Julio Hernández López: Astillero
El PRI aprovechó el paso de una carroza fúnebre tamaulipeca para cobrar cuentas acumuladas con un calderonismo que muy temprano creyó posible atenuar esa prevista espinada nocturna mediante la colocación de un presunto huarache dialoguista marca Manuel Camacho. Fue Beatriz Paredes, a la que los duros de su partido han acusado largamente de ser colaboracionista con el felipismo también cantor, quien tuvo la encomienda de la jefatura colegiada de su partido de leer una cuidada declaración de guerra que, como todo en la filosofía mercantil de tres colores, está sujeta a arreglos en lo oscurito, mediaciones salinizadas y ajustes e intercambios.
Pero, por lo pronto, los gobernadores, los coordinadores de las bancadas legislativas y los directivos del PRI comparecieron ayer de riguroso negro ante periodistas que escucharon la contrición de quienes reconocen haber formado quórum para que el impugnadísimo Felipe Calderón rindiera protesta de un cargo en cuyo ejercicio ya el panista no ha sabido corresponder al gesto priísta de darle vigencia a ese régimen al que ahora consideran tan nefasto que no les queda sino describir que es regido por la irresponsabilidad, el cortoplacismo y la ambición de poder, y que ha llevado a la nación a escenarios de injusticia, desgracia y crispación. Incluso, en un juego de palabras sugerente para quien se sienta con derecho a ponerse el saco 0.56, la presidenta formal del PRI dijo que siempre han estado dispuestos a dialogar con liderazgos legítimos, sin precisar si en el caso calderónico aplica tan genérica amabilidad.
Cierre de filas de los priístas de elite que con la muerte del candidato del gobernador de Tamaulipas a la sucesión creen tener aún más al alcance de la mano las victorias en los estados donde este domingo habrá elecciones y que creen oportuno comenzar a deslindarse de ese dieguismo priísta de convalidaciones que hasta hace meses habían practicado, para dar paso a la faceta de fiera oposición que les confirme el paso franco rumbo a la reconquista de Los Pinos.
El lucro político convertido en el coco de todos. Los priístas acusaban a otros de buscar ese provecho y los otros acusaban a otros de lo mismo, mientras por doquier surgían las declaraciones tradicionales de abatimiento por la muerte de Rodolfo Torre Cantú, a quien velaban los priístas con un ojo puesto a los comicios de este domingo y otro al grupo político que resultará beneficiado con la sustitución tamaulipeca que habrá de anunciarse hoy en Ciudad Victoria. Calderón, desde luego, quiso tener ganancia de la situación mortuoria con su propuesta de diálogo que pretendería responsabilizar a la sociedad de la toma de decisiones sobre una catástrofe consumada: dialogar, analizar, decidir… tres y medio años después de que el propio Calderón ordenó por sus muy individuales pistolas el inicio de una guerra que nadie autorizó ni aprobó más que el deslegitimado panista que necesitaba tener bandera de imposiciones y controles con la cual tratar de asentarse en la pantanosa silla presidencial que se había allegado de manera fraudulenta.
Calderón alcanzado por la realidad, que muy temprano quiso poner algo de resistencia a la acometida priísta que se anunciaba para la noche de este martes. A las ocho de la mañana había ofrecido un Mensaje a los medios de comunicación (como si todos los demás mensajes públicos, montados para ser atendidos por reporteros, no fueran dirigidos a esos medios que sin falta los difunden), que en realidad era una especie de posdata de su anterior comparecencia mediática, la noche del lunes de la sangre de candidato derramada, que a su vez había sido precedida por las palabras que con igual cobertura mediática amplia había pronunciado Fernando Gómez Mont en nombre de la parte del gobierno federal que al parecer él ejerce sin coordinación con su presunto jefe Calderón. Tan insólita multiplicación de posturas obedeció a la razón simple de que el ocupante de Los Pinos quiso adherirse de forma expresa y madrugadora a las recomendaciones de su más reciente diseñador de estrategias, el polivalente Manuel Camacho que mediante el artefacto denominado Dia ha promovido las famosas alianzas perreánicas ampliamente aceptadas y promovidas por el felipismo y, ahora, el igualmente percudido plan del diálogo de última hora y ante desgracias consumadas con que el Presidente LegaL pretende demostrar su buena voluntad en medio de un camposanto nacional de 23 mil caídos y entre los colmillos afilados de los priístas coaligados que no solamente trabajan para cobrarle afrentas en las urnas mediante mapachería tricolor en 14 estados sino, además, exhibirlo como peligroso fracasado político unos días antes de esas elecciones-guillotina.
