Julio Hernández López: Astillero
Por encima de todo, de resoluciones infames sobre el caso Paulette, asambleas nacionales panistas, finales futboleras y otros mecanismos de distracción, la clave de desenlaces trascendentes sigue siendo el caso Diego.
La decisión de la familia Fernández de Cevallos, de pedir a las autoridades federales que se hagan a un lado para dar paso a las negociaciones con los secuestradores, es una posterior confirmación indirecta de la autenticidad de la fotografía y el texto que el pasado jueves por la noche llegó a algunos correos electrónicos de periodistas que se abstuvieron de instalar sin convalidación esos datos en las redes sociales hasta que el noticiero nocturno de Milenio Tv decidió colocar la imagen en sus pantallas, en un acto de imprecisión profesional que con frecuencia en esa empresa se adjudica a los flujos internéticos, más con enojo competitivo que con razones firmes.
La petición familiar de retiro de las aparatosas medidas de supuesta ayuda y protección que los gobiernos federal y queretano han puesto en torno a los escenarios del drama de DFC indica de entrada que, al menos para consumo público, no coinciden los intereses de la parentela afectada y de las autoridades supuestamente solidarias. Un diálogo mínimo, fluido y confiado entre esas dos partes habría hecho innecesaria la elaboración de una petición por escrito que fue dada a conocer a los medios de comunicación, pero que ni siquiera fue aceptada más que de palabra, al anunciar la PGR que se retiraría de las indagaciones que previamente había atraído a su jurisdicción, pero manteniendo en las afueras del rancho queretano de la desgracia una evidente vigilancia policiaca que a cualquier delincuente que lea diarios o se asome a Internet le haría ver que se sostiene el esquema de vigilancia e intervención que los familiares de Diego pidieron fueran retirados. Si un pretexto quisieran quienes desaparecieron a DFC para actuar mortalmente contra él, bien pudieran utilizar ese incumplimiento expreso de dejar el campo libre.
La vehemencia oratoria de Calderón en la recién pasada asamblea nacional panista también agrega elementos para la suspicacia, sobre todo conforme van difundiéndose más referencias de la ríspida relación política que con largueza han mantenido el ahora ocupante de Los Pinos y el fanfarrón abogado enriquecido mediante tráfico de influencias, colocación de piezas propias en los tableros de la PGR y la Suprema Corte que luego resolverían positivamente los asuntos de enorme cuantía que les presentaba el jefe promotor de sus puestos, y el uso mercantil de las relaciones políticas entabladas con el salinismo, con el PAN como moneda de cambio. Calderón llegó a decir que con DFC habrá todavía muchas batallas por librar, lo que pareciera ser un guiño a las suposiciones de quienes creen que el secuestro es un montaje hecho para promover la candidatura presidencial de 2012. Si el queretano aparece con vida y deci- de aceptar una postulación así, las palabras de FCH tomarán la dimensión de un sombrío destape que llevó a los panistas reunidos en su asamblea nacional a corear el nombre del brioso personaje ahora esfumado. Si la suerte fuera adversa, y el final fuera luctuoso, parecería entonces que las arengas calderonistas hubieran tenido como propósito dejar a salvo la figura del orador y disipar percepciones poderosamente estremecedoras.
A pesar de esos aires tubios, y tal como sucedía en los peores tiempos del PRI-gobierno, la asamblea nacional panista recién celebrada prefirió someterse a los discursos fantasiosos y las estrategias fallidas del hombre que ocupa el poder federal que enfrentar las causas reales de la evidente postración de su partido. Muchos de ellos controlados por la fuerza avasalladora de la nómina, temerosos otros de los riesgos que corren quienes se enfrentan al colérico mandamás, los asambleístas del panismo escucharon a Felipe Calderón llamarles a despertar, a hacer a un lado divisiones y a unirse en torno a hipotéticas buenas intenciones. El PAN-gobierno quedó asi bajo control estructural pleno de la corriente de Los Pinos, que aspira a colocar en 2012 una plantilla de candidatos que le permita aspirar a sobrevivir.
A la negativa valoración política y social de hechos macabros contribuyó el procurador de gobierno del Estado de México, Enrique Peña Nieto, cuyo vocero en asuntos criminales, Alberto Bazbaz, tuvo a bien escenificar uno de los más lamentables episodios de la larga historia judicial mexicana de vergüenzas, al anunciar que la muerte de la niña Paulette Gevara fue accidental. La irritación generalizada que provocó ese dictamen insostenible amenaza con alcanzar el futuro electoral del responsable real de todo el guisado, el mencionado Peña Nieto, que acabó respaldando la conducta de su dependiente, Bazbaz, y así asoció su propia figura al desenlace tan lleno de impugnaciones populares. Aun con toda la fuerza propagandística de las televisoras nacionales a su facturado favor, de los escarceos románticos y presuntamente matrimoniales que estén en su agenda gaviotera, e incluso de cam-peonatos balompédicos alcanzados mediante increíbles fallas finales de algunos jugadores adversarios, Peña Nieto queda marcado por el caso Paulette. Si la memoria nacional no es antes abatida, el 2012 de Peña Nieto podría estar científicamente en riesgo a partir de mayo de 2010, entre el hueco de una justicia efectiva y el colchón de intereses y complicidades protegidas.
