de ellos se convence, a través de su fe, de que lo correcto es permanecer en el lugar. Beauvois ilustra dicha vocación para el martirologio con una serie monótona de meditaciones, rezos y cantos sacros ante el peligro.
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Lorenzo Córdova Vianello
Violencia y democracia
La democracia es una forma de gobierno en la que existen mecanismos institucionales para procesar las diferencias y para resolver los conflictos que son consustanciales en la vida política. Por ello, democracia no significa ausencia de conflictos, sino la existencia de instancias y procedimientos para solucionarlos.
Eso es lo que llevó a Karl Popper a sostener que la democracia es una forma de gobierno que permite cambiar a los gobernantes sin derramamientos de sangre y a Norberto Bobbio a plantear que el rasgo distintivo de ese régimen es que permite que de manera pacífica se tomen decisiones con el máximo de consenso y con el mínimo de imposición.
Es por ello que la violencia resulta ser refractaria con la idea de democracia. Una sociedad violenta no puede ser democrática al mismo tiempo. Ahí tarde o temprano las diferencias se resuelven mediante la supresión del contrario, justo lo opuesto a la democracia que se funda en la tolerancia de los opuestos y a su inclusión en el juego político.
Parece obvio que las referencias anteriores parecen planteadas en términos de la contraposición radical de la democracia con la violencia política. ¿Pero qué pasa cuando la violencia no es el rasgo distintivo de las relaciones políticas, sino más bien algo que ha permeado en lo cotidiano, en la vida social diaria? ¿Es posible que la democracia funcione en un contexto en el que la violencia constituye algo que tiene una presencia constante?
Desgraciadamente me parece que la respuesta es negativa. Cuando la violencia, ya sea la ejercida desde el Estado (y casos en la historia en este sentido abundan), ya sea la ejercida por la criminalidad (como ocurre ahora), se instala en una sociedad, la lógica de la democracia se altera, termina por agotarse y se abren las puertas para un contexto en el que pueden aflorar más bien pulsiones y expresiones autoritarias.
La democracia necesita pues, invariablemente un contexto pacífico para recrearse y funcionar adecuadamente. Por eso lo que nos estamos jugando en el actual contexto de expansión de la criminalidad y la violencia, es, al fin y al cabo, la viabilidad misma de nuestra convivencia democrática. Hay casos lamentables de cómo la lógica de excepción que la criminalidad organizada ha impuesto ha alterado los procesos democráticos en los procesos electorales en curso.
Señalo tres ejemplos en ese sentido: en primer lugar, la determinación de la dirigencia del PAN de que, ante la posibilidad de que el narco incidiera en la designación de sus candidatos, un gran número de ellos —particularmente los que compiten por las gubernaturas— serían nombrados de manera cupular y no por procedimientos democráticos, como lo exige la ley. En segundo lugar, el vil asesinato del candidato panista a la alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas, José Mario Guajardo, la consecuente suspensión de muchas de las campañas electorales y la decisión de otros partidos de ni siquiera postular candidatos ante el clima de violencia que se vive en ese Estado fronterizo. Finalmente, el asesinato de un par de activistas en el municipio de San Juan Copala que inevitablemente pone sobre la mesa las condiciones de violencia que se viven en ese Estado en donde, por cierto, se anticipa una reñida contienda por la gubernatura.
Además, el clima de violencia ya ha producido una especie de paranoia colectiva que en varios lugares, como ocurrió recientemente en la ciudad de Cuernavaca, han provocado virtuales “toques de queda” autoimpuestos por los ciudadanos, que desgraciadamente en algunas semanas pueden traducirse en una baja participación en los comicios, particularmente en ciertas entidades y municipios golpeados por el crimen.
Frente a esa situación, ¿qué podemos hacer como sociedad? La peor reacción posible, me parece, es la propagación de una sicosis generalizada y el abandono de la política y de la convivencia social a su suerte. Por supuesto, no pretendo que actuemos como si nada pasara, pero creo que la mejor respuesta frente a esta situación es demostrar la vocación democrática de nuestra sociedad que históricamente se ha traducido en una reiterada apuesta por la vía pacífica para solucionar nuestros problemas. No debemos permitir que la normalidad democrática que, con todos los defectos, insuficiencias y problemas que hoy presenta, sea abandonada y olvidada frente a la desazón y la impotencia que la violencia inevitablemente produce.