La feria de disparates con crespón se completó ayer con las frases dignas de inscripción dorada en muros de honor del ya infaltable Gómez Mont (el todavía secretario, no el hermano rijoso ya destituido): son más fuertes votos que balas; y los arrebatos oratorios del endurecido Calderón al puntualizar a los ciudadanos que no quiere actos de heroísmo o martirio sino apoyo decidido y comprensión (por ejemplo, propone esta columna siempre práctica, sumarse sin chistar a la creciente lista de muertos sin explicación ni indagación, asumirse como reserva comprensiva de voluntarios daños colaterales por cumplir), y que entre sus planes próximos está la creación de un frente nacional que apoye la guerra en curso.
Y, mientras las amenazas, el miedo y el tufo a defraudaciones programadas recorren los estados en que habrá comicios, sobre todo en Oaxaca del ulisismo dispuesto a sostenerse a sangre y fuego, Sinaloa donde el poder real no está en las urnas ni en las oficinas públicas, Veracruz del fidelismo impune y la Puebla del preciosismo mapacheril, ¡hasta mañana, en espera de la resolución de la Suprema, Corta de Justicia, sobre el caso Atenco y la justa liberación de los dirigentes presos!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Las bolsas de valores de Nueva York y otras metrópolis sufrieron severa caída ayer como reacción a las señales de desaceleración que muestran Estados Unidos, Europa y China. El premio Nobel Paul Krugman –desde su trabajo de columnista de The New York Times desenreda temas complejos para que los entienda el hombre común– anticipa una tercera depresión como resultado de los errores de los jefes de Estado en el manejo de las políticas económicas. Depresión es un fenómeno mil veces peor que la recesión que se desencadenó en 2007 y de la cual no acabamos de salir. La Bolsa Mexicana de Valores es una bolsita que refleja los movimientos de las grandes y fue arrastrada en la caída. También le dieron calambres al peso. Casi alcanza nuevamente la cotización de 13 unidades por dólar. Sin embargo, en la República del Narco –el norte del país– se maneja otra cotización: 12.50. El asesinato del aspirante al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, y sus acompañantes, no tiene que ver ni con el tropiezo de la bolsa local ni con el resbalón del peso. Ambos fenómenos son efecto de lo que sucede en el escenario internacional. Pero sí tendrá repercusiones en otros aspectos: éxodo de familias pudientes, fuga de capitales, turismo disminuido por el temor y actualización de la alerta de diversos países para que no vengan a México.
Regalos prohibidos
El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, está siendo investigado por algo que en México sencillamente sería motivo de risa. Presumiblemente aceptó boletos para conciertos y eventos deportivos por varios miles de dólares. Su valor podría rebasar el límite que marca la ley. Un consejo, paisano: ahora que termine su gestión, y si no tiene algo mejor, regrese a la tierra de sus abuelos. Olvídese de investigaciones. Acá la regla de oro es el que no transa no avanza. ¿Boletos gratuitos para conciertos y eventos deportivos? Un obsequio así hasta provocaría el enojo y desprecio de cualquier senador o diputado mexicano.
El negocio de las armas
La Segunda Enmienda a la Constitución garantiza a los ciudadanos estadunidenses el derecho a portar armas y no puede ser violado por gobiernos estatales o municipales, determinó el lunes la Suprema Corte de Justicia. Es una victoria para el negocio de las armas, otra derrota para el gobierno de México, que se escuda en el contrabando de armas para justificar sus malos resultados en el escenario del narcotráfico. El fallo confirmó una decisión anterior, en el caso District of Columbia vs Heller, en el sentido de que la Segunda Enmienda protege al derecho personal de tener y portar armas para propósitos lícitos, en especial para la propia defensa dentro de casa. Colorín colorado.