Astillas
La jefatura de la Iglesia católica romana en México se anuncia en disposición de infringir disposiciones legales correspondientes al levantamiento del censo de cada década, pues en los cuestionarios por escrito hay una incorrección (al agregarle a la denominación el término reformada) que podría llevar a equívocos de los encuestados y a la dismi- nución porcentual del número de miembros de ese rito que indudablemente son cada vez menos, pero ahora Norberto Rivera y cía. pretenden disimular argumentando pifias metodológicas... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En Mexicali ha seguido temblando. El sábado hubo dos sismos de considerable intensidad. La población vive en el temor desde el terremoto del 4 de abril, de 7.2 grados Richter. El 6 de mayo se registró otro de 3.7 grados. Luego, el 18 de mayo, sobrevino uno de 5.1. Al día siguiente repitió con 4.5. El sábado anterior hubo terror. Se presentaron dos: uno de 4.8 a las 10:56 de la mañana y tres minutos después repitió con intensidad de 3.6. Los sismólogos no dan una explicación al extraño fenómeno que calme a la gente: más de 3 mil movimientos de tierra desde el terremoto de abril. El presidente Calderón visitó brevemente la comarca al día siguiente, lo pescó una leve réplica y tomó el avión de regreso lo más pronto que pudo. Ya a salvo en Los Pinos, dictó una serie de medidas que fueron recibidas con desdén. Amplió plazos para el cumpimiento de ciertas obligaciones fiscales. ¿De veras cree que alguien está pensando en pagar impuestos si lo prioritario es reabrir el changarro o conseguir una chamba, incluso un techo si perdieron su casa? El verano ya comenzó, el termómetro pronto escalará los 40, 45 y 50 grados centígrados y los recibos de la luz empezarán a subir a 3, 4 y 5 mil pesos ¡mensuales! Un apoyo real a los cachanillas sería que Calderón hiciera efectiva una de las promesas de campaña que no ha cumplido: tarifas blandas de electricidad. Que no diga que no se acuerda, hasta firmó un documento.
Reformón en Wall Street
¿Qué se ha hecho en México para prevenir otro desastre financiero como el que se de-sencadenó en los primeros días del gobierno de Ernesto Zedillo? Millones de mexicanos perdieron casas, departamentos, automóviles, ranchos, negocios. Prácticamente nada, excepto activar el Fobaproa –hoy conocido como IPAB–, que pidió dinero prestado a los bancos… ¡para salvar a los propios bancos! Y luego entregarlos a banqueros del extranjero. En un encuentro en Davos, Zedillo admitió que el costo del Fobaproa resultó mayor que el del Fobaproa americano. Los resultados son terribles: se dejaron de construir escuelas, hospitales, caminos, universidades y, para tapar el agujero fiscal, fue necesario aumentar los impuestos y la creación de nuevos, incluyendo los asociados a los gasolinazos. El sector financiero ha sido generoso con los políticos que lo sirvieron: Zedillo hoy día forma parte del consejo de Citibank, en 2000 apoyó a Vicente Fox para que se trepara a la Presidencia con la bandera del cambio, que resultó un engaño, y en la elección de 2006 patrocinó la campaña contra López Obrador. ¿Hay una legislación que prevenga específicamente que ocurra otra tragedia financiera en México? Cuesta trabajo decirlo, no la hay. Lo único que ganaron los clientes de los bancos es una protección que otorga el IPAB a sus depósitos vinculada a las udis.
Evitar el contagio
El pasado fin de semana, el Senado de Estados Unidos avaló una reforma financiera de largo alcance propuesta por el presidente Obama; ya había sido palomeada en diciembre por la Cámara de Representantes. Tiene una finalidad específica: evitar que ocurra otro desastre como el que se desató a fines de 2007, comparable a la gran depresión. Crea un mecanismo para liquidar a los bancos cuando se vean en problemas de solvencia, aun aquellos que ha sido necesario rescatar porque son muy grandes para quebrar, dado que las consecuencias nocivas serían mayores; instaura un consejo regulatorio para los llamados derivados financieros y una agencia que defenderá a los clientes de los abusos bancarios en materia de tarjetas de crédito, hipotecas y préstamos para la adquisición de automóviles. Prohibir la especulación con derivados financieros –contratos cuyo valor es derivado de acciones, bonos, préstamos, monedas y commodities, o ligados a eventos como cambios de tasas de interés, incluso al clima– es un tema muy controvertido. Saldrán chispas cuando el proyecto del Senado se coteje con el de la Cámara de Representantes. Sólo les digo que hasta Ben S. Bernanke, presidente de la Reserva Federal, simpatiza con que sigan. Hoy en día hay billones de dólares circulando en el mercado totalmente fuera de control. Es otra bomba de tiempo. En México llevaron al borde de la quiebra a Comercial Mexicana. ¿Y qué hará la clase política mexicana ante el reformón estadunidense? ¿Intentará reproducirlo? Lo más probable es que hará todo lo posible para evitar el contagio.