Investigador y Profesor de la UNAM
Horizonte político
José Antonio Crespo
Preguntas a EU
William Clinton ha propuesto explorar un Plan México, adaptación del Plan Colombia, lo que de inmediato fue rechazado en nuestro país. Felipe Calderón advirtió en España que nos falta enfrentar lo peor, que pasaremos fases más violentas como las que vivió Colombia, pero que el proceso será más rápido aquí. ¿A partir de qué elementos calcula esa mayor rapidez? Una variable clave (de muchas) para el relativo éxito en aquel país fue justamente el Plan Colombia. Sin uno semejante en México, ¿es posible alcanzar resultados similares que en esa nación? ¿Pueden esperarse resultados parecidos a los de Colombia sin los dispositivos que hubo allá? ¿Es posible desmantelar a los capos y preservar la soberanía al mismo tiempo?
Como sea, flota en el ambiente la incógnita sobre cómo le hace Estados Unidos para enfrentar un nivel de narcotráfico varias veces mayor que el de México, pero sin la violencia que padecemos acá. Convendría hacer a los estadunidenses las siguientes preguntas, que quizá nos ayudarían a enfrentar las drogas con más eficacia: ¿por qué la droga que entra a Estados Unidos, una vez en territorio de ese país tiene camino libre para distribuirse a lo largo y ancho del territorio sin demasiado problema?, ¿cómo es que la droga logra burlar las aduanas estadunidenses?, ¿hay ineficiencia o corrupción de los agentes de ese sector allá?, ¿por qué nunca nos enteramos de que se ha desmantelado algún laboratorio de narcóticos ilícitos o se quemó algún campo de mariguana (ni cuando era ilegal su cultivo)?
¿Por qué la persecución policiaca se concentra en los narcomenudistas y no en los capos? ¿Acaso no hay cárteles ni capos allá? ¿Está entonces equivocado Calderón cuando asegura que “es inconcebible que las redes mexicanas existan sólo en el lado mexicano y que al pasar la frontera desaparezcan por arte de magia”? (9/VI/08).Y, si en efecto existen esos capos de la producción y distribución, según es dable suponerlo, ¿cómo explicar que un reducido mercado mexicano provoque tantos y tan sangrientos conflictos entre cárteles de México y no ocurra en el más grande mercado del planeta? ¿Acaso hay en Estados Unidos una sola organización y por eso no se pelea consigo misma (lo cual supondría la existencia de un cartel más poderoso que los mexicanos)? ¿Acaso los capos en Estados Unidos son más civilizados, se reparten pacíficamente las plazas y respetan los acuerdos? ¿O es que, al no haber persecución oficial contra los capos, los cárteles allá no se han dividido para sucederse en el liderazgo en consecutivas guerras intestinas?
¿Es racional que estados como California despenalicen la mariguana, mientras que en el lado sur de la frontera se persiga férreamente? La despenalización en ambos lados de la línea divisoria, ¿no despresurizaría el problema significativamente, aunque no lo eliminara por completo? Si México soberanamente decidiera despenalizar la mariguana en los mismos términos que California, ¿lo aceptaría Washington como algo comprensible, como una decisión soberana, o generaría una fuerte presión para echar atrás esa medida? ¿Por qué si Estados Unidos perdió una guerra de guerrillas en Vietnam y decidió que era insostenible continuarla en Irak, piensa que en México sí hay posibilidades de ganar una técnicamente similar (según el jefe del Comando Norte)? ¿De verdad las fuerzas del orden mexicanas son más eficaces y preparadas que las estadunidenses, para enfrentar al terrorismo? ¿O son menos poderosos nuestros capos que los rebeldes iraquíes?
¿De verdad consideran válida la tesis oficial mexicana de que la creciente narcoviolencia es señal de que nuestro gobierno está ganando? ¿Comparten la tesis mexicana de que la situación actual se debe al descuido y la negligencia de los gobiernos que lo antecedieron? Si es así, ¿por qué en su momento aplaudieron dichas estrategias de la misma manera que ahora lo hacen con la de Calderón?
¿Por qué, tras haber festejado la estrategia calderonista, cada vez la cuestionan más? ¿No está funcionando según lo esperado? Si logran reducir 15% el consumo en 2015, según lo planeado, ¿eso evitará la violencia en México?
Estoy convencido, en todo caso, de que más nos ayudarían las respuestas a esas y otras preguntas, por parte de nuestros vecinos y socios, que recibir un poco más de equipo militar y tecnológico para continuar con esta costosa lucha (sea con Plan Mérida o Plan México) hasta quién sabe cuándo.

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