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Antecedentes: David Ignatius, analista con poderosos vínculos en el Olimpo de Washington, en forma sutil adelantó que la cuarta cumbre del G-20 de Toronto (Canadá), delinearía un G-2 bipolar geoeconómico que no se atreve a pronunciar su nombre: EU de nuevo conduce la política económica global, con China emergiendo como un socio poderoso (The Daily Star, 25/6/10).
Ignatius revela que un canal importante de contacto de Obama con China ha sido Henry Kissinger –quien estableció al inicio de la década de 1970 las relaciones diplomáticas con Pekín durante el mandato de Nixon– para quien colaboró su correligionario Tim Geithner, hoy secretario del Tesoro.
Carlos Fernández Vega: México SA
Desde los micrófonos oficiales se emite insistentemente el mensaje de que la economía mexicana muestra una sólida recuperación, que las reservas internacionales alcanzan niveles históricos, que el sector exportador avanza con firmeza, que todo camina de maravilla, y que, en fin, los riesgos son mínimos (entre ellos, como si fueran pecata minuta, el no tan consistente comportamiento del vecino del norte, del que México depende en grado sumo, y la crisis europea). Esa es la visión oficial: todo funciona como relojería suiza.
Pues bien, otros no necesariamente coinciden con ese triunfal balance, como en el caso de la Cámara de Diputados, quien presentó su balance económico de coyuntura, del que se apuntan algunos pasajes: entre los recientes indicadores económicos del país, divulgados días atrás, destaca que si bien continúan en ascenso las ventas de los establecimientos comerciales, el empleo y las remuneraciones pagadas se mantienen sin movimiento; asimismo, mejoran las ventas de las tiendas y servicios departamentales, pero el consumo permanece débil, lo que podría deberse, en parte, a las menores remuneraciones pagadas. Pese a incrementos en las ventas al mayoreo, caen las ventas al menudeo, al tiempo que el personal y las remuneraciones disminuyen.
A pesar de la mejoría en el desempeño de las empresas en el sector manufacturero incluidas en el Programa Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación, de las horas trabajadas y de las remuneraciones, el personal ocupado no repunta de manera significativa. En marzo pasado el número de establecimientos en el sector manufacturero incluidos en tal Programa ascendió a 5 mil 290 establecimientos a nivel nacional, el mayor número desde noviembre de 2006, cuando se reportaron 5 mil 288 establecimientos, doce más que las registradas en febrero de 2010 y 55 unidades más que en marzo de 2009, lo que refleja que las condiciones económicas más favorables han incentivado el acceso de empresas a este programa. En lo que se refiere al personal ocupado en dichos establecimientos, éste aumentó 6.18 por ciento en marzo respecto al mismo mes de 2009; sin embargo, a pesar de haber tenido un comportamiento favorable, el número de personal ocupado es 10.28 por ciento inferior a la cifra más alta conseguida en marzo de 2008, que fue de un millón 910 mil 190 personas.
Por otro lado, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro reportó minusvalías reales (léase pérdidas) para los trabajadores que ahorran, lo que se podría esperar incida en su consumo futuro. Tal institución reportó que al cierre de mayo pasado, las Afore administraban recursos por 1 billón 232 mil 958 millones de pesos depositados en 40 millones 720 mil cuentas individuales. Durante ese mes, la tasa de rendimiento promedio del sistema presentó una disminución nominal de 0.48 puntos porcentuales, con lo cual los intereses obtenidos por el ahorro de los trabajadores (netos de comisiones) se encontraron por debajo de la inflación promedio del periodo, lo cual constituye minusvalías reales para los trabajadores que ahorran en ocho Afore y aglutinan 66.3 por ciento de las cuentas totales (Banamex, Principal, Azteca, Metlife, Profuturo GNP, Bancomer, Coppel e Ivercap). “Este resultado es un retroceso significativo en el proceso de recuperación del Sistema de Ahorro para el Retiro, pues 12 de las 14 Afore ya habían revertido la tendencia de rendimientos reales negativos sufrida tras la crisis financiera iniciada en septiembre de 2008 y, ahora, sólo cinco ofrecen resultados positivos a sus clientes (ING, XXI, Inbursa, Afirme Bajío y HSBC).