Carlos Fernández-Vega: México SA
El Bancomext (un banco del Estado cuyo objeto, por ley, es financiar el comercio exterior del país y participar en la promoción de dicha actividad) ha sido vilmente utilizado por el gobierno federal (de Miguel de la Madrid a la fecha) como el gran rescatador de empresas privadas que nada tienen que ver con dicho sector (por ejemplo, constructoras, tiendas de autoservicio, telefónicas y líneas aéreas, entre tantas otras), y artificialmente ha sido relegado de su función original por medio de inventos como Proméxico, convertido éste en un verdadero elefante improductivo.
A pesar de que desde tiempos de Fox esta institución fundamental para el desarrollo del país está en la mira para su exterminio, hasta ahora los genios de la tecnocracia no han podido acabar con ella; la han descuartizado, descapitalizado (en lo financiero y en lo laboral) y minimizado, pero mientras terminan con ella le encontraron un uso totalmente apartado de su objeto legal: préstamos a granel y rescates a discreción para los amigos de Los Pinos, y en este contexto embona a la perfección Gastón Azcárraga Andrade y socios que lo acompañan en el Nuevo Grupo Aeronáutico SA de CV, como ahora se conoce a la empresa propietaria de Mexicana de Aviación y otras menudencias.
Así, de nueva cuenta el gobierno federal gustosamente apoya a esta aerolínea (rescatada hasta el exceso a lo largo de los años y los sexenios) en su nueva aventura financiera, a costillas del erario. Avalará (bonita palabra que encubre el fin real, que no es otro que volverle a sacar las castañas del fuego) el bono que por 250 millones de dólares emitirá el citado consorcio, y para ello otra vez utilizará los recursos del Bancomext, institución que nada tiene que ver en el entuerto, pero que por instrucciones de arriba lo hará, como en su momento lo hizo al asumir los pasivos de una telefónica avecindada en Monterrey, una carretera concesionada a Tribasa, los juegos especulativos de una cadena de autoservicio o los excesos de una cementera.
Bancomext es de las pocas instituciones públicas que han quedado fuera del presupuesto federal, toda vez que la instrucción de los dos últimos accidentes políticos instalados en Los Pinos ha sido que se rasque como pueda, si puede. Y para ese par el problema es que sí ha podido, aunque no precisamente por la dedicación del par de joyas del sector empresarial que impusieron en la dirección de dicho banco (Mario Laborín y Héctor Rangel Domene, ambos ex funcionarios de Bancomer), sino por la capacidad y entrega del personal que todavía no logran echar a la calle.
En 2008 y 2009, por instrucciones de Los Pinos y del doctor catarrito, las famélicas arcas del Banco Nacional de Comercio Exterior se abrieron para atender las urgencias financieras de las grandes empresas nacionales (Vitro, Cemex, Comercial Mexicana y varias más, con sus hombres de negocios al frente), y para justificar tal acción el gobierno federal disfrazó la cortesía de programa de apoyo a pequeñas y medianas empresas. Y en plena kermés, Mexicana de Aviación, con Gastón Azcárraga a la cabeza, también se atavió de pymes para que Bancomext le soltara alrededor de mil millones de pesos. Ahora, en 2010 éste tendrá que apoquinar 250 millones de dólares para que el susodicho bono tenga final feliz, y si no es así asumir el pasivo, pues es aval de la operación.
Es el juego de nunca acabar, y no hay presupuesto que alcance. A capa y espada los tecnócratas neoliberales defienden el libre mercado, y si en el intento alguien revienta, pues será su problema, porque así lo marcan las reglas del juego. Pero como diría Orwell, todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros (Rebelión en la granja). Las pymes caen como moscas, y nadie les echa un lazo, a pesar de ser las grandes generadoras de empleo en el país, pero a los grandes empresarios amigos de Los Pinos les sale una roncha y, por instrucciones del inquilino en turno, el erario se vuelca en su rescate, sin garantía alguna de retorno y sin importar si habrá resultados.
Lo anterior viene a colación porque un año antes de que el gobierno zedillista rescatara a las líneas aéreas nacionales (Mexicana de Aviación y Aeroméxico), y junto a ellas a los bancos y banqueros involucrados, los hermanos Gastón, Enrique y Pablo Azcárraga Andrade no sólo participaban en el Grupo Posadas, como hacen ahora, sino que formaban parte del consejo de administración de ambas aerolíneas; de hecho, Enrique presidía el de Mexicana de Aviación (reprivatizada al cierre del sexenio de Miguel de la Madrid) y Gastón el de Aeroméxico (en aquel entonces conocida como Aerovías de México, y reprivatizada en el salinato). Casi tres lustros atrás esta honorable familia empresarial reventó el citado par de aerolíneas, sólo para que el gobierno de Zedillo las volviera a rescatar en 1995, vía Fobaproa.