Respecto a las recientemente subsidiadas empresas trasnacionales del sector automotriz que opera en el país, subraya que durante 2010 la producción de vehículos ligeros creció 65.25 por ciento, con respecto al mismo mes de 2009, con ello, la producción acumulada en los primeros cinco meses del año ascendió a 178 mil 738 unidades, lo que implicó una tasa de crecimiento de 74.16 por ciento respecto al mismo periodo de 2009. No obstante el crecimiento de la producción nacional, 94.85 por ciento del total de automóviles ligeros lo producen sólo cinco empresas (Ford, General Motors, Nissan, Volkswagen y Chrysler).
En torno a la economía internacional, la Cámara de Diputados señala que si bien en Estados Unidos mejora la producción industrial, su indicador compuesto muestra que el crecimiento de la economía estadunidense continuará, pero a un menor ritmo (con efecto directo en la economía mexicana), hecho que se plasma en el aumento de solicitudes de desempleo. La lectura conjunta de los principales indicadores económicos del vecino del norte sugiere que continuará el crecimiento durante el resto del año, pero a un menor ritmo. De acuerdo con analistas de The Conference Board, el menor crecimiento de la economía estadunidense estará influido por la desaceleración del crecimiento europeo debido al problema de las deudas y déficit públicos (doble peligro para la economía mexicana).
Las rebanadas del pastel
Sobre los bancos y sus buitres de cobranza, la lectoría apunta: “desde hace más de un año recibo en mi domicilio llamadas de Bancomer o alguno de los despachos que trabajan para él buscando a una persona que nunca ha vivido en mi domicilio. Por algún tiempo las llamadas se detienen, y empiezan de nuevo. En algunas épocas llaman y buscan a dos o más personas, pero no sólo de Bancomer también de WalMart. Hace cinco años, cuando rentaba un departamento, me pasó lo mismo. En aquella época, las personas que llamaban por teléfono eran déspotas y groseras, así que inmediatamente mandé todos los papeles que me pidieron (recibo telefónico, IFE, carta con mi petición) para dar por concluida esa situación. Tardaron más de un mes en terminar las llamadas, jamás recibí una respuesta formal y después de dos meses iniciaron de nuevo. Ahora me piden enviar otra vez mis datos –con el riesgo que eso implica–, pero exigen que les indique el nombre de la persona que buscan y la terminación de la tarjeta deudora. He insistido mil veces en que eso es trabajo de ellos, pues basta con dar el número telefónico para que ellos hagan una búsqueda trivial en su base de datos. Realmente no pienso hacer el trámite, porque más tarda uno en enviar sus datos que en recibir una llamada ofreciendo tarjetas o peor, una extorsión. Esta situación en la que nos tienen los bancos es realmente insoportable, sabemos que las –ja, ja– autoridades trabajan para esos grupos de poder y que no moverán un dedo para atender a quienes dicen, en sus discursos, servir. A ver si la gente va pensando un poquito más en dejar de votar por tanto parásito” (México SA se reserva los datos de la denunciante).
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Ricardo Yáñez: Isocronías
Es bonito, de veras es bonito, ver cómo a cierta gente le gusta más que le corrijan sus versos (corregir puede no ser la precisa palabra, pero de momento la dejamos) que aprender de esas mismas correcciones. Lo que ya no resulta tan bonito es mirar cómo se apropian, en el sentido más de propiedad privada que de apropiación propiamente dicha (entrega de uno mismo a eso que sólo de ese modo se vuelve, sí, de uno), de lo que solamente asimilado les pertenecería. Esto que yo hice parece todavía no hacerme que lo haga, podría leerse entre líneas en su rostro, sus ademanes, sus actitudes. Tienden a la satisfacción, no al sacrificio. Y de ese modo sus cuerpos andan, al fin y al cabo, desconectados de lo que lucir suelen como sus propias palabras.
Afganistán: fin de la ocupación, ya
Ayer, al comparecer ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado de Estados Unidos, el general David Petraeus, nominado el pasado miércoles por el presidente Barack Obama para encabezar las tropas de la OTAN en Afganistán, sostuvo que el conflicto que se desarrolla en la nación centroasiática se encuentra en una situación poco clara y pronosticó que el escenario de violencia en ese país será más intenso en los próximos meses. A renglón seguido, el militar respaldó la estrategia trazada por la Casa Blanca y el Pentágono, que consiste en lograr una conclusión exitosa de la guerra e iniciar el retiro de tropas en junio de 2011, si bien indicó que dicho plazo debe interpretarse como el comienzo de un proceso, no la fecha en la que Estados Unidos se va a marchar de Afganistán.
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El Correo Ilustrado
Acciones de solidaridad en Alemania
A las compañeras y los compañeros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra:
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Adolfo Gilly: con el debido respeto
Atenco
Con el debido respeto
A los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
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José Steinsleger: Argentina: futbol y medios
A ojos vistas, el capitalismo se halla en crisis desde hace… 500 años. Así es que en el futuro la humanidad será socialista o no será. ¿Y en tanto qué? Por su lado, la izquierda y anexos debaten acerca de si este futuro se realizará cuando las teorías revolucionarias cambien la realidad, o viceversa.
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A ojos vistas, el capitalismo se halla en crisis desde hace… 500 años. Así es que en el futuro la humanidad será socialista o no será. ¿Y en tanto qué? Por su lado, la izquierda y anexos debaten acerca de si este futuro se realizará cuando las teorías revolucionarias cambien la realidad, o viceversa.
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Luis Linares Zapata: Bienestar y concentración
El ceder el momento álgido de la crisis, distintos países del mundo sufren la confrontación entre el llamado estado de bienestar y ese otro modelo atado a la concentración de la riqueza. Los teatros donde se desarrolla la contienda son diversos. En cada uno la lucha se da con intensidad creciente. Latinoamérica, por ejemplo, ya lleva una larga temporada enfrascada en el intento, a veces con marcados retrocesos, por acceder a un estadio que aleje a las masas depauperadas de su cotidiano horizonte, reduzca la nociva influencia y control de sus elites o la grotesca acumulación de toda clase de riquezas y oportunidades. En Asia el ascenso en bienestar ha sido constante en algunas de sus regiones. En otras, apenas se observan signos de mejoría. Pero lo cierto es que, en general, la pobreza asiática ha experimentado drástica reducción. Sin embargo, todavía se debaten por encontrar sendas que aseguren una creciente distribución de los bienes producidos.
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Arnoldo Kraus: Un día sin blackberries
Propongo que la humanidad deje de usar un día al año sus blackberries. Si mi idea es muy ofensiva para el grueso de los usuarios, la suavizo: en vez de un día al año podría ser cada 29 de febrero o bien, cinco minutos los días uno de cada mes. El inconveniente de los años bisiestos es que tardan mucho en llegar y nada pueden hacer frente a la montantada de los blackberristas. Debido al letargo de los años lentos –imposible competir con los dedos ágiles de los blackberristas– dudo que los usuarios recuerden su compromiso o generen suficiente conciencia para desombligarse cada cuatro años.
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Carlos Martínez García: Monsiváis por venir
Sí, tiene razón Javier Aranda Luna, Carlos Monsiváis ya es sus lectores (La Jornada, 23/6). Frente al cúmulo de libros publicados, artículos en revistas y periódicos (muchos de ellos disponibles en la red cibernética), la tarea es titánica.
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Alejandro Nadal: El fantasma del déficit fiscal rinde al G-20
El G-20 de Toronto pasará a la historia. No por la represión contra los manifestantes, eso ya es costumbre y nada nuevo. Será recordado por el compromiso de sus integrantes para convertir la crisis en una réplica de la gran depresión. El comunicado final del G-20 explícitamente le pone cifras a este pacto retrógrado: reducir en 50 por ciento los déficit fiscales para 2013. Una medida que en la fase actual de la crisis, con una demanda deprimida y altas tasas de desempleo, equivale a un suicidio colectivo.
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Alexander Naime S. Henkel: Mediocre imaginación
La trampa y el miedo son fantasmas que agobian a cada generación de futbolistas mexicanos. Incapaz de superar los obstáculos de la historia, el futbolista encuentra consuelo en el fracaso de sus ancestros. Y así perpetua el mito del dolor nacional del cual el pueblo se nutre.