Pues bien, en 2005 (Mexicana de Aviación) y 2007 (Aeroméxico) el atinado gobierno panista (Fox-Calderón) las volvió a reprivatizar, y Mexicana de Aviación terminó en las mismas manos de quienes la reventaron en 1994. Cuando el de las ideas cortas y la lengua larga se las regresó a los Azcárraga Andrade, con Gastón a la cabeza, la calificadora Fitch Ratings advirtió que dichos empresarios esperaban pagar los 165.5 millones de dólares (el precio de ganga, perdón de venta) con una mezcla de capital propio y nueva deuda, lo que pudiera potencialmente afectar el riesgo de negocios dependiendo del resultado final de la estructura organizacional y financiera, la cual deberá ser definida. Es decir, en el mejor de los casos, adquirieron la otrora paraestatal con dinero sólo suficiente para el enganche, y ya con el negocio en el bolsillo recurrieron, recurren, al crédito y al apoyo de los amigos de Los Pinos para terminar de pagar, y si no tienen con qué, pues allí están Bancomext y el erario. Total, en este inacabado cuento de hadas kafkianas (como el de las carreteras concesionadas, los bancos, los ingenios azucareros, y tantos otros) siempre pagan los mexicanos.
Las rebanadas del pastel
Estaba el inquilino de Los Pinos en su fiesta partidaria, cuando a la multitud amenazó: demostremos lo que somos y lo que queremos. De inmediato, la mexicanada se retorció y le dijo: párale, ya chole, que lo has demostrado hasta el exceso.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
Como si los estragos locales de la crisis no bastaran para profundizar el agobio de los segmentos marginados de América Latina, en 2009 las remesas de los migrantes a sus familias se redujeron -15%, de 69 mil 200 millones de dólares en 2008, a 58 mil 800 en 2009 (Gráfico 6).
Esta caída de las remesas -indica el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- contrasta con su vigoroso crecimiento en años recientes: de 2002 a 2008 la tasa de crecimiento anual promedio fue de 17%, no obstante que desde el segundo semestre de 2006 se inició la desaceleración y que en 2008 sólo aumentaron 1.0% por la crisis.
Desde hace muchos años y muchas crisis sabemos que el mercado desregulado es como un ferrocarril desbocado y sin maquinista. Los monopolios globales son cada vez mayores y más poderosos, y también más torpes, inescrupulosos y destructivos... pero se les deja hacer; el enorme excedente financiero que manejan recorre el mundo como plaga, especulando sin control, creando valores basura y activos tóxicos, manipulando futuros y derivados, y desequilibrando monedas y economías para obtener ganancias... pero nadie los toca; los paraísos fiscales son señalados como santuarios del dinero ilegal y la evasión impositiva... pero no se les neutraliza...
Hernán González G.: Aprender a morir
A partir de las propias convicciones, dolor y sufrimiento finales pueden tener sentido para algunos, no para todos, y menos si son prolongados por la imposición de criterios médicos. Se puede tener un profundo sentido ante diversos aspectos de la vida, pero no necesariamente ante el propio, incurable y prolongado sufrimiento. De ahí la importancia de los cuidados paliativos personalizados.
A diferencia del Documento de voluntad anticipada que cualquier defeño puede suscribir ante notario público por mil 700 pesos más IVA –informa Soledad Escamilla, titular de la Coordinación Especializada en Materia de Voluntad Anticipada de la Secretaría de Salud del DF–, el formato oficial de cuidados paliativos es gratuito y para uso exclusivo de pacientes en etapa terminal debidamente establecida.
El Estado abdica de la procuración
En el curso de la semana recién pasada dos procuradurías –la General de la República y la del estado de México– exhibieron el pavoroso vacío del Estado en los casos de la muerte de Paulette Gebara Farah y de la desaparición de Diego Fernández de Cevallos.
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El Correo Ilustrado
Felicitan a la cooperativa Pascual por su 25 años
En el brutal proceso de desnacionalización de la economía y enajenación de la cultura que vivimos desde hace 28 años con gobiernos neoliberales, con una globalización que privilegia al gran capital y degrada a los demás, y ejerce su dominación a través de gobernantes súbditos, nada nos produce más alegría que una empresa como Pascual, que este 31 de mayo cumple 25 años de ser una cooperativa que emplea a más de 4 mil trabajadores
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Arturo Balderas Rodríguez: Visita de contrastes
La visita del presidente Felipe Calderón a Estados Unidos recibió una discreta cobertura por la prensa estadunidense, tal vez porque otros actos domésticos son más relevantes para el público de ese país o quizá porque México ha perdido paulatinamente el lugar estratégico que tuvo en el pasado para los políticos de esa nación y que otros países latinoamericanos, como Brasil e inclusive Venezuela, han ocupado.
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Iván Restrepo: Casi 300 sitios contaminados en el país
Hace dos años, el entonces gobernador de Sonora, Eduardo Bours, anunció la construcción de una planta que, cuando esté en plena actividad, producirá 250 millones de galones de etanol. Funciona aprovechando el dióxido de carbono y el agua caliente proveniente de la hidroeléctrica ubicada en Puerto Libertad, que hasta hoy descarga dichas aguas al mar. Además de etanol, la planta generará más de 2 mil 500 empleos directos e indirectos. Bours aseguró que los 850 millones de pesos que cuesta esta fuente energética proceden de la empresa mexicana Biofelds. Como en Sonora todo cambió con la muerte de 49 niños en la guardería ABC, sería bueno saber si este año habrá etanol producido localmente.
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Gonzalo Martínez Corbalá: El futuro de los combustibles fósiles
Los combustibles fósiles permanecen como las fuentes dominantes de energía primaria, en todo el mundo, en el escenario de referencia empleado en el aumento total de la energía, entre 2007 y 2030. En términos absolutos, el carbón se ve, por mucho, como el más grande incremento de proyección de demanda seguido por el gas y el petróleo. De cualquier manera el petróleo permanecerá como el más grande porcentaje en la mezcla de combustibles primarios hasta 2030. Ésta es una especie de introducción en el Panorama Mundial de la Energía, de la Agencia Internacional de Energía, la cual es el brazo técnico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este estudio se hizo por acuerdo del G-20, se elaboró en diciembre de 2009 y suponemos que no tardará en salir a la opinión pública en este 2010.
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Es inevitable. Más de 12 millones de mexicanos en Estados Unidos, 500 mil emigrantes cada año, 80 por ciento de nuestros intercambios económicos, 3 mil kilómetros de frontera, un bombardeo mediático diario sosteniendo que el american way of life es lo más deseable para los mexicanos, además de que, argumentan, es nuestro destino ineludible. Hasta el punto en que analistas con experiencia han planteado casi explícitamente que el mejor futuro para los mexicanos es el de nuestra práctica anexión a Estados Unidos. Y este delirio de esperar lo mejor del país del norte, que se filtra en conversaciones y en nociones apenas balbuceadas, a pesar del racismo y de la xenofobia que se han reforzado en Estados Unidos, de lo que la ley Arizona es apenas un ejemplo por su atrevimiento fascista y gemelo del apartheid.
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Se trata de un amigo, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, que pasó a mejor vida, como se decía antes dentro de un espíritu cristiano, a la edad de 85 años, que le dieron para mucho. Nació en Michoacán y residió, en distintas épocas de su vida, en Puebla, en Monterrey y hace ya algunos años en México, capital de la República.
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León Bendesky: Bacterias
La noticia científica de la semana pasada fue la creación de una bacteria por medio de procedimientos de la biología sintética. Según los reportajes del caso, se trata de una bacteria con un genoma artificial y, por ello, un organismo sin ancestros.
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Hermann Bellinghausen: México sórdido
En el detalle está el delirio. Nos estamos volviendo una nación de técnicos forenses. En la vida diaria, en los temas de sobremesa que no nos espantan el apetito, en la ineludible experiencia mediática a que estamos expuestos día tras día. La niña Paulette es célebre por estar muerta, pero ¿cómo fue? Las hipótesis de su deceso fueron por 15 días deporte nacional, para acabar todas en el basurero. Resultó que la más descabellada era la buena, la oficial. Todas las hipótesis concebidas masivamente, estimuladas en horario triple A por cortesía de los noticieros y decoradas vía Twitter, fueron un pasatiempo. Inútil fue el linchamiento público de los padres (expertos en materia de reality shows: se llevaron de calle al procurador Bazbaz, mero producto de la Universidad Anáhuac, que no tiene mucho que presumir estos días).
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Leonargo García Tsao: México gana la Cámara de Oro por vez primera
Cannes, 23 de mayo. Los resultados han sido positivos, otra vez, para el cine mexicano en el festival de Cannes. De entre 24 operas primas repartidas en las diferentes secciones, el jurado presidido por el actor Gael García Bernal decidió otorgarle la Cámara de Oro a Año bisiesto, el afortunado debut del cineasta australiano Michael Rowe. Desde que el premio comenzó a otorgarse, en 1978, es la primera vez que una película mexicana lo gana. En su elocuente discurso, Rowe agradeció a sus productores de la compañía Machete; a Marina Stavenhagen, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), a sus dos actores, su hija Jimena y finalmente a México por darle los personajes.
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El productor y actor francés Jacques Perrin ha incursionado desde hace 15 años en diversos documentales que de modo llamativo y muy desigual registran el mundo de la naturaleza. Su éxito insuperado es Microcosmos (el pueblo de la hierba), de 1996, novedosa visita al mundo de los insectos.
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Lydia Cacho
Plan B
Adiestrados para matar
En los retenes a lo ancho de la geografía nacional los soldados mexicanos perciben un cambio de actitud en la gente que detiene sus vehículos para revisión. Cuando los militares suben a los autobuses, las mujeres abrazan a sus pequeños, las parejas se toman de la mano con ansiedad y nadie sonríe.
En las universidades privadas, donde hasta hace un año los jóvenes de altos recursos celebraran la presencia del Ejército en las calles para deshacerse de “los otros”, esos delincuentes que aparentemente no se rozaban con su clase social, ahora marchan en contra de la violencia militar y acusan de asesinos a algunos soldados.