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Lorenzo Córdova Vianello
Vocación democrática
Vocación democrática
El asesinato de Rodolfo Torre, aventajado candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas, representa, además del drama personal que supone, la constatación de un urgente replanteamiento del las políticas de seguridad pública, y, a la par, la enésima puesta a prueba de la vocación democrática de la sociedad y de los actores políticos, así como de su compromiso con la legalidad y con los derechos.
Por un lado, demuestra que la lógica unidimensional de combate al crimen organizado, que ha venido inspirado la actuación del gobierno federal, y que neciamente es defendida por éste, está condenada (como desde sus inicios) al fracaso. Es urgente entender que el único modo eficaz de enfrentar a la criminalidad es asumiendo que se trata de un fenómeno multifactorial y que tiene diversas expresiones: criminal —por supuesto—, económica, social, política, cultural y hasta religiosa. Por ello la forma de poder confrontarla con posibilidades de éxito es atacándola en diversos planos y diversificando las estrategias, no viéndola como algo que puede combatirse sólo con la fuerza.
Ayer, en su discurso televisivo, el Presidente hablaba de la necesidad del diálogo y de la unidad para enfrentar el fenómeno criminal. Tiene razón, pero me temo que lo que entiende por unidad es cerrar filas en torno a su fallida estrategia de seguridad pública. Así lo revela la tal vez inconsciente afirmación en su mensaje en el sentido de que: “Frente al desafío que hoy nos plantea la delincuencia organizada, no hay margen para pretender dividendos políticos. Éste es un reto donde sólo cabe la unidad y la corresponsabilidad de los mexicanos. Éste es un desafío que mi gobierno no ha evadido y, por el contrario, lo ha enfrentado con toda determinación, pero que requiere el apoyo de los ciudadanos y la colaboración franca y sin titubeos de las fuerzas políticas y sociales del país.”
Cerrar filas entendiendo que el fenómeno criminal es transversal a todas las fuerzas políticas y que su combate requiere de la condena y colaboración de todos los actores políticos y sociales es algo indispensable. Pero que ello tenga que hacerse en torno a una estrategia que apuesta por la fuerza, la militarización y el desprecio a los derechos y a sus instituciones de garantía, como lo evidencia la grosera consideración de “tontos útiles” de la delincuencia con la que el secretario de Gobernación parece confundir la actuación de los ombudsman, es otra cosa. En una democracia el combate al crimen sólo puede fundarse en un compromiso irrestricto e incondicional con el respeto de los derechos.
Por otro lado, como lo recordaba ayer en estas páginas Pedro Salazar, el desafío que hoy lanza a la democracia y a sus instituciones el crimen organizado requiere una respuesta racional y no instintiva que refrende la vocación democrática de nuestra sociedad. No es un problema sólo de las fuerzas políticas, sino también de los ciudadanos que debemos rechazar la lógica y las dinámicas que pretende imponer el crimen. En 1994, cuando la violencia —otro tipo de violencia, pero igualmente disruptiva— se instaló entre nosotros, la respuesta de la sociedad fue acudir masivamente a las urnas. Ese año se dio la mayor participación electoral de nuestra historia democrática: casi el 80% de los ciudadanos votaron y con ello hicieron patente su respaldo a la vía democrática como la ruta pacífica por excelencia para resolver las diferencias políticas.
Hoy el dilema también tiene que asumirse de la misma manera, una participación alta en las próximas elecciones también supone una manera en la que la sociedad puede refrendar su apuesta por la democracia y la mejor manera para demostrarse refractaria a asumir la excepcionalidad como parte de la normalidad.
El asesinato de Rodolfo Torre es un atentado a la convivencia democrática y la respuesta de todos tiene que ser firme y comprometida. Votar no significa avalar una situación en donde la falta de autonomía de muchas autoridades electorales ha sido exhibida, en donde la intervención de los gobernadores —los nuevos señores feudales— ha sido la constante y en donde la pequeñez de las fuerzas políticas ha campeado. Esos son problemas de los que tendremos que encargarnos. Pero votar hoy significa, más que nunca, refrendar nuestra vocación democrática.