Muy lejos están los días en que la sociedad mexicana miraba al Ejército como ángeles guardianes en terremotos e inundaciones, porque ese papel jugaron en general hasta que el presidente Calderón, a falta de policías capaces y honestos, los mandó a las calles.
Los soldados lo saben 26 mil muertos después. Para ellos tampoco es fácil este subrepticio cambio de papeles que se les ha impuesto al otorgarles el papel de policías antinarco. Sus enemigos no son solamente los delincuentes que buscan a toda costa darles plata o plomo; vivir a diario las amenazas o los ofrecimientos para rendirse ante la corrupción o mirar al otro lado es algo para lo que las tropas no están preparadas. Esta guerra no estaba planeada y por eso parece tener poca importancia que las tropas vivan hacinadas en pequeños campamentos sin servicios de agua y luz, durmiendo casi nada y comiendo mal. Lo cierto es que son pocos los soldados de élite que han sido capacitados para vivir bajo altos niveles de presión y estrés.
Recientemente en Estados Unidos el Pentágono ha admitido que las tropas que combaten en Irak y Afganistán llenan los hospitales con enfermedades sicoemocionales que son resultado de estrés postraumático. No son las heridas de bala, ni las explosiones las que causan más bajas, sino las reacciones síquicas para enfrentar el miedo, el peligro y para manejar la ira. Soldados que vuelven de la guerra y que sufren insomnio, ataques de llanto e ira y que no solamente han golpeado a su esposa e hijos, sino algunos incluso les han asesinado en arranques de rabia. A diferencia de los estadounidenses, los mexicanos combaten a sus hermanos, no al enemigo de otra tierra del que, según expertos, sería más fácil desapegarse.
David Grossman, teniente coronel del Ejército de Estados Unidos especializado en pedagogía militar, ha demostrado que contra lo que se supone no es nada fácil enseñar a matar al prójimo. La educación para la violencia que brutaliza al soldado exige un intenso y prolongado adiestramiento para perder la sensibilidad hacia el dolor ajeno. Sedena imparte cursos de derechos humanos a los soldados, cierto, pero al mismo tiempo les ordena hacer tareas policiacas que no pueden cumplir porque la Constitución se los prohíbe. Paralelamente la sociedad exige que los soldados que violen derechos o que asesinen gente, aunque sea “por error”, sean juzgados en tribunales civiles. Entre las tropas mexicanas permean el miedo y la inseguridad, las nuevas generaciones nunca más les verán como héroes, sino como enemigos potenciales. Una arista más sobre esta fallida guerra antinarco es el daño colateral dentro del propio Ejército.
En los retenes a lo ancho de la geografía nacional los soldados mexicanos perciben un cambio de actitud en la gente que detiene sus vehículos para revisión. Cuando los militares suben a los autobuses, las mujeres abrazan a sus pequeños, las parejas se toman de la mano con ansiedad y nadie sonríe.
En las universidades privadas, donde hasta hace un año los jóvenes de altos recursos celebraran la presencia del Ejército en las calles para deshacerse de “los otros”, esos delincuentes que aparentemente no se rozaban con su clase social, ahora marchan en contra de la violencia militar y acusan de asesinos a algunos soldados.
Muy lejos están los días en que la sociedad mexicana miraba al Ejército como ángeles guardianes en terremotos e inundaciones, porque ese papel jugaron en general hasta que el presidente Calderón, a falta de policías capaces y honestos, los mandó a las calles.
Los soldados lo saben 26 mil muertos después. Para ellos tampoco es fácil este subrepticio cambio de papeles que se les ha impuesto al otorgarles el papel de policías antinarco. Sus enemigos no son solamente los delincuentes que buscan a toda costa darles plata o plomo; vivir a diario las amenazas o los ofrecimientos para rendirse ante la corrupción o mirar al otro lado es algo para lo que las tropas no están preparadas. Esta guerra no estaba planeada y por eso parece tener poca importancia que las tropas vivan hacinadas en pequeños campamentos sin servicios de agua y luz, durmiendo casi nada y comiendo mal. Lo cierto es que son pocos los soldados de élite que han sido capacitados para vivir bajo altos niveles de presión y estrés.
Recientemente en Estados Unidos el Pentágono ha admitido que las tropas que combaten en Irak y Afganistán llenan los hospitales con enfermedades sicoemocionales que son resultado de estrés postraumático. No son las heridas de bala, ni las explosiones las que causan más bajas, sino las reacciones síquicas para enfrentar el miedo, el peligro y para manejar la ira. Soldados que vuelven de la guerra y que sufren insomnio, ataques de llanto e ira y que no solamente han golpeado a su esposa e hijos, sino algunos incluso les han asesinado en arranques de rabia. A diferencia de los estadounidenses, los mexicanos combaten a sus hermanos, no al enemigo de otra tierra del que, según expertos, sería más fácil desapegarse.