Investigador y profesor de la UNAM
Por un lado, demuestra que la lógica unidimensional de combate al crimen organizado, que ha venido inspirado la actuación del gobierno federal, y que neciamente es defendida por éste, está condenada (como desde sus inicios) al fracaso. Es urgente entender que el único modo eficaz de enfrentar a la criminalidad es asumiendo que se trata de un fenómeno multifactorial y que tiene diversas expresiones: criminal —por supuesto—, económica, social, política, cultural y hasta religiosa. Por ello la forma de poder confrontarla con posibilidades de éxito es atacándola en diversos planos y diversificando las estrategias, no viéndola como algo que puede combatirse sólo con la fuerza.
Ayer, en su discurso televisivo, el Presidente hablaba de la necesidad del diálogo y de la unidad para enfrentar el fenómeno criminal. Tiene razón, pero me temo que lo que entiende por unidad es cerrar filas en torno a su fallida estrategia de seguridad pública. Así lo revela la tal vez inconsciente afirmación en su mensaje en el sentido de que: “Frente al desafío que hoy nos plantea la delincuencia organizada, no hay margen para pretender dividendos políticos. Éste es un reto donde sólo cabe la unidad y la corresponsabilidad de los mexicanos. Éste es un desafío que mi gobierno no ha evadido y, por el contrario, lo ha enfrentado con toda determinación, pero que requiere el apoyo de los ciudadanos y la colaboración franca y sin titubeos de las fuerzas políticas y sociales del país.”
Cerrar filas entendiendo que el fenómeno criminal es transversal a todas las fuerzas políticas y que su combate requiere de la condena y colaboración de todos los actores políticos y sociales es algo indispensable. Pero que ello tenga que hacerse en torno a una estrategia que apuesta por la fuerza, la militarización y el desprecio a los derechos y a sus instituciones de garantía, como lo evidencia la grosera consideración de “tontos útiles” de la delincuencia con la que el secretario de Gobernación parece confundir la actuación de los ombudsman, es otra cosa. En una democracia el combate al crimen sólo puede fundarse en un compromiso irrestricto e incondicional con el respeto de los derechos.
Por otro lado, como lo recordaba ayer en estas páginas Pedro Salazar, el desafío que hoy lanza a la democracia y a sus instituciones el crimen organizado requiere una respuesta racional y no instintiva que refrende la vocación democrática de nuestra sociedad. No es un problema sólo de las fuerzas políticas, sino también de los ciudadanos que debemos rechazar la lógica y las dinámicas que pretende imponer el crimen. En 1994, cuando la violencia —otro tipo de violencia, pero igualmente disruptiva— se instaló entre nosotros, la respuesta de la sociedad fue acudir masivamente a las urnas. Ese año se dio la mayor participación electoral de nuestra historia democrática: casi el 80% de los ciudadanos votaron y con ello hicieron patente su respaldo a la vía democrática como la ruta pacífica por excelencia para resolver las diferencias políticas.
Hoy el dilema también tiene que asumirse de la misma manera, una participación alta en las próximas elecciones también supone una manera en la que la sociedad puede refrendar su apuesta por la democracia y la mejor manera para demostrarse refractaria a asumir la excepcionalidad como parte de la normalidad.
El asesinato de Rodolfo Torre es un atentado a la convivencia democrática y la respuesta de todos tiene que ser firme y comprometida. Votar no significa avalar una situación en donde la falta de autonomía de muchas autoridades electorales ha sido exhibida, en donde la intervención de los gobernadores —los nuevos señores feudales— ha sido la constante y en donde la pequeñez de las fuerzas políticas ha campeado. Esos son problemas de los que tendremos que encargarnos. Pero votar hoy significa, más que nunca, refrendar nuestra vocación democrática.
Investigador y profesor de la UNAM
Carta a Gómez Mont
Evidentemente, la opción de la despenalización está lejana en el horizonte, aunque no dudo que terminará por adoptarse tarde o temprano.