David Grossman, teniente coronel del Ejército de Estados Unidos especializado en pedagogía militar, ha demostrado que contra lo que se supone no es nada fácil enseñar a matar al prójimo. La educación para la violencia que brutaliza al soldado exige un intenso y prolongado adiestramiento para perder la sensibilidad hacia el dolor ajeno. Sedena imparte cursos de derechos humanos a los soldados, cierto, pero al mismo tiempo les ordena hacer tareas policiacas que no pueden cumplir porque la Constitución se los prohíbe. Paralelamente la sociedad exige que los soldados que violen derechos o que asesinen gente, aunque sea “por error”, sean juzgados en tribunales civiles. Entre las tropas mexicanas permean el miedo y la inseguridad, las nuevas generaciones nunca más les verán como héroes, sino como enemigos potenciales. Una arista más sobre esta fallida guerra antinarco es el daño colateral dentro del propio Ejército.
Horizonte político
José Antonio Crespo
¿Quién provoca la narcoviolencia?
En memoria del buen amigo Jorge Eugenio Ortiz Gallegos.
El jueves pasado, Felipe Calderón habló ante el Congreso de Estados Unidos sobre el tráfico de armas, entre otros temas. Las armas siguen una lógica similar a la de las drogas: una gran demanda que, ante la prohibición legal, genera un mercado negro altamente rentable que, por tanto, resulta imposible erradicar. Les dijo a los legisladores estadunidenses que, “si observan detenidamente, se podrán dar cuenta de que la violencia en México empezó a crecer un par de años antes de que yo tomara posesión, en 2006. Esto coincide, por lo menos, con la derogación del Assault Weapons Ban en 2004”. ¿Qué dicen las cifras oficiales mexicanas? De 2002 a 2004 la violencia creció sólo 6%. Y de 2004 a 2006 el incremento fue de 60%; un crecimiento espectacular, sin duda. Eso implicaría mantener las demás variables como constantes. Pero sabemos que los cárteles no sólo tienen acceso a las armas de Estados Unidos sino también a las que se venden en el mercado global. A los capos no les falta dinero para adquirir rusas, francesas o israelíes, incluso a un costo más elevado.
Otras variables explican el incremento de la violencia en esos años, según tesis oficiales. Si la violencia entre cárteles tiene que ver con el pleito por las plazas, como se ha repetido, el incremento de consumo interno sería otra variable clave. Y el consumo ha venido creciendo en los últimos años. También se ha manejado, como otra explicación de la creciente violencia, la pérdida del control institucional que había en los tiempos del PRI, al llegar la alternancia del año 2000. Y también, que la violencia intracárteles tiene que ver con la captura de sus líderes. En el gobierno de Fox hubo algunas capturas y extradiciones de capos (y también una fuga célebre), lo que pudo haber fomentado el crecimiento de la violencia entre y dentro de los cárteles. El tráfico de armas no es, entonces, la única variable para explicar el incremento de la narcoviolencia.
Calderón lanzó una advertencia a nuestros vecinos: “Si ustedes no regulan adecuadamente la venta de estas armas, nada garantiza que los criminales aquí en Estados Unidos, con acceso a estas mismas armas poderosas, no decidirán a su vez apuntarlas a las autoridades y a los ciudadanos estadunidenses”. De hecho, eso ocurre desde hace mucho, pero no por motivos de narcotráfico (o, al menos, ni de lejos en la misma magnitud que en México). Y es que allá se prefiere mantener y propiciar acuerdos entre los cárteles de la droga (del tamaño que sean), a veces auspiciados por las autoridades locales. Al menos eso afirman numerosos expertos (de ambos países) y algunos ex funcionarios. En todo caso, ya dijo el gobierno estadunidense que no tiene contemplado proponer la rehabilitación de la Assault Weapons Ban, así que vayámonos despidiendo de esa posibilidad. Los aplausos y las ovaciones fueron un premio de consolación debido a los magros resultados.
Por otro lado, Calderón dijo a la Televisión Española: “Hay quienes equivocadamente dicen que la acción del gobierno es la que ha provocado la violencia. No es así. La violencia entre los cárteles es lo que, entre otras cosas, motiva la acción del Gobierno” (19/V/10). Para poder evaluar eso, deben revisarse también los datos oficiales. Si la violencia se debiera sólo al pleito entre cárteles y no a la acción del gobierno, la tendencia no debió cambiar significativamente en el sexenio de Calderón respecto al de Fox. El número de narcomuertes en todo el periodo foxista fue de nueve mil. La tendencia marcaba a que las muertes registradas sólo para 2009 sumarían dos mil 500 y, sin embargo, llegaron a nueve mil 600. Es decir, hubo más bajas en el tercer año del gobierno de Calderón que en todo el sexenio de Fox. El incremento porcentual entre 2006 y 2007 fue de 35%; al siguiente año, de 140 por ciento. Parece evidente que algo tuvo que ver la nueva estrategia, aplicada por Calderón en el incremento de la narcoviolencia, y no solamente la guerra entre cárteles que ya se venía dando con Fox. En todo caso, el argumento esgrimido por Calderón en España contradice aquel otro según el cual la creciente violencia es preludio de la derrota de los cárteles, porque el Estado los está acorralando. O las muertes se deben exclusivamente a la lucha entre cárteles o en parte son consecuencia del acoso gubernamental.