José Antonio Crespo
Le suplico considerar la posibilidad de que usted esté equivocado acerca del curso que usted y el presidente Calderón nos urgen que adoptemos en la lucha contra las drogas. El camino que usted propone de más policías, más cárceles, el empleo de las Fuerzas Armadas. y una completa gama de medidas represivas, puede convertir una situación mala en una peor. La guerra contra las drogas no puede ganarse con esas tácticas sin desconocer la libertad humana y las libertades individuales.
Usted no está equivocado en creer que las drogas están destruyendo el tejido social, arruinando la vida de muchos jóvenes e imponiendo un pesado costo a los más desfavorecidos de nuestra sociedad. Su error está en no reconocer que precisamente las medidas que favorece son la principal causa de los problemas que deplora. La ilegalidad da lugar a obscenas utilidades que financian tácticas homicidas de los jefes de la droga; la ilegalidad conduce a la corrupción de funcionarios encargados de aplicar la ley; la ilegalidad concentra los esfuerzos de los funcionarios honestos de manera que no cuentan con recursos para combatir crímenes más simples como el robo, el hurto y los asaltos.
Si las drogas hubieran sido despenalizadas hace años, el crack nunca hubiera sido inventado (lo fue porque el alto costo de las drogas ilícitas volvió rentable una droga menos costosa) y hoy tendríamos menos adictos. Las vidas de miles, posiblemente cientos de miles de víctimas inocentes se hubieran salvado. Los barrios pobres de nuestras principales ciudades no serían tierra de nadie, infectadas por el crimen y las drogas.
La despenalización de las drogas es hoy todavía más urgente que en 1972. Posponer la despenalización sólo empeorará el problema y lo hará menos tratable. El alcohol y el tabaco causan más muertes a quienes los usan que las drogas. La despenalización no nos impedirá regular las drogas como ahora lo hacemos con el alcohol y el tabaco: prohibición de vender drogas a los menores, prohibición de hacerles propaganda y medidas similares. Estas medidas pueden hacerse cumplir, mientras que la prohibición total no. Más aún, si sólo una fracción de lo que se gasta en tratar de hacer cumplir la prohibición de las drogas se empleara en tratamiento y rehabilitación a los adictos. la reducción en el uso de las drogas y en el daño causado a los usuarios sería dramática. Un país en donde seriamente se considere como táctica en la guerra contra las drogas disparar contra automóviles sospechosos, no es la clase de país que usted o yo quisiéramos legar a las futuras generaciones. Todo amigo de la libertad. debe estar asqueado ante la perspectiva de convertir a México en un campo armado.
Sustitúyase en este texto el nombre de Calderón por el de Bush (padre), y el de México por el de Estados Unidos (y automóviles por aviones), y tendremos extractos de la carta que envió el premio Nobel de Economía, Milton Friedman, al jefe de la Oficina Nacional para el Control de las Drogas, William Bennet, en abril de 1990. Refleja lo absurdo del esquema de prohibición que ha prevalecido por décadas. Algo debe haber influido Friedman sobre Bennet con su alegato, pues el zar antidrogas terminó convencido de que la mejor forma de enfrentar los narcóticos era despenalizándolos. Evidentemente, la opción de la despenalización está lejana en el horizonte, aunque no dudo que terminará por adoptarse tarde o temprano. Por lo pronto, podríamos despenalizar la mariguana siguiendo los pasos de California, con lo cual no se resolvería el problema de fondo pero sí se cortaría buena parte del combustible financiero que alimenta a los cárteles. La otra parte de ese combustible puede estrangularse con una estrategia de inteligencia financiera, en que la Secretaría de Hacienda sea el eje rector.
Ante el creciente desastre, Felipe Calderón hizo ya lo que debió hacer desde 2006: convocar a las fuerzas políticas a discutir una estrategia cuidadosamente valorada que goce del respaldo más amplio posible. Lo cual, supongo, exigirá modificar significativamente el esquema actual. Veremos si más allá de la unidad declarativa se logra un acuerdo operativo de cómo enfrentar al crimen organizado con más eficacia, costos más bajos para la sociedad y menos riesgos para las instituciones. De ser así, es probable que esa nueva estrategia de Estado goce del respaldo mayoritario y sostenido de la sociedad, y que persista tras el cambio de poderes en 2012, algo totalmente improbable con la actual estrategia, diseñada precipitada e improvisadamente por Calderón en 2006.
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