Son dos tesis incompatibles que, sin embargo, el gobierno maneja indistintamente, reflejo seguramente de la confusión que tiene ante una estrategia que se le va cada vez más de las manos.
José Antonio Crespo
¿Quién provoca la narcoviolencia?
En memoria del buen amigo Jorge Eugenio Ortiz Gallegos.
El jueves pasado, Felipe Calderón habló ante el Congreso de Estados Unidos sobre el tráfico de armas, entre otros temas. Las armas siguen una lógica similar a la de las drogas: una gran demanda que, ante la prohibición legal, genera un mercado negro altamente rentable que, por tanto, resulta imposible erradicar. Les dijo a los legisladores estadunidenses que, “si observan detenidamente, se podrán dar cuenta de que la violencia en México empezó a crecer un par de años antes de que yo tomara posesión, en 2006. Esto coincide, por lo menos, con la derogación del Assault Weapons Ban en 2004”. ¿Qué dicen las cifras oficiales mexicanas? De 2002 a 2004 la violencia creció sólo 6%. Y de 2004 a 2006 el incremento fue de 60%; un crecimiento espectacular, sin duda. Eso implicaría mantener las demás variables como constantes. Pero sabemos que los cárteles no sólo tienen acceso a las armas de Estados Unidos sino también a las que se venden en el mercado global. A los capos no les falta dinero para adquirir rusas, francesas o israelíes, incluso a un costo más elevado.
Otras variables explican el incremento de la violencia en esos años, según tesis oficiales. Si la violencia entre cárteles tiene que ver con el pleito por las plazas, como se ha repetido, el incremento de consumo interno sería otra variable clave. Y el consumo ha venido creciendo en los últimos años. También se ha manejado, como otra explicación de la creciente violencia, la pérdida del control institucional que había en los tiempos del PRI, al llegar la alternancia del año 2000. Y también, que la violencia intracárteles tiene que ver con la captura de sus líderes. En el gobierno de Fox hubo algunas capturas y extradiciones de capos (y también una fuga célebre), lo que pudo haber fomentado el crecimiento de la violencia entre y dentro de los cárteles. El tráfico de armas no es, entonces, la única variable para explicar el incremento de la narcoviolencia.
Calderón lanzó una advertencia a nuestros vecinos: “Si ustedes no regulan adecuadamente la venta de estas armas, nada garantiza que los criminales aquí en Estados Unidos, con acceso a estas mismas armas poderosas, no decidirán a su vez apuntarlas a las autoridades y a los ciudadanos estadunidenses”. De hecho, eso ocurre desde hace mucho, pero no por motivos de narcotráfico (o, al menos, ni de lejos en la misma magnitud que en México). Y es que allá se prefiere mantener y propiciar acuerdos entre los cárteles de la droga (del tamaño que sean), a veces auspiciados por las autoridades locales. Al menos eso afirman numerosos expertos (de ambos países) y algunos ex funcionarios. En todo caso, ya dijo el gobierno estadunidense que no tiene contemplado proponer la rehabilitación de la Assault Weapons Ban, así que vayámonos despidiendo de esa posibilidad. Los aplausos y las ovaciones fueron un premio de consolación debido a los magros resultados.
Por otro lado, Calderón dijo a la Televisión Española: “Hay quienes equivocadamente dicen que la acción del gobierno es la que ha provocado la violencia. No es así. La violencia entre los cárteles es lo que, entre otras cosas, motiva la acción del Gobierno” (19/V/10). Para poder evaluar eso, deben revisarse también los datos oficiales. Si la violencia se debiera sólo al pleito entre cárteles y no a la acción del gobierno, la tendencia no debió cambiar significativamente en el sexenio de Calderón respecto al de Fox. El número de narcomuertes en todo el periodo foxista fue de nueve mil. La tendencia marcaba a que las muertes registradas sólo para 2009 sumarían dos mil 500 y, sin embargo, llegaron a nueve mil 600. Es decir, hubo más bajas en el tercer año del gobierno de Calderón que en todo el sexenio de Fox. El incremento porcentual entre 2006 y 2007 fue de 35%; al siguiente año, de 140 por ciento. Parece evidente que algo tuvo que ver la nueva estrategia, aplicada por Calderón en el incremento de la narcoviolencia, y no solamente la guerra entre cárteles que ya se venía dando con Fox. En todo caso, el argumento esgrimido por Calderón en España contradice aquel otro según el cual la creciente violencia es preludio de la derrota de los cárteles, porque el Estado los está acorralando. O las muertes se deben exclusivamente a la lucha entre cárteles o en parte son consecuencia del acoso gubernamental.
Son dos tesis incompatibles que, sin embargo, el gobierno maneja indistintamente, reflejo seguramente de la confusión que tiene ante una estrategia que se le va cada vez más de las manos.